"Si el sumiso está solo, siempre está pendiente. Por lo general está atado o vendado. Estar atado de espaldas o vendado y sentir un ruido que no sabe lo que es, es una sensación que a uno lo pone en cierta tensión, por más que en lo profundo sabe que no va a sentir un cuchillo en el cuello. Ahí uno siente un temor que es parte del juego. Esperar a ver qué es, qué viene, qué le van a hacer... La gran sensación de la espera es la espera de... qué es lo que me espera. Como sumiso. Qué me va a hacer, cómo voy a reaccionar... La sensación de mayor excitación es esa, el no saber en qué va a devenir la cosa. La cabeza va más adelante de lo que realmente está pasando. Uno va pensando en lo que viene". Esta descripción pertenece a un practicante uruguayo del juego masoquista. De acuerdo a su descripción, el factor suspenso es un ingrediente erótico fundamental en estas prácticas. Así aparece recogido en "La Cultura masoquista", el libro de la psicoanalista Ana Grynbaum que estudia la erótica y el estilo de vida de la cultura BDSM, acrónimo de los conceptos bondage y disciplina, dominación y sumisión, sadismo y masoquismo. Hoy estuvo con nosotros en Suena Tremendo.