Pablo Estela lo hizo a través de las redes sociales y afirmó que busca una movilización silenciosa, "una reunión en conjunto en todo el país y todos los países que quieran apoyar. En cada pueblo, en su propia plaza, juntarse con un cartelito, en silencio y sin protesta ni agresiones".

"Nos juntaremos todos solo queriendo justicia. Sólo una hora nada más", sostuvo.

Por otra parte los menores que asesinaron a Jonathan confesaron que querían llamar la atención de su familia.

También habló el padre de la hermanastra de uno de ellos, el cual señaló que su hija "era la próxima víctima" y que corría peligro.

Cuatro horas duró el interrogatorio del niño de 11 años, uno de los dos que mató a machetazos y puñaladas a Jonathan Estela.

Según confirmó a El País uno de los investigadores, el menor "no sólo no decía nada, sino que además se reía en nuestra cara".

El interrogatorio policial en el caso de éste último duró seis horas y en ningún momento admitió el crimen. Sin embargo su hermanastra de 5 años lo inculpó.

La pequeña presenció el episodio desde que los menores invitaron a Jonathan a "cazar pájaros", el camino hacia el Cerro Pelado y la golpiza una vez que estaban en la tapera abandonada, a dos kilómetros del asentamiento Mario Benedetti.

Si bien la niña no quería hablar, los policías le dieron comida y le pusieron dibujos animados para distenderla. Allí confesó que su hermanastro intentó convencerla de que declarara que Jonathan había intentado manosearla.

El menor de 11 años es hijo único y vivía solo con su madre, ya que su padre había fallecido tiempo atrás. La familia vive gracias al subsidio que recibe del Ministerio de Desarrollo Social (Mides).

Según el informe de INAU tiene graves trastornos psicológicos y en su familia hay antecedentes graves. Un tío de él mató a dos menores de la misma manera que murió Jonathan.

El menor de 14 años vivía con su padre, su madrastra y con hermanos.

Cabe destacar que las tres familias involucradas debieron abandonar el asentamiento.

Por su parte, Gonzalo Carrasco, padre de la niña, habló con Infobae y dijo temer por la vida de su hija.

Carrasco agregó que el padre de la víctima le dijo: "tu hija vale oro, porque se animó a decir la verdad". La niña fue llevada al lugar donde los niños planificaban matar al otro para encubrir su crimen premeditado. La idea era que ella dijera que la víctima había intentado violarla y que ellos dos la habían defendido.

El homicidio lo venían pensando hacía una semana. "El hermanastro de mi hija le había preguntado al padre qué pasaría si lo mataban, y éste le había respondido que nada, porque era menor de edad. Había un conocimiento previo de que este hecho podía suceder", sostuvo Carrasco.

Carrasco, que reside en Argentina, señaló que la menor está en peligro y que recibe malos tratos de parte de quienes ejercen la patria potestad.