Roturas de cañerías, fraude y aspectos sociales explican que el ente no pueda facturar el 45% del agua que produce. Si bien las pérdidas no tienen impacto en la demanda, producen un alto costo energético.

Así lo explicó al diario El Pueblo de Salto el vicepresidente de OSE, Daoiz Uriarte, al señalar que el ente viene realizando constantemente mejoras en la red.

El mayor problema para OSE, expresó, es que muchos caños se rompen y se parten fácilmente porque tienen muchos años. Se  los está sustituyendo en ese sentido por tuberías de plástico flexible que, ante la vibración de un tránsito cada vez más fluido y pesado no se rompen.

Iriarte reconoció que sustituir cañerías es algo "sumamente costoso, en dinero, en tiempo, en afectación a la población y en agua que se pierde", asegurando que OSE no factura aproximadamente el 45% del agua que produce, de cuya cifra: una parte es fraude, otra parte es agua social (como por ejemplo la que utilizan los bomberos) y otra parte es agua física (la que representa entre 20% y 30% del agua que no factura OSE).

El agua que se le cobra a sus clientes es la que se consume "del contador para adentro de su casa" y no se ve incrementada la factura mensual por pérdidas de agua en la calle, la cual indicó "es pérdida para OSE".

El jerarca  señaló que es muy difícil estimar el valor de la cantidad de agua que se pierde en las calles, pero además comentó que hoy la demanda de agua esta satisfecha por lo cual el agua que se pierde en las calles no se vendería, aunque reconoció que implica un costo energético alto porque además se sigue bombeando con la pérdida de agua.