Entrevistas

Eduardo Bonomi (MI): Los policías "le plantaron un arma" al joven de Santa Catalina para justificar su acción

Eduardo Bonomi (MI): Los policías "le plantaron un arma" al joven de Santa Catalina para justificar su acción

Luego de la conmoción vivida en Santa Catalina en las últimas horas por la muerte de un joven, producto de disparos por parte de agentes policiales, la investigación que se está llevando a cabo señala que dicho joven no estaba armado y no estuvo involucrado en el asalto al almacén. Además ya ha habido reclamos de varias organizaciones, como Ielsur y el Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo, pidiendo investigaciones serias y el cese del "gatillo fácil". Para ahondar en este tema, En Perspectiva dialogó con el ministro del Interior Eduardo Bonomi quien resaltó el hecho de que "no hay ningún elemento que diga que el joven estaba armado" y confirmó que los policías le "plantaron" un arma para justificar su actuación. También relató que "hay contradicciones entre policías, porque la reestructura que se está llevando adelante (...) quita mucha posibilidad de engrosar ingresos por vía no santa".


(emitido a las 7.46 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Los vecinos del barrio Santa Catalina viven una verdadera conmoción a raíz de la muerte del joven Sergio Lemos, de 18 años, que cayó abatido por un agente de la policía.

(comienza el audio)

Vecina 1: "Queremos justicia, eso es lo que queremos, era un buen vecino, por eso todos los vecinos lo apoyaban".

Vecino 2: "Un laburador era, nueve tiros, como un perro lo vinieron a matar".

Vecina 3: "Estamos muy indignados, muy doloridos y ya no... solamente resistir, solo seguir resistiendo, los vecinos unidos como siempre, y como verás acá los gurises, que son el futuro de nuestro país, ¿y por ser pobre, por vivir en un asentamiento, son muertos, así de esa manera, asesinados? No, no hay derecho".

Vecina 4: "Querían que parara..."

(fin del audio)

EC – Estos testimonios que recogía el sitio web del diario El País reflejan de manera clara los sentimientos y la impotencia de la gente de esa zona.

Los reclamos han venido de otros ámbitos. Por ejemplo Ielsur, el Instituto de Estudios Legales y Sociales del Uruguay, emitió ayer un comunicado en el que insta a las autoridades ministeriales "a no permitir un nuevo hecho de estas características y actuar con responsabilidad en la investigación, persecución y castigo de estos desbordes cotidianos de la policía. La violencia policial contribuye a la inseguridad", dice Ielsur, que finaliza con una frase entre signos de exclamación: ¡Basta de gatillo fácil!

Si vamos a las instituciones de Gobierno, ayer también reaccionó la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo, que realizó un pedido de informes urgente al Ministerio del Interior sobre los hechos. Ahora el Ministerio tiene un plazo de 48 horas para responder a esta solicitud.

Estamos con el ministro del Interior, Eduardo Bonomi.

Ayer de mañana sus primeros comentarios manejaban la versión según la cual el joven muerto en Santa Catalina había disparado primero al agente policial que estaba empezando a actuar después de una rapiña ocurrida en un almacén del barrio. En la tarde usted ya tenía más información y la versión era distinta, ¿qué pasó en el medio?

EDUARDO BONOMI:
De mañana yo manejé dos versiones. Yo dije que la versión de los vecinos era que el muchacho no había participado en la rapiña, que era un menor de edad; y que la versión del policía que disparó era que el muchacho le había disparado primero, y que era mayor de edad. Ante este hecho pretendemos garantizar una investigación seria, profunda, y llevada adelante por investigadores de fuera de la zona, reforzada por otra investigación en la órbita del Ministerio.

EC – Pero por lo visto en muy pocas horas se logró esclarecer algún punto clave del asunto.

EB – Sí, esto se hizo con mucha celeridad. Esa declaración la hice en un desayuno de trabajo, cuando llegué al Ministerio había una reunión con vecinos de la zona, también se habló con policías, participó la Policía Técnica, inmediatamente aparecieron contradicciones, inconsistencias, y la posibilidad de descartar algunas de las versiones. Los investigadores de la policía dieron cuenta inmediatamente a la justicia de esos hechos, y ello cambió la decisión de la justicia que había liberado a los policías luego de tomarles declaraciones y se los tuvo detenidos hasta el día de hoy que van a volver a la justicia, pero acompañados por abogados. Es decir, los resultados de la investigación le dieron elementos nuevos a la justicia y ahora esperaremos cuál es el resultado de la intervención de la justicia.

EC – Está claro que el joven no estaba armado, por lo tanto no puede haberle disparado al policía. Por otro lado, también está claro que ese joven no participó en la rapiña al almacén que se estaba investigando.

EB – Eso de que no había participado estaba presente en la declaración del policía que decía que le había tirado, no decía que hubiera estado en la rapiña. Ahí está el problema, porque el policía estaba tomando declaración a la dueña del almacén, le avisan otros policías que hacia él van los que habían participado en la rapiña. Se le da el alto, no para, le tiran de atrás. No hay ningún elemento que diga que el joven estaba armado, entonces no solo están estos disparos por parte de un policía, sino que se le planta un arma después. Eso también queda comprobado en la investigación.

EC – ¿Se comprobó que hubo policías que le colocaron al joven caído un arma como para justificar la actuación que había tenido antes uno de ellos?

EB – Si, exactamente. Lo que surge después, en este breve pero intenso lapso, cuando dije vamos a garantizar una investigación seria y profunda" había hablado con autoridades policiales que me habían dicho que evidentemente era necesario profundizar porque había contradicciones; en mi declaración yo señalo cuáles son las contradicciones. La versión del policía es la versión de él, pero yo no puedo tomar partido así nomás, entonces va a haber una investigación profunda. La hubo, muy aceleradamente, y contra lo que muchos piensan que cuando pasa esto la policía oculta el hecho: no, la policía lo deja en evidencia.

EC – Usted mencionó entonces: el joven no estaba armado, al joven una vez caído se le planta un arma para justificar la actuación policial, pero además, ¿también se comprueba que el agente le disparó no menos de nueve tiros como dicen los vecinos?

EB – Sí, los vecinos dicen que le pegaron siete balazos. La policía dice que deben haber sido unos nueve o diez, pero que le impactan tres, y por lo menos dos de ellos por la espalda. Entonces es inconsistente la versión de que estaba repeliendo una agresión.

EC – Y a partir de estas constataciones primarias, aparece la pregunta que se hace mucha gente, ¿por qué hay funcionarios policiales que proceden de esa forma? Porque estamos hablando de un exceso por donde se lo mire.

EB – Usted puede tomar la versión menos grave de que el policía se asustó, que no me convence mucho; la otra es que ante un hecho así no estamos hablando de toda la policía: los que pueden haber plantado el arma son a lo sumo tres o cuatro, no es toda la policía. Hay varias actuaciones policiales ahí, la inicial, con un grupo que estaba apoyando a los ómnibus de transporte de pasajeros de la zona, y después la intervención de la policía para atemperar la situación. Yo escuché las comunicaciones desde la zona durante una hora y media por el Centro de Comando Unificado, y las órdenes que se impartían eran para calmar la situación. Partiendo de la base de que era correcta la afirmación de que había disparado primero el joven, o sea que no se estaba actuando ante el homicidio sino ante una intervención correcta, era lo que la policía pensaba en ese momento. Lo que pasa ahora, supongo que razonarían igual que yo, es una legítima indignación por ser un vecino, yo la veo mucho más legítimo porque no estaba armado. Ante eso se estaba tratando de calmar los ánimos, entonces no se trata de que la Policía genere un problema, sino que tres o cuatro policías en particular generaron un problema ahora.

EC – Entiendo lo que usted señala, no se puede generalizar. Pero el problema es que hay una serie de antecedentes en Santa Catalina. Yo leía recién el comunicado de Ielsur que exhorta al Ministerio del Interior a actuar con "responsabilidad en la investigación, persecución y castigo de estos desbordes cotidianos de la Policía". Por otro lado, todos hemos conocido el relato de lo que ha ocurrido otras veces allí mismo y que hoy algunos vecinos recuerdan en las notas de prensa. Hace dos meses dos jóvenes recibieron una paliza de varios policías cuando esperaban un ómnibus en la terminal, por ejemplo hoy una de las vecinas que habla en el diario El País dice: "La Policía viene y agarra a los gurises que están en la esquina. Yo no comparto lo que hacen esos muchachos porque el ocio los estropea. Pero ellos no roban; vienen de otros barrios a rapiñar" y sin embargo la policía termina muchas veces actuando contra estos jóvenes. ¿Qué pasa en el barrio Santa Catalina?

EB – Yo creo que los hechos de hace dos meses fueron más claros, ahí había un grupo de muchachos que roba, se tirotea, se mete con los vecinos, y que llevaron a que los vecinos hicieran la denuncia a la Policía y pidieran mayor presencia policial. Esos muchachos están identificados. Hay otro grupo de muchachos que también están en las esquinas, que son ociosos pero no cometen delitos, se llevan bien con los vecinos, se respetan mutuamente. Cuando pidieron mayor presencia se le dio a Investigaciones de la zona 4, que es la suma de los investigadores de las distintas comisarías de la zona 4 más los de la Jefatura de Policía de Montevideo que fueron descentralizados en cuatro zonas. Los que fueron al principio actuaban correctamente y controlaban a quienes tenían que controlar y no hubo problemas. La cuestión está en que hay contradicciones entre policías, porque la reestructura que se está llevando adelante desde hace tres años -la georreferenciación de los patrulleros a través del Sistema de Control Vehicular (Sisconve) y el sistema Tetra (de sus iniciales en inglés Terrestrial Trunked Radio), la necesidad de cargar combustible con el control vehicular y no con el vale combustible, la reestructura por zona- implica un montón de cosas que quita mucha posibilidad de engrosar ingresos por vía no santa.

Entonces, cuando a un grupo de investigadores que no era el que había actuado normalmente le toca ir a Santa Catalina, en vez de ir contra los muchachos denunciados por los vecinos fueron contra otro grupo, y les pegaron. En ese caso, nosotros los separamos de la función, no de la Policía porque no podemos hacerlo sin la investigación y un sumario que se están haciendo. Los sacamos de esa zona, los mandamos a otro lugar donde tengan un papel menos relevante.

EC – ¿Pero hay que entender que estos episodios de abusos policiales se deben a resistencias a la reestructura que se está llevando adelante en la Policía de Montevideo?

EB – El de ayer no sabemos, el de hace dos meses sí.

EC – Pero los testimonios hablan de otros hechos, de un ambiente enrarecido en la zona debido a actuaciones policiales.

EB – Sí, yo creo que en la zona hay en este momento, sobre la base de una indignación absolutamente legítima de la mayoría de los vecinos, actores que juegan distinto.

EC – ¿Hay actores que juegan distinto?, ¿a quiénes se refiere?

EB – Ayer se vio en distintos canales de televisión a vecinos que responsabilizaban de los hechos a la dueña del almacén robado, era responsable porque lo denunció a la Policía, y en realidad tenía que haberse aguantado el robo sin denunciar, eso no expresa a la mayoría de los vecinos, pero es un sector. También se escuchó a [Jorge] Zabalza, que me hizo a mí responsable de todo, y que a la propietaria del almacén le dio la razón, ¿a dónde va a denunciar un robo si no es a la Policía? Esos intereses no son los mismos, los de Zabalza con lo que dice que la responsabilidad es de la propietaria o los vecinos que defienden a la propietaria. Ahí se cruzan un montón de cosas, entonces no es sencillo.

En un momento le estaba contando cómo fueron pasando las cosas y me faltó la segunda reunión con los vecinos, donde se les comunicó el resultado de la investigación, lo que se comunicó a la Justicia. Esos vecinos, igual que otros anteriormente, piden mayor presencia policial, con una diferencia: los vecinos de ayer lo que pedían era policía comunitaria. Eso también se había pedido antes, pero convengamos que no es tan fácil introducir la policía comunitaria si no tienen ciertas garantías de actuación, porque las cosas no están claras.

Yo no puedo decir que lo de antes de ayer sea lo mismo que hace dos meses, eso está en investigación todavía, no se puede adjudicar las mismas causas que hace dos meses o las mismas causas que lo del Comcar. Eso hay que determinarlo, pero por supuesto hubo una mala praxis.

EC – Usted acaba de mencionar a Zabalza, un ex compañero suyo en el Movimiento de Liberación Nacional (MLN), muy enfrentado al Gobierno de un tiempo a esta parte, lo responsabiliza directamente a usted. Él dice: "el mayor responsable es el ministro del Interior, que se supone que otra idea debería haberle quedado de su pasado revolucionario, pero se ha convertido en un represor digno del pachecato". ¿Cómo responde usted a esta visión?, que no es Zabalza el único que la tiene, ahí en Santa Catalina, no sé cuántas personas son, se expresa permanentemente esta visión de que hay una política represiva.

EB – Insisto, los vecinos en Santa Catalina pidieron la presencia de la Policía, pero evidentemente hay otros que no la quieren, pero la mayoría de los vecinos la pidió. Está claro que la policía que tiene que estar no es la que actúa así, sino la policía de proximidad, de cercanía a la gente. Pero déjeme contestarle a Zabalza, porque no es que hace un tiempo esté contra el Gobierno, hace mucho más tiempo que está contra una orientación política, entonces todos los hechos que suceden los encuadra en su posición política y es unívoco en un montón de cosas. El ministro no tiene que ver con esto porque está tratando de hacer totalmente lo contrario, en última instancia siempre la responsabilidad es la autoridad máxima del Ministerio, que la tiene, pero él no lo dice en ese sentido, él lo dice como si se hubiera implementado una política de este tipo conscientemente, y eso es absolutamente equivocado. Lo que se está tratando de instrumentar es otra cosa completamente diferente, que tiene coletazos de los que quieren mantener lo que había antes.

ROMINA ANDRIOLI:
¿Cómo se recompone de acá en adelante la relación entre los vecinos y la Policía?, porque usted dice que no hay que generalizar, pero también para los vecinos es difícil ante una situación así, de indignación ante la muerte de un joven que no tenía nada que ver en el hecho. Hay testimonios fuertes hoy en la prensa, tomo uno de los vecinos que recoge hoy el diario El Observador que dice: "hasta que no matemos a un policía esto no va a parar, no van a parar la mano con los abusos". ¿Qué le dice usted a los vecinos?

EB – Esa versión es la que no hay que tener en cuenta, no es la de los vecinos sino la de alguno de los delincuentes o de uno de los que defienden, por arriba de todo son posiciones políticas, y eso de matar a un policía es una opinión política. Yo entiendo la indignación y es justificada, pero creo que hay situaciones que se dieron ayer, como en la que le quisieron quemar el almacén a la que hizo la denuncia a la policía y otros vecinos lo defendieron. ¿Son los vecinos los que quisieron quemarle el almacén? No, viven ahí, pero no son representantes de los vecinos, sino de algo que pasa ante los vecinos pero que es absolutamente negativo. No hay que generalizar la posición de los vecinos, creo que la mayoría quiere presencia policial diferente.

RA – ¿Y cómo se va a trabajar de aquí en adelante?

EB – A esta altura hay que trabajar con mucha paciencia y partiendo de la base de que estamos ante vecinos justamente indignados. Pero este trabajo por la proximidad con los vecinos no lo estamos planteando en Santa Catalina únicamente, sino en todo el país, y en lugares tan difíciles como el Marconi. Nosotros creemos que hay que llevar a la policía comunitaria, no es la intervención permanente de la policía militarizada, pero si no logramos eso, no solo como Ministerio sino como sociedad, estamos muy complicados.

EC – Y ahora, en el corto plazo, ¿de qué manera se está procediendo? En primer lugar, ¿hay policía en Santa Catalina o se ha retirado?, segundo, el transporte colectivo está afectado, la unión de trabajadores de Cutcsa resolvió que las unidades de esa empresa no lleguen hasta el lugar.

EB – Ahora la Policía está considerando que quedarse afuera era mejor que entrar.

EC – ¿Pero entonces es una tierra liberada?

EB – Es un lugar en situación de emergencia, pero uno tiene que ver cómo hace las cosas. Ayer se había quedado al margen, veamos hoy, eso lo está considerando la Policía.

EC – No parece razonable la ausencia policial por más de un día, ¿no?

EB – Insisto: veremos. Nosotros estamos en contacto con los vecinos.

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Foto: Archivo