(emitido a las 7.52 Hs.).

EMILIANO COTELO:
El gremio de trabajadores de la empresa Coetc [Cooperativa de Obreros y Empleados del Transporte Colectivo] decidió modificar el recorrido de las líneas 407 y 427: no pasarán más por la puerta de la Facultad de Ciencias ni por la zona del complejo Euskalerría. ¿Por qué? por las rapiñas que han ido padeciendo, tanto los ómnibus, como los pasajeros.

Como ya mencionamos el presidente de Coetc, Hugo Servini, habló con El Espectador y dijo que la medida responde a que los trabajadores han sufrido una serie de robos y rapiñas, justamente, al pasar por esa zona. Han planteado a la Jefatura de Policía qué medidas de seguridad se les puede dar, y tras una sucesión de robos el gremio tomó la medida de no circular más por allí hasta que existan determinadas garantías para los trabajadores y para los usuarios. Puntualizó que se trata de una decisión del sindicato y no de la compañía.

Pero no fue la única novedad en esta materia. Un poco más tarde se conoció que la línea 21 de Raincoop [Rápido Internacional Cooperativo] se sumó al cambio de recorrido implementado por esos otros servicios, 407 y 427 de Coetc, y la razón es la misma.

El decano de la Facultad de Ciencias, Juan Cristina, está preocupado y realizando gestiones. Por un lado escribió una carta a la Jefatura de Policía, además, planea reunirse con la Intendencia de Montevideo. Vamos a conversar con él.

ROMINA ANDRIOLI:
¿Desde la Facultad de Ciencias comparten el diagnóstico que hacen tanto empresarios como trabajadores del sector del transporte sobre esta reciente ola de robos que se están registrando en la zona, ustedes han recibido inquietudes por parte de docentes y de estudiantes?

JUAN CRISTINA:
Ustedes recordarán que, no en este momento, pero hace algunos meses atrás nosotros tuvimos también un pico de situaciones de inseguridad en el entorno de la Facultad -nosotros no tenemos problemas dentro del predio de la institución-, que justamente nos llevaron a plantear la posibilidad de colaborar con algunas iniciativas en el barrio, como eran por ejemplo la instalación de una Comisaría Móvil. A mí lo que me gustaría sería que pudiéramos reflexionar este tema, como usted me dice, ¿cuál es el contorno en el cual hay que mirarlo?

Yo me alegro de que se identifique a la Facultad como una institución clave en nuestro barrio de Malvín Norte, y por supuesto tenemos muchas actividades de extensión universitaria en el barrio e intentamos tener la mayor presencia. Pero debemos pensar, fíjese que en tres cuadras alrededor de la Facultad también hay dos escuelas, un liceo y una UTU. Entonces, este tipo de situación que si bien a nosotros nos afecta -porque obviamente en el transporte público viajan también los trabajadores de la Universidad de la República, sus estudiantes-, pensemos que Malvín Norte es uno de los barrios con mayor densidad de población de todo el Uruguay.

Esas mismas paradas que por supuesto las utiliza toda la comunidad de nuestra Facultad, también la utilizan una innumerable cantidad de cientos de vecinos que comparten las paradas de ómnibus junto con nosotros. Por lo tanto si bien no voy a opinar de una decisión gremial, no me parece apropiado y creo que evidentemente esas situaciones de inseguridad que generaron a la empresa por supuesto están probadas, son reales, lo que nosotros tratamos siempre es de tener una visión de nosotros como barrio, entonces me gustaría que esa perspectiva se mantenga: se afecta no solo a la Facultad sino a un conjunto muy importante de ciudadanos de Avenida Italia a Camino Maldonado , que a este ritmo no van a tener más transporte y por lo tanto es una parte de la ciudad que va a quedar totalmente aislada.

EC – Por ejemplo, con estas medidas que se tomaron, ¿cuánto cambian las distancias?, ¿cuánto hay que caminar ahora desde la parada más cercana para llegar a la Facultad de Ciencias?

JC – Por lo menos son cuatro cuadras larguísimas por Mataojo, pienso que son unos 2.000 metros o probablemente unos 1.000, 1200 metros hasta otra parada si vamos hasta Hipólito Yirigoyen, entonces es realmente...

EC – Si, el panorama pasa a ser muy delicado. Romina ¿tú tenías más preguntas?

JC – Exacto, pasa a ser muy delicado para todos nosotros. A ver, yo no voy a comentar sobre la decisión gremial, creo que ustedes lo resumían muy bien en su informe. Obviamente nosotros nos comunicamos, le volví a enviar una carta a la Policía de Montevideo en realidad tratamos de ayudar a los compañeros de las empresas.

RA – Yendo a ese punto, ¿qué piensan hacer concretamente desde la Facultad de Ciencias para lograr revertir esta decisión de las líneas de transporte?

JC – Por un lado nuestros gremios -porque también nosotros tenemos varios gremios, una comunidad bastante amplia que tiene sus asociaciones gremiales- hacen los contactos con los compañeros también para hacerles ver la situación que se genera en el barrio. Yo a nivel de las autoridades espero poder conversar hoy con autoridades de la Intendencia y he enviado una carta a las autoridades del Ministerio del Interior.

Otra de las cosas es que, desde que yo asumí como decano, la Comisión de Convivencia y Seguridad del barrio se reúne en la Facultad normalmente y periódicamente. Espero que podamos tener una reunión y tratar de enfocar esto como lo que somos, un barrio, dado que esto si bien a nosotros obviamente nos afecta, creo que no hay que dejar de mirar que en nuestra zona la inmensa mayoría de nuestros vecinos es gente de trabajo, buena, como todo vecino de las viejas épocas de Montevideo, no solo en el barrio vive gente que está asociado con el delito. Yo le puedo asegurar que la inmensa mayoría del barrio es gente de trabajo que lo que quiere es trabajar y por ser un barrio de gente de trabajo creo que estamos causando un tema social que es realmente muy negativo. Para el barrio, para quienes viven allí...

RA – ¿Pero no le parece de alguna forma razonable las medidas que se están tomando teniendo en cuenta esta ola de rapiñas que están viviendo? ¿Cómo se podría encarar entonces desde el lugar de los trabajadores del transporte?

JC – Yo no soy un experto en seguridad pública, obviamente nosotros somos una comunidad educativa, hay distintos estamentos del Estado que tienen que actuar aquí. Yo creo que si los problemas que aducen los compañeros son de seguridad pública constitucionalmente, esta seguridad pública subyace en los organismos del Estado que son los responsables de proveer esa seguridad. No le puedo decir cómo hacerlo porque no soy un experto en seguridad.

RA – Le preguntaba si encontraba razonable de alguna forma que, ante esta situación, ellos tengan que adoptar alguna medida.

JC – Creo que durante estos últimos días, el fin de semana que fueron rapiñados ómnibus de esa empresa, no dudo que eso haya sido así. Supongo que habrán hecho la denuncia correspondiente. Lo que todos esperamos es que las autoridades tomen cartas en el asunto y que le den a nuestros compañeros las posibilidades de poder realizar su trabajo en condiciones de seguridad.

RA – Usted mencionaba la posibilidad que ya se la habían transmitido hace unos meses al Ministerio del Interior de instalar una comisaría móvil. ¿Qué respuesta tuvieron?

JC – En alguna prensa se ha introducido un error que me parece importante aclarar. Nosotros no planteamos poner una comisaría móvil en el predio universitario, lo que planteamos, teniendo una visión de barrio, es en determinado lugar instalar una comisaría móvil, en un punto clave. Lo que la Facultad puso es toda su voluntad y su disposición de contribuir a generar esa comisaría móvil.

Ese tema está a estudio de la Jefatura de Policía de Montevideo. Esa es la última información que yo tengo, que está a estudio, pero no tengo información posterior sobre la factibilidad o si la Policía de Montevideo ve en ella una contribución. No tengo una confirmación oficial de los resultados de esa gestión.

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Foto: Archivo