Héctor Suárez (JND): proyecto de ley sobre alcohol refuerza la "débil" regulación actual para generar "un cambio cultural"
¿Es necesario que el Estado regule de manera más severa la venta de bebidas alcohólicas, su promoción y consumo? El Poder Ejecutivo entiende que sí y ha enviado al Parlamento un proyecto de ley para conseguirlo. Para conocer mejor la iniciativa, En Perspectiva conversó con Héctor Suárez, coordinador del Observatorio Uruguayo de Drogas de la Junta Nacional de Drogas (JND), quien destacó que el alcohol es "la droga más consumida y la que más daño genera", sobre todo a la población "más joven y más vulnerable". La iniciativa, que busca hacer más rigurosa la regulación actual sobre comercialización y expendio, exigirá a comercios y empresas distribuidoras contar con una licencia especial para vender estas bebidas, además de limitar fuertemente su publicidad e introducir prohibiciones en cuanto a lugares de consumo y promociones de venta. También establecerá una tasa sanitaria a las bebidas alcohólicas que, no obstante, según Suárez, no incrementará sustancialmente el precio.
(emitido a las 8.53 Hs.)
EMILIANO COTELO:
Según cifras oficiales, más de 250.000 uruguayos tienen una relación problemática con el consumo de alcohol, que se ha convertido en el factor de riesgo que más negativamente influye en la calidad de vida de la población. Las autoridades sanitarias lo califican como "epidemia".
Estos datos aparecen en la exposición de motivos del proyecto que a inicios de este mes el Poder Ejecutivo envió al Parlamento y que introduce una nueva regulación, muy estricta, en la promoción, la venta y el consumo de bebidas alcohólicas. Si se aprueba, esta norma traerá un cambio importante en la cultura nacional a propósito de esta sustancia que hoy parece que está al alcance de casi todos.
Para conocer más a fondo esta iniciativa de la cual hasta ahora simplemente teníamos titulares, vamos a conversar con el sociólogo Héctor Suárez, coordinador del Observatorio Uruguayo de Drogas (OUD) en la Junta Nacional de Drogas (JND), que depende de Presidencia de la República.
Primero lo básico, la pregunta general: ¿por qué es necesario introducir una nueva regulación del comercio y de la venta de bebidas alcohólicas?
HÉCTOR SUÁREZ:
En parte los antecedentes los mencionó usted con respecto al problema básico que tenemos con el alcohol, que es la droga más consumida y la que más daño genera a nivel general de la población y fundamentalmente en la población más joven y más vulnerable. Los datos epidemiológicos que se están recogiendo desde que se creó el OUD van dando cuenta de esta problemática, a la vez que se va presentando la evidencia de que la regulación con respecto a la comercialización, el expendio, la publicidad y la promoción de este producto es muy débil, entonces se hace necesario. Ya en el 2008 la JND presentó el proyecto de alcohol en el Parlamento. Y nuevamente a partir del 2011, viendo que el problema se agravaba; en el 2007 teníamos que uno de cada cuatro jóvenes se intoxicaba por fin de semana, y se pasó a uno de cada tres. Sigue teniendo una presencia importante en lo que tiene que ver con la siniestralidad laboral, la de tránsito ha disminuido gracias a una tarea muy importante de promoción de Unasev (Unidad Nacional de Seguridad Vial), y creemos que esa es la línea para trabajar sobre esta temática.
EC - Si los datos son tan graves, ¿por qué se demoró tanto este proyecto? Se lo pregunto porque hace por lo menos dos años que venían trascendiendo detalles de este texto que recién este mes terminó remitiéndose al Parlamento.
HS - Es un proyecto muy sensible, hace a la cultura de Uruguay y de cualquier país. Lleva un trabajo muy grande de análisis de las mejores prácticas, se analizaron más de 43 propuestas que hay en el mundo con respecto a la regulación de esta sustancia, y se fue trabajando con un equipo asesor en el que había gente que había trabajado en tabaco, gente de diferentes disciplinas que nos ayudaron a elaborar este proyecto, que estuvo listo en setiembre del año pasado, luego pasó toda esta interfase de análisis también del Poder Ejecutivo y se presentó ahora junto con la regulación del cannabis.
EC - Justamente, ¿por qué ahora? Hay quienes ven que hay una contradicción entre este proyecto y el de la marihuana, acá se aprietan las clavijas con respecto al alcohol y en el caso de la marihuana se las afloja. ¿Cómo es eso?
HS - En ambos casos se intenta regular. A veces se confunde con la legalización, y es cierto que hay una sustancia que es ilegal y que pasaría a ser controlada. El concepto, lo que hay ideológicamente detrás de esto, es que estamos regulando ambos productos, no estamos prohibiendo su consumo pero sí lo estamos enmarcando dentro de determinados parámetros y límites. El proyecto de marihuana también incluye un montón de restricciones, lo mismo que el del alcohol, simplemente que mediáticamente también se trabajó, se comunica la parte más sustancial, que es evidente que es el cambio de estatus del cannabis, pero en ambos casos se intenta regular y controlar.
EC - ¿Cómo juega en este cuadro la otra normativa, que ya tiene más tiempo de vigencia, aquella que empezó en el gobierno de Jorge Batlle pero que sobre todo se enfatizó y se aceleró en el gobierno de Tabaré Vázquez, todas las restricciones a propósito del tabaco?
HS - El tabaco es un buen ejemplo, más allá de que es otro tipo de sustancia, de cómo con una buena regulación, una buena fiscalización y una buena promoción de salud, con esos tres ejes, se puede lograr un cambio de conducta. También la propuesta del tabaco en su momento trajo mucha resistencia, muchas ideas del tipo "acá no se va a poder hacer", y hoy Uruguay es un ejemplo en el mundo de disciplinamiento con respecto al consumo de esta sustancia.
EC - Enseguida nos metemos en el proyecto estrictamente, cómo funciona, qué incluye, pero empecemos por el organismo que se crea, la Unidad Reguladora de Bebidas Alcohólicas (URBA), en la órbita de la Presidencia de la República. ¿Podemos explicar de qué se trata?
HS - Una de las medidas que mencionamos al principio tiene que ver con la regulación y la correcta fiscalización de las medidas que se tomen. Es una de las patas fundamentales de este proyecto y de su eficacia. Encontramos que respecto a la regulación del alcohol hay diferentes instituciones que tienen competencia, el Ministerio del Interior, el INAU, los propios gobiernos departamentales, pero aun así consideramos que hay una débil fiscalización de la comercialización. Para eso se crea un órgano independiente de estos tres, que sigue teniendo las mismas competencias, pero se le agrega un equipo de fiscalización independiente que dependería de este organismo que tendría la labor de fiscalización, entre otras tareas.
EC - Desde temprano tenemos una cantidad de mensajes de los oyentes a propósito de este tema, y ya que empezamos por acá le menciono alguno: "¿Otra oficina pública? ¿Otra más? ¿Cuántos funcionarios tendrá?". Empecemos por aclarar ese punto.
HS - No es otra oficina, es una unidad dependiente del Poder Ejecutivo, como la Secretaría Nacional de Drogas, con un equipo de asesoramiento que además existe, simplemente hay que ubicar a las personas que están dispersas en otros organismos y llevar la experticia a ese lugar.
EC - Por ejemplo, un mensaje que llega en este momento, de Juan de Pocitos: "¿Más burocracia? ¡Dios!". ¿Usted dice que se van a redistribuir funcionarios?
HS - Las opciones son varias, uno atinaría primero a agarrar las experticias que ya están en el Estado y tratar de incorporarlas a esa URBA, que tiene por ejemplo un consejo honorario, no es que va a haber directores a los cuales se les va a pagar el sueldo. Va a ser un consejo honorario con representantes de diversos organismos, entre los que está la Secretaría Nacional de Drogas, que lo va a presidir, para diseñar, evaluar y monitorear las políticas de alcohol.
EC - En particular allí va a estar la fiscalización. Y según veo en el artículo 40, se prevé un cuerpo inspectivo que no va a ser pequeño. Dice: "La URBA contará con un cuerpo inspectivo propio, con perfil y condiciones a reglamentar. Tendrá cobertura nacional y se encargará del control de las licencias de venta y distribución, control de lugares y horarios de expendio, venta a menores y todos aquellos aspectos factibles de fiscalización de la presente ley. Asimismo coordinará con los demás organismos competentes en la materia". Y después se detalla qué es lo que podrá hacer. ¿De cuántos inspectores estamos hablando?
HS - De entre 40 y 60 inspectores en principio, es lo que tenemos diseñado y establecido por la cantidad de puntos de venta de alcohol que hay. Tenemos un puesto de alcohol cada 100 habitantes en este momento, hay 35.000 puestos de venta de alcohol. Eso hay que regularlo y fiscalizarlo, primero hay que vender las licencias y después hay que fiscalizarlas, si no las fiscalizamos ahí sí es más burocracia.
EC - Pero esos cargos de inspectores sí son cargos nuevos.
HS - Sí, son cargos nuevos y que serán financiados con la tasa sanitaria que se les cobrará a las bebidas alcohólicas.
EC - Vamos a eso, ¿cómo se financia la URBA?
HS - La URBA y todas las medidas que están contempladas en el proyecto que tienen que ver con la disponibilidad de atención sanitaria, la promoción de salud y la prevención. Está previsto en el proyecto que a las bebidas alcohólicas se les cobre una tasa para financiar todas las medidas relacionadas con lo que le dije recién y que se incorporará al primer valor de enajenación, es decir, actúa junto con el Imesi [Impuesto Específico Interno].
EC - Por otro lado también se van a cobrar las licencias para expender bebidas alcohólicas.
HS - Correcto, está pensado cobrar el costo del trámite, no se piensa recaudar con la licencia, a diferencia de esta tasa, que intenta financiar todas las medidas relacionadas con la problemática del alcohol.
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EC - Estamos conversando con el sociólogo Héctor Suárez, coordinador del Observatorio Uruguayo de Drogas, en la Junta Nacional de Drogas. Estamos conociendo el proyecto de ley que se ha remitido al Parlamento para regular el consumo, la venta y la promoción de las bebidas alcohólicas.
Estábamos tratando de entender bien cómo es esto de la tasa. La tasa está prevista en el artículo 7, se la llama "tasa preventivo-sanitaria": "Créase la tasa preventivo-sanitaria para el financiamiento de las actividades y funciones de la URBA, que gravará la primera enajenación realizada por fabricantes, importadores, proveedores de tiendas libres de impuestos, marítimas y terrestres, de las bebidas alcohólicas definidas en el artículo 2 de la presente ley. Estarán gravadas asimismo las importaciones realizadas directamente por personas que no sean contribuyentes, cualquiera sea su destino".
¿Cuál es el concepto de esta tasa? ¿Se busca desalentar el consumo de alcohol? ¿Se va a encarecer el precio del alcohol o de las bebidas alcohólicas?
HS - No toca el precio en sí, no es como en el tabaco, por ejemplo, ahí el incremento del precio se usó como inhibición del consumo. Pero la elasticidad de los dos productos es muy diferente, en el alcohol incluso hay elasticidad cruzada, subís el precio del producto y el consumidor problemático, el que tiene la dependencia, va a consumir lo mismo pero quizás de otra calidad. Entonces no intervenimos directamente sobre el precio, queremos que el alcohol financie los daños que produce su consumo problemático.
EC - Pero se le agrega una tasa, o sea que un agregado de precio va a haber.
HS - Es un agregado, pero es insignificante porcentualmente en el incremento del precio, no supera en el peor de los casos los dos pesos por litro.
EC - ¿En cualquier tipo de bebida alcohólica, tanto en una cerveza como en un whisky?
HS - Las tasas son diferenciales por el contenido alcohólico. Es un mecanismo un poco complejo de cálculo pero que tiene que ver con que se pague proporcionalmente a la cantidad de alcohol que se tira al mercado. Ahí hay una relación con el volumen que se vende, con la graduación alcohólica y con las tasas que ya tienen. Hoy las bebidas que tienen más alcohol pagan más impuestos y las que tienen menos pagan menos impuestos. Esa relación se mantiene, lo que presentamos a consideración del Parlamento es una tasa mínima que no incrementaría más de dos pesos el precio. Esa tasa no necesariamente se tiene que volcar al mercado.
EC - Es lo más probable, que se vuelque al mercado.
HS - En el caso del tabaco la propia industria absorbió más del 50% del aumento de la tasa impositiva.
EC - ¿Tienen una estimación de cuánto se va a recaudar con esta tasa anualmente?
HS - Sí, se modelizaron los escenarios teniendo en cuenta las propuestas de la tasa sanitaria. Podría estar entre los 10 y 15 millones de dólares con los volúmenes actuales de consumo.
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EC - ¿Es necesario que el Estado regule de manera más severa la venta de bebidas alcohólicas, su promoción y su consumo? El Poder Ejecutivo entiende que sí y ha enviado al Parlamento un proyecto de ley que si se aprueba implicará un cambio cultural importante, otro cambio cultural importante en la sociedad uruguaya.
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EC - Estamos conversando con el sociólogo Héctor Suárez, coordinador del Observatorio Uruguayo de Drogas, en la Junta Nacional de Drogas, para conocer este proyecto.
Recién nos concentrábamos en la creación de la tasa preventivo-sanitaria que va a gravar las bebidas alcohólicas, no con un afán recaudatorio, no con un afán de elevar el precio de manera significativa, como máximo serían dos pesos por litro, dependería de la bebida.
HS - En algunas bebidas es menos.
EC - Pero también se introducen otras herramientas. Concretamente, las licencias. Hasta ahora la sensación que uno tiene es que cualquiera puede vender alcohol en cualquier parte; ¿no hay licencias?
HS - No hay licencias.
EC - Entonces, ¿cómo será la comercialización a partir de esta ley?
HS - Una de las políticas más eficaces en cuanto a la fiscalización y al control de la venta de bebidas alcohólicas es la expedición de licencias, licencias para el comercio, licencias para el distribuidor, licencias para las empresas que comercializan. La idea es que tengamos un elemento de presión, que en caso de alguna infracción uno pueda retirar la licencia parcial o total y permanentemente a los comercios que infrinjan las leyes que regulan la comercialización.
Esas licencias van a ser competencia de los gobiernos departamentales, que van a ser los que las van a otorgar. No van a tener un costo para recaudar, sino simplemente un costo administrativo, al menos eso es lo que planteamos. Los gobiernos departamentales van a otorgar las licencias, que por supuesto van a ser fiscalizadas centralmente por la URBA.
EC - Hablando del costo, Cambadu (Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas, Autoservicistas y Afines del Uruguay) ha cuestionado el monto que se ha fijado en el proyecto de ley, lo entiende excesivo. ¿En qué se basaron ustedes? Porque según lo que veía en el proyecto, las licencias costarán por año entre 10 y 50 UR, o sea, entre 6.500 y 65.000 pesos por año.
HS - Sí. Es un proyecto que va a ser estudiado, nosotros tanteamos una franja, que dependerá del tipo de comercio y del tipo de evento en el que se comercialice el alcohol. Sí se trata de inhibir esos pequeños comercios, esos quiosquitos que están en una plaza pública o en un cíber, donde hoy está prohibido vender pero sin embargo por no tener una correcta fiscalización se vende, entonces inhibir que algunos comercios que no están pensados para vender alcohol lo hagan. Como le decía, hay un puesto de venta de alcohol cada 100 habitantes.
EC - ¿Qué requisitos deberá cumplir quien quiera tener una licencia?
HS - Eso va a ser competencia del gobierno departamental. URBA podrá después cuando reglamente sugerir algunas inhibiciones, como el comercio de alcohol a menos de 500 metros de un centro educativo, pero va a ser competencia de los gobiernos departamentales, lo mismo que el consumo en el área pública.
EC - ¿Qué pasará con alguien que venda alcohol sin tener licencia?
HS - Va a tener las sanciones correspondientes, está previsto que se sancione severamente esa infracción, y además que se le retire la licencia al distribuidor que le vendió, si la obtuvo por ese medio. Porque la fiscalización incluye también todo lo que tiene que ver con comercio ilegal de alcohol, es también proteger el mercado formal de venta de alcohol.
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EC - A propósito de comercialización de alcohol, veamos el último mensaje que llegó de la audiencia, que llegó recién.
ROMINA ANDRIOLI:
"No discuto la intención, sí veo gran desconocimiento de la realidad. Hoy las bebidas alcohólicas están gravadas en promedio con 200% de impuestos, sin embargo en las ferias está lleno de bebidas alcohólicas de contrabando sin control aduanero ni de Ancap ni de Bromatología. Va a aumentar la informalidad. Inclusive en la plaza hay empresas nacionales dedicadas a la elaboración de bebidas alcohólicas en negro y empresas registradas en la DGI pero sin control ninguno."
EC - ¿Qué dicen ustedes? ¿Han analizado el riesgo de que aumente la informalidad?
HS - Por supuesto que el comercio ilegal en el mundo abarca más o menos el 30% del comercio total del alcohol, es una de las primeras cuestiones, cuando ponemos las licencias también estamos pensando en proteger el mercado formal. A su vez, se crea el cuerpo inspectivo para combatir la venta ilegal de alcohol. En ferias no se va a poder vender porque no se va a dar licencias para vender en ferias, ya directamente un expendio de bebidas alcohólicas en un entorno como ese va a ser sancionado.
EC - El proyecto introduce además una serie de prohibiciones que cambian de manera significativa las costumbres tanto en cuanto a la venta como en cuanto al consumo de alcohol. ¿Por qué se va por ese camino?
HS - Como le decía al principio, analizamos más de 43 medidas que hay en el mundo con respecto a la inhibición, la restricción o el cambio cultural en la venta de alcohol. Algunas hacen a la disponibilidad de que estuvimos hablando, y otras hacen a la modificación de los contextos de consumo, que vendría a ser la prevención ambiental. Entre ellas está por ejemplo dónde se puede consumir, cuándo, en qué horarios; tiene que ver también con promociones tipo dos por uno, happy hour, las promociones de alcohol con otras bebidas. Eso actúa a nivel simbólico, además de económico, y trata de desestimular el consumo abusivo de alcohol, no vender alcohol como algo que cuanto más, mejor que o te va a salir más barato. Esa medida por sí sola tiene un efecto relativo, pero está demostrada su eficacia integrada en un plan que abarque todas las dimensiones posibles de esto.
EC - Veamos algunas de las disposiciones, algunas de las prohibiciones. El artículo 17, por ejemplo, dice "prohibición de venta, expendio u ofrecimiento de bebidas alcohólicas entre las 22 y las 8 de la mañana". Ya hay una prohibición de este tipo, cambia el horario, se amplía el horario.
HS - Sí, más allá de que algunos comercios van a estar habilitados para vender dentro de los locales, los restaurantes, las discotecas.
EC - Se empieza más temprano de lo que hoy rige en materia de prohibición, a las 22 horas. ¿Por qué?
HS - Eso también implica un cambio cultural, acá en Uruguay todo se hace mucho más tarde, poner esa franja horaria limita un poquitito esa generación espontánea de consumo de alcohol, básicamente es una medida que tiende a limitar determinadas previas.
EC - En cuanto a los menores, el artículo 18 prohíbe el expendio u ofrecimiento de bebidas alcohólicas y consumo de alcohol por menores de 18 años. Acá no hay mucha novedad.
HS - No, simplemente, como esta norma sustituye a las anteriores, hay que volverlo a incluir.
EC - El 19 dice "queda prohibido el expendio, ofrecimiento y consumo de bebidas alcohólicas en los siguientes lugares", y aparecen básicamente tres literales, "centros e institutos de enseñanza públicos y privados", "locales, instalaciones o recintos donde se desarrollen eventos deportivos y/o espectáculos culturales, musicales o diversiones públicas" y "en la vía pública o espacios públicos". De nuevo, ¿qué cambia acá?
HS - Es un cambio cultural, la visibilización del consumo, del consumo en la calle, del consumo espontáneo o no espontáneo y preparado, por ejemplo en muchos lugares se eligen las plazas como ámbito de consumo y de diversión. Se intenta inhibir eso.
EC - Acá ya no estamos hablando de venta sino de consumo.
HS - El alcohol es una sustancia que altera la conciencia, como cualquier otra droga, y se trata de inhibir ese consumo, esa exposición al consumo en la vía pública. Es competencia de los gobiernos departamentales, el gobierno departamental después podrá decidir si habilita o no determinadas zonas de consumo. La ley por defecto dice "no se consume en la vía pública", como por ejemplo en Chile. En Chile en 2010 se incorporó una ley de alcohol que prohíbe el consumo, en Estados Unidos también, en Canadá, en el Reino Unido, pero el ejemplo más cercano que tenemos en nuestra cultura es el caso chileno.
EC - Ya que mencionó Estados Unidos, allí en estadios deportivos se puede consumir cerveza.
HS - Sí, estamos hablando del espacio público.
EC - No, otro de los literales que acabo de leer dice que "se prohíbe el expendio, ofrecimiento y consumo de bebidas alcohólicas en locales, instalaciones o recintos donde se desarrollen eventos deportivos y/o espectáculos culturales, musicales o diversiones públicas".
HS - Los gobiernos departamentales podrán otorgar licencias especiales ante determinado evento para el expendio. En Estados Unidos a veces piden habilitaciones para vender alcohol en determinados eventos, como pasó ahora con Brasil, donde no se puede vender en los estadios deportivos, pero lo habilitaron para el Mundial.
EC - Después está la prohibición "de concursos, torneos o eventos en los que se requiera la ingesta de bebidas alcohólicas".
HS - Es increíble, en el interior se da mucho, en algunas fiestas se hacen concursos de quién toma más, quién es el último que cae. Un disparate.
EC - "Prohíbese el expendio o promoción de bebidas alcohólicas cualquiera sea su graduación en la modalidad conocida como canilla libre y happy hours".
HS - Desestimular todo aquello que sea consumo abusivo, la intoxicación, porque en definitiva lo que se vende es un pasaje barato a la intoxicación.
EC - Artículo 24: "Prohibición de promociones de productos cruzados".
HS - Vender papas fritas con un producto de alcohol. En el mismo sentido que con un vaso, pero también con otro.
EC - Hay otras combinaciones posibles, ¿no?
HS - Sí.
EC - El propio artículo lo menciona "combinación de alcohol con bebidas energizantes o con refrescos". Esos packs no se van a poder vender más en los supermercados, por ejemplo.
HS - Exacto.
EC - Después aparecen disposiciones sobre la ubicación de las bebidas alcohólicas en los establecimientos comerciales. ¿Cuál es el origen de esta otra medida?
HS - Eso es para regular y sacar el efecto góndola, que te pongan el alcohol en lugares privilegiados o que te estimulen a la compra de alcohol. Es para regular, pero hay condiciones que tienen que ver con los puestos de venta que dificultan la aplicación, que va a tener que ser progresiva porque la idea no es perjudicar a unos comercios con respecto a otros, capaz que una gran superficie puede separar el ambiente de venta de bebidas alcohólicas pero para otros va a ser más dificultoso o directamente no imposible. Entonces esa regulación va a ir muy despacito y va a tener que ser muy estudiada.
***
EC - Estamos hablando del proyecto de ley remitido al Parlamento para regular el consumo, la venta y la promoción de las bebidas alcohólicas.
Siguen lloviendo los comentarios y las preguntas. ¿Qué dicen los oyentes?
RA - María de Young: "Es increíble que se venda en las estaciones de servicio el alcohol. Espero que se esté pensando en eso".
EC - Hay varias preguntas sobre las estaciones de servicio.
RA - ¿Qué pasará? ¿Seguirán vendiendo?
HS - Técnicamente lo que hay al lado de las estaciones de servicio son centros de expendio tipo minimarket independientes de la estación, que simplemente están ubicados ahí. Cuando se elaboró el proyecto se pensó en este tipo de comercios; en principio es potestad de los gobiernos departamentales otorgar la licencia a este tipo de comercio. Pero tener promoción de alcohol en rutas es potencialmente un riesgo.
EC - ¿O sea que podría llegar a prohibirse la venta de bebidas alcohólicas en estaciones de servicio ubicadas en rutas nacionales?
HS - Los gobiernos departamentales pueden decidir que no quieren tener venta de alcohol en el entorno de las rutas; en las rutas no, porque son jurisdicción nacional, pero van a poder limitar el consumo en el entorno.
EC - Después hay algunas preguntas sobre casos puntuales. Por ejemplo, en las óperas se ofrece champán habitualmente; ¿se prohibiría? En los vernissages también se ofrece una bebida alcohólica, en un brindis.
HS - Hay que ver cuándo se constituye un evento público. En los eventos públicos hay que pedir autorización, lo que no quiere decir que no se la den, pero hay que pedirla. En los eventos privados no, uno en su casa puede seguir ofreciendo alcohol.
EC - Vayamos al terreno de la publicidad. Aquí aparecen cambios significativos. Para empezar, a propósito de la advertencia que tiene que haber en la publicidad, promoción y patrocinio de bebidas alcohólicas. "Toda publicidad o promoción vinculada a bebidas alcohólicas deberá incluir un espacio que con letra y en lugar visible posea leyenda de advertencia preventiva sobre los perjuicios del consumo en exceso y la leyenda Prohibida su venta a menores de 18 años". Esto es nuevo.
HS - Sí, el etiquetado en este momento es voluntario. En algunos países sí se exige un etiquetado, se va tendiendo a aumentar la percepción del riesgo del consumo de alcohol. Es muy baja la percepción del riesgo, hay una alta tolerancia al consumo abusivo, el alcoholismo como dependencia, como enfermedad es muy silencioso, lleva mucho tiempo, no como en otras sustancias que la adicción se detecta rápidamente, en el caso del alcohol es muy, muy lenta, hay que trabajar sobre la toma de conciencia de los riesgos del consumo de alcohol.
EC - ¿Se va a llegar al extremo de las advertencias que se incluyen en las cajillas de cigarrillos en cuanto al espacio que ocupan?
HS - No está pensado. Son dos productos completamente diferentes, entonces las estrategias también tienen que ser diferenciadas.
EC - Se prohíbe la publicidad de bebidas alcohólicas en el horario de protección al menor.
HS - Exactamente, se prevé la no difusión o promoción de consumo de bebidas alcohólicas en esa franja horaria en todo lo que sean medios de comunicación. Eso hay que reglamentarlo, tenemos inconvenientes que tienen que ver con las señales internacionales.
EC - Las señales internacionales que se incluyen en los paquetes de cable no van a tener esa prohibición.
HS - Eso va a ser un esfuerzo a largo plazo, va a haber que coordinar con la región.
EC - Hay una serie de previsiones sobre publicidad de bebidas alcohólicas dirigida a menores o que de alguna manera termine llegando a menores. ¿Cómo es esto?
HS - Acá no hay ninguna novedad, la Cámara de Anunciantes y las propias empresas de comercialización de bebidas alcohólicas tienen un código de ética que nosotros respetamos, compartimos y no le agregamos nada, lo que hacemos es volverlo obligatorio. Porque en algún momento algunas empresas se disparan de esa responsabilidad y no hay ningún efecto sancionatorio. Ahí les decimos: bien, estamos de acuerdo en lo que ustedes plantean, vamos a tornarlo obligatorio.
EC - Los oyentes preguntan por el capítulo prevención, educación. Eso también está contemplado.
HS - Sí, de hecho, un 30% de la recaudación de la URBA va a ir a Salud Pública para generar dispositivos de detección temprana de problemas con el alcohol, y otro 30% va a ir a los gobiernos departamentales para que hagan promoción de salud, para que las propias comunidades hagan capacitación y prevención del alcohol. Por ejemplo, se van a hacer cursos de dispensación responsable en aquellos lugares donde se expende alcohol, discotecas, bares, restaurantes, esto va a ser obligatorio. En esos boliches, pubs, restaurantes y discotecas donde se expende alcohol, el personal va a tener que tener la habilitación después de haber sido capacitado para la expedición responsable.
EC - Supongamos que este proyecto se aprueba; ¿cómo queda Uruguay en el concierto internacional? ¿Qué pasa con nuestro país en el derecho comparado?
HS - Un poquito más flexible que Chile, parecido a Australia, con algunas diferencias con el Reino Unido, por ejemplo, quizás un poquito menos flexible en algunas áreas, pero no es de los proyectos más rigurosos.
EC - ¿Qué ambiente existe en el Parlamento? ¿Qué trámite prevén?, ¿va a ser fácil?, ¿va a ser difícil?
HS - La Comisión de Adicciones en el 2010 mandató a la JND para que elaborara un proyecto para regular la comercialización del alcohol. Es decir que las expectativas son buenas en ese sentido.
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EC - ¿Preguntas de los oyentes en el final?
RA - Hay muchas, elegimos algunas. "¿Cómo se fiscalizará concretamente cuando las previas se realicen en las casas de familia y luego salen a la calle?". ¿Qué se puede hacer en ese sentido?
HS - Hubo toda una discusión alrededor del proyecto con respecto a la responsabilidad parental. Quizás la regulación vaya avanzando en ese sentido, que los adultos sean responsables del consumo de los menores en los hogares. Eso ya existe en Canadá, en Canadá hacen una reunión en su casa, los adultos les dan alcohol, esos jóvenes salen y si tienen un accidente la responsabilidad penal es de la persona que les facilitó el alcohol en la casa.
RA - Muchos oyentes van por el lado de lo que se deja al control de las intendencias. "Hay algunas intendencias que no logran controlar el uso del casco, ¿van a controlar el del alcohol?"
HS - No es que no puedan sino que no quieren. En este caso hay una reglamentación nacional, les dejamos la potestad pero también hay un cuerpo inspectivo aparte que es el que va a controlar. El fundamento de crear ese cuerpo independiente es justamente salvar algunas debilidades en la fiscalización de los organismos que hoy tienen competencia.
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Transcripción: María Lila Ltaif
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Video de la entrevista
Documento: "Regulación del consumo, distribución y expendio de bebidas alcohólicas en Uruguay"-Proyecto de ley (31 de julio de 2013)