Gustavo Macedo (FUM-TEP): En 2012, el presidente Mujica le dijo a los docentes "Pidan, pidan que hay".
El incremento salarial que propuso el Poder Ejecutivo a los docentes es visto como insuficiente por los sindicatos, que ahora manejan la posibilidad de intensificar las medidas de lucha. Gustavo Macedo, secretario de Relaciones Sindicales de la Federación Uruguaya de Magisterio-Trabajadores de la Educación Primaria (FUM-TEP), el gremio que nuclea a maestros y funcionarios de todo el país, aseguró a En Perspectiva que el Poder Ejecutivo "debe racionalizar y cambiar su actitud" y afirmó que las actuales medidas gremiales fueron propiciadas por jerarcas que aseguraban que "había espacio para reclamar", entre ellos el propio presidente José Mujica, quien, según Macedo, durante una entrevista en 2012 les dijo a los docentes "pidan, pidan que hay". Para Macedo, quien aseguró que el Gobierno no reconoce el "compromiso" de los maestros de "trabajar en los aspectos pedagógicos", es necesario mejorar los salarios de manera que sean "un componente pedagógico que incida en los resultados educativos".
(emitido a las 8.46 Hs.)
EMILIANO COTELO:
La oferta de ajuste salarial del Poder Ejecutivo está lejos de conformar a los sindicatos de la educación.
El gremio de maestros convocó para hoy a un nuevo paro nacional, pero además están previstas incluso ocupaciones de escuelas, intensificando la presión a favor de sus reclamos. Mientras tanto, siguen las repercusiones de la decisión de Ademu (Asociación de Maestros del Uruguay) Montevideo, que en el fin de semana expulsó de sus filas a varios jerarcas del Gobierno exdirigentes del sindicato, a quienes acusa de "no defender a la educación pública".
¿Cómo se ve todo este panorama desde uno de los gremios, la Federación Uruguaya de Magisterio-Trabajadores de Educación Primaria (FUM-TEP), que reúne a los maestros y funcionarios de primaria de todo el país?
Vamos a conversarlo con su secretario de Relaciones Sindicales, Gustavo Macedo.
Ahora es secretario de Relaciones Sindicales, pero lo teníamos más identificado como secretario general. ¿Cómo es esto de los cambios?
GUSTAVO MACEDO:
La FUM, un organismo democrático, cada dos años realiza elecciones, y en esta oportunidad renovamos la conducción y está al frente de la FUM la maestra Elbia Pereira, de Soriano.
EC - ¿Pertenece a otra lista? ¿Cómo es eso?
GM - No, pertenece a la misma lista que en el año 90 asumió la conducción de la FUM y lo ha venido haciendo en forma ininterrumpida hasta ahora, la lista 27.
EC - Vayamos al panorama de conflictos y reclamos que está preocupando a la población y, ni que hablar, a las autoridades del Gobierno también. Pasemos en limpio: ¿cuáles son los principales reclamos del sindicato de maestros?
GM - La FUM, conjuntamente con la Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza, del Uruguay (CSEU) priorizó en esta etapa el tema salarial y plantea su vieja reivindicación de alcanzar la media canasta para el salario de primer grado. Para ello debe haber un incremento de 7.000 pesos en el salario de primer grado, y eso claramente está muy lejos de la propuesta que se hizo en su momento, a partir de resoluciones que hizo la FUM planteando dos paros a nivel nacional junto con la coordinadora, uno el 23 de mayo en el marco del PIT-CNT, en el que el eje central era el presupuesto educativo, y uno que se concretó el 11 de junio. Ahí se abrió nuevamente un ámbito de negociación con el Codicen (Consejo Directivo Central), el Codicen propone un 6% de aumento salarial. Esas fueron las cuestiones que fueron precipitando algunas resoluciones. Filiales de la FUM entendieron que esto no era suficiente, la federación como tal también, por lo tanto hoy tenemos una situación realmente compleja en virtud del último Consejo de Ministros del lunes, que planteó un aumento absolutamente insuficiente adelantando un convenio que nosotros firmamos en su momento como secretario general y sostenemos que fue un buen convenio, un convenio que nos permite un piso y que no limita seguir negociando y avanzando.
EC - Vamos por partes. Hace unos minutos usted decía que habían considerado insuficiente la propuesta del Codicen, que implicaba un aumento de 6% para el año próximo. Esa es la propuesta del Codicen; el Poder Ejecutivo no comparte ese criterio. Es más, según trascendió, la posición con la que se llegó al Consejo de Ministros el lunes pasado era que directamente no hubiera ajustes. Finalmente, luego de una discusión allí, se optó por ofrecer 3%, que implica adelantar en un año un ajuste que ya estaba previsto en el presupuesto para el año 2015, que de esta manera, si se aceptara, se ejecutaría el año que viene, en el 2014. Si ustedes rechazaban el 6%, obviamente rechazan también el 3%.
GM - Es claramente insuficiente. En ese marco, un grupo de compañeros entendemos que hay una situación absolutamente compleja, lo planteamos en su momento luego de la movilización del 11 de junio, dijimos: hasta aquí es una etapa, debemos ubicar la negociación en el Parlamento cuando entre la Rendición de Cuentas. Otro grupo de compañeros, los compañeros de Montevideo, en el marco de la discusión democrática que para nosotros es absolutamente válido, entendieron que no era esa la situación, que se debían seguir planteando las demandas, y lo hicieron con los paros del 20 y el 21 y el del lunes pasado.
En ese sentido nosotros como federación hicimos una valoración que en su momento tuvo el camino de marcar estos dos paros anteriores, que lograron abrir la negociación, y el paro de hoy miércoles a nivel nacional, con el que la FUM está marcando que hay una definición del Poder Ejecutivo que hoy es insuficiente y que debe generar un espacio de discusión, de negociación, en el que podamos revertir lo que está planteado arriba de la mesa.
EC - Un par de puntualizaciones. Dice un oyente: "Es imprescindible aclarar que el 3% que está ofreciendo el Poder Ejecutivo o el 6% que planteaba el Codicen son ajustes por encima de la inflación, son ajustes reales, en realidad el aumento que ocurriría es mayor que eso". ¿Está de acuerdo con eso?
GM - Sí, sí. La CSEU firmó el 29 de diciembre de 2010 un convenio que plantea en líneas generales un aumento en números redondos del 20% de salario real en el quinquenio.
EC - Un 22,8% de recuperación, de aumento salarial real en el quinquenio.
GM - Eso para algunos casos. Como el convenio también preveía un aumento en la base de cálculo de las compensaciones, en el caso de aquellos compañeros que tienen compensaciones por su trabajo tiempo completo subió sustancialmente, anda en el entorno del 35% de aumento real. Si nos pregunta si ese convenio es malo; no, es bueno, pero es insuficiente, nos tiene que permitir reflexionar y seguir avanzando, que es lo que la FUM ha ido impulsando.
EC - Ahí viene la otra precisión sobre la cual quiero consultarle. Usted mismo dijo que hay un convenio firmado en el año 2010 ANEP-funcionarios, que incluso fue corregido en el año 2012 y que está vigente. Ese convenio establece los ajustes salariales que se debían instrumentar a lo largo de estos cinco años. ¿Por qué ahora se reclama otro tipo de ajustes? Ayer lo decía el maestro Héctor Florit cuando lo entrevistábamos: ese acuerdo existe, es un convenio que está vigente. ¿Ustedes están de algún modo faltando a la palabra empeñada, a la firma de aquel convenio?
GM - No. En principio, claramente existe, todos estuvimos de acuerdo en firmarlo, la FUM lo resolvió en sus organismos democráticos, más allá de que uno escucha a veces compañeros del sindicato de la filial Ademu que dicen "nosotros estábamos en contra". Sí, eso lo firmamos a partir de resoluciones democráticas en ámbitos democráticos, y entendimos que era bueno, aunque insuficiente, lo dijimos en su momento.
EC - El hecho de que la FUM haya firmado este convenio comprometía a todas las Ademu.
GM - Sí, claro. Pero no inhabilita para seguir reclamando, mucho más cuando uno se entrevista con el presidente de la República y este le dice: "Pidan, pidan, que hay".
EC - ¿El presidente les dijo eso?
GM - Que el presidente se ponga de acuerdo en las cosas que va a hacer.
EC - ¿Cuándo dijo eso?
GM - Lo dijo en 2012, ahí logramos adelantar el 1,22 que tenemos que comenzar a cobrar en 2013. Y la senadora Topolansky dice: "Hay 600 millones de dólares que no se gastan, eso puede servir para la educación". Es como que a un niño chico le digan: "Te tiro los caramelos, hay que comerlos", y después le digan: "No te los puedo dar". En esto que se pongan de acuerdo los gobernantes. Nosotros decimos: estos que son gastos constantes, como el salario, el incremento salarial, necesitan partidas que estén financiadas, en eso hacemos acuerdo. La FUM en esto ha actuado con absoluta responsabilidad, cuando empeñamos la palabra, la empeñamos y decimos "tenemos que ir por ese camino". Firmamos un convenio en el cual dijimos: "Es insuficiente y vamos a seguir se lo dijimos al Poder Ejecutivo y a la ANEP negociando a los efectos de mejorar".
EC - ¿Ustedes aclararon cuando firmaron el convenio que iban a seguir negociando?
GM - Sí; y además se nos dijo lo dijo el propio ministro de Economía: "Las rendiciones se pueden abrir para estudiar el tema educativo". Por lo tanto ahí hay un espacio, las autoridades de Gobierno les dicen a los sindicatos que hay un espacio para reclamar. De hecho, aquella nube fiscal de 140 millones de dólares permitió generar mejoras en el convenio.
EC - Lo que usted dice, en definitiva, es que estas movilizaciones de este año de algún modo fueron ambientadas o propiciadas por declaraciones de jerarcas de gobierno.
GM - Sin duda.
EC - Aceptando esa explicación, la pregunta que viene a continuación es: ¿por qué este nivel de conflictividad? Me gustaría que habláramos de eso enseguida.
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EC - Continuamos en entrevista con Gustavo Macedo, secretario de Relaciones Sindicales de la Federación Uruguaya de Magisterio-Trabajadores de la Educación Primaria.
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EC - El aumento de salario no es sinónimo de mejora en la calidad de la educación, ¿no?
GM - No.
EC - De todos modos, creo que el grueso de la población está de acuerdo en que los sueldos de los maestros son aún bajos, son muy bajos y tienen que aumentar, por eso es razonable que los sindicatos de maestros se movilicen reclamando esos incrementos. La pregunta es: ¿por qué esa movilización debe hacerse alterando de manera tan seria el dictado de los cursos, con paros, con huelgas, con ocupaciones, con otras medidas? Eso no se entiende, ¿por qué ese nivel de conflictividad?
GM - En principio, porque hay una situación verdaderamente angustiante. Un docente con 14.000 pesos no puede vivir. Nosotros somos trabajadores de la educación, no miramos por arriba del hombro a nadie, somos iguales al resto de los compañeros que integran la central y aun a aquellos que no están afiliados que también son trabajadores. En este caso el Uruguay apuesta a mejorar la educación y a que la educación sea de calidad, y hemos escuchado de todos lados, desde la izquierda hasta la derecha, decir: "Les dimos el mejor presupuesto y todavía no han avanzado". En primer lugar, hay procesos que se tienen que cumplir en el ámbito educativo que necesariamente deben permitirnos avanzar. En ese marco decimos que las movilizaciones tienen un espacio a partir de la angustia de muchos compañeros que entienden que los 14.000 pesos no dan y que eso hay que mejorarlo.
EC - Pero ¿no hay una contradicción entre el discurso gremial que insiste tanto en la necesidad de mejorar la calidad de la educación y este perjuicio, un perjuicio tan serio, que terminan sufriendo los alumnos de las escuelas públicas durante varias semanas?
GM - Nosotros planteamos y esto no es por sacarnos el lazo de la pezuña algunas medidas alternativas, de hecho los compañeros de Flores han tenido iniciativas en ese sentido que han impactado muy bien en la población denunciando la situación. De todas maneras, convengamos en que no vamos a hacer la clásica de echarle la culpa al periodismo que agranda estas cosas a veces la noticia más sensacional es la que se toma en cuenta. Un grupo de maestros se concentra en una plaza pública en el departamento de Flores estamos hablando de Trinidad, un par de kilómetros no muy lejanos de la capital para hablar con los padres, declarar la situación de la escuela pública, presentar todo este tipo de situaciones, y ese compromiso social de los docentes no recibe impacto informativo. (Flores es un lugar bien atípico, hay 48 escuelas en todo el departamento y en la capital hay ocho, es un lugar muy pequeño.)
EC - Está buena esa observación, en definitiva lo que dice es que los medios de comunicación no "premian" las medidas alternativas, solo destacan las más distorsivas.
GM - Claro. En este caso hemos tenido muchísimas, la FUM a lo largo y ancho está haciendo por lo menos dos investigaciones, terminó una de ciencias, tiene un libro publicado. Hay un esfuerzo del grupo de maestros de trabajar en los aspectos pedagógicos. Y hay un compromiso social docente muy importante que no se ve, y que creo que en este momento ni siquiera los propios gobernantes están reconociendo. Voy a dar un ejemplo que es absolutamente paradigmático, y que además está en el tapete: el liceo Jubilar. El liceo Jubilar tiene un grupo minoritario de personas no vamos a poner que las eligen de la pata, mientras que cientos de miles de muchachos van a los liceos públicos que están en condiciones que uno ve, al principio de año se estaban cayendo los liceos. ¿Eso es por culpa de los docentes? No, es por culpa de quienes gestionan. En una conversación con el presidente se logró el dinero necesario, está en el convenio, 50 millones de dólares, pero se sentaron arriba de esos 50 millones de dólares y hoy tenemos problemas de infraestructura. ¿Es culpa de los docentes? No. Los otros son más efectivos en la gestión. Midiendo, en iguales contextos los resultados educativos son iguales. ¿Dónde está la diferencia? En el esfuerzo que hacemos los docentes, que hacen los maestros, que hacen los profesores, que hacen los funcionarios, que muchas veces no se ve y ganan sueldos realmente... Hay que ver un compañero funcionario que todos los días tiene que ir con una escobita a las siete de la mañana, barrer y dejar el salón limpio para que vengan los niños y los maestros a dar clase. Ahí hay todo un compromiso social que a veces no se destaca demasiado. Y los sindicatos y las filiales a veces no tenemos más remedio que ubicar una medida de fuerza que diga: "Muchachos, estamos acá". Por eso hoy estamos parando a nivel nacional.
EC - Está bien, pero usted resaltaba el compromiso de muchísimos maestros y docentes en general, funcionarios también. Eso es indiscutible, existe, pero después resulta que durante semanas lo que se instala es un ambiente absolutamente inapropiado para el dictado de las clases que padecen los alumnos que concurren a las escuelas públicas, porque los de los colegios privados mientras tanto siguen como si nada con su aprendizaje normalmente. Las medidas se terminan aplicando y son de una gran variedad, pero todas crean un clima caótico. ¿Cómo se hace después para recuperar las clases perdidas? ¿Cómo se recupera el ambiente educativo en cada clase después de todos estos días?
GM - Sin duda va a ser una situación difícil, nos tendremos que juntar, comenzar a visualizar cuál es la perspectiva. Para la FUM el tema terminaría hoy, después viene la etapa de diputados y senadores, en la que el marco de la negociación tiene que ser un eje fundamental. Ya demostramos que tenemos capacidad de movilizar, que efectivamente las filiales de la FUM pueden realizar medidas de impacto que desestabilicen a la opinión pública y que pongan en el tapete la discusión de la educación. Hoy efectivamente hay una situación en la cual somos conscientes y queremos partir en la base, esto plantea que hay que mejorar el salario de primer grado.
¿Por qué? Tú me decías que no es solamente salario, yo hago acuerdo, el Uruguay no tiene el reconocimiento del grado universitario de sus docentes. ¿Sabe cuántas horas tenemos de investigación, de trabajo con los niños? No tenemos publicaciones, no sistematizamos eso se lo he dicho ochenta veces a tres rectores de la universidad, sin embargo la Universidad [de la República] se opone al reconocimiento del grado universitario. No tenemos la jerarquización a partir de la profesionalidad, a partir de los cursos. Yo puedo hacer un curso en una universidad privada que me da el reconocimiento de grado, y hago hasta un máster y un doctorado, de hecho lo hicieron consejeros en el pasado, en Chile, en Argentina en la UBA [Universidad de Buenos Aires]. En el ámbito privado se reconoce, la universidad pública no lo hace. Hay caminos que debemos entrar a transitar para que la profesión docente vuelva a ser en su génesis aquello que es: una profesión muy vocacional, que exige muchísimo compromiso, y en los tiempos modernos los trabajadores queremos vivir dignamente de nuestro salario y tener parte de ese reconocimiento que creo que todavía no hemos perdido. Si uno le pregunta a la gente en la calle a quién le tiene confianza, dice: "Yo le tengo confianza al maestro". Eso no lo tenemos que perder, lo tenemos que seguir afianzando.
EC - Con medidas como estas se pone el riesgo ese prestigio, esa credibilidad.
GM - Hacemos acuerdo en que es así.
EC - Usted decía recién: "Hemos logrado con el tipo de movilización que se llevó adelante instalar el tema, hemos logrado colocar al Poder Ejecutivo y a las autoridades ante la necesidad de negociar". Es cierto, pero el instrumento que se empleó es un chantaje bastante fuerte. El término puede chocar, pero se logra ese espacio en la negociación política poniendo de rehenes nada menos que a los botijas de los barrios y de las zonas más carenciadas. Eso al maestro con la vocación que usted dice que tienen, y que sin duda tienen, ¿no le resulta algo duro de hacer, no es algo que le eriza un poco la piel?
GM - Sí; en principio, ni chantajistas ni secuestradores. Luchadores y trabajadores de la educación que entendemos que se debe mejorar por el bien de esos niños y de esos alumnos que hoy necesitan de la escuela pública, necesitan de la educación pública para crecer. En ese marco queremos plantear una situación, es decir, el espacio público de la escuela es el único lugar donde los diferentes nos podemos encontrar. Debemos seguir construyendo esto. Con los salarios que tenemos, con las posibilidades que hoy hay de crecer, creemos que el Poder Ejecutivo debe racionalizar y cambiar la actitud que tiene, que esa sí es de chantaje. El comunicado del lunes de Presidencia de la República del acuerdo de ministros, que me digan que eso no es chantaje, que les digan, ya no a los maestros, a la bancada oficialista, que es la que desde el año 85 ha venido votando siempre los presupuestos oficialistas: "Muchachos, si no se ponen de acuerdo en votar este adelanto de 3%, mandamos cero". Se lo dicen a sus propios compañeros. Creemos que se debe reflexionar en una línea diferente: sentémonos, vamos a ver cuál es el mejor camino. En esto van a encontrar siempre al magisterio, a la FUM dispuesta a avanzar en un camino de diálogo, que no quiere decir que dejemos de lado la confrontación ni las medidas más duras. Que nos duelen, nos duelen; nos duelen muchísimo.
EC - Insisto en que lo que está en juego acá no es si los salarios de los maestros están perfectos, creo que nadie piensa que los salarios de los maestros están perfectos, sin duda tienen que aumentar. Mi pregunta apuntaba al método de "lucha". ¿Por qué se va por ese camino? Usted mencionaba que algunas filiales, como Ademu Flores, han ido por otros tipos de movilizaciones. ¿Por qué no se acentúa más ese perfil? ¿Por qué no se desarrolla la creatividad, por qué no se inventa más, para no perjudicar a los niños?
GM - Lo hemos estado haciendo, hay encuentros en las escuelas, hay clases abiertas en las que les mostramos a los padres lo que se está haciendo, pero llega un momento en que le golpeamos la puerta al Ejecutivo, nos sentamos a negociar y el tipo dice: "No hay nada, quédense tranquilos que esto ya está, se terminó". La educación pública, la escuela pública uruguaya muestra, con el compromiso pero también con el trabajo de los padres, qué cosas puede estar haciendo, y les pide a los políticos, porque hay situaciones en el ámbito educativo que no resuelve la educación, eso también se lo hemos escuchado decir al presidente de la República. Hay otros organismos del Estado que debieran estar resolviendo situaciones problemáticas en el casco duro de pobreza y de indigencia y no están trabajando correctamente.
Yo trabajo en la Escuela 167 Juan José Morosoli, de tiempo completo, ubicada en Comercio. Los niños que vienen a esa escuela son de hogares muy carenciados, de Larravide, de toda esa zona de Isla de Gaspar. Hay una problemática ahí en la que hay que incidir, el Estado tiene que intervenir, tiene que tener políticas públicas para efectivizar y generar un espacio diferente en el crecimiento. Yo tengo 54 años, cuando iba a la escuela pública el maestro recibía a un ciudadano, porque en el hogar se formaba a la persona, la formaba el vecino. Recuerdo un episodio en el cual estaba escribiendo una mala palabra en el frente de mi casa, porque me había enojado con mi padre, y un señor cruza y me reta. Eso es imposible de ver hoy, la sociedad toda nos educaba y nos formaba como ciudadanos, y el maestro hacía lo que decía mi padre: "Vos a la escuela vas a aprender a leer, a escribir y hacer cuentas, y dejate de embromar con las otras cosas". Había todo un componente social que formaba. En estos momentos eso no está, ¿quién debe actuar? El Estado.
El otro día veíamos una entrevista que nos llamaba muchísimo la atención. Hay una muchacha que está esperando un trasplante de corazón, y la expresión de la madre en cuanto a cómo trasmitía, en un lugar absolutamente carenciado uno veía el fondo y era un rancho de lata, había una educación en esa señora y en su hija, en trasmitir eso. Ahí hay que apostar a la familia, que entre todos podamos mejorar esta situación.
EC - Mi pregunta era a propósito de los métodos de lucha.
GM - Está bien. En algún momento tengo que decirles a los señores gobernantes: "Se terminó, hemos transitado un camino de negociación, hemos estado planteando situaciones en las cuales como escuela pública estamos haciendo el mayor esfuerzo". Necesitamos más recursos, necesitamos que haya estudiantes de secundaria que visualicen la carrera magisterial con un horizonte de perspectiva para poder criar su familia. Hoy eso no está, porque el tipo mira y dice: "Con 14.000 pesos ni novia consigo". Y efectivamente, mucho mejor que ubicar una carrera docente que hoy tiene toda su complejidad, que demora entre cinco y seis años, es estudiar economía, si tengo facilidad para los números no dudo dos segundos. Los economistas están en la tapa del libro; hay casos que hoy mejoran la situación, porque uno en su principio ubica la posibilidad de ganarse la vida para criar una familia. Con esta perspectiva no existe esta posibilidad. Se deben mejorar los salarios, debemos tener una situación que hoy ubique el salario docente como un componente pedagógico que incida en los resultados educativos. ¿El paro es la mejor medida? El paro que no se hace es para mí la mejor medida, pero cuando no hay más remedio...
EC - Hay muchos paros, se hacen muchos paros.
GM - Yo me voy a hacer cargo de la FUM.
EC - Sobre eso me gustaría consultarlo un poco más en la segunda parte de la entrevista, enseguida, qué matices o diferencias hay entre la FUM y algunos de los gremios departamentales, en particular el de Montevideo. Por ejemplo, cómo observan el extremo de la desgremializaciones.
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EC - El conflicto en la educación pública parece lejos de una solución, el incremento de salarios que ha propuesto el Poder Ejecutivo es visto como insuficiente por los sindicatos, que ahora manejan la posibilidad de intensificar aún más las medidas de lucha. Ese es el telón de fondo a partir del cual estamos conversando con Gustavo Macedo, secretario de Relaciones Sindicales de la FUM-TEP.
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EC - Tenemos muchos mensajes de los oyentes. ¿Podemos elegir algunos, Romina?
ROMINA ANDRIOLI:
Hay varios que plantean una duda respecto a las cifras. "Cuando se habla de los 14.000 pesos que gana un maestro que recién se inicia, ¿es por cuatro o por ocho horas?". Y después hay otro que dice: "Es mentira que ganan 14.000 pesos, con las compensaciones ganan mucho más". ¿Cómo es esto?
GM - Un maestro que recién comienza a trabajar por cuatro horas de trabajo formal en el local, en la escuela, gana 14.000 pesos. También tiene los aportes a Fonasa, IRPF, etcétera. Pero el trabajo del maestro no son solo esas cuatro horas que está en la escuela, hay un componente de entre una hora y media y dos horas, porque uno tiene que ubicar el trabajo, tiene que pensar en el trabajo, tiene que planificar el trabajo, tiene que juntarse con sus compañeros de grado, y a veces hasta los fines de semana tenemos las preocupaciones de la escuela. Yo meto la mano en el bolsillo y digo: "¿Qué tengo acá?". Es la llave de mi salón, estoy preocupado porque no la dejé en la escuela. Hasta por esas cosas tan pequeñas uno termina preocupado. Imaginen la cabeza de un docente dando vueltas por aquellos alumnos que no están llevando el curso adelante, viendo cómo los ubica. Ese trabajo, esa dedicación que tienen los maestros de ubicar, son horas que yo le dedico a mi profesión, esas no se pagan. Y son parte, creo yo, que el componente educativo y salarial debiera considerar a los efectos de mejorar.
EC - ¿Otras preguntas, otros comentarios?
RA - Hay varios oyentes que plantean, por ejemplo: "¿Qué recuperación tiene el área privada de la educación, que tiene tan poca conflictividad? ¿Qué pasa con los sueldos de los colegios privados? El promedio ronda los 12.000 pesos", dice Silvana. Y Jorge plantea: "Para evitar desigualdades y no agrandar la brecha entre pobres y ricos deberían hacer un paro profesional, no trabajar en el ámbito privado tampoco".
GM - Esa es un vieja discusión. De todas formas, coincido contigo, hemos estado hablando con los compañeros de FUM-TEP, los salarios no han crecido a partir del crecimiento de las matrículas, del crecimiento de las cuotas, pero claramente tiene que ver con los dueños de los colegios, si están dispuestos como patrones a permitir que sus docentes ganen un poco más. En ese marco, depende claramente de definiciones ya no políticas sino muy comerciales.
EC - Más allá de la justicia del reclamo que está de por medio, del aumento salarial, de la mejora de las retribuciones y las condiciones de trabajo, yo lo consultaba recién a propósito de los métodos de lucha, los paros, las ocupaciones, las huelgas, la distorsión que eso implica para los alumnos de las escuelas y los liceos públicos. Pero esa forma de movilización todavía tiene estos días extremos mucho más polémicos todavía. ¿Cómo se entiende que se llegue al extremo de lo que ocurrió en Ademu, donde el fin de semana pasado se resolvió expulsar, desgremializar a cinco jerarcas de Gobierno que son maestros y que mantenían su condición de afiliados al sindicato?
GM - Acá vamos a comprometer la opinión del maestro Gustavo Macedo, que en el año 84 estuvo en la refundación de la Federación de Estudiantes del Interior y que cuando se recibió lo primero que hizo fue venir y afiliarse al sindicato y trabajar en ese ámbito hasta el día de la fecha.
La moción de desafiliación viene de larga data planteada por un compañero del sindicato afiliado, con total derecho, que entiende que ese grupo de jerarcas no deben participar y no deben permanecer en las filas sindicales. Lo planteó en su momento junto con una lista que hay en Ademu Montevideo y en la FUM, que es el Espacio 1995, lo bajó a consulta en las escuelas y eso se rechazó. A mí este compañero me hace acordar del dueño de la pelota: hasta que no se juega y se hace lo que él quiere, sigue insistiendo. En una situación muy oportunista, el maestro Rubén Puyol planteó la situación nuevamente y logró, ya no en una asamblea ni en un colectivo importante de maestros que estuvieran discutiendo la situación, que se votara una desafiliación que para nosotros es absolutamente inadmisible, sobre todo porque ni siquiera se siguieron los mecanismos necesarios para que alguien pudiera evaluar si efectivamente este grupo de maestros estaban incumpliendo con los principios sindicales. Creo que para expulsar a alguien de un lugar tan significativo para compañeros que estuvieron en la reconstrucción de Ademu en el año 83...
A la distancia uno dice "capaz que era más liviano en el 83 militar y tratar de armar cosas", pero había 50, no había 7.000 como ahora. Y ese grupo de personas logró que esa semilla fuera germinando. Yo digo: ni siquiera estuvo la posibilidad de analizar si este grupo de compañeros en su momento plantearon situaciones diferentes, si plantearon, como se dice en un momento, represión, o si efectivamente estaban actuando en su función de jerarcas.
EC - ¿Qué está pasando acá? ¿Se están cobrando viejas cuentas?
GM - Creo que sí, no tengo la menor duda.
EC - Florit ayer cuando lo entrevistábamos decía: "Tal vez hay de por medio viejos rencores entre militantes de larga data". ¿Es algo de eso?
GM - No tengo la menor duda. Pero, reitero, para que le quede claro a toda la audiencia: este es el compromiso de Gustavo Macedo, no estamos comprometiendo a la FUM. Acá claramente hay una visión de política sindical que dice: cuanto más chiquito, mejor, porque logro dominar. La FUM lo que ha hecho es decir: cuanto más grande, mejor.
EC - Ahí está hablando de las diferencias entre la federación y Ademu Montevideo.
GM - No, entre corrientes sindicales. La FUM tiene tres listas que integran la dirección sindical.
EC - Y casualmente, si estoy bien informado, la correlación de fuerzas en la FUM y en Ademu es exactamente inversa, en la FUM la lista que usted integra, la 27, tiene 9 cargos en 15, y en Ademu tiene 1 cargo en 7.
GM - Correcto. De todas formas, esos son los espacios democráticos que hemos construido, no nos negamos a que uno pueda participar, y en las mesas representativas el peso de la filial Montevideo no es el mismo de la de Flores. Flores tiene uno o dos delegados y Montevideo tiene 19, acá no se ningunea a Montevideo por ser oposición a la estructura de la FUM y se premia a Flores, no, Flores tiene 48 escuelas, y aun teniendo el 100% de los maestros afiliados tendría dos delegados. Entonces decimos: construir los espacios democráticos a partir de algo que reivindicamos para nuestra escuela pública: los diferentes nos encontramos ahí y debemos construir ciudadanía, democracia. En el sindicato también nos encontramos los diferentes.
Tengo relaciones con los cinco compañeros que han sido expulsados por estas zonales, que tienen legitimidad porque es un organismo estatutario, no estamos diciendo que sea ilegítimo, estamos diciendo que es legítimo pero oportunista. Con algunos más y con otros menos. Pero voy a empezar por aquel con quien tengo menos, Óscar Gómez, un compañero militante sindical miembro del Partido Comunista.
EC - Usted no es comunista, más bien es blanco.
GM - Más bien no: yo soy blanco. La construcción sindical con el maestro Óscar Gómez en el terreno de la FUM ha sido una construcción de respeto, de diversidad y en algunos casos de ubicar en el conjunto, luego de definir como federación, avanzar todos juntos. Me une una relación mucho más estrecha con el maestro Florit, con quien compartimos desde el año 86 espacios sindicales. Para cualquiera de los dos es el mismo tratamiento, con mi adversario ideológico desde el punto de vista sindical, pero también político-partidario, el mayor de los respetos, con alguien que efectivamente ha generado un espacio de trabajo y de lucha a nivel sindical, que hoy está en otra responsabilidad. Se lo dijimos al maestro Florit cuando asumió como presidente de Primaria: al compañero, la mayor de las suertes; al director, la mayor dureza, si no hace lo que tiene que hacer, le vamos a caer con todo.
EC - Teniendo en cuenta esta disquisición que usted acaba de hacer, le planteo una pregunta que ayer llegaba de la audiencia al maestro Héctor Florit: "Para evitar este tipo de conflictos, ¿no sería mucho más razonable que cuando un dirigente sindical asume un cargo de gobierno se desafiliara él mismo del gremio o dejara en suspenso su condición de afiliado, para que no se produjeran confusiones, para que no se alentaran expectativas equivocadas?".
GM - Puede ser, no lo comparto, porque creo que la persona que ha desarrollado toda una historia, independientemente del lugar que esté... ¿Si estuviera en el lugar que a mí me gusta sería bueno? Porque a mí me gusta no.
EC - Pero ¿no sería más limpio dejar a un costado la condición de afiliado a un sindicato?
GM - Creo que no. No lo comparto. A mí me gusta más la experiencia de Brasil, el SNTE de Brasil tiene una afiliación importante, alrededor de 3 millones de personas afiliadas a ese sindicato, y tiene dirigentes sindicales en todos lados. Hace 20 días estuvimos en Porto Alegre y la responsable de educación de Porto Alegre es una compañera dirigente nacional del SNTE, no pierde su calidad de dirigente nacional. Ya no es que no se desafilie, sigue siendo dirigente nacional del sindicato, se la considera como tal, está en otra función.
EC - ¿Qué incidencia tiene la FUM en las resoluciones que toman sus filiales, por ejemplo Ademu Montevideo? Concretamente, ¿ustedes pueden influir para que se revierta esa decisión que se tomó en Montevideo de desgremializar a cinco personas?
GM - No, de ninguna manera. Eso es un problema que tendrán que afrontar los compañeros que llevaron adelante este tema y se harán responsables. Hoy la federación como tal ha planteado otras situaciones que se estudiarán desde el punto de vista jurídico, pero los compañeros desafiliados han tenido un apoyo de muchas filiales que han dicho: "Si no los quieren en Montevideo, vengan acá que nosotros sí los queremos", porque hay una trayectoria y hay un trabajo.
EC - ¿Podría ocurrir que estos cinco desgremializados de Montevideo terminaran agremiados en Ademu Salto, por ejemplo?
GM - Es una de las filiales que han planteado el tema. Hay que estudiarlo desde el punto de vista jurídico; desde el punto de vista político, sin duda, ya hay planteos en ese sentido. Pero para nosotros lo más importante es que este tema hizo algo parecido a lo que ocurrió el 23 de mayo cuando el eje era la discusión por presupuesto educativo y tuvimos una intervención que hablaba de los "chetos" y los "planchas", y el tema se desvirtuó, nadie habló de la educación ni del presupuesto educativo. Ahora se ha ocupado muchísimo tiempo en esta desafiliación, que, reitero, tiene mucho que ver, es una medida muy fuerte, que no compartimos y que vamos a combatir en nuestra filial Montevideo, y que desvirtuó el tema. El eje central aquí es discutir si el presupuesto educativo es el necesario para que la educación pública uruguaya sea de calidad, y principalmente si los salarios docentes son los que los docentes deben tener para mejorar esa calidad educativa.
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EC - Hoy se está cumpliendo una instancia clave. Pasando en limpio lo que usted decía hace un rato, ¿desde el punto de vista de la federación ya debería terminar acá la serie de paros y movilizaciones?
GM - En esta etapa. Queda una etapa muy dura, que algunos compañeros están valorando que no lo es, porque a veces se cree que con el gobierno de izquierda delante es más fácil hacerle un "abajajá", como decimos en campaña. Allá en el Olimar, uno hace un abajajá y el ganado se mueve. Pero no va a ser fácil la etapa de discusión parlamentaria, hay que tener una estrategia en principio de negociación, pero también tener previstas movilizaciones.
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Transcripción: María Lila Ltaif
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