Antel Arena "es mucho más que un estadio"
Se estima que para principios de 2016 esté finalizado el Antel Arena, un estadio techado multipropósito a construirse donde hoy reposan las ruinas del Cilindro Municipal. Este martes se difundieron imágenes del proyecto en la ceremonia en la cual se dio a conocer la propuesta ganadora. Dialogaron con En Perspectiva los arquitectos del Estudio Movi José Flores y Pablo Bacchetta y el arquitecto Thomas Sprechman, jefe del equipo asesor de Antel.
Las imágenes difundidas muestran que el estadio será un gran prisma de base rectangular que medirá 100 por 140 metros. En su fachada incluirá un atrio techado, una especie de escenario abierto volcado a una explanada que vincule al edificio con su entorno.
"Desde el comienzo estuve encargado de conducir la asesoría junto a los arquitectos Marcelo Danza y Carlos Arcos", comentó Sprechman. "Enfrentamos un desafío muy fuerte que es el de transformar una idea, en este caso de Antel, en un proceso complejo que garantice un edificio con las mejores cualidades", agregó. La iniciativa del ente estatal, opinó, "es un proyecto que apuesta al futuro".
"Este es un programa orientado al futuro, una plataforma de comunicación que a través de las telecomunicaciones pretende integrar al país, involucrar la cultura nacional e internacional, es mucho más que un estadio", manifestó Sprechman. El Antel Arena pone a Uruguay "a la vanguardia de los procesos de comunicación en el mundo", agregó.
Tanto Flores como Bacchetta integran el Estudio Movi, tienen 39 años y fueron compañeros en la Facultad de Arquitectura.
Consultado sobre la forma de trabajo implementada en el proyecto, Bacchetta explicó que "el trabajo del arquitecto se basa en muchas asociaciones según los encargos y los tipos de proyecto". Por lo que en la primera etapa del concurso participaron además de los arquitectos mencionados, los bachilleres Nicolás Díaz y Emiliano Dutra. En la segunda etapa, se incorporó más gente y el equipo quedó conformado por 14 integrantes.
Bacchetta dijo que les interesó la propuesta porque "siempre que hay oportunidad de un concurso nos presentamos, es una forma de mantenerse actualizados y de avanzar".
A la hora de concretar la propuesta del edificio, se pensó en la interacción con el entorno. Para el barrio, comentó Sprechman, "se pensó en un programa de inclusión social, de participación, una infraestructura que funcione como soporte de activación de las actividades barriales".
Flores dijo que en el inicio del trabajo "un edificio de estas características se aborda desde la fisionomía de la ciudad. Nosotros entendimos que la construcción se ubicaba en una pieza verde con la fuerte presencia de las avenidas Larrañaga y Varela, por lo que posicionar al edificio en una u otra avenida no nos parecía lo correcto".
Sobre el material del edificio, los arquitectos explicaron que buscaron "un elemento con ciertas características: que sea opalino, es decir que dejara pasar la luz, y a su vez que lograra niveles de confort en lo térmico". El material postulado en el anteproyecto avanzado fue el Policarbonato alveolar de un espesor de 40 milímetros.
En el hall de la entrada, un espacio abierto pero techado, dispone de una pantalla led gigante para "transmitir información en la diaria, pero también para que se reproduzca en la explanada un evento que se desarrolla en el interior del edificio", manifestó Flores.
Una vez dentro del edificio, se presenta un hall interno y a partir de allí el estadio, los distintos accesos para las diferentes plateas.
El estadio tiene una capacidad para 10.000 personas y 15.000 cuando se libera la platea baja de gradas retractiles. "Es prácticamente un estudio de producción, es una infraestructura novedosa desde todo punto de vista", concluyó Sprechman.
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