El gremio sostiene que el mismo es un beneficio más a las empresas del sector que ya cuentan con otras exoneraciones como por ejemplo los aportes patronales en el BPS.

"Este nuevo beneficio se cubriría con dinero que saldrá de la arcas del Estado a las que aportamos todo el tiempo los trabajadores a través del IVA al comprar alimentos, vestimenta, servicios, etc, o a través del impuesto a los salarios, el cual es históricamente rechazado por el movimiento sindical en su conjunto. Y todo esto a cambio de nada", afirma el gremio en un comunicado.

Agrega que "ni los trabajadores, ni los usuarios, ni la sociedad en su conjunto nos veremos beneficiados de alguna forma del uso de estos dineros que nos pertenecen. En un contexto donde las continuas expansiones del IVA contribuyen notablemente al encarecimiento de los productos de consumo más habituales para las capas populares, especialmente los alimentos, no es este el impuesto ‘devuelto’ a los trabajadores que cada día luchan para parar la olla, sino que son las escasas obligaciones de las empresas del taxímetro las que el gobierno nacional entiende que deben retornar a los ya abultados bolsillos de los patrones."

Concluye afirmando que son 37 millones de dólares que se podrían destinar a mejorar la calidad de vida de la gente.