Las dirigencias de Nacional y Peñarol rechazan los hechos ocurridos en el clásico, pero piden que las cosas se pongan "en el justo término"
Nueve jugadores de fútbol fueron procesados sin prisión por los incidentes acaecidos en el clásico en la noche del lunes. Las dirigencias evalúan las respectiva sanciones dentro de cada club. En Perspectiva consultó a José Fuentes, dirigente de Nacional, y Edgar Welker, vicepresidente de Peñarol, quienes coincidieron en la severidad del fallo y el acatamiento a la Justicia. Ambos también señalaron que este tipo de actos se dan en otros ámbitos, y que la Justicia no actúa de la misma manera. Sin embargo, esto no justifica la conducta de los jugadores en la cancha, según sus declaraciones. También estuvieron de acuerdo en que el jugador de fútbol tiene mucha presión y que la sociedad le asigna una responsabilidad que no le corresponde.
(emitido a las 7.43 hs.)
ALEJANDRO ACLE:
Cinco jugadores de Nacional y cuatro de Peñarol fueron procesados sin prisión ayer por la jueza penal Blanca Rieiro. La magistrada les tipificó un delito de riña en espectáculo deportivo después de que se tomaran a golpes de puño en el clásico del lunes pasado. La sentencia además les prohÃbe asistir por dos meses a las canchas de fútbol, lo que implicarÃa que se les prohibiera jugar.
El caso trasciende a otras esferas más allá de lo estrictamente deportivo. La jueza fue incluso más benévola que el fiscal Gustavo ZubÃa cuyo pedido implicaba procesamientos con prisión y suspensiones de hasta un año. De todas formas el impacto viene siendo muy amplio. Los dos clubes deberán analizar ahora los pasos a seguir y sobre todo si tomarán o no alguna medida sobre estos jugadores. Es por eso que estamos en comunicación simultánea con el dirigente de Nacional José Fuentes y con el vicepresidente de Peñarol Edgar Welker.
Empezamos con Fuentes, ¿cómo han tomado este fallo de la jueza Rieiro de ayer?
JOSÉ FUENTES:
Lo primero es el acatamiento a los fallos de la Justicia, estamos en un estado de derecho y no queda otra que acatar el fallo. Esa creo que es la primera definición clara que Nacional tomó como institución.
ROMINA ANDRIOLI:
¿Y qué opinión le merece el fallo como tal?
JF – Yo no estoy capacitado personalmente como para cuestionar los fallos de la Justicia. Yo me guÃo por el asesoramiento de nuestros profesionales, afortunadamente en Nacional tenemos a un abogado penalista, que fue el que intervino, y a un abogado laboralista. Desde el punto de vista del fallo, si uno analiza el delito de riña en espectáculo público puede concluir que no existe gradualidad, es una cosa que aprendà en estos dÃas, y que por lo tanto tiene igual responsabilidad para aquel que inicia, el que termina, el que participa… el que pega quince trompadas o una. Esa es la fundamentación de por qué todos tienen la misma tipificación.
Lo que a nuestros abogados les genera dudas es que la sentencia implica la inhabilitación al trabajo, porque está coartando un derecho esencial que tiene cualquier persona: el de trabajar.
AA – ¿Welker, su opinión?
EDGAR WELKER:
SÃ, similar a la de Fuentes. Sin perjuicio de lo que dijo José da la impresión de que es una sanción severa ante un hecho que lamentablemente nosotros vemos que se generan en otros ámbitos de la sociedad y que no tienen la misma sanción. Por supuesto que estamos de acuerdo con que este hecho bochornoso tiene que ser sancionado y entendemos que la sanción que se produjo ayer por parte de la Justicia es muy severa con los jugadores. Hay que acatarla, porque viene de la Justicia, tampoco soy abogado como para analizarla desde el punto de vista jurÃdico.
Me da la sensación de que hay un cambio en la cultura de la Justicia del paÃs; nosotros venÃamos pidiendo que interviniera por los temas de violencia en las tribunas, esto ha empezado a suceder hace unos meses, cuando la doctora [Julia] Staricco actuó en su momento por problemas en un partido clásico si mal no recuerdo. En este clásico también intervino de oficio la jueza ante esta situación bochornosa.
RA – Más allá del fallo de la Justicia, está claro que ambos clubes tienen previsto analizar la situación y definir si tomarán o no medidas. Mi pregunta ahora va por el lado de su opinión como dirigentes y cuáles van a ser las posturas que van a llevar a las directivas. ¿Ustedes entienden que el club debe sancionar de alguna forma a los jugadores?
EW – En el caso de Peñarol tenemos previsto el dÃa lunes un consejo directivo, estas conductas de los jugadores nunca pasan desapercibidas porque hay un código de conducta interno que debe cumplirse y cuando es trasgredido -como en esta oportunidad- se prevén sanciones dentro del ámbito que permite el Estatuto del Jugador. El dÃa lunes se analizará caso a caso porque acá hay jugadores que por primera vez cometen alguna indisciplina en el ejercicio de su profesión en nuestra institución y tal vez algún otro que ya es reiterativo y seguramente pueda recaer sobre él alguna sanción.
RA – ¿Qué prevé concretamente el código de conducta que tienen?
EW – El Estatuto del Jugador nos permite aplicar sanciones económicas, salvo faltas muy graves que puede devenir en una rescisión de contrato. En general lo que prevé el código de conducta son sanciones económicas que van graduadas en porcentajes de acuerdo al acto de indisciplina.
AA – Fuentes, por el lado de Nacional, ¿se van a evaluar otras medidas?
JF – SÃ, primero agregar algo a lo que decÃa el escribano que es que a mà me deja tranquilo que a partir de la severidad con la que fue tomado este caso todo lo que suceda en este paÃs acerca de la violencia será castigado con extrema severidad.
Lo segundo es que estos jugadores han sido muy castigados. Además de la sanción penal de estar procesados sin prisión se los inhabilita a no poder trabajar por dos meses. No obstante eso Nacional va a analizar todo el tema, nosotros también tenemos un código de conducta y como también decÃa el escribano las sanciones que puede aplicar el club en caso de que asà lo amerite pasan por lo económico. Nacional también va a analizar este aspecto.
Pero insisto, creo que en este caso la Justicia ha actuado con extrema severidad, cosa que como ciudadano de este paÃs me alegro y uno lo que aspira es que a partir de ahora se actúe de la misma manera en todos estos hechos.
RA – ¿Consideran ambos que esto sirve de medida ejemplar hacia delante? ¿Esto puede fijar un precedente y un punto de inflexión en la violencia en el deporte y sobre todo la violencia cuando se trata de futbolistas profesionales?
FS – SÃ, pero en general uno espera que los jugadores de fútbol tengan una conducta para la cual no están preparados. Los jugadores de fútbol son jugadores de fútbol, lo que tienen como habilidad es jugar muy bien a la pelota, pero no están preparados para ser los referentes de una sociedad, para eso hay mucha otra gente que está más preparada. Muchas veces se le exige al jugador de fútbol que además de pegarle bien a la pelota tenga que marcar pautas de conducta que la sociedad deberÃa seguir. Yo creo que ahà estamos cometiendo un error, porque estamos poniendo una carga muy grande en un jugador de fútbol que, insisto, no tiene la preparación adecuada ni tampoco tiene la responsabilidad de hacerlo. Lo único que debe hacer es ser partÃcipe de un espectáculo público y actuar con esa responsabilidad, nadie está justificando los hechos de violencia, están bien sancionados, ellos mismos han hecho un mea culpa. Lo que digo es que también nosotros tenemos que darnos cuenta de que los jugadores de fútbol son eso, nada más.
RA – Si lo miramos desde ese punto de vista, ¿cómo trabajan ese aspecto los clubes? ¿Ustedes lo contemplan? Estoy pensando en el punto de vista psicológico, desde las charlas técnicas, ¿no se lo prepara al jugador en ese sentido, para reaccionar correctamente ante una situación como la que se dio el lunes pasado?
JF – Se los prepara, pero también tengamos en cuenta que ellos viven en un paÃs donde están permanentemente azotados por todos los actores, llámese aficionados o prensa, que permanentemente les están exigiendo más de ellos. Muchas veces se les exige actuar de determinada manera, que tienen que tener tal o cual atributo, y entonces puede pasar que en un partido de mucha tensión como es un clásico los jugadores, insisto que no están preparados para soportar todo ese tipo de presiones, pasen estas cosas. Por supuesto que ningún técnico ni ningún dirigente de Nacional o de Peñarol les dice que tienen que generar un problema, al contrario, pero tenemos que entender que estas cosas a veces suceden.
AA – Welker, ¿cuál es su postura sobre el rol de los jugadores en la sociedad?
EW – Coincido con José Fuentes en este sentido, pero de todas maneras yo creo que en la actuación de la Justicia del dÃa de ayer hay un cambio de actitud con respecto a estos hechos. Lo que sà me parece es que en un paÃs democrático como el que tenemos nosotros todos los ciudadanos tienen que ser medidos con la misma vara y ante situaciones similares actuar de la misma manera. Nosotros hemos visto en las últimas semanas en televisión algunas escenas escandalosas de riñas en alguna playa del este, por ejemplo, o a la salida de boliches, y ahà no se actúa de la misma manera. Yo creo que hay una figura en el código penal, es tal vez un poco atrevido lo que voy a decir, que es la alarma pública…
AA – Exacto, eso es lo que decÃa ZubÃa.
EW – Que genera inequidad porque si yo le pego una trompada a alguien a la vuelta de mi casa o genero una riña seguramente no pase nada, y la misma trompada en el espectáculo del otro dÃa genera este revuelo. Creo que soy tan culpable por generar la riña a la vuelta de mi casa como los jugadores. Creo que es un análisis que corresponde a los entendidos en la materia porque en alguna medida parecerÃa que aspectos la misma inconducta se sanciona de diferente manera y eso me parece que no es correcto en una sociedad como la nuestra.
RA – De todas formas si uno se pone del otro lado, y hay oyentes que lo están planteando, es el precio que también se paga por ser una figura pública. Ambos coinciden en que el futbolista quizás no está preparado, pero son conscientes de lo que implica ser jugador y estar expuesto a miles de hinchas, a miles de niños que los ven como Ãdolos, ¿cómo lo ven por ese lado?
EW – El ejemplo que hay que dar es todo lo contrario a lo que sucedió el otro dÃa en la cancha y ellos fueron los primeros en reconocerlo, yo bajé inmediatamente al vestuario y habÃa un arrepentimiento absoluto sobre la situación que se habÃa generado. Pero a veces hay que tener en cuenta el contexto en el que se dan estas situaciones. El fútbol, como otros deportes de contacto, puede generar este tipo de situaciones. Estamos cansados de ver situaciones similares, en el presente las vamos a seguir viendo y en el futuro seguramente también. Esto no justifica nada, pero en el contexto en que se da con un jugador que tiene las pulsaciones al máximo, con todas las presiones que genera el deporte -en especial el fútbol en este paÃs-, generan esas reacciones desmedidas que derivan en una situación como la del dÃa lunes.
Por eso no me extraña lo que pasó en la cancha, no es el mensaje que todos queremos dar a la sociedad, pero es previsible que en este tipo de deportes sucedan estas cosas. No asà en el tenis, un deporte donde no tienen contacto los deportistas, y seguramente es muy difÃcil ver una situación de ese tipo. Insisto, con esto no quiero justificar nada, pero me parece que la alarma pública que genera el fútbol es distinta, si esto pasa en un partido de fútbol playa sin público no hay una sanción asÃ. Por eso hay que ser cuidadoso, tampoco hay que crucificar a los jugadores por esta situación, hay que hacer las sanciones internas, y Peñarol lo va a hacer, porque también al club le genera una imagen que no quiere dar y aparte un perjuicio deportivo porque estos jugadores por dos meses no pueden brindar sus servicios cuando estamos iniciando una temporada deportiva.
AA – Fuentes, un antecedente relativamente reciente sobre incidentes, y que en este caso involucrara a un jugador de Nacional, vale para hacer el paralelismo y ver qué se puede esperar al futuro. El arquero Jorge Bava fue procesado sin prisión acusado de haber golpeado a un policÃa durante un partido. En ese caso, ¿la institución qué medidas tomó con el futbolista?
JF – Las medidas que tomó están dentro de la órbita del código de conducta que tiene Nacional. Fue un hecho pasado, yo no creo que le sirva a nadie recordar los hechos negativos que ha habido, porque también ha habido muchos positivos. También seamos sinceros, muchas veces la afición le pide al jugador de fútbol que actúe de determinada manera, que no quiere decir que sea a los golpes, pero les decimos que tienen que meter más, que el jugador uruguayo se caracteriza por determinadas cosas, que asà ganamos los tÃtulos mundiales, y después todos nos asustamos cuando pasan ese tipo de cosas, que como dice muy bien el escribano, es injustificable. Como también dijo él, los jugadores fueron los primeros en arrepentirse.
Pero tampoco tengamos un doble discurso. Un dÃa todos les pedimos que para jugar en tal equipo, Nacional o Peñarol, incluso en la selección uruguaya, deben poner "lo que hay que poner", y resulta que después ante un exceso los condenamos como si hubieran cometido un delito brutal. Que nadie justifica, insisto, nosotros rechazamos, que los jugadores también, pero hay que ponerlo en el contexto adecuado y enmarcar los hechos negativos.
Tenemos varios ejemplos, pero prefiero quedarme en los hechos positivos y en todo lo que ha ganado Uruguay desde el punto de vista deportivo, a veces por tener algunos atributos que rozan con esto y que muchas veces nos vanagloriamos a través del mundo diciendo que los uruguayos tenemos tal y cual cosa. Entonces, como decÃa el escribano, en el caso de Nacional también vamos a analizar la conducta de los jugadores y vamos a ver si tomamos medidas o no.
AA – En todo caso mi pregunta no era para enfocarme en un hecho negativo, sino para poner un ejemplo reciente de una agresión de un futbolista en el terreno de juego, y ver qué medidas se habÃan aplicado para tener cierta idea de por dónde pueden ir los pasos que tomen los clubes más adelante.
Con respecto a la presión de la hinchada para que los jugadores pongan más ganas, cosa que se puede malinterpretar, los jugadores a veces reciben señales contradictorias. Los dirigentes deberÃan tratar de escaparle a eso, no son los que están presionando a poner más garra en el partido, y basándonos en lo que llega desde la audiencia en varios mensajes pero también en lo que todos podemos pensar, cuando alguien se agarra a golpes de puño en un trabajo en general termina suspendido sino directamente echado.
JF – Y bueno, cuando uno se agarra a piñas en un trabajo seguramente no lo procesen con prisión ni lo inhabiliten dos meses para trabajar.
AA – Puede ser, es verdad, en todo caso eso va por la esfera judicial, estamos hablando de las medidas internas.
JF – Nadie dice que en este caso Nacional o Peñarol no las vayan a tomar, el escribano lo dijo, pero también hay otro concepto de no sancionar a una persona dos veces por la misma causa. Ellos han tenido una condena social brutal, están procesados, que no es menor, y está lo que hablábamos del derecho al trabajo. Creo que estamos hablando de una sanción que, como decÃa el escribano, si la idea era que fuera ejemplarizante, lo han logrado.
RA –Por último, ¿qué conclusiones sacan? Usted, Fuentes, comentaba que los dirigentes no pueden caer en el mismo discurso, ¿piensan que se puede dar una especie de autocrÃtica y de mirar hacia adelante?, ¿cómo ven este hecho en ese sentido?
JF – Y sÃ, acá el mensaje tiene que ser muy claro: ningún dirigente del fútbol, quiero pensar, le va a decir a un jugador que genere desmanes. El dirigente del fútbol le dice que cumpla con sus obligaciones, que son esforzarse, trabajar bien durante la semana, tratar de jugar bien los fines de semana y representar al club con todos sus valores. ¿Qué quiere decir?, tener una conducta y un comportamiento adecuados, por eso es que muchas veces todos los dirigentes criticamos cuando vemos alguna conducta que no es adecuada. Eso lo hacemos permanentemente, me consta, tanto Nacional como Peñarol y todas las instituciones, ningún dirigente le dice a un jugador que salga a armar problemas. Ahora, después, eso ya pasa también por cada individuo que juega al fútbol.
RA – Está claro, pero se puede abordar el tema propositivamente, estoy pensando desde reuniones entre las directivas de ambos clubes para partidos clásicos en el futuro, hasta charlas especÃficas donde a los jugadores se les haga ver la trascendencia que tienen este tipo de cosas.
JF – SÃ, tanto Nacional como Peñarol tienen equipos multidisciplinarios con psicólogos, asistentes sociales y demás que permanentemente están conteniendo a los jugadores, porque obviamente tienen mucha presión. Estos son casos que se dan de forma aislada, el último antecedente fue en el año 2000 más o menos, o sea que tampoco es un hecho que se dé reiteradamente en una cancha de fútbol. Rechazamos, deploramos, pero pongamos todo en el justo término.
RA – Welker, ¿en su caso?
EW – Yo escuchaba ayer algunas declaraciones, incluso del sistema polÃtico, aludiendo a la responsabilidad de los dirigentes en el tema de la violencia. La verdad es que los dirigentes tenemos nuestra responsabilidad, por supuesto, siempre hay que asumirla, pero en los hechos que acontecen adentro de la cancha es muy difÃcil que nosotros podamos hacer algo. Lo que decÃa Fuentes de que Peñarol también tiene equipo multidisciplinario, con psicólogos, donde damos apoyo a los jugadores que denotan alguna dificultad y eso se hace asiduamente, más allá de que sea público o no. Ningún dirigente de ningún club que yo conozca va a usar a sus jugadores para que entren a la cancha a hacer este tipo de desmanes, porque en definitiva uno de los afectados termina siendo el club.
Creo que a partir de esta sanción se va a generar una reflexión en todos los jugadores profesionales que hoy en dÃa tienen una responsabilidad mucho mayor por la difusión que tiene este deporte. Estas cosas sirven para eso, ojalá que se sigan aplicando en todos los sectores para tener una sociedad más ordenada y de esa manera seguir progresando. Pero, insisto, hay que ser muy cuidadoso y medir a todo el mundo con la misma vara porque creo que acá se está tomando como cabeza de turco a jugadores que, si bien tienen que dar un ejemplo a todo ese mundo deportivo que los mira, hay circunstancias muy similares en la sociedad que acontecen dÃa a dÃa y que no son medidas con la misma vara.
***