Fernando Pereira (PIT-CNT): "Es fundamental discutir" la instalación de Aratirí "como posibilidad de diversificar la matriz productiva"
Desde que el Gobierno anunció la instalación de un emprendimiento minero en nuestro país varios actores se han manifestado, tanto a favor como en contra. Tal es el caso de la central sindical de trabajadores que en la jornada de ayer anunció que no acompañará la consulta popular sobre la eventual instalación de Aratirí. A propósito de este posicionamiento, En Perspectiva consultó al coordinador del PIT-CNT, Fernando Pereira, quien destacó la necesidad de ampliar la matriz productiva del país, y que no pronunciarse sobre esta materia sería "jugar un partido neutro y no tenemos posición neutra". "Uruguay tiene que prepararse para tomar todas las medidas que protejan al medio ambiente pero no para negarse a evolucionar" agregó Pereira.
(emitido a las 7.48 hs.)
EMILIANO COTELO:
La apuesta del Gobierno a la minería de gran porte, y en particular su voluntad de firmar un contrato con la multinacional Aratirí para explotar yacimientos de hierro, viene generando desde hace tiempo un gran debate público. Atendiendo a esa discusión ayer el PIT-CNT marcó su postura anunciando que no respaldará la consulta popular impulsada por organizaciones sociales y ambientalistas.
El Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT recomendará a la Mesa Representativa no respaldar la campaña de recolección de firmas y exhortar a los trabajadores a acompañar las acciones encaminadas a concretar los proyectos mineros que se encuadren en los criterios previamente definidos por la central.
¿Cuáles son las condiciones que a su juicio deben cumplir estos emprendimientos? ¿Por qué se sale con este comunicado ahora? Vamos a charlarlo con uno de los coordinadores del PIT-CNT, Fernando Pereira.
Empiezo por la pregunta que dejaba planteada recién: ¿por qué esta resolución en este momento?
FERNANDO PEREIRA:
Nos parece que es un debate que nos involucra. Usted sabe que en la mina actualmente en funcionamiento en Valentines trabajan varios centenares de trabajadores, hombres y mujeres, que tenían una situación salarial previa a la construcción de la mina muy deficitaria y que han construido un trabajo de calidad. En segundo lugar, esos trabajadores y nuestra organización sindical se han puesto a estudiar el tema de la minería de gran porte. De hecho haremos un seminario internacional el día 25 de marzo a los efectos de conocer las experiencias de otros países que han tenido minas con experiencias positivas, me refiero a que han utilizado todos los mecanismos de cuidados medioambientales y remediación de suelo que han dejado a esos países en buenas condiciones y con un ingreso importante de divisas. Ese ingreso por 25 años supondría mejorar cosas que son sustanciales, creemos que es muy importante, y al mismo tiempo se van a construir varios miles de puestos de trabajo.
Nosotros durante mucho tiempo fuimos respetuosos escuchando diversas posiciones, fuimos al Parlamento y planteamos algunos de los temas que para nosotros eran fundamentales para la ley minera. Entre ellos: el control más riguroso del impacto ambiental, la más alta tasa de apropiación de los recursos generados por esa mina, la promoción del más alto grado de industrialización a través de la promoción de que las compras a la mina sean en la industria nacional. Así se favorece por vía indirecta el puesto de trabajo nacional, sobre todo la industria nacional, la construcción de conocimientos y el cumplimiento de los derechos laborales de todos los trabajadores, de los que son directamente involucrados por la minera en este caso o de los que fueran indirectamente.
Por ejemplo, muchas veces hemos escuchado que las plantas de celulosa en Uruguay construyen 150 ó 200 puestos de trabajo cuando en realidad, conscientes de que conocemos bien el mundo del trabajo, construyen miles de puestos de trabajo en forma directa o indirecta, ya sea a través de puestos de trabajo de camioneros, en la forestación, en tareas de mantenimiento, etcétera. Y no es que para Uruguay miles de puestos de trabajo sean insignificantes, todo lo contrario. Mucho más cuando se trata de una industria que por ahora va a ser extractiva, pero que si Uruguay genera otras condiciones puede llegar a construir eslabones superiores de la cadena productiva a través de alguna siderurgia y eso significaría, además de adquirir conocimientos para la nación, posicionarnos construyendo una matriz productiva más diversa.
No podemos sostener el discurso de diversificar la matriz productiva y mientras tanto seguir basándonos exclusivamente en la ganadería y la agricultura. Hay que agregar otros eslabones a esa cadena productiva que no son contradictorios con la ganadería y la agricultura, por el contrario, son complementarios, nadie va a negar que Uruguay tiene ventajas competitivas para explotar el área ganadera y la agricultura, pero si también tenemos estas condiciones (como si tuviéramos en algún momento la posibilidad de la extracción del petróleo) deberíamos garantizar el cuidado del medio ambiente pero al mismo tiempo, con mucha sinceridad, habría que extraer el petróleo para favorecer la situación de los uruguayos, sobre todo los más débiles.
EC – ¿Esto último que venía diciendo es una alusión a que la Federación Rural, por ejemplo, ha resuelto apoyar la recolección de firmas?
FP – No, porque los más diversos sectores de la izquierda han resuelto adherir, de sectores empresariales, de algunas organizaciones y compañeros que nosotros conocemos y tengo la convicción de que cualquiera de los que estoy nombrando tienen las mejores intenciones. Sin embargo, en este caso hacer silencio sería como jugar un partido neutro y no tenemos posición neutra.
EC – De los argumentos que usted manejaba recién daba la impresión de que la generación de puestos de trabajo que implica un proyecto como Aratirí es fundamental en el análisis que el PIT-CNT hace.
FP – Y el cambio de la matriz productiva, porque a veces se esconde que el trabajador que hoy está en Valentines, en la zona de Cerro Chato, ganaba 7.000 pesos como peón rural. Meses después pasó a ganar algo más del doble, su calidad de vida mejoró sustancialmente. Ahora, siendo esto importante, si nosotros estuviéramos convencidos de que Uruguay no está en condiciones de cuidar el medio ambiente rigurosamente igual no lo apoyaríamos.
EC – Por eso, quería ir a los distintos puntos que usted iba mencionando recién…
FP – Pero como hicimos en Botnia (actualmente UPM), usted recuerda que a Botnia la quisieron parar aquellos ambientalistas de Gualeguaychú, Greenpeace, otras organizaciones de la sociedad, y sin embargo la empresa Botnia se paró cuando no cumplió con las normas de seguridad en el trabajo por el PIT-CNT.
EC – ¿Para ustedes la resistencia de movimientos ambientalistas aquí en Uruguay al proyecto Aratirí se parece a la de Gualeguaychú ante Botnia?
FP – Nosotros estamos convencidos de que en el proceso de Botnia nuestro silencio o nuestra falta de debate fraterno y franco alentó una situación que parecía que era irreversible en el cuidado del medio ambiente, que la instalación de Botnia iba a significar tanto para los vecinos de Fray Bentos como para los de Gualeguaychú, una gran tragedia. Pasados ya varios años de la instalación de la planta, habiendo tomado todas la precauciones ambientales y haciendo todos los controles, es evidente que aquella tragedia anunciada no ha sucedido.
Una buena manera de cuidar el medio ambiente es a través del fortalecimiento de la Dinama [Dirección Nacional del Medio Ambiente], pero al mismo tiempo con un control social, y uno de los controles sociales que tiene la sociedad uruguaya es el movimiento sindical y los trabajadores adentro del lugar que se trabaja. Por ejemplo, si el plan de trabajo tiene múltiples etapas y para empezar la subsiguiente etapa se necesita terminar la primera, es evidente que el mayor control para que se termine la primera la van a tener los trabajadores del Sunca [Sindicato Único de la Construcción] y de metalúrgica que trabajen en la minera, allí está nuestro mayor desafío.
EC – Pero por ejemplo, en el impacto ambiental de un proyecto como el de Aratirí, que es uno de los puntos más debatidos, hay versiones muy diferentes según sea el vocero que uno escucha, desde las catastrofistas a aquellas que reconocen que sí hay riesgos pero que el Estado, el Gobierno, a través de sus instituciones, puede monitorear, regular, colocar los frenos correspondientes. Mi pregunta es, el PIT-CNT ¿tiene una opinión sobre el impacto ambiental?
FP – Si la sociedad uruguaya, y en particular a los que yo represento, asume como tarea principal -además del trabajo, de cobrar el salario y de respetar nuestras condiciones de trabajo- que se cumpla con todas las medidas ambientales como las de seguridad en salud y en el trabajo, seguramente pasará lo que dicen los ambientalistas o geólogos que dicen que hay riesgo pero que no es muy superior a las minas de extracción de piedra caliza que hay en la ciudad de Minas. De forma tal que negarnos a mejorar nuestra condición económica y el avance que significaría la extracción del riesgo, e incluso procesos superiores, porque como usted sabe …
EC – Ese es otro de los puntos, usted también ponía énfasis en eso y sin embargo una de las críticas que se le hace al proyecto Aratirí es que estamos hablando simplemente de extracción de materia prima, de que no hay allí un proceso posterior de valor agregado, etcétera.
FP – Pero usted nota que yo ni siquiera menciono a la empresa Aratirí, porque quién saque el hierro no va a ser decisión del movimiento sindical y nosotros nos pararíamos igual si la empresa se llamara Aratirí o Pérez. Nosotros vamos a tener relaciones laborales con esas empresas, y en ellas vamos a tratar de construir las mejores condiciones para el trabajador además de intentar, como en los demás procesos productivos de gran porte, que los trabajadores adquieran formación de alto nivel que nos inserte y nos dé mano de obra calificada para otros nuevos emprendimientos.
Esto ya sucedió, por ejemplo, entre lo que pasó en Botnia y después en Montes del Plata. Cuando llegamos a la fábrica de Montes del Plata nosotros teníamos una experiencia ya creada en Botnia que nos posibilitó actuar de manera diferente y conseguir cursos de formación, talleres de capacitación, que el sindicato de la construcción tuviera niveles muy importantes de organización, discutir la seguridad y salud laboral y cambiar normas que estaban siendo claramente nocivas. Al mismo tiempo, cuidar que la planta se hiciera de forma tal que generara la menor contaminación para el país y que nos diera seguridades a todos. Nosotros no decimos "este tema no es polémico", decimos: Uruguay tiene que prepararse para tomar todas las medidas que protejan al medio ambiente pero no para negarse a evolucionar. Cualquier cambio, desde Hernandarias cuando introdujo la ganadería, produce un enorme cambio al medio ambiente nacional, esto nadie lo puede discutir.
Para nosotros es fundamental discutir esto como una evolución productiva, como la posibilidad de diversificar la matriz productiva. Fijese que venimos luchando desde el primero de mayo del 91 por un país productivo con justicia social y desarrollo democrático: una matriz productiva diferente y más diversificada es por lo que venimos luchando en las últimas tres décadas.
EC – Usted mencionaba también como uno de los puntos a favor del desarrollo de la minería de gran porte lo que el Estado puede recaudar a partir de una actividad de ese tipo. Resulta que este también es punto muy controvertido, por ejemplo, acaba de publicarse un informe del Fondo Monetario Internacional que hacía una estimación de los ingresos que el Estado iba a recibir a lo largo de la explotación del proyecto Aratirí pero pocas horas después el propio Gobierno a través del ministro de Industria en el Parlamento manejó una cifra mucho más baja. El movimiento que se opone a la minería de gran porte tiene su propia postura que es mucho más conservadora en la medida que entiende que la empresa puede deducir de los pagos de impuestos una serie de inversiones, o sea que la ley tiene sus vericuetos que Aratirí podría aprovechar para terminar pagando menos al Estado. En este punto en particular, ¿ustedes cómo se plantan?
FP – Esta ley fue discutida en el marco de un consenso multipartidario, es más, llegaron a múltiples acuerdos, después como la política uruguaya es muy rara no se votó con los consensos que se tendría que haber votado, pero se alcanzaron acuerdos muy importantes a nivel partidario. En esos acuerdos nosotros nos presentamos al Parlamento a dar nuestra posición y uno de los puntos en los que nos asentábamos era el cuidado extremo del medio ambiente, el segundo es que la ley minera anterior contemplaba un canon muy menor para la sociedad uruguaya y que no era justo que los recursos naturales uruguayos fueran extraídos y no le quedara a Uruguay una rentabilidad suficiente. Sin embargo, el cambio legal que se produjo, insisto, por un acuerdo multipartidario muy amplio que después no obtuvo los votos que daba la impresión que iba a tener, ese canon mejoró sustancialmente, se llega a plantear que va a ser en el entorno del 50%.
Yo no puedo predeterminar el monto total de la ganancia, hay muchos estudios, hemos encargado al Instituto Cuesta Duarte que investigue este tema, pero seguramente va a ser muy importante para el PBI nacional. Me parece que nadie debería tener demasiadas dudas en que, de acuerdo a lo que se prevé va a ser la extracción y la rentabilidad de la empresa, al Estado uruguayo le van a llegar varios cientos de millones de dólares para la sociedad uruguaya. Esto nos puede permitir dar saltos cualitativos muy importantes si logramos invertirlo de buena manera, como se ha planteado en la propia ley, una parte para las generaciones futuras y otra parte para desarrollar cuestiones que para Uruguay son absolutamente imprescindibles como invertir en innovación, ciencia y tecnología, educación.
EC – En la declaración de ayer exhortan a todos los trabajadores a participar en un seminario sobre minería de gran porte que están organizando para el 25 de marzo en la propia sede del PIT-CNT. ¿De qué se trata esa actividad?
FP – Es un seminario internacional que trata de recoger experiencias de países que tienen extracción minera a cielo abierto de gran porte. Ver cuáles han sido las buenas experiencias, analizarlas, cuál ha sido el comportamiento del movimiento obrero en esas experiencias, y sobre todo generar conocimiento.
Partimos de la base de que la extracción minera en Uruguay no es nueva, tenemos ciudades en Uruguay que se llaman Minas o Minas de Corrales porque en algún momento hubo extracción minera. Nunca de este porte. Se sabe desde la década del 40 que en Uruguay hay hierro en Valentines, pero el valor del hierro en esa década era lo suficientemente menor como para que alguien quisiera hacer la extracción. Hoy, con un precio internacional del hierro sumamente superior al de aquellas décadas, se ha decidido este tema.
Ahora necesitamos conocer cuáles han sido las mejores experiencias luego de finalizada la mina, cómo han quedado los territorios tras una remediación de buena calidad. A nosotros nos consta, por experiencia que nos han contados sindicalistas de otros países, que esto se puede hacer y de buena manera. De la misma manera que hay pésimas experiencias, donde han dejado un agujero negro, que para la sociedad es una gran catástrofe, o experiencias de valor relativo, que se ha remediado de forma bastante mediocre. Nosotros queremos conocer las buenas experiencias porque de esa manera nosotros vamos a controlar no solo que se cumpla con las normas de seguridad y salud de trabajo y del medio ambiente sino que al mismo tiempo se remedie el suelo donde va a estar la mina. Todas estas cuestiones las queremos intercambiar con sindicalistas mineros chilenos, bolivianos, asturianos, donde nos consta que hay experiencias de este tipo.
También vamos a invitar al ministro de Industria y Minería para que dé su posición y, por supuesto, a organizaciones que no están de acuerdo con la extracción de hierro para que también den su posición. No estamos cerrados a pensar que somos los únicos que tenemos la verdad revelada, queremos escuchar a compañeros y compañeras que tengan una posición diferente, con respeto, pero no haciendo silencio sino ya mercando una posición y estando dispuestos a modificarla si hay suficiente argumentación como para hacerlo.
De lo contrario, tomaremos las máximas garantías para que se cumplan tres aspectos fundamentales: que Uruguay logre modificar su matriz productiva y haya un proceso superior a la extracción de hierro, que la ley garantice un porcentaje del hierro que quede en Uruguay para que se produzca la mayor rentabilidad posible para la sociedad uruguaya, que se cuide el medio ambiente y que, al mismo tiempo, Uruguay logre avanzar sustancialmente.
***