Edgar Welker: Según recomendaciones de las autoridades, en temas de seguridad "no hay que excluir a los hinchas"
Las fallas en el operativo de seguridad del clásico han generado varios entredichos entre el Gobierno y los clubes de fútbol. El Consejo de Ministros trató el tema ayer, y la conclusión a la que llegaron es que la inseguridad en el fútbol seguirá existiendo mientras los clubes amparen a los barras bravas. En diálogo con En Perspectiva, Edgar Welker, vicepresidente del Club Atlético Peñarol, aseguró que el club "no da entradas para los espectáculos deportivos" y que el vínculo de los dirigentes "es con los referentes" de los barra bravas, según los "aconsejó el propio Ministerio del Interior". De igual forma, Welter considera que "la seguridad, tanto dentro como fuera del espectáculo, la tiene que dar el Ministerio del Interior".
(emitido a las 7.50 Hs.)
EMILIANO COTELO:
Más allá de la violencia irracional e imposible de entender con la que actúan muchos integrantes de las barras de fútbol, está claro que en el operativo de seguridad del pasado domingo hubo fallas, que en estas últimas horas han motivado un cruce de acusaciones entre el Gobierno y los clubes.
El tema estuvo presente ayer en el debate del Consejo de Ministros, donde se analizaron los incidentes del domingo y se concluyó que la inseguridad en el fútbol seguirá existiendo mientras los clubes amparen a los barra bravas.
Vamos a conversar a propósito de esto con el vicepresidente del Club Atlético Peñarol, Edgar Welker.
Este asunto se ha vuelto bastante complejo. Leía la crónica que tiene el diario El País hoy, dice que el ministro del Interior, Eduardo Bonomi "presentó ante el presidente José Mujica y el resto del gabinete un informe sobre el operativo de seguridad del clásico" y que explicó "que en lo previo se había pactado con Peñarol y Nacional que se encargarían de la seguridad interna del Estadio Centenario. Dijo que Nacional cumplió con el pulmón que dividió a las hinchadas y la seguridad en ese sector, pero afirmó que Peñarol incumplió lo acordado, que consistía en colocar un cordón humano integrado por personal de la institución para evitar desmanes en la Ámsterdam. Según indicó, momentos antes de que comenzara el clásico Peñarol le comunicó a la Policía que no estaba en condiciones de colocar el cordón y le pidió una solución. La Policía colocó algunas vallas, lo que no formaba parte del acuerdo previo y fue usado por los hinchas para lanzarlas fuera del Estadio contra los policías". ¿Qué dice usted de esto?
EDGAR WELKER:
Yo no quiero entrar en una discrepancia pública con el ministro, pero ante estos dichos debo decir que tengo una información exactamente contraria, según lo que nos ha informado nuestro encargado de seguridad, el inspector Washington Vega. Peñarol se comprometió a poner un cordón humano que delimitara la zona "de exclusión"; entre la tribuna Ámsterdam y la Olímpica, donde el público no se debía instalar, justamente para prevenir que los hinchas, de Peñarol en este caso, no se trasladaran a la tribuna Olímpica. Se había acordado también que no iba a haber vallado como el que vimos en el Estadio porque, conforme había establecido nuestro encargado de seguridad, ese vallado instalado en la tribuna Ámsterdam podía terminar siendo un arma para estos energúmenos que van a la tribuna, hecho que lamentablemente terminó sucediendo el domingo. Peñarol puso ese cordón.
EC – ¿Peñarol puso ese cordón humano?
EW – Sí, fue el que evitó -así se ve en las filmaciones- que un grupo de las personas que se desbordaron no lograran pasar a la tribuna Olímpica. Pero obviamente ese cordón fue desbordado por estos violentos que todos vimos cómo actuaron.
EC – Pero si Peñarol puso el cordón humano, ¿por qué se colocaron vallas metálicas?
EW – Eso es lo que no entendemos, porque Peñarol había advertido por intermedio de nuestro representante, Washington Vega, que no era oportuno poner esas vallas por lo que finalmente terminó sucediendo.
EC – ¿Peñarol colocó la cantidad de personas que tenía que colocar en ese cordón humano o fue insuficiente?, ¿puede haber sido ese el motivo del problema?
EW – Puede ser, pero tengamos en cuenta una cosa: las personas que coloca Peñarol no son profesionales en esta materia, son referentes dentro de la hinchada que tienen cierta ascendencia con determinado tipo de hinchas, pero hasta ahí. Creo que la seguridad, tanto dentro como fuera del espectáculo, la tiene que dar el Ministerio del Interior. Esta gente, con la mejor buena voluntad, actúa como primera contención en este tipo de situaciones -según hemos seguido el consejo del propio Ministerio- o como auxiliares de la Policía; pero no son profesionales y fueron desbordados por la actitud de estos hombres.
EC – En otras observaciones, el ministro dice que están desconcertados porque los propios clubes pidieron que no hubiera policías dentro de las tribunas, entendiendo que esa presencia sería una provocación para los hinchas. Ocurridos los desmanes, reclamaron la ausencia policial.
EW – Yo no sé, el ministro tal vez tenga una información diferente a la que tenemos. Peñarol pedía un vallado junto con policías, porque sin policías no sirve absolutamente para nada. Esta situación se dio en un partido hace dos o tres semanas en el Estadio Tróccoli, donde se usó este sistema de vallado con contención policial inmediata que hacen que la gente respete ese vallado y no se acerque a él. En estos casos Peñarol pide, si va a haber vallado, que haya policías que estén al lado, porque si no termina sucediendo lo que pasó el otro día. No sé si la información que maneja el ministro es mejor que la mía, pero yo le digo que de las reuniones de las comisiones de seguridad, tanto de la Asociación Uruguaya de Fútbol como del Ministerio del Interior, nuestros representantes de seguridad nos mantienen al tanto y nos informan al Consejo Directivo de Peñarol.
EC – El ministro va a hacer un informe en una conferencia de prensa el viernes, allí tendremos su palabra oficial, lo que estamos manejando ahora son trascendidos de prensa, pero señalan que en el Consejo de Ministros hubo consideraciones un poco más generales. La mayoría de los ministros "opinó que el problema de la violencia en el fútbol radica, fundamentalmente, en los vínculos y amparo que las propias instituciones a través de algunos de sus dirigentes ofrecen a sus barra bravas". ¿Cómo se traduce esa protección? "Regalo de entradas para reventa, sueldos, asignación de todo tipo de funciones que les permiten hacer negocios -como la organización de excursiones cuando los equipos juegan fuera de Montevideo o en el exterior-. Los ministros cuestionaron el poder que tales hinchas tienen dentro de las instituciones". Este es un punto crítico, ¿qué dicen en Peñarol sobre el vínculo entre el club y los barra bravas?
EW – El único vínculo que tenemos los dirigentes de Peñarol con los llamados barra bravas es con los referentes, es lo que nos aconsejó el propio Ministerio del Interior. Cuando tomamos la conducción del club con el presidente [Juan Pedro] Damiani hace ya cinco años Peñarol tenía un problema de seguridad importante, y esto provocó que en aquel entonces tuviéramos diferentes reuniones a nivel de las autoridades para ver cómo podíamos combatir todo estos problemas que se generaban de violencia en el fútbol. Así fue que, entre otras cosas, pusimos un encargado de seguridad, hoy es Washington Vega, en aquel entonces era otro inspector retirado de la policía, para que nos diera una mano. Fue a partir de las reuniones que se tuvieron con las autoridades que en donde nos aconsejan que no hay que excluir a los hinchas de Peñarol del tema de la seguridad, sino que hay que incluirlos. Se tratará de traer hacia el club a aquellos que tengan mayor ascendencia en su hinchada para que den una posibilidad de controlar a los hinchas violentos en las tribunas. La única vinculación que tiene el Consejo Directivo de Peñarol con la hinchada es con dos referentes, Jorge Rivero y el otro muchacho Henry cuyo apellido no recuerdo.
EC – Esas situaciones que se mencionan son conocidas por todo el mundo, por ejemplo la entrega de entradas, cierta tolerancia o eventualmente auspicio para que sean esos hinchas, nada menos que los barras, quienes organicen excursiones cuando los equipos juegan afuera de Montevideo, etcétera. Esas vinculaciones se dan.
EW – No, hoy en día Peñarol no da entradas para los espectáculos deportivos. Paga a su seguridad, Washington Vega, los importes que haya que pagar conforme a la calidad del partido, si es o no de algo riesgo; y a su vez él, por intermedio de estas dos personas que le acabo de mencionar, distribuye la seguridad en la tribuna Ámsterdam y paga lo que corresponda conforme a la cantidad de personas que intervengan en la seguridad. Eso es por un lado lo que se hace acá a nivel de los espectáculos en Uruguay. Los hinchas que trabajan en la seguridad en Montevideo tienen un carnet, están identificados por la Asociación Uruguaya de Fútbol; hay 28 carnets, y con eso ingresan al estadio. ¿Qué sucede cuando se viaja al exterior? El carnet que tiene la Asociación Uruguaya de Fútbol no sirve para entrar a los estadios del exterior, en esos casos hay reciprocidad con los clubes del exterior en que se dan las entradas necesarias de protocolo para que sean distribuidas entre los hinchas que van a colaborar con la seguridad de Peñarol en el exterior. Así es como funciona hace años. Desconozco en absoluto que Peñarol esté detrás de estos hinchas, que lo esté fomentando de ninguna manera. Los que causan estos disturbios del domingo no hacen más que dañar a la institución y van en contra de toda la política que tenemos establecida para el crecimiento institucional.
EC – Hay interpretaciones que dicen que esos vínculos existen porque son funcionales a algunos dirigentes, o porque hay dirigentes que reciben amenazas y presiones de parte de esa barra o de algunos integrantes de esa barra.
EW – Sí, a mí me tocó hace años ser amenazado por una de estas personas, al poco tiempo de ingresar a la conducción del club, y la verdad es que es bastante desagradable.
EC – ¿Y usted no presentó una denuncia?
EW – No, en ese entonces no presenté una denuncia porque la situación de Peñarol era caótica, prácticamente no se podía entrar a la sede en aquel entonces porque estaba como copada.
EC – ¿Copada por quién?
EW – Por personas desconocidas, uno prácticamente no podía entrar al garage porque le estaban pidiendo algo para estacionar dentro del propio club. Era una situación muy complicada.
EC – En este ejemplo choca enterarse que la dirigencia no reaccione. Una situación como esa es absolutamente anómala y da la impresión de que lo que debió haber hecho usted, los directivos de Peñarol, era presentar la denuncia penal correspondiente.
EW – En ese caso, tomamos inmediatamente el tema, que era muy preocupante, y pusimos como encargado de seguridad a un ex jerarca policial que en pocas semanas lo liquidó. Sacó a todas esas personas que merodeaban el Palacio Peñarol y empezó una mejora notoria en el tema seguridad, también en las tribunas.
EC – Pero, ¿por qué no se hizo la denuncia penal?
EW – En mi caso particular no se me ocurrió porque tampoco fue una situación grave que me molestara, pero puedo entender que otro dirigente que puede haber tenido miedo y acudir a otra situación. Porque usted habla con gente con otros códigos, gente diferente, no quiere decir que sean menos o más que uno, pero un dirigente puede reaccionar de una manera o de otra. Me parece natural que un dirigente pueda tener miedo, como se refirió el ministro hace un tiempo, tal vez no actúen por eso. En mi caso no me dio miedo, simplemente tuve que encarar el tema como vicepresidente del club, hablar con el presidente y terminar con esta gente que andaba por esa zona.
EC – Por lo visto no se terminó con esa gente.
EW – Sí, en Peñarol le puedo asegurar que eso terminó. La situación en que nosotros encontramos el club está absolutamente terminada. Lo que sucede en las tribunas sale del control que los dirigentes podamos tener para dar seguridad al espectáculo. Excede absolutamente nuestras posibilidades. Estamos a disposición permanente de las autoridades para contribuir en lo que ellos entiendan oportuno. Ayer me tocó ir al juzgado para colaborar con esta situación que se generó el domingo, aplaudo a la Justicia que tomó la iniciativa y trata de detectar a estos individuos que en definitiva son delincuentes que van al estadio. Peñarol por supuesto, como también lo hizo Nacional, concurrió a la Justicia, se puso a la orden de la doctora [Julia] Staricco, hacía tiempo que la Justicia no intervenía de esta manera. Y creo que la manera es que haya leyes duras y que el Ministerio del Interior, por intermedio de la policía, reprima a estos delincuentes que están y han tomado para sí las tribunas cabeceras del estadio.
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Foto: Archivo