La policía lo encontró a través de un celular que el ladrón dejó en la Panadería que asaltó. A través del mismo, funcionarios policiales dieron con su paradero. El rapiñero de 26 años fue encontrado en la casa de sus padres y luego de un tiroteo intentó quitarse la vida.

El delincuente asesinó de un tiro en el pecho a un policía de 41 años que murió este sábado cuando intentó evitar la rapiña en el local de Garzón y Santos.

Según fuentes policiales, al ladrón se le cayó el celular al piso y lo estaba levantando cuando ingresó el policía vestido de civil que le dio la orden de quedarse arrodillado.

Si bien el efectivo pudo reducirlo, en un momento de descuido el delincuente le disparó en el pecho.

Pese a estar herido, el policía salió corriendo tras el ladrón, pero falleció a los pocos metros a causa de la herida de bala.
Funcionarios policiales encontraron el celular que el rapiñero dejó en la panadería y hablando con su hermano, que estaba entre los contactos, pudieron dar con su paradero en una casa de la calle Besnes e Irigoyen.

Esta mañana se montó un operativo en la vivienda y el rapiñero intentó quitarse la vida de un disparo en la cabeza.

Este domingo se encuentraba internado en grave estado en el Hospital Maciel. Tiene varios antecedentes penales por tentativa de homicidio y rapiñas.

Desde el sindicato policial USIP se analizará el tema este lunes, según dijo a El Espectador la dirigente, Patricia Rodríguez.
El gremio se mostró preocupado por el hecho y se reunirá para evaluar el mismo.