Gonzalo Casaravilla (UTE): "Hay que buscar la racionalidad y la eficiencia energética, pero no hay que privarse de tener bienestar"
Las altas temperaturas y la creciente demanda de energía han provocado varios cortes de luz en algunas zonas del país. Miles de personas se han visto afectadas en sus hogares, e incuso varios productores rurales lo han padecido en sus áreas de trabajo. Para conocer cómo prevé UTE estas situaciones y se prepara para la temporada, En Perspectiva consultó al presiden del Directorio de dicho ente, Gonzalo Casaravilla, quien reconoció que "hay un consumo por arriba del 20% de lo esperado" que "no nos agarró en las mejores condiciones" pero que "UTE está atenta al crecimiento de la demanda". También trató de relativizar la cuestión al señalar que el ente está trabajando igual que todos los años en esta época. A pesar de eso dijo que hay un comportamiento atípico porque "los sistemas eléctricos no se habían visto enfrentados en el pasado a tanto aumento de consumo en tan poco tiempo".
(emitido a las 7.52 Hs.)
EMILIANO COTELO:
Con las temperaturas altas que afectan desde hace días a todo el país el consumo de energía se ha disparado y los primeros efectos sobre el suministro empezaron a sentirse. Por ejemplo ayer miles de personas fueron afectadas por varias horas por un corte del servicio eléctrico en Punta Carretas y en Pocitos.
Días atrás hubo este tipo de problemas en algunas ciudades del interior: Paysandú y Soriano sufrieron el viernes pasado cortes de luz. Por otra parte en zonas rurales de Treinta y Tres y Cerro Largo varios productores se vieron complicados con la energía eléctrica necesaria para el funcionamiento de sus sistemas de riego.
Con lo que está ocurriendo del otro lado del río, con Argentina atravesando la peor crisis energética de los últimos años y con zonas donde padecen la falta de electricidad desde hace dos semanas, la pregunta surge: en Uruguay, ¿estamos bien? ¿Estamos en una posición diferente que permite enfrentar tranquilos lo que viene del verano?
Vamos a conversar con el presidente del Directorio de UTE, ingeniero Gonzalo Casaravilla.
ROMINA ANDRIOLI:
¿A qué se debió el corte de luz de ayer en la zona de Pocitos y de Punta Carretas? ¿Tiene algo que ver con la alta demanda?
GONZALO CASARAVILLA:
Ayer falló un cable de seis kilovoltios de subterráneo. No está directamente asociado al sobreconsumo que puede haber en este momento porque en realidad no estaba sobrecargada la línea. Puede haber fallado la aislación por la alta temperatura, pero no por sobrecarga.
De cualquier forma hay que relativizar las cosas: el corte de ayer de Pocitos afectó a 7.000 clientes, se reparó muy rápidamente; después hubo en otra zona de Pocitos ayer un corte que afectó a 4.600 clientes que en una hora estaba reparado casi todo, quedaban 1.800 clientes que estuvieron un rato durante la noche sin luz, y en este momento quedan 47 clientes que a las 8.30 van a estar conectados definitivamente. Estamos hablando de cosas absolutamente puntuales y que no necesariamente tienen asociados -en el caso de lo que pasó en Montevideo- los sobreconsumos o al calor que está habiendo. Sí en algunos otros casos que comentaron en la zona del este.
EC – Sí, veamos esas otras situaciones. Por ejemplo en las zonas rurales de Treinta y Tres y Cerro Largo hay productores arroceros que están preocupados.
GC – En la zona arrocera sucede que -de hecho ayer tuvimos una reunión con la asociación de arroceros- fruto del calor se ha evaporado mucha más agua de la normal y los arroceros han puesto a full el sistema de bombeo. El sistema que tenemos de incentivo para salir de la punta del consumo, con la tarifa doble y hasta triple horaria, ya dejó de ser efectivo porque no dan abasto con el bombeo y no solo usan las 24 horas sino que además han instalado cuanta bomba han encontrado por ahí. En definitiva hay, respecto a la mejor estimación que teníamos, un consumo por arriba del 20% de lo esperado. Lo estamos manejando, se han instalado algunos equipos de emergencia, estamos trabajando con los arroceros para buscar una forma de modulación que nos permita llevar esto de la mejor forma. Pero estamos hablando de lugares puntuales: Río Branco, Noblía, en Melo y Treinta y Tres son donde hemos tenido este problema de aumento de consumo por arriba de lo esperado que no nos agarró en las mejores condiciones. Pero vamos a salir, esto es un tema coyuntural, que además cuando el año que viene tengamos la línea de interconexión con Brasil y el transformador de 500 kilovoltios en Melo conectado a la red de 150, esos problemas van a ser historia.
EC – Usted se adelantó a la pregunta siguiente. Se están dando inconvenientes con este tipo de producción, cuando quienes llevan adelante esa actividad habían confiado en UTE para el suministro. ¿Qué puede pasar de aquí en adelante en la actividad agropecuaria?
GC – UTE está atenta al crecimiento de la demanda, creo que se está haciendo bastante bien, porque tampoco sirve sobreequipar los sistemas y poner el doble de lo necesario porque eso lo paga la gente. Uno tiene que ir creciendo en la red eléctrica a medida que la demanda lo va requiriendo. Evidentemente un tema puntual como el que está pasando en el noreste nos adelanta la demanda. Estamos respondiendo, de hecho estamos buscando solucionarlo ahora transitoriamente instalando equipos, incluso trasladando algunos equipos móviles que tenemos para la zona. Uno planifica las redes a mediano plazo: estamos haciendo inversiones importantes en redes de transmisión y de distribución y este tipo de cosas son para las cuales UTE está trabajando todo el día tratando de alimentar esa demanda. Ayer fue el pico histórico del verano, 1.839 megavatios a las 14.58, estamos hablando de que un pico de 1.839 a principios de la tarde no tiene precedentes en Uruguay. Eso es fruto de que la gente ha incorporado el aire acondicionado, consume energía en función de la disponibilidad que tiene y no es un problema de los uruguayos pensar si cuando va a prender el interruptor va a tener luz o no.
EC – ¿Los otros lugares que mencioné en la introducción, Paysandú y Soriano, por ejemplo?
GC – De Paysandú y Soriano no tengo mayores reportes más allá de lo que salió en prensa. Evidentemente cortes hay todo el tiempo y lo que está pasando ahora es que fruto de la situación del calor y el consumo record hay lugares donde de repente dicen "pero si esto es un corte normal";. Los lugares donde hubo cortes grave son Río Branco, Noblía, Melo, Treinta y Tres, los que usted ya comentó. Después tuvimos un problema en un transformador de 300 kilowatts en Dolores que tuvo un corte de cuatro horas, lo cual es excepcional también, y por un tema de sobrecarga hubo que cambiarlo. Tenemos algún tema en observación en Cardona, pusimos un transformador de respaldo antes de que pase, nos estamos adelantando a eventuales problemas. No tengo más reportes importantes, más allá de que ya están llegando los tuits de personas que tuvieron algún tema puntual.
EC – Por ejemplo, un mensaje que manda Alba: "El viernes hubo un corte de luz en la Unión de 22.30 a 24.00 aproximadamente";. ¿A qué se debe en esos casos?
GC – Son cosas normales que pasan todos los años, siempre tenemos cortes en invierno, en verano, en primavera. La semana pasada -yo recibo por mail y por mensaje de texto en tiempo real cuando hay cortes importantes que afectan a más de 1.000 clientes- tuvimos un corte en la zona del Hipódromo de 4.457 clientes, y no fue noticia. Ayer fue un corte en Pocitos y fue noticia. Tuvimos el 23 de diciembre un corte en Manga, Camino Maldonado, Punta de Rieles, Bella Italia, fueron casi 12.000 clientes, en una hora estaban repuestos, eso es lo normal en los sistemas eléctricos, el tema es que en esta época del año parece ser que es una noticia relevante si el corte es mayor o menor.
UTE está 100% atenta a suministrar la demanda, estamos en un momento puntual importante como todos los años. Porque todos los años cuando llega esta época nadie se toma vacaciones, están todas las cuadrillas, en particular en la zona balnearia, está todo el personal a disposición para suministrar el servicio. Estas cosas pasan con la demanda creciendo con comportamientos muy acentuados por los aires acondicionados. Por ejemplo, en este momento ya estamos modelando cuál va a ser la demanda incrementada que va a haber en este invierno asociada con todos los que en este mes instalaron aire acondicionado, que lo van a tener en el invierno que viene cuando llegue el frío. Todo eso es un comportamiento atípico, los sistemas eléctricos no se habían visto enfrentados en el pasado a tanto aumento de consumo en tan poco tiempo, pero hay que solucionarlo en la medida de que eso es confort y bienestar para la gente. Pero esto de encerrarse en las casas y poner aire acondicionado a 18 grados es una demencia, así como también es una demencia en invierno pretender andar descalzo y de remerita por la casa. Hay que buscar la racionalidad y la eficiencia energética, pero no hay que privarse de tener bienestar.
RA – Teniendo en cuenta la alta demanda que se está registrando estos días, ¿cómo se enmarcan las ventas de energía a Argentina? ¿Tenemos algún riesgo de que se vea afectado nuestro suministro por garantizar esas líneas?
GC – No, evidentemente uno cuando hace la planificación del suministro energético prioriza la casa. Evidentemente hay un tema humanitario, de emergencia, uno podría tener una estrategia diferente. Nosotros hemos suministrado a Argentina durante diciembre un monto de energía asociado a la situación coyuntural de calor que está afectando a toda la región y hemos hecho un uso responsable de nuestros recursos. Hasta ahora hemos prendido bastantes máquinas térmicas para Argentina, ahora estamos empezando a prender para el sistema uruguayo.
EC – ¿Cómo es eso?
GC – Eso pasa todos los años, en esta época empezamos a cuidar el agua porque en función de cómo vengan después las lluvias vamos a tener el invierno. Nosotros tenemos una capacidad de embalse de agua en Rincón del Bonete, en Salto y en Palmar, que son los reservorios más importantes, en la cual hacemos un uso óptimo del agua. En este momento los programas de utilización están indicando que debemos empezar a prender térmicas para nosotros, ya tenemos hace un par de semanas prendida el quinta y el sexta motor de la [Central] Batlle, la semana pasada estábamos con algunas máquinas de Punta del Tigre para el sistema uruguayo y en estos días estamos incorporando para el sistema uruguayo algunas máquinas que estábamos prendiendo para Argentina, que tenemos arrendadas con turbinas como las de Punta del Tigre.
EC – ¿Eso quiere decir entonces que en estos días pasamos a venderle menos a Argentina?
GC – En este momento estamos analizando la logística de combustible, si nosotros prendemos todo el parque térmico para Uruguay pasamos a consumir más combustible líquido que el resto de Uruguay todo junto. Ahí hay un tema de logística en la central de La Teja y podemos llegar a tener un problema de combustible. De hecho estamos en comunicación con Argentina buscando cuáles son las alternativas porque nosotros vamos a tener máquinas térmicas pero vamos a tener un problema para poder garantizar el combustible para nuestro consumo y también para un consumo adicional asociado con mandar energía a Argentina. Estamos viendo alternativas, ya lo hemos hecho en el pasado, hemos traído combustible de Argentina para quemar en nuestras centrales y mandar energía eléctrica o incluso hemos mandado combustible a Argentina para quemar en las centrales argentinas para mandar energía eléctrica a Uruguay. Ahora lo estamos analizando, incluso está la alternativa de traer gas natural por el gasoducto, en vez de usarlo en Argentina se manda y lo usamos en máquinas térmicas acá para poder mandar energía eléctrica a Argentina. Eso va a depender de lo que nos pida Argentina y cómo solucionemos el tema de la logística de combustibles.
EC – ¿Desde cuándo le estamos vendiendo a Argentina con una intensidad fuera de lo habitual?
GC – Es difícil hablar de algo fuera de lo habitual, si nosotros analizamos este año hemos mandado energía a Argentina por 191 gigavatios hora. En realidad desde el 12 al 29 de diciembre, que son los números que tenemos cerrados, enviamos 42 gigavatios hora a Argentina, o sea, de 191 que fueron en el año hay 42 de estas últimas dos o tres semanas asociados con el calor extremo que hay en la región. Intercambios siempre hay, la mayoría del intercambio previo fue a principio de noviembre en energía de vertimiento, teníamos mucha agua en las represas y en vez de verter el agua y desperdiciar la energía generamos para Argentina, ahí las condiciones de intercambio económico son diferentes a las actuales, en las que se vende de acuerdo al costo. Intercambios hubo siempre, como el año pasado, cuando en realidad fue al revés, trajimos de Argentina 279 gigavatios hora y mandamos 90 gigavatios hora. Incluso el año pasado, que fue un año que trajimos mucha energía, también mandamos algo, y si analizamos los 32 años de intercambio casi que ha ido energía para los dos lados en números bastante más grandes y mostrando que no estamos fuera de una situación que no se haya dado en el pasado varias veces.
EC – Para terminar, a propósito de esto que decía, ¿puede entenderse que Uruguay está facturando de manera interesante con estas exportaciones a Argentina? ¿Es un buen negocio exportarle a Argentina por esta circunstancia especial?
GC – Yo puedo hablar de los números y decir que evidentemente para Uruguay es un beneficio, pero estamos hablando de algo que es marginal y que realmente no es lo que importa acá. Lo que importa es que uno tiene dos sistemas eléctricos importantes -el de Argentina bastante más importante que el nuestro, tiene casi diez veces más potencia instalada-, siempre los sistemas buscan sinergias y respaldarse mutuamente. Acá estamos teniendo un respaldo, como el año pasado necesitamos de Argentina, en este momento estamos mandando energía a Argentina, y uno no mira tanto si es negocio o no es negocio. Evidentemente no va a perder plata por hacer el intercambio.
Hay que relativizar los números, cuando hablamos de los 42 gigavatios horas que llevamos en estas tres semanas a Argentina esto se vende a un precio del orden de 100 dólares, ese es el beneficio por gigavatio hora, estamos hablando de menos de cuatro millones y medio de dólares, eso es muchísima plata o poca, depende, la facturación de UTE son 2.500 millones de dólares. Evidentemente eso ayuda a disminuir los costos de Uruguay, pero lo importante es que los sistemas se respalden mutuamente, es un tema de seguridad de abastecimiento y de estrategia a largo plazo que uno tiene que cuidar con mucho cuidado porque nunca hay que perder la sinergia que tenemos por tener sistemas interconectados.
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