Tras la detección de cuatro casos positivos en operarios en la planta, y pese a las medidas tomadas en el frigorífico, las condiciones para la existencia de la bacteria todavía están dadas, por lo que se decidió una nueva clausura hasta que desapareciera por completo.

Esta enfermedad, que se reproduce en grandes cantidades en aguas calientes y estancadas no afecta la carne producida en la planta, ni significaría un problema sanitario para esta materia prima, por lo que se descarta que exista algún tipo de inconveniente a la hora de colocar la producción avícola, tanto en el mercado local como internacional.