(emitido a las 7.49 hs.)

ALEJANDRO ACLE:
La Justicia investiga un video que circula desde hace dos semanas por la red WhatsApp en el cual aparece una joven practicándole sexo oral a un grupo de muchachos. La denuncia fue presentada por las autoridades militares del camping de Santa Teresa porque se sospecha que allí fue realizado. Más allá de que la investigación determine si se cometió o no algún delito, este caso despierta otro tipo de análisis.

En realidad este no es el único caso, en los últimos días han circulado otros videos, por ejemplo en uno de ellos se ve a una chica bailando con un joven en un boliche casi vacío, él empieza a tironearle de la blusa y ella termina haciendo un striptease y mostrando sus partes íntimas. Otro video registra a dos jóvenes teniendo sexo oral sobre el suelo, a plena luz del día. En otro se ve a dos jóvenes teniendo sexo contra el muro de un boliche, este caso es el único en el que no se llega a identificar los rostros de los protagonistas.

Esta difusión de videos y de imágenes de contenido sexual, también incluso de actos violentos hacia otras personas como ha ocurrido hace ya algún tiempo, sobre todo por parte de jóvenes, ¿es un fenómeno que está en aumento? Para hablar de este tema y sobre todo qué consecuencias puede tener estamos en comunicación con el comisario inspector Gustavo Mariosa, subdirector de la Dirección General de Lucha Contra el Crimen Organizado Interpol, área que comprende los denominados delitos informáticos.

¿Estamos ante un fenómeno nuevo y creciente de viralización de este tipo de videos o simplemente han salido a la luz pública ahora y ustedes ya estaban trabajando en este tipo de hechos?

GUSTAVO MARIOSA:
Nosotros notamos, y es lo que nos preocupa, una especie de escalada que se viene dando. Uno advierte que quienes suben este tipo de materiales a las redes entran en una especie de carrera desenfrenada, hay una especie como de redoble de la apuesta. Uno está viendo que a medida que pasa el tiempo las imágenes van subiendo de tono y muchas veces quizás las mismas personas no advierten que esto en algún momento puede transformarse en un ilícito penal.

ROMINA ANDRIOLI:
Justamente, la difusión de estos videos, ¿configura un delito?

GM – Siempre digo que soy muy respetuoso de las áreas técnicas, la tipificación en estos casos se la cedo a los señores magistrados; no obstante nosotros como auxiliares de la Justicia tenemos conocimiento de aspectos legales. Se podría hacer un análisis muy rápido de estas cosas, los gustos sexuales son todos respetados, pero le pongo el ejemplo de una persona mayor que en su sano juicio, independientemente del sexo, decida tener vínculos con varias personas a la misma vez y esta persona es filmada y ese contenido es subido a las redes sociales. Tenemos por un lado que la persona accedió voluntariamente a esta situación por su apetencia, pero quizás no es su deseo que estas imágenes sean difundidas porque de entrada es sometida a un escarnio público.

RA – Al difundirse se cambia de esfera, de lo privado a lo público.

GM – Sin ninguna duda, y la persona tiene todo el derecho de hacer los reclamos judiciales que entienda pertinentes. Allí ya entramos en una primera etapa donde seguramente los magistrados van a disponer las diligencias del caso. Esta situación se agrava cuando la persona, siendo mayor de edad, actúa bajo los efectos del alcohol o de algún tipo de estimulante. Es importante decir que en este tipo de situaciones, cuando son personas mayores, se requiere en algún momento de la diligencia la instancia del ofendido. Obviamente la Justicia va a actuar de oficio cuando nos encontremos ante situaciones de menores, que así sea con conciencia y voluntad, ya hay un grado de responsabilidad importante, y se agrava muchísimo más la situación si esto es bajo los efectos de la droga o el alcohol.

RA – Usted mencionaba la especificidad del ámbito judicial, pero para tener una idea y entender un poquito más, ¿podemos estar ante un delito de difamación e injurias?

GM – Yo entiendo en principio que cuando la persona accede con conciencia y voluntad, pero estima que estas imágenes la están sometiendo a un escarnio público, se puede sentir ofendida y puede hacer los reclamos pertinentes directamente. Las instancias de difamación e injurias se presentan directamente en sede penal.

AA – ¿Y se puede acceder a quienes subieron originalmente el video? Porque en 2012 hubo un caso de este tipo que involucraba a la boxeadora Chris Namús, en donde aparecía teniendo relaciones sexuales con su novio. En ese caso nunca se pudo identificar quién subió el video.

GM – No, esto me permito rectificarlo: la persona fue ubicada en su momento.

AA – ¿El que lo subió originalmente? No el joven que dijo que había encontrado en el ómnibus un celular…

GM – Le cuento, para nosotros policialmente el caso fue aclarado, siempre hay que separar los aspectos. Yo lo indago a usted, usted tiene todo el derecho del mundo de dar su versión y yo tengo la obligación de registrar en acta lo que usted me declara, incluso el derecho asiste que usted para defenderse me puede mentir, quien tiene que demostrar lo contrario es el Estado, en este caso nosotros, la Policía. En aquel momento, se lo digo con toda certeza porque el procedimiento fue en nuestro departamento, se ubicó a los responsables y luego fueron sometidos al juzgado. Aprovecho, ayer me hacían una consulta, porque obviamente uno entiende que muchas veces la opinión pública desea conocer con qué adelantos cuenta su Policía o con qué preparación técnica se sostiene. Obviamente nosotros por cuestiones de reserva y de protección de datos no revelamos los adelantos técnicos y la idoneidad que tienen nuestros investigadores, lo que sí doy la absoluta certeza de que se llega a la verdad.

RA – Yendo a los responsables, usted dice, se llega a la verdad, ¿pero en quién puede recaer la responsabilidad, simplemente en quien difundió el video siendo una primera persona, o el que lo filmó en el momento, o todos los que lo replicaron?

GM – Lo que ocurre es que la pregunta puede abarcar, a mi criterio, varios aspectos. En principio hay que determinar si el ofendido desea radicar la denuncia, primero porque yo como funcionario advierto una situación de esta naturaleza, procedo a las indagatorias pertinentes y vamos a suponer que ubico a la persona que a mí entender puede ser la ofendida y de repente ella me dice "no sé por qué usted me cita porque yo voluntariamente accedí a esta situación";. Cumplido el requisito de que el ofendido presenta la instancia, se da inmediata intervención a la Justicia, seguramente la Justicia dispondrá de las diligencias del caso y se ubica a los responsables. En ese caso hay distintos grados, primero hay que ver si el video se subió con conciencia y voluntad, si no se hizo así, ubicar desde dónde partió ese ingreso a la red; y luego determinar si la ofendida estima que fue sometida a este tipo de situaciones bajo los efectos de algún estimulante o algún alcohol. Allí obviamente se tratará de identificar a quienes participaron de ese tipo de actividades sexuales y de repente alguna participación colateral, porque usted no se olvide del lugar físico donde se desarrolla, si es una casa, si es un lugar público, tratar de ubicar a la mayor cantidad de personas que estuvieron relacionadas al hecho.

RA – Lo que no me queda claro es cuántas personas podrían estar implicadas en este tipo de casos. Aparentemente en este caso puntual ya hay una denuncia en curso, pero también, como comentábamos, no es el único video.

GM – No, correcto. Pero le vuelvo a insistir: depende de la situación y del caso. No me voy a referir a un caso puntual porque evidentemente estamos bajo la reserva de las investigaciones que la Justicia dispuso, pero si es un acto donde participan varias personas se trata de ubicar primero a quién sube a la red, ahí tenemos un participante, más todos aquellos que participaron en la actividad sexual siempre y cuando…

RA – No a quienes lo replicaron después, entonces.

GM – No, la difusión y la réplica queda bajo la órbita judicial si entendiera que se cometió algún tipo de ilícito.

RA – ¿Qué advertencias realizan ustedes desde la Policía a propósito de estos casos? ¿Qué entienden que hay que tener en cuenta?

RA – A nosotros nos preocupan varios aspectos, el tema informático es muy amplio, hoy estamos hablando de un caso puntual pero no se olvide que a través de la red se practican distintas actividades criminales. Muchas veces vemos que por ejemplo los padres con los hijos menores están tranquilos porque de repente la mamá está en la cocina, mira al comedor y ve a su hijo en la red, está en la computadora, está en su casa, y de repente no advierte que el delincuente está metido adentro de su hogar, las redes están para un sinfín de historias. Puntualmente en estos casos, le vuelvo a insistir, vemos con preocupación el descontrol de los participantes, vemos que hay una necesidad permanente de comunicar, de hacer todo público. Yo no sé si alguno de ustedes tiene hijos, hoy nuestros hijos comunican todo por la red: "me voy a bañar";, "salí del baño";, "voy a comer";. Poníamos la otra vez el ejemplo de nuestros padres, que antiguamente tenían cierta reserva cuando iban a veranear a algún lado, no lo comunicaban a nadie, se iban a primera hora del día, cargaban todo en forma sigilosa para irse, y hoy día ocurre lo mismo con la diferencia que a los cinco minutos, cuando el joven va en el auto con sus padres, comunica: "nos vamos 15 días de vacaciones";. No se advierte que se está comunicando toda la intimidad, cuando nuestras casas quedan solas, y hay que entender que los delincuentes que se dedican a este tipo de maniobras están 24 horas en la red.

RA – Pero en este caso estaríamos hablando de delincuentes, en este caso aparecen jóvenes…

GM – Yo me refería al caso de… En estos casos que usted refiere, yo insisto, para mí es un cóctel de varias cosas. Primero que es un cóctel de bebida, quizás algún otro estimulante, obviamente eso genera el descontrol, en el caso de la víctima muchas veces pierde la voluntad. Evidentemente estas cosas no ocurren al azar, hay alguien que planificó esta situación, en algún sentido, algunas veces la víctima "voluntariamente" accede pero otras se le vulnera su capacidad de decisión.

RA – ¿Y allí ustedes recomiendan que si luego toma conciencia de que un acto sexual de este tipo se filmó se realice la denuncia? ¿Qué procedimientos se deberían seguir?

GM – Antes que nada siempre digo esto: nosotros los investigadores, que somos quienes tomamos contacto con la víctima, sabemos de primera mano qué le ocurre a una persona, no solo a ella sino a su entorno, la vergüenza de verse sometida al conocimiento público, más allá de la conciencia o voluntad que se pueda experimentar. Nosotros en nuestra unidad tenemos un equipo de técnicos, psicólogos, especialistas en el tratamiento de este tipo de situaciones. Usted habrá advertido que en mis palabras yo en ningún momento develé ningún tipo de aspecto relacionado a si hay o no hay denuncia, es decir, la protección de los datos es total.

RA – ¿Y ese equipo trabaja habitualmente con la víctima, por ejemplo?

GM – Sí, por supuesto, ese equipo está anexado a la unidad que nosotros tenemos sobre búsqueda de personas que cuando ocurren este tipo de situaciones también apelamos a su conocimiento y a su colaboración.

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