Reunión en Anchorena

Para la solución de fondo en caminería rural "hay que establecer prioridades" porque las inversiones necesarias "superan la capacidad de ejecución del país"

El presidente José Mujica se reunió con los 19 intendentes en Anchorena para encontrar una solución de fondo al déficit de inversiones que el país arrastra en caminería rural. En entrevista con En Perspectiva, los intendentes de Treinta y Tres, Dardo Sánchez, y de Rocha, Artigas Barrios, concordaron que, en primer lugar, hay que identificar la magnitud del problema y establecer qué se necesita para solucionarlo. "Nos hemos puesto una meta de en seis meses tener una decisión, pero hoy no la tenemos", comentaron. Explicaron que se debe determinar el tipo de caminos que se requiere según la región y el uso que se les da. Además, sostuvieron que es necesario "discutir el modelo de gestión de la caminería rural" que debería tener el país. Por último advirtieron que será imposible realizar las obras atrasadas "en uno o dos años".

(emitido a las 9.03 hs.)

EMILIANO COTELO:
Pese a que vienen de tres partidos diferentes, los intendentes de todo el país destacan una cosa del presidente José Mujica: su voluntad de diálogo. Varias veces los ha convocado a la estancia de Anchorena para, asado de por medio, buscar acuerdos en temas que, en lo previo, generaban diferencias. Eso fue lo que ocurrió ayer, en este caso para encontrar una solución de fondo al problema de la caminería rural.

Los destrozos producidos por las últimas lluvias, que obligan a gastos millonarios que las intendencias en principio no tienen con qué afrontar, volvieron a poner de manifiesto el atraso estructural que arrastramos en caminería rural y, sobre todo, la necesidad de definir una fórmula concreta y permanente para financiar el mantenimiento y la mejora de esos caminos.

El brete no es menor: está en juego nada menos que la salida a través de estos caminos de una parte muy importante de la producción agropecuaria de nuestro país.

¿Cómo fue el diálogo con el presidente? ¿Qué fórmulas se manejan para tratar de dar solución final al tema? Vamos a conversar con dos de los participantes en este "Anchorena 4", como algunos lo denominan.

Estamos en contacto con el intendente de Rocha, Artigas Barrios.

¿Cómo se presenta Rocha esta mañana? ¿Bien?

ARTIGAS BARRIOS:
¡Hermoso! Hermoso día. Ya llevamos dos o tres días bastante buenos, con algunas lloviznas nada más, lo que nos ha permitido avanzar muchísimo, y hoy prácticamente todo está igual que antes del temporal, sobre todo en la zona balnearia, que tenía tremenda urgencia, y en el norte del departamento, donde el inicio de la cosecha de arroz también generaba urgencias. En esos dos lugares estamos muy avanzados en la reparación, quizás en dos días más quedemos igual que antes del temporal.

EC - Estamos también en comunicación con el intendente de Treinta y Tres, Dardo Sánchez.

DARDO SÁNCHEZ:
No puedo decir lo mismo que Artigas, acá ha llovido ayer y anteayer, y seguimos con esos problemas. Todo esto se nos ha complicado sobremanera.

EC - Treinta y Tres es uno de los departamentos complicados.

DS - Sí, hay un destrozo total desde hace mucho tiempo, desde setiembre venimos arrastrando mala suerte en ese sentido, y con estos 20 días de lluvia se ha complicado mucho más.

EC - Más allá de las obras urgentes que hay que encarar a raíz de las lluvias de este verano, ¿qué dejó la reunión de ayer en cuanto a solución de fondo para la caminería rural? ¿Cuál es su resumen, intendente Barrios?

AB - Dejó una vez más el reconocimiento del problema. Se viene hablando desde hace mucho tiempo, el Poder Ejecutivo en determinado momento pretendió con el ICIR (impuesto a la concentración de inmuebles rurales) hacer un shock de inversión en la caminería rural, lamentablemente fue declarado inconstitucional y ahora acordamos volver sobre el tema. Pero ya no tanto pensando en cuál es la solución financiera, sino para primero que nada identificar bien el problema, trabajar junto con los involucrados, con los productores, con las empresas transportistas, con todos los que tienen que ver con este asunto, y sobre todo establecer qué se necesita.

Hay mucha cosa a discutir, incluso cuál es el modelo de caminería que debemos poner. Porque a veces pensamos en caminos iguales a las rutas nacionales y a lo mejor la solución es mejorar la estructura, en fin.

EC - Ese es un buen punto. Intendente Sánchez, por decirlo gráficamente: si esos caminos vecinales no fuesen de balastro, si fuesen pavimentados con betumen o con hormigón, habrían aguantado sin problema estos temporales. ¿Cómo está esta discusión a propósito de qué tipo de caminería precisamos en un país en el que el tránsito por esos canales de comunicación ya no es el de antes? Ha avanzado mucho la producción nacional, está toda la forestación, está lo que ha crecido la agricultura con las plantaciones de granos, el arroz… ¿Entonces?

DS - Comparto el diagnóstico de Artigas –lo compartí en la reunión y lo comparto ahora– de cuál es nuestro problema. Y acá hablo un poco por los dos, porque tenemos una caminería muy parecida en las partes bajas. Un día él me comentó que lo que habría que hacer es levantar nuestros caminos en esos sectores arroceros –porque están por debajo de la altura de las chacras–, no tanto con betumen, sino hacer otro tipo de trabajo, un trabajo de ingeniería de levantar los caminos arroceros para que queden por arriba de las chacras. Hoy se inundan y por lo tanto se destrozan. Son tierras muy bajas, gredosas y conservan el agua, por lo tanto me parece que lo que tenemos que hacer en los sectores de producción más importantes del departamento, que es el arroz (ahora la soja también) es tratar de levantar esos caminos. Eso cuesta muchísimo dinero, porque hay que hacer canalizaciones a ambos lados de las carreteras, que a veces tienen 40, 50 kilómetros, y las canteras de balastro están a unos 20 kilómetros más y ese flete es muy caro.

EC - ¿Qué otros cambios hay que introducir en el tipo de caminería rural que tenemos en Uruguay?

DS - Por supuesto que en otros lugares se podría ver la modalidad de otro tipo de caminería, pueden ser tratamientos betuminosos o carpeta asfáltica. Pero por ejemplo, en el arrozal en Rincón de Ramírez van a pasar entre 360 y 400 camiones por día con la cosecha de arroz y luego con la cosecha de soja. Es difícil que aguante cualquier tipo de camino ese tráfico. En este momento también en la misma zona, un poco más arriba, se está cosechando forestal y están pasando unos 100 camiones por día muy cerca de donde tenemos la zafra de arroz. Por lo tanto es complicado, no sé si los tratamientos betuminosos, las carpetas podrían ser la solución. Sí me parece que lo que nos da el Ministerio de Transporte no alcanza ni para la tercera parte.

EC - Intendente Barrios, el intendente Sánchez hablaba de una de las novedades que sería necesario introducir: levantar el nivel de buena parte de esos caminos para evitar que se inunden tan fácilmente. Pero ¿tiene sentido seguir invirtiendo en caminos de balastro? Da la sensación de que es una tarea infinita de reponer, arreglar, mantener ese tipo de caminos… ¿En el mundo se sigue usando este tipo de camino?

AB - Sí. Por ejemplo en la provincia de Córdoba, Argentina, donde estuve hace poco investigando algo que me parece que es de las cosas que tenemos que discutir, que es el modelo de gestión de la caminería rural. Allí han creado un modelo que funciona hace unos 50 años que se llama consorcios camineros: los propios productores tienen sus equipos, que han sido provistos por el Estado, luego el Estado les provee recursos y ellos atienden una zona. Allí tienen 50.000 kilómetros de caminos de tosca y los mantienen perfectamente con métodos económicos.

Primero, depende de qué departamento hablamos, qué tipo de caminos y en qué estado están hoy los caminos. Los caminos en la zona baja, que compartimos con el departamento de Treinta y Tres, con el intendente Sánchez, necesitan sobre todo altura, una buena estructura formada por tosca, por balastro, para que resistan pesos, y mucho drenaje. Con eso, cuando llueve rápidamente quedarán sin humedad, a lo sumo habrá que pasar una máquina para alisar y nada más. Eso no es caro.

Si entramos a los lugares donde va a haber cargas a hacer tratamientos que pueden quedar muy bien y tener muy buen aspecto, como el riego betuminoso, no va a durar y va a ser mucho más difícil de reparar porque no es para resistir cargas. Si vamos a hacer para resistir cargas, entonces hay que ir a lo que decía Castaingdebat, de 1 millón de dólares el kilómetro. Eso no es posible…

EC - Ese es el costo de las carreteras, por ejemplo.

AB - … por lo tanto hay que discutir qué hay que hacer en los caminos. Quizás el departamento de Maldonado, donde hay muchísimo tránsito en caminos rurales que tienen característica turística, tiene una necesidad, y los departamentos de Rocha y Treinta y Tres tienen otra. Hay que ver qué tipo de caminos, dónde están ubicados y entonces determinar en cada caso, no hay un modelo único. Desde luego, todo cuesta, porque cambiar la estructura de un camino, aunque se mantenga de balastro, para agregarle 30 o 40 centímetros de altura y hacerle drenaje cuesta mucho dinero. Todo va a necesitar recursos, tenemos que tratar de saber cuánto necesitamos y de dónde lo podemos obtener. Y luego que sepamos lo que podemos obtener, a lo mejor tenemos que limitar las aspiraciones, porque a veces lo mejor es enemigo de lo bueno, y tratar de mejorar. Quizás no podamos llegar a lo ideal, que sería tener rutas del tipo de la 9 o de la Interbalnearia por todos lados.

EC - Es interesante lo que ustedes plantean, y llama la atención que se haya pasado tanto tiempo sin encarar un estudio a fondo y global como el que ahora proponen: qué tipo de caminos precisa cada zona del país.

AB - En ese diálogo que tiene el Poder Ejecutivo con las intendencias se empiezan a poner los problemas en común y se pueden analizar globalmente y encontrar las soluciones. Tradicionalmente cada intendencia se las arregla como puede. Si no puede, capaz que no le justifica siquiera pagar el estudio.

EC - Intendente Sánchez, ¿hicieron algún cálculo de cuánto tiempo llevaría este estudio, el diagnóstico y la definición de alternativas a la caminería actual?

DS - Antes de eso, hay que señalar algo que fue muy importante para esta zona. Cuando terminó la dictadura, allá por el 85, hay un programa que se llama Diprode (Dirección de Proyectos de Desarrollo). Toda esta zona era greda, y cuando se instrumentó Diprode hicieron la electrificación rural de todos esos lugares pero además también le pusieron tosca a toda la caminería rural arrocera de nuestros departamentos, también en Rocha y donde había cultivos de arroz. Eso llevó un dineral armarlos. Antes no se podía entrar ni con tractores a esos lugares, por lo tanto hemos tenido un avance, no todo ha sido perjudicial. Ahora vamos a tener que seguir avanzando en ese sentido. El ICIR era una buena herramienta, ya habíamos hablado con Artigas Barrios en alguna oportunidad de, si teníamos ese dinero, hacer algún estudio para levantar los caminos. Eso quedó pendiente, pero la única forma de conservar todos esos caminos es haciendo un buen estudio de ingeniería.

EC - ¿Tienen alguna idea de cuánto tiempo llevaría ese estudio?

DS - No debe de ser muy difícil…

EC - Ayer no se llegó a plantear un plazo.

DS - No, para nada, ayer se sobrevolaron todos los temas y se habló de recursos de financiamiento para la emergencia. Tendremos que hacer un grupo de trabajo para afrontar esos temas.

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EC - Enseguida retomamos el diálogo con dos intendentes, Dardo Sánchez, de Treinta Tres, Partido Nacional, y Artigas Barrios, de Rocha, Frente Amplio.

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EC - Antes de terminar su Gobierno, el presidente José Mujica quiere tener una solución de fondo para financiar las inversiones pendientes en caminería rural, un viejo déficit que estas lluvias del verano volvieron a poner de manifiesto con toda su crudeza.

Ese es el tema del que estamos conversando esta mañana, a partir de lo que ocurrió ayer en la reunión de Mujica con los 19 intendentes. Estamos con dos de ellos, Artigas Barrios, del Frente Amplio, intendente de Rocha, y Dardo Sánchez, del Partido Nacional, intendente de Treinta y Tres.

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EC - Parece bastante claro que con las ideas de captación de recursos que manejó hasta ahora el Gobierno no se van a poder realizar inversiones importantes a corto plazo: se intentó con el ICIR, la Suprema Corte de Justicia lo declaró inconstitucional, allí se perdieron un par de años; después se creó el nuevo impuesto al patrimonio rural, que recién ahora empieza a generar recursos pero que tampoco recauda tanto, son 50 millones de dólares, de los cuales para estos efectos de caminería rural quedan 40. ¿Ayer se manejó alguna otra idea, por ejemplo un aumento de impuestos? ¿Qué instrumentos se utilizarían?

DS - Se manejaron varias modalidades. Los intendentes manejaban varias posturas, por ejemplo "el que rompe paga", el 1% a todas las producciones, inclusive algún intendente habló de sacar un fondo de megaminería que podría aportar esos recursos para tener en resguardo si se rompen los caminos. Pero la idea es estudiar el tema, hacer un grupo de trabajo; no está todo definido, al revés, recién se comienza y la idea de todos los intendentes y del Poder Ejecutivo es convocar a las agremiaciones rurales para que aporten también algún tipo de soluciones a los efectos de tener una buena caminería. Por lo tanto recién se comienza con esto, no hay nada resuelto y la idea es que el presidente convoque al Congreso de Intendentes, al poder Ejecutivo y a las agremiaciones para comenzar a transitar ese tema.

EC - Pero parecería que se abre camino la idea de pago por uso. La manejó hace pocos días el director de la OPP, Gabriel Frugoni, a título personal, no es la primera vez que aparece. Algunos intendentes directamente la defienden. ¿Cuál es su caso, Barrios?

AB - Es un tema que hay que analizar profundamente y ver cuánto puede rendir realmente. Porque si se grava a las empresas transportistas, sin ninguna duda el costo se va a trasmitir al productor; así sucede en todas las actividades, el último eslabón es el que paga al final. Y los valores de las producciones son completamente distintos y por lo tanto pesa distinto la carga. Hoy se mueven 16 millones de toneladas y se prevé que dentro de unos años se muevan 20 millones de toneladas. ¿Cuánto se puede gravar una tonelada de esas? Uno empieza a sacar la cuenta y empieza a decir: capaz que esto puede servir para el mantenimiento, pero para la inversión inicial va a haber que pensar quizás en mecanismos de endeudamiento. Podrá ser endeudamiento de las propias intendencias, endeudamiento a nivel nacional, como en tantas inversiones de infraestructura que hay. Creo que no podemos empezar a hablar ahora, antes de saber cuál es el volumen del problema, de cuál es la solución que vamos a encarar, incluso hay que discutir el modelo de gestión para el mantenimiento, empezar a ver de dónde vamos a sacar plata, porque no sabemos ni de qué estamos hablando. Todas las cosas hay que analizarlas bien, ya vimos que a veces cuando queremos sacar algo muy rápido terminamos teniendo dificultades. Nos hemos puesto una meta de en seis meses tener una decisión, pero hoy no la tenemos y creo que hay que caminar con mucha mesura, con mucho análisis para no apresurarnos.

Hay una cosa clara: va a ser imposible que se transforme toda la caminería en un año o en dos años. Va a haber que establecer prioridades y será en aquellos caminos que son más usados, aquellos que son más vulnerables que tendremos que invertir en primer término. Si vamos a cambiar todo rápidamente, seguramente no tendríamos ni los recursos ni la capacidad de ejecución, no solo las intendencias, el país, y podríamos generar un encarecimiento, un crecimiento muy importante del precio de las obras por el exceso de demanda con respecto a la oferta.

Por lo tanto me parece que estamos bien encaminados en formar un grupo en el que estén además los involucrados para que aporten. Porque nosotros los intendentes estamos a lo sumo 10 años, mientras que el que está produciendo, el que vive en el campo está toda la vida en eso, generalmente tiene una experiencia mucho más rica que la nuestra y además su nivel de vida va a depender en cierto modo de estas cosas que vamos a hacer.

EC - Intendente Sánchez, ¿qué agrega a lo que decía su colega de Rocha?

DS - Comparto totalmente. Con el agravante de que por ejemplo en nuestro departamento, tres producciones como el arroz, la soja y la forestación, generan unos 240 millones de dólares. Es un volumen muy pero muy importante, no solamente a nivel región sino a nivel país.

EC - ¿Qué dice ese número para usted con respecto a la posibilidad de utilizar una fórmula como "el que usa paga", etcétera?

DS - Lo que me preocupa es que tenemos un ingreso importantísimo, el Gobierno nacional evidentemente se tendría que preocupar, seguir con este tema, como lo planteó Mujica, porque en definitiva este departamento genera una renta importante a nivel nacional. No podemos perder de vista que el interior de nuestro país genera un producto bruto interno muy importante a nivel nacional. Entonces, si hablamos de esta cifra, lo que puede ser la inversión en caminería es algo mínimo con respecto a lo que se recauda.

EC - Usted no mencionaba la cifra a efectos de ir camino a un mecanismo del tipo pago por uso.

DS - No, para nada, y creo que hay que poner una atención especial a estos departamentos que generan un ingreso muy importante a nivel país. En el departamento de Treinta y Tres, el 70% del movimiento es agropecuario, y si le va mal o no podemos sacar la cosecha o si hay problemas repercuten directamente en nuestro departamento. Por tanto creo que el presidente está bien encaminado, los intendentes todos estamos de acuerdo en ir a esta solución de repensar problemas de fondo, y creo que lo tenemos que hacer nosotros, no podemos esperar, porque hay campañas electorales no podemos esperar y no plantear el tema seriamente.

EC - Intendente Barrios, usted decía que va a haber que definir prioridades, que no se puede hacer todo de una vez. Entre otras cosas señalaba que quizás no hay maquinaria o que se produciría una elevación de los precios, que no tendría sentido. Pero también es cierto que lo que es urgente reparar y convertir en pavimentos de mejor calidad implica kilómetros y kilómetros, teniendo en cuenta el desarrollo tan potente que ha tenido la producción.

Por ejemplo, plantea un oyente, Alberto: "Lo que oigo de los intendentes me suena a ‘uruguayitis’. ¿Por qué no se pueden hacer las cosas bien? ¿Por qué no se puede ir a pavimentos de la mejor calidad, incluso endeudándonos a largo plazo para construir esa infraestructura?".

¿Qué dicen de este tipo de consideraciones?

AB - Primero, lo del pavimento de mejor calidad es relativo, depende del uso, y, como en todas las cosas –cualquier empresario así lo hace– siempre se mide el beneficio con la inversión. Entonces habrá lugares donde se justifique, donde sea imprescindible el pavimento de la mejor calidad posible, pero hay lugares donde anda muy bien otro tipo de pavimento que tiene un bajo costo de mantenimiento y un más fácil mantenimiento a veces. No es cuestión de que hacemos a la uruguaya, a la uruguaya a veces hacemos bien también (se ríe), y el hacer bien no significa hacerlo más caro. La casa más confortable no es la que tiene paredes de mármol, es la que está bien diseñada y resulta cómoda, así las paredes sean de materiales muy baratos.

EC - Con respecto a si es necesario endeudarse a largo plazo…

AB - No le podemos exigir al país un esfuerzo que no puede hacer, porque terminaríamos teniendo problemas todos.

EC - El oyente plantea la eventualidad de endeudarse a largo plazo para tener un volumen importante de dinero a efectos de invertir de forma que se note y se note a corto plazo el cambio en esa infraestructura.

AB - Sin ninguna duda, lo que estamos pensando se va a notar a corto plazo. No estamos pensando en hacer un camino por año, decimos que no se puede hacer todo en un año, porque no se puede, realmente, la enormidad de obras que hay que hacer superan la capacidad de ejecución del país; no de las intendencias, del país. Entonces hay que establecer prioridades, y esas prioridades, cuando se cumplan, ya van a generar un cambio fortísimo para los que viven en las zonas bajas. Yo viví y circulé toda la vida en las zonas bajas, entonces que en lugar de que cada vez que llueve se inunde y por lo tanto no pueda circular, el camino tenga una altura y desagüe suficientes como para que cuando llueva a las 10, 12 horas pueda circular perfectamente. Tenemos muchas rutas nacionales de tosca y se circula perfectamente. No se puede andar a alta velocidad, pero a veces las rutas de carga no necesitan alta velocidad, necesitan mucha resistencia.

Entonces es muy relativo lo de la mejor calidad. No estoy diciendo que todos los caminos tengan que ser de tosca ni que lo mejor sea la tosca, hay que ver en cada caso, la mejor solución será aquella que dé un bajo costo de mantenimiento, seguridad de circulación y la inversión más razonable posible, porque eso es lo que hacemos todos en nuestra vida privada. Y nos podemos endeudar, pero tenemos que endeudarnos con relación a la riqueza que generamos y a la necesidad que tenemos. Tampoco en la vida privada nos endeudamos ilimitadamente.

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Transcripción: María Lila Ltaif

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