Guglielmo habló acerca de dos preocupaciones que posee la Cámara del Libro. Por un lado, dijo, "el fotocopiado de textos de estudios se ha extendido de forma masiva, inflingiendo leyes vigentes" ya que dichas normas vigentes "en nuestro país se cambian o se hacen cumplir".

En cuanto a esto, la presidenta de la Cámara del Libro dijo que "nosotros estábamos viendo que no se estaban haciendo cumplir las leyes que protegen al libro como un producto cultural, que tiene un montón de trabajo detrás que hace que ese libro sea lo que es".

El otro motivo de preocupación de la institución es "la falta de compra de libros por parte del Estado con destino a las bibliotecas públicas". Según Guglielmo, "el país tiene que tener una política de bibliotecas públicas adecuada, coherente y sostenida".

A modo de ejemplo, puso al vecino país, indicando que "Argentina compró 13,5 millones de libros de educación. Eso es una política que pone al servicio de la población libros de estudio en las bibliotecas públicas".

En ese sentido, puso el ejemplo de Uruguay donde "el Plan Ceibal ha hecho lo mismo. Compró textos de estudio que están disponibles en estos momentos, de forma gratuita para todos los usuarios de Ceibal. También compró los archivos de libros de recreación, cuentos y novelas para niños y jóvenes". Aunque esto es solo en formato digital para las computadoras del plan y no para bibliotecas.

Consultada sobre el alto costo de algunos libros que son fundamentales para ciertas carreras de grado, Guglielmo dijo que "es muy elevado porque los tirajes que se hacen en nuestro país son muy pequeños, debido al fotocopiado y debido a la falta de compra por parte del Estado, que haría que los precios unitarios bajaran" y que los costos reflejan el proceso de producción de los mismos.

Finalmente aseguró que "la calidad de los materiales con cuales se estudia, hay que debatirlo desde la óptica de la calidad. Los estudiantes tienen que tener materiales de buena calidad, con contexto, con fundamento, con responsabilidad detrás".

Unas 30 personas entre dueños y empleados fueron detenidos por fotocopiar libros.

Los quince comercios instalados en la galería ubicada frente a la Facultad de Derecho, en la avenida 18 Julio y Eduardo Acevedo, fueron allanados tras una denuncia realizada por la Fundación de Cultura Universitaria (FCU).