Mario concurrió hasta fin de año al comedor de la escuela, según dijo a El Espectador el coordinador de escuelas rurales de Lavalleja, Julio Ibarra.

"Aunque a veces hay situaciones familiares que se viven en la intimidad que uno no conoce"; comentó el coordinador.

La nota de alerta sobre la situación del niño y de la madre la dio la médica Norma Rodríguez, quien los atendió en el hospital de Minas por ese cuadro de desnutrición.

Mario camina seis kilómetros todos los días para ir a la escuela y no falta ni cuando está enfermo. Él y su madre viven en una casa muy humilde alejados en el campo y cuentan con escasos ingresos, debido a que su madre no puede trabajar.

Mary López, maestra de la escuela 94 y cercana a la familia contó que en la vivienda no tienen agua potable ni luz, además la cocina funciona a leña, la cual tienen que ir a conseguir a un kilómetro de distancia.

La familia cuenta con una tarjeta alimentaria del Mides que les sirve para sobrevivir, pero para comprar los alimentos deben tomar un taxi hasta Minas, ya que no hay ómnibus en la zona y la locomoción les cuesta alrededor de 500 pesos.

Una vez que se dio a conocer la historia del niño que viajó a Montevideo a recibir su reconocimiento por no faltar ni un solo día a la escuela, Mario recibió ayuda: le regalaron una bicicleta para ir a la escuela, pero se le rompió y no pudo arreglarla.

Además le consiguieron cama mejor, ropa y algunos muebles.

También les dieron una cocina a gas, la cual no tienen cómo cargar la garrafa. Además les regalaron un panel solar, que aunque les ayuda no les permite conectar una heladera.

A pesar de las dificultades, Mario continúa estudiando, ya está en quinto y sigue siendo el niño "Cero Falta"; por no faltar ni una vez en cuatro años seguidos.

* A los usuarios y oyentes que manifestaron interés en colaborar con Mario les comentamos que próximamente comunicaremos los mecanismos para hacerlo.