En la India hay alrededor de 80 millones de vacas, las cuales deambulan por las calles como si se tratara de perros sin dueño y en ocasiones llegan a detener el tránsito ferroviario al cruzarse en las vías. Casi la mitad de las vacas de la India ni siquiera dan leche, lo cual podría catalogarse de "suicidio económico". En su columna "La bolilla que te rifaste", Gabriel Quirici señala que la idea de que pudiera haber una explicación práctica del amor hindú hacia las vacas es más desconcertante para los occidentales que para los propios hindúes.