Inestabilidad climática

Las fuertes lluvias han deteriorado la caminería en Canelones y los costos en reparación rondarán los 3 millones de dólares

El clima acuciante que castiga a gran parte del país ha generado más de 2.000 evacuados en todo el país y severos daños en la caminería. El departamento de Canelones se declaró en estado de emergencia vial y los habitantes de la Costa de Oro plantearon su disconformidad con la gestión. En Perspectiva consultó a Yamandú Orsi, secretario general Intendencia de Canelones sobre el estado de situación del departamento. El jerarca habló del tipo de arreglos necesario, sus correspondientes costos y resaltó el hecho de que "el tema fundamental es la ausencia de planes de drenaje pluvial" para la zona. También señaló que los costos en estas situaciones excepcionales no alcanzan dado que el presupuesto de la Intendencia sería insuficiente.

(emitido a las 7.50 hs.)

ALEJANDRO ACLE:
Además de las personas que tuvieron que abandonar sus hogares, las precipitaciones que cayeron en los últimos días en gran parte del país hicieron estragos a nivel de caminería. Este viernes los intendentes se van a reunir para evaluar los daños y analizar alternativas de solución. En este sentido uno de los que sufrió más el impacto fue el departamento de Canelones.

Tanto es así que la intendencia canaria declaró la emergencia vial. La situación es compleja en el sur del departamento, muchas calles de la Costa de Oro fueron anegadas por las lluvias intensas y algunas zonas están directamente inundadas. Más allá del clima, algunos vecinos plantearon en las últimas horas sus críticas a lo que consideran una falta de preparación de la red vial para este tipo de contingencias. Lo concreto es que las declaraciones van a demandar una inversión millonaria.

Para hablar de este tema estamos en comunicación con el secretario general de la Intendencia de Canelones (IC), Yamandú Orsi.

¿Cómo empiezan el día allí en Canelones?

YAMANDÚ ORSI:
Amenazante, yo vivo aquí mismo en Salinas, cuando salgo de acá ya me topo con la cruda realidad. Ahora si bien no está lloviendo se sienten truenos en la vuelta, y mirás para afuera y el piso ya no absorbe más agua. Esa es la realidad que estamos teniendo, es un tema de vialidad, de las calles, estamos hablando de que la complicación se da donde tenés balastro, que te arrastra todo, pero el tema fundamental es la ausencia de planes de drenaje pluvial. Ese tipo de cosas no fueron previstas cuando estas ciudades nacieron. Estoy hablando de que eran balnearios -o son balnearios- pero Ciudad de la Costa es el ejemplo más típico.

AA – Que han tenido mucho crecimiento en los últimos años, ¿no?

YO – El mismo crecimiento que tuvo Ciudad de la Costa en las últimas décadas ahora lo está teniendo la zona del arroyo Pando hacia el este.

AA – Hablamos de Salinas…

YO – Salinas, Neptunia, Marindia, hasta las Toscas incluso. Son zonas que han crecido mucho en cantidad de población, lo que era un balneario es una ciudad grande. Otra nota importante es que también crecieron hacia el norte de la ruta Interbalnearia, esto tiene que ver con que la concentración humana al norte de la ruta hace que la propia ruta se transforme en una especie de calle interna (como le pasó a Giannattasio) y, por otro lado, la ruta mismo hace como una especie de barrera de contención del agua que naturalmente, cuando no había tanta población, salía hacia el sur. Incluso quienes viven por acá o quienes se den una vuelta verán que algo queda todavía de aquellos bañados que están a unos 200 metros de la costa misma.

El agua siempre corrió hacia el sur o fue hacia la tierra, pero hoy tenemos una realidad totalmente distinta, un paisaje que cambió, por mayor concentración humana, porque la napa está muy arriba -cuando tu escarbas a medio metro ya tenés un agua muy particular, no el agua pura que uno desea-, el agua no corre, una ciudad donde las calles se construyeron sin diseño de cunetas -como también le pasó a Ciudad de la Costa- y además sin pendiente.

Entonces, se hacen cunetas para períodos normales, y en algunos lugares el agua corre y en otros se ve que pasa. Ahora, lo que nos está pasando en este mes es algo totalmente excepcional, un volumen de agua inédito y que hace que esté amontonada y que las calles sean verdaderos ríos.

ROMINA ANDRIOLI:
¿Y qué perspectivas hay de instrumentar cambios en esos aspectos que usted destacaba: el tema de las cunetas, de los planes de drenaje pluvial? Porque ahora la situación ya está complicada, ustedes ya tienen una declaración de emergencia vial en el departamento, ¿qué se puede hacer para prevenir que no estemos otra vez ante situaciones similares?

YO – Podríamos hablar de una cuestión a cortísimo plazo, o sea, para ahora, que es sacar el agua que está amontonada. Hoy hay un despliegue de maquinarias -que no se había visto jamás- para sacar el agua y hacerla correr, es una emergencia. Después viene la reconstrucción de lo que teníamos, o sea, recomponer las calles con tosca, destapar las cunetas, pero también sabemos que esa no es la solución de fondo.

La solución de fondo es la que se está haciendo en Ciudad de la Costa, una obra de ingeniería de altísimo porte en la que se hacen calles de asfalto, que no te arrastra el material, y a la vez que se hacen las calles tenés cunetas. Pero no son cunetas así nomás, sino con un estudio de ingeniería hidráulica que hace que el agua corra aunque en el territorio no tengas pendientes, las cuentas están hechas de manera tal que el agua se vaya. Por ejemplo, en Ciudad de la Costa lo que se tuvo que hacer fue inventar dos lagos nuevos para que el agua corra hacia ahí, dicho de otra forma: es una solución de alto porte, obviamente no estamos hablando solo de valores sino también de un despliegue de ingeniería complejo, que repito, se lo puede ver en Ciudad de la Costa. Yo invito a los que viven por ahí a ver que lo que está pasando hoy en la zona, la obra ya terminó y es totalmente diferente a lo que pasa a dos o tres cuadras, donde hay cunetas no hay problemas. Pero la cuneta sola no alcanza, tiene que haber una pendiente determinada con un estudio de ingeniería detrás, de tal manera que la cuneta no se transforme tampoco en una trampa.

En ciudades que crecieron así lo que podés ir haciendo mientras tanto, que es lo que vamos a hacer en los próximos meses. Digo yo que esto parará algún día, hay que tratar de hacer correr el agua y hacer alguna cuneta, siempre pensando en estas calles, que el 80% del departamento está sobre tosca. Ahora, habrá que ir pensando en una siguiente fase, la primera se pensó en Ciudad de la Costa, una ciudad con aproximadamente 100.000 habitantes.

RA – ¿Qué perspectivas hay de realizar esas obras en los lugares más afectados?

YO – Es más complicado, habrá que estudiar. Primero, la obra de Ciudad de la Costa es la obra más costosa de carácter urbano que se ha hecho en los últimos diez años, también tiene el trabajo de saneamiento que está haciendo la OSE, se hacen las dos cosas a la vez. También puedo decir que este problema que estamos viendo hoy del amontonamiento del agua se combina con la proliferación de pozos negros que no están del todo bien resueltos. Entonces, sería bueno que un día en esta zona del departamento, del arroyo Pando hacia el este, pudiéramos encontrar una solución similar a la de Ciudad de la Costa que no baja de los 300 millones de dólares, solo en Ciudad de la Costa.

RA – ¿La Intendencia hoy en día no tiene esos recursos?

YO – No, incluso la obra en Ciudad de la Costa está siendo resuelta con financiamiento a largo plazo, no tenemos un financiamiento como puede ser el Banco Interamericano de Desarrollo o de organismos internacionales. Creo que el país debería ir pensando en cosas de este tipo. Vivo en un departamento en donde en 40 años la población se duplicó, hasta hace un par de años pensábamos que eran 480.000 habitantes y somos 520.000. En algún lado está la gente en Canelones, son los alrededores de la costa, el corredor ruta 8 y el corredor ruta 5 como los más pesados. La gente se asentó sobre el territorio sin una infraestructura que acompañara a la ciudad y hoy hay que ir a instalar esa infraestructura, una ciudad precisa un ordenamiento pero por otro lado una obra de ingeniería, de infraestructura, que los gobiernos departamentales difícil que los podamos enfrentar solos.

AA – ¿Y en qué están las medidas a corto plazo? Ayer el prosecretario de la Presidencia, Diego Cánepa, informaba que el Ejército iba a apoyar al departamento en aspectos logísticos, ¿eso ya comenzó?

YO – Hoy vamos a tener el apoyo de por lo menos tres máquinas más del Ejército, nosotros tenemos aquí en la zona de Salinas seis equipos montados con retro y camiones que están limpiando las cunetas, acarreando el material y sacando el agua de las casas, porque yo te hablaba de las calles pero agarra para adentro de las casas. Hay que ver en la zona norte, fundamentalmente, no es que una casa esté con un metro de agua arriba, pero con 20 centímetros que se te meten para adentro ya es un drama. Hoy se está tratando de mitigar eso y aparentemente habría tres máquinas más, retro concretamente, una sobre banda y otras comunes, que vendrían del Ministerio de Defensa. Esto es para aliviar un poco la situación, convengamos que esta es una situación totalmente excepcional. Empecé a hablar con ustedes y no estaba lloviendo, ahora diluvia.

AA – ¿Hoy en la reunión con los intendentes van a proponer algún otro tipo de ayuda, alguna otra medida?

YO – No, en realidad ayer hubo Congreso, estuvo Marcos [Carámbula] y supuestamente las cosas se deben haber planteado ayer. No sé si hoy va a haber propuestas nuevas.

Acá hay dos vías: que los organismos del Estado funcionan mucho más coordinadamente que años anteriores, el mecanismo está funcionando, no es difícil convocar a un organismo nacional para que venga a ayudar, esto está pasando y funciona cada vez de forma más aceitada. Ahora, la cuestión de fondo es que los recursos que las intendencias tienen -los que naturalmente entran en las arcas por los tributos y las partidas del gobierno nacional- en situaciones excepcionales necesitarían oxígeno, eso es lo que todas las intendencias estaremos planteando. También depende de si el gobierno tiene los recursos como para hacerlo. Acá estamos consumiendo mucho más combustible del que teníamos previsto, estamos redireccionando los planes de obra que teníamos previstos, estamos hablando de deterioro de maquinaria y ni hablar la cantidad de tosca y de flete que tenemos que gastar, te cambia los planes. Las intendencias tienen formas de recaudación bastante limitadas comparadas con las que tiene el gobierno nacional. Lo que hacen las intendencias es, con mucha prudencia, ver qué es lo que puede haber de apoyo extra al que siempre tenemos, porque eso también hay que decirlo, nunca nos ha fallado el Sistema Nacional de Emergencia.

RA – Estos primeros trabajos para restablecer la situación, ¿cuánto podrían llevarles?

YO – El tema es que pare, porque cuando paró el otro día se había logrado desagotar y el agua empezó a correr, hemos tenido que romper calles para que corra por encima de la calle. Ahora, con lo que nos pasó ayer que estuvo todo el día lloviendo, y lo que está empezando a pasar ahora y nos dicen que mañana puede seguir así, es muy difícil decir cuánto tiempo más te va a llevar. Después de que pare no lleva menos de un mes restablecer lo que era la vialidad con estas características.

AA – Y en cuanto al dinero que esto va a requerir, ¿hay algún cálculo? Carámbula hablaba de tres millones de dólares.

YO – El lunes le preguntamos al director de obras cuántos recursos estaba precisando para las reparaciones. Nos decía que entre 60 y 80 millones de pesos, son los tres o cuatro millones de dólares que precisábamos en aquel momento, hoy ya no sabría decir si es eso, porque también tenemos Parque del Plata muy complicado, desde Santa Lucía nos manifiestan que también se está complicando la vialidad en tosca, y caminería rural no quiero ni saber. No es disparatado hablar de esa millonada, 70 u 80 millones de pesos en temas viales no es mucha cosa.

RA – Tenemos algunos oyentes que hacen comentarios a propósito de lo que usted comentaba de las soluciones más de fondo de este problema, Ana dice: "¿Por qué en lugar de cunetas no se canaliza?, es decir, se cierran las cunetas y se hacen bocas de tormenta, de paso ganamos las veredas que siguen siendo un debe también";.

YO – Cuando se diseñó la obra en Ciudad de la Costa esas cosas se discutieron y se resolvió, no soy técnico, pero las cunetas a cielo abierto incluso con pasto y de esa forma hoy están funcionando. Después tenés el formato boca de tormenta o canalización, pensando en números y en dimensiones, una cosa es que vos en una ciudad puedas agregarle sistema en algunas partes, otra cosa es hacerlo de cero y en toda la ciudad, yo no me animo a decir. Más allá del tema de costos, no sé en esta zona qué funcionaría mejor, además habría que decir algo, los ingenieros hidráulicos en este país no abundan, cuando tenemos que resolver algo tenemos a dos o tres en la intendencia. Hay un tema también que yo no me animo a opinar cuál es el mejor de los sistemas, pero en las ciudades consolidadas como Montevideo o alguna ciudad de Canelones funciona, no sé acá en la zona balnearia los pisos cómo los tenemos, con la arena… Yo vivo en una ciudad en donde a una de las calles que tiene hormigón se le hundieron los paños y hoy tenés un río por arriba de esa calle. Lo que nos dicen los ingenieros hidráulicos es que tenés que hacer un trabajo de drenaje por debajo de la calle sobre el suelo arenoso… o sea, no sé cuál de las soluciones es la mejor. También hay una cuestión de dimensiones, no sea que por hacer algo muy complejo dejemos a la mitad de la población sin solución.

AA – En cuanto al tema evacuados, anoche se informó que había aumentado en Canelones el número de 13 a 30 personas. ¿Hay algún reporte sobre la situación?

YO – Sí, en la ciudad de Canelones se nos complicó en dos barrios, el Barrio Olímpico, que hubo un realojo y por lo tanto el impacto es menor, y el Barrio la Cantera, que sabíamos que nos podía pasar esto, ayer había 10 familias complicadas, era esperable que esto ocurriera. Y de no parar el río Santa Lucía también nos va a hacer sentir su rigor.

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