Matriz energética

Ramón Méndez (MIEM): Los parques eólicos jugarán "un papel central" en la soberanía energética y la reducción de costos

La semana pasada se inauguraron dos parques eólicos, uno en Maldonado y el otro en Tacuarembó. Se estima que para 2016 estarán en funcionamiento 23 parques ubicados en 11 departamentos de todo el país. Estas instalaciones significan un cambio en el paradigma energético de nuestro país, con una reducción de los costos y la preservación del medio ambiente. Para conocer más sobre estas instalaciones, En Perspectiva conversó con el director de Energía, Ramón Méndez. El jerarca destacó el hecho de que haya una política energética a largo plazo por primera vez en la historia del país. También explicó que "el viento va a comandar la electricidad en Uruguay" dado que la cantidad de molinos que se instalarán tendrán la capacidad de suministrar el total de la demanda energética del país. "A partir de fines del año que viene más del 90% de la energía eléctrica va a ser una combinación de fuentes renovables, por lo tanto autóctonas" agregó Méndez.

(emitido a las 8.46 hs.)

EMILIANO COTELO:
El miércoles pasado quedó inaugurado el Parque Eólico Maldonado, formado por 25 aerogeneradores y ubicado en el paraje conocido como Sierra de los Caracoles. Cinco días antes otro emprendimiento similar se había puesto en marcha en Tacuarembó. Y mientras tanto están en obra varias inversiones más de este tipo: para el año 2016 tendremos 23 parques eólicos distribuidos en 11 departamentos.

De esta manera comienza a verse en los hechos el resultado de la estrategia que el Poder Ejecutivo ha implementado para desarrollar las energías renovables y dentro de ellas la energía eólica, que se ha encontrado con un interés muy fuerte de los inversores privados cada vez que UTE o el Poder Ejecutivo han hecho un llamado.

¿Cuáles son las ventajas de este camino? ¿Qué riesgos corremos? ¿Qué compromisos asume el país en materia de precios? ¿Cuál es el techo de la energía eólica y de las energías renovables en general? Vamos a tratar de responder a esas preguntas y también aclarar algunas dudas y críticas que surgieron el viernes, cuando tratamos este asunto en La Tertulia.

Para eso nos acompaña esta mañana el doctor Ramón Méndez, director nacional de Energía en el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM).

Primero una pregunta bien general para luego aterrizar en estos casos que mencionaba en la introducción: ¿por qué se está impulsando el desarrollo de los parques eólicos en Uruguay?

RAMÓN MÉNDEZ:
Forma parte de la transformación energética que está llevándose en el país. No es un conjunto de proyectos aislados sino que es una totalidad que tiene que ver con los parques eólicos, la fotovoltaica, la biomasa, la planta regasificadora, el ciclo combinado, la prospección en busca de gas y petróleo. Tiene que ver con todo lo que se está haciendo en relación con la eficiencia energética y con que se está trabajando en los barrios más vulnerables de varios departamentos de nuestro país para incorporar a la gente a la energía como un derecho humano más.

Es decir, tiene que ver con una transformación de un sector que mueve el 12%, el 15% del Producto Bruto Interno al servicio de la transformación hacia un nuevo modelo de país. En lo energético esto tiene que ver con la soberanía, reducción de costos, mejores condiciones de la competitividad de la industria uruguaya internacionalmente, el desarrollo de capacidades propia utilizando todo esta gran cantidad de dinero que se mueve para generar puestos de trabajo altamente calificados, para poder transformar los recursos naturales en riqueza, para transferir tecnología y capacidades industriales. Es decir, es una concepción global que apunta a tener un país con más desarrollo, con mayor integración, basándonos en una transformación de los recursos naturales.

En materia energética la soberanía no es un tema ideológico sino que tiene que ver a veces hasta con la capacidad de supervivencia. En el mundo más del 85% de la energía se basa en energéticos que Uruguay no posee hasta ahora -petróleo, carbón, gas natural, incluso uranio-, si tenemos que depender eternamente de la importación de esos energéticos tenemos serias dificultades de supervivencia. Hasta el 40% de las importaciones del país fueron energéticos, y cada vez más caros, y eso naturalmente implica mayor vulnerabilidad para nuestra macroeconomía en general.

EC – ¿Esa política energética sigue fielmente el acuerdo multipartidario aquel que se logró a comienzos de este período de Gobierno?

RM – Absolutamente. En el período de Gobierno anterior, presidido por el doctor Tabaré Vázquez, se definió por primera vez en nuestra historia una política a largo plazo, a 20 ó 30 años, pero para que eso tenga un valor real tenía que tener el mayor acuerdo posible. A veces se piensa que el tema energético es solo un tema técnico o económico y en realidad es un fuerte tema político, si no se acuerda con la cantidad de actores que hay -públicos, privados, gremio, empresarios-, con los miles de millones de dólares que hay en juego, si no se llega a un acuerdo amplio a nivel de los partidos políticos y a nivel nacional en general es muy difícil realizar las transformaciones. Hay que generar alianzas donde todos nos sintamos representados y donde podamos encolumnarnos atrás de una transformación.

Eso se dio de a poco, con los años, y un paso fundamental fue cuando el entonces presidente electo José Mujica propuso a los cuatro partidos políticos coordinar líneas de acción en relación a cuatro grandes temas, uno de ellos fue el energético. Él me pidió que coordinara esa comisión y creo que logramos acuerdos muy importantes donde prácticamente la totalidad de la política del Gobierno saliente se transformó en una política de Estado que hasta el día de hoy sigue siendo válida.

EC – ¿Podemos decir, entonces, que esta es una política de Estado?

RM – No hay ninguna duda de que esto es una política de Estado. En los directorios de las empresas energéticas tanto los representantes del Gobierno como los de la oposición han votado por unanimidad la casi totalidad de las resoluciones y de los pasos que hemos dado. Estamos siguiendo de la mejor manera que podemos interpretar los grandes lineamientos que se definieron en el Gobierno anterior y se ratificaron en 2010 en la comisión multipartidaria. No hay duda de que si no tuviéramos este vasto acuerdo no podríamos estar realizando inversiones como las que hay en este período por más de 7.000 millones de dólares, no podríamos estar generando la transformación con esta velocidad si no fuera porque existen grandes acuerdos que son el espaldarazo fundamental para que esto se produzca.

EC – Y en esa política, ¿qué papel juega la energía eólica en particular?

RM – Un papel central, porque en el sector eléctrico en particular es más sencillo generar la soberanía porque tenemos las energías renovables, que son nuestros propios recursos: el viento, el sol, el aire, la biomasa. Con las tecnologías existentes podemos transformar esa riqueza natural que tenemos en algo de uso para el hombre, como la energía eléctrica en este caso particular.

Dentro de todos ellos la energía eólica es la más apropiada, por diferentes razones, entre otras: su tecnología es la que ha llegado a un nivel de madurez más interesante a nivel mundial, se adapta a las muy buenas condiciones de viento en nuestro país y los precios se han reducido en forma importante. Además aprovechamos un momento histórico en el cual Europa había subsidiado la introducción de energías renovables al llegar la crisis financiera y tuvo un sobre stock de molinos de viento que nos posibilitó acceder a molinos a costos razonables sin ningún tipo de subsidio, de una manera sustentable en el largo plazo.

Todo eso junto lo colocamos en un gran combo y nos permitió acceder a energía eólica a costos muy razonables que nos están permitiendo reducir los costos energéticos.

EC – Están claras las ventajas de la energía eólica, comparte varias con las energías renovables en general: se aprovecha un recurso propio, se reduce el impacto ambiental de la generación de energía eléctrica…

RM – Las emisiones de gases de efecto invernadero en particular…

EC – Aumenta la autonomía de Uruguay en materia de generación, se ahorran divisas, y tiene el potencial de hacer surgir una nueva especialización profesional     en nuestro país.

RM – Sí, ya se han creado miles de puestos de trabajo, por ejemplo para la construcción de las torres de los molinos que se van a fabricar en Paso de los Toros de la empresa alemana Enercon, se necesitan 200 personas solamente para fabricar las torres, es una generación de puestos de trabajo importante.

EC – Ahora, hay una debilidad.

RM – Sí, hay otras ventajas también.

EC – Los aerogeneradores no pueden asegurar una producción continua de energía eléctrica.

RM – Sí, pero tienen una ventaja fenomenal en relación al agua, por ejemplo. Todos sabemos que hay años secos y años lluviosos, no sucede así con el viento. Cuando uno mide en un determinado lugar qué cantidad de viento existe eso se repite prácticamente incambiado todos los años. Es decir, no hay años más o menos ventosos, hay momentos del año u horas más ventosas que otras, no podemos decir a ciencia cierta a qué hora de qué día vamos a tener viento, pero la cantidad de energía que podemos obtener de un parque eólico es prácticamente la misma todos los años.

Lo que nosotros pusimos en funcionamiento es algo de lo que se venía hablando de forma teórica en muchos países del mundo, Dinamarca y Noruega han ido avanzando en esa dirección, que es la complementariedad entre el viento y el agua. ¿Cómo va a funcionar el sistema eléctrico de nuestro país a partir de junio? Lo que va a comandar la electricidad en Uruguay va a ser el viento. Es decir, vamos a tener tal cantidad de molinos de viento instalados a fines del año que viene que cuando haya viento suficiente el 100% de la electricidad uruguaya va a ser generada por parques eólicos. Claro, esto ocurre solamente en los momentos en que hay mucho viento…

EC – Pero la capacidad va a dar para eso.

RM – Va a sobrar.

EC – Va a dar para que la producción, en esos momentos en los que se den las condiciones, equivalga al consumo.

RM – El 100% de la electricidad va a provenir de los parques eólicos. Entonces, ¿cómo va a funcionar? Como no sabemos cuándo va a haber viento la idea es usar el agua de las represas de una forma completamente diferente a la que se ha usado históricamente en Uruguay y en el mundo. El agua vamos a reservarla en las represas, no vamos a tener funcionando nuestras turbinas hidráulicas permanentemente, sino que vamos a estar prendiendo y apagando turbinas a medida que entra o sale el viento en los parques eólicos. Entonces quien comanda es el viento, mientras que haya viento tomamos la electricidad que venga de los parques eólicos y dejamos el agua reservada en las represas, a medida que comienza a bajar el viento en los diferentes puntos del país donde hay parques eólicos empiezan a ponerse en juego las turbinas hidráulicas de forma de tener garantizado a lo largo del día, los meses y los años una estabilidad en la suma entre ambos energéticos.

Se podrá decir, ¿qué pasa en los años secos? Primero vamos a hacer un uso del agua muy diferente al que hacemos ahora, vamos a tratar de tener los embalses siempre al máximo posible, cosa que tenemos más chance de hacer porque no tenemos que estar usando como base, como hacemos hoy. Pero para eso también está la biomasa, que con las nuevas convocatorias que estamos haciendo ahora la idea es que sea lo más manejable posible. La biomasa son máquinas térmicas como la central Batlle o la Punta del Tigre que en lugar de funcionar con combustibles derivados del petróleo lo hacen con biomasa, un recurso renovable.

EC – Por ejemplo con restos de la producción de celulosa.

RM – Claro. Hoy el 80% de la cáscara de arroz del país ya se está transformando en energía eléctrica, el calor también. Pero también aserrín, residuos de campo de la industria forestal, el bagazo de la caña de azúcar y, por supuesto, el licor negro de las pasteras, por lo menos de UPM y ahora vendrá también de Montes del Plata. Entonces, en caso de que no haya mucha agua tenemos la biomasa y para que cierre todo, y que bajo todo tipo de circunstancias siempre podamos tener la garantía de que vamos a tener la energía suficiente que demanda el país, es que está el ciclo combinado funcionando con gas natural.

EC – Cuando dice que está el ciclo combinado dice que está la central de generación de energía eléctrica de tipo ciclo combinado que va a funcionar con gas natural proveniente de la regasificadora.

RM – Por eso es un combo, todavía falta alguna puntita más, que dice que para generar nos vamos a basar fuertemente en una combinación adecuada de energéticos renovables que minimiza costos y que da mayor garantía. Como complemento para garantizar el abastecimiento en los momentos en que no hay viento ni agua, está el gas natural que va a provenir de la terminar regasificadora que se está instalando en Punta Sayago, y una generadora de electricidad en base a gas natural que funciona con el llamado ciclo combinado que se está instalando en Punta del Tigre.

EC – Por lo que usted describía recién los primeros escalones de generación de energía eléctrica van a ser todos de origen renovable: primero energía eólica, segundo energía hidráulica, tercero biomasa.

RM – Exacto, y no lo mencioné pero tendremos también la fotovoltaica, que como era más cara recién en 2017 o 2018 se va a llegar a los precios adecuados como para reducir costos en nuestro país.

EC – Algún oyente pregunta: "¿entonces para qué se va a construir la regasificadora?, parecería que se la va a necesitar en muy pocas oportunidades".

RM – Efectivamente, a partir de fines del año que viene más del 90% de la energía eléctrica va a ser una combinación de fuentes renovables, por lo tanto autóctonas, de menor costo, generando puestos de trabajo en el país. Si es un año de lluvias medias, alrededor del 7% de la electricidad va a provenir del gas natural o de fuentes de combustibles tradicionales más contaminantes e importados. Ahora, si llegamos a tener un año seco donde no vamos a tener el respaldo de la hidráulica a la eólica el respaldo será dado por el gas natural y ahí sí hace a la diferencia, podemos llegar a tener hasta el 20% de la generación eléctrica en base a gas natural y no en base a energías renovables. Como contrapartida, en un año lluvioso seguramente cerca del 100% de la electricidad provenga de fuentes renovables.

EC – Por eso ustedes han llamado más de una vez a la regasificadora "un seguro".

RM – Exactamente, todos los uruguayos recordarán las penurias en los casos de falta de lluvia, no solamente por ver si tenemos o no electricidad sino también por los costos de la electricidad. En un año seco el sobrecosto puede llegar a ser de 600, 700 millones de dólares, casi 2% del Producto Bruto Interno. Eso o se traslada a tarifas, lo cual es imposible, o lo absorbe el gasto público, ya sea mediante préstamos del propio MIEM al sector energético o a bancos. Evitar ese sobrecosto es fundamental porque nos permite tener una estabilidad en los costos energéticos que se trasladan a tarifas o al déficit fiscal, como ha ocurrido históricamente en los años poco lluviosos. Para esos años es que realmente la regasificadora hace la diferencia y las cuentas globales muestran que la construcción que hicimos es la que globalmente minimiza los costos del país.

***

EC – Los oyentes plantean una cantidad de preguntas. Varias de ellas apuntan al interés directo del consumidor: ¿se puede esperar una baja agresiva en las tarifas de UTE que están por los cielos? En fin, hay varias consultas que vienen por ese lado.

RM – En primer lugar, las tarifas eléctricas en particular y energéticas en general suben en todo el mundo, no es un fenómeno uruguayo. ¿Por qué? En el mundo casi el 90% de la electricidad proviene de commodities: gas natural, carbón, petróleo, uranio. El combustible para generar electricidad es un commoditie energético cuyo precio oscila pero a la larga sube, por eso en todo el mundo las energías están subiendo sus costos.

Apostar a las renovables apunta no solamente a reducir costos sino también a estabilizarlos. Esto es bien sencillo: ¿cuánto cuesta la energía eléctrica producida por un parque eólico? Veamos lo más importante que es el combustible: es gratis, es el viento, lo mismo sucede con la planta fotovoltaica o con una represa hidráulica. Una vez que uno determina cuánto le costó la inversión, el costo de la energía a lo largo de los 20 ó 30 años que puede durar esa planta es repagar esa inversión y un bajísimo costo de operación y mantenimiento, pero no hay costo de combustible. No solamente reducimos las tarifas, sino que las estabilizamos y durante los 20 años que dura una planta de este tipo podemos saber cuánto va a costar la energía durante esa etapa.

EC – ¿Pero va a haber una rebaja?

RM – Pero por supuesto, no solamente va a haber sino que ya hubo rebajas. Si miramos este período de Gobierno la inflación acumulada a enero de este año era 35% y las tarifas eléctricas habían subido 21%, es decir, ya hemos detenido el crecimiento y están aumentando por debajo de la inflación, muy por debajo todavía si lo comparamos con el salario real, que crece más que la inflación. Además ahora se vienen las rebajas más importantes, con la instalación de los parques eólicos y ni que hablar el año que viene con la terminal regasificadora. Para este año ya estamos en condiciones de poder avanzar en la reducción de las tarifas. UTE es una empresa pública, nadie se lleva el dinero para ningún lado, los accionistas somos todos los uruguayos y si reducimos los costos nos beneficiamos en tarifas menores.

EC – Rosario, tu estuviste este fin de semana recorriendo la zona de Sierra de los Caracoles, ¿con qué te encontraste?

ROSARIO CASTELLANOS:
A mí me intrigaba mucho ver cómo quedaban aquellos elementos de proporciones gigantescas que yo había visto acopiados en el puerto de Montevideo en un paisaje que tiene su impronta, que es realmente muy característico de esa zona limítrofe entre los departamentos de Maldonado y Lavalleja, una zona serrana además muy atractiva desde el punto de vista de lo paisajístico.

Llegué entonces a la Sierra de los Caracoles viajando por la ruta 39, que une Maldonado con San Carlos y luego continúa hacia el norte rumbo a Aiguá. A la altura del kilómetro 34 aparece a mi izquierda un cartel que indica "R del sur, 14 kilómetros hasta Sierra de los Caracoles". Tomé ese camino, que ya deja de ser pavimentado para convertirse en un camino de piedra, y comencé a subir por esa zona que es particularmente atractiva, empiezan a aparecer los olivares, las estancias de campo, todo eso que aprovecha una zona rural con construcciones muy dispersas y con mucho verde mezclado con la piedra. Allí al fondo las colinas que conforman la Sierra de los Caracoles, una sucesión de colinas bien redonditas en la cima de los cuales aparecen estos gigantescos generadores que pierden su escala de gigantescos cuando uno los ve en ese paisaje. Mi impresión -disculpen la comparación- es la relación de las velitas a una torta de cumpleaños.

25 generadores de casi 80 metros de altura cada uno con tres paletas que tienen 46,5 metros de largo, es decir que estamos abarcando un diámetro de giro de casi 100 metros si agregamos las dos paletas y la góndola al medio, que pesan 120 toneladas. Exigieron una cimentación, de acuerdo a lo que me explicaron, impresionante, 250 metros cúbicos de hormigón en un pozo profundo y armado con mucho hierro. Pero la impresión en el paisaje, yo había visto parques eólicos en Canarias donde cada uno de estos generadores aparecen muy próximos entre sí y donde la impronta en el paisaje es mucho más fuerte. En este lugar en particular están como en la cima de esa sucesión de colinas y creo que la afectación visual en el paisaje es relativamente poca.

EC – ¿Qué características tiene este parque en Maldonado? ¿Cómo es el acuerdo entre UTE y el inversor privado? ¿Qué similitudes tiene con los otros parques que se están inaugurando en estos días? De esos y otros temas continuamos conversando enseguida con Ramón Méndez, director nacional de Energía.

***

EC – La apuesta a la generación de energía eléctrica a partir del viento tuvo un empuje fuerte la semana pasada.

Con diferencia de pocos días se inauguraron dos parques eólicos, uno en Maldonado y el otro en Tacuarembó, y para 2016 tendremos funcionando en total 23 parques eólicos ubicados en 11 departamentos con una capacidad de generación total de 1.300 MW y una inversión acumulada de 2.500 millones de dólares.

***

EC – Ese es el tema sobre el cual estamos conversando esta mañana con Ramón Méndez, doctor en física, director nacional de Energía en el MIEM.

Vamos a detenernos en el parque eólico de Maldonado, ubicado en Sierra de los Caracoles que Rosario recién describía. ¿Qué particularidades tiene?

RM – Son 25 aerogeneradores, cada uno de ellos de un centenar de metros de altura, más o menos la del Palacio Salvo, cada una de las tres aspas del molino tiene una longitud de una cuadra, prácticamente. Cada uno cuesta cerca de tres millones de dólares.

EC – En cuanto a particularidad podría agregarse que es uno de los primeros de esta nueva etapa de desarrollo de la energía eólica.

RM – Sí, toda la construcción que hicimos de la política energética se basa en generar asociaciones ganar-ganar, es una política pública diseñada, resuelta y conducida por el Poder Ejecutivo que por el volumen de las inversiones, por la velocidad en al cual queríamos llevar adelante esta transformación, aprovechando el momento del mundo y del país, precisábamos mucha cantidad de dinero. Entonces, buscamos formas de asociación público-privada originales, tenemos una en particular para la incorporación de la eólica, otra para la regasificadora, otra para la búsqueda de gas y petróleo. Son asociaciones en las cuales el Estado determina los sectores en los que quiere que se invierta, la forma, la cantidad de componente nacional que quiere que haya de mano de obra uruguaya, de diferentes características, y luego invita a inversores a que se asocien con el Estado para llevar adelante este emprendimiento.

EC – La inversión es 100% privada.

RM – Sí, pero la asociación con el Estado está en que UTE a raíz de un decreto del Poder Ejecutivo hace un llamado internacional para ver qué interesados hay en hacer esa inversión y el que gana esta licitación se lleva un contrato por 20 años.

EC – O sea, UTE se compromete a comprarle a este Parque Eólico Maldonado, por ejemplo, toda la energía eólica que genere.

RM – Exactamente. Es decir, el Estado establece: "quiero instalar tales parques de tales características con tanta cantidad de componentes construida en el país, dirigida en el país, solamente le puede vender energía eléctrica a UTE, no a ningún otro, solamente entrega a la red eléctrica de UTE, tienen que tener determinado tipo de experiencias", coloca una serie de características. Luego el mercado compite simplemente por ofrecer el menor costo posible bajo las condiciones que definió el Estado. El que gana esa competencia es el que ofrece el menor costo posible de la electricidad.

EC – ¿Y cómo es ese costo? Son 63,50 dólares por megavatio hora.

RM – Sí, efectivamente, son costos muy bajos porque en definitiva…

EC – ¿Cómo es ese costo si lo comparamos con las otras fuentes de energía que maneja UTE hoy?

RM – Si lo comparamos con las máquinas térmicas usuales con derivado de petróleo lo más barato, que es a fuel oíl en Central Batlle, no baja de 180 dólares, o sea, tres veces esto.

EC – Es la tercera parte de lo que cuesta genera en Central Batlle.

RM – Exactamente. Si lo comparamos con lo que cuesta generar con gas oíl en La Tablada o en Punta del Tigre estamos hablando de que no baja de los 250, 280 dólares el megavatio hora, la quinta parte prácticamente. Si lo hacemos con los costos de importación de Argentina o de Brasil también andamos más o menos en la tercera parte.

Es una importante reducción de costos pero además, algo que no dije, este sistema nuevo que se está construyendo de transformación eléctrica está también basado en la integración eléctrica con los vecinos, solo que en lugar de comprar energía a Brasil o Argentina vamos a estar vendiendo, Uruguay se va a convertir en un hub energético, en un exportador de energía eléctrica, además de gas natural a partir de la regasificadora. Cambia completamente la vinculación energética de Uruguay con sus dos vecinos.

Estos contratos están preestablecidos, se hace la competencia ya mostrando cuáles son los contratos que van a tener que firmar los inversores, y aquellos que presentaron los mejores precios, como veíamos precios extremadamente convenientes, son los que se llevan el contrato de compra de energía por 20 años por parte del Estado a través de UTE.

EC – Cuando discutíamos estos temas el viernes en La Tertulia Carlos Maggi decía que es riesgoso asumir ese compromiso por 20 años cuando en el camino el escenario puede cambiar y pueden surgir otras alternativas de generación que resulten más convenientes. En particular él ponía su atención en los nuevos yacimientos de gas que va a empezar a operar Argentina.

RM – Los negocios energéticos son por muchos años, por los montos que tienen esas inversiones sería imposible que la tarifa repagara en apenas dos, tres, cinco años, inversiones de miles de millones de dólares. Lo mismo funciona en todas las inversiones para el gas, son inversiones que se repagan en muchísimos años, Argentina está invirtiendo en este momento miles de millones de dólares y debería invertir en total 150.000 millones de dólares para extraer el gas no convencional. Ahora, hay dos elementos que tenemos que decir: si tuviéramos gas barato el costo no baja de 60 dólares el megavatio, no hay fuente energética hoy en día más barata que la que hemos generado en Uruguay.

EC – ¿No habría forma?

RM – No.

EC – Por ejemplo, Maggi ponía énfasis en que como parte del contrato hecho por el Gobierno de la República Argentina la empresa multinacional que va a estar a cargo de esa explotación tiene derecho a exportar una parte de ese gas. En esa porción del gas, ¿tampoco vamos a poder tener precios más baratos a los efectos de la generación de energía eléctrica?

RM – Con los costos a los que Argentina hoy está vendiendo gas natural, el precio megavatio hora no baja de los 150, 170 dólares, para tener una idea, debería bajar a la tercera parte el costo del gas como para que efectivamente empezara a competir con la energía eólica.

Pero, aunque se decidiera eso, hay que hacer inversiones que se repagan a 20 años igual, como todas las inversiones, y si se apostara al gas natural también habría que hacer una apuesta a 20 años. Nosotros hacemos la combinación que optimiza, y además siempre es muy fácil con 20 años a futuro decir: "Ah, si hace 20 años hubiéramos hecho tal o cual cosa habríamos tenido resultados diferentes". Uno tiene que tomar decisiones con la realidad del momento, con las mejores proyecciones que puede hacer del futuro. Justamente por muchísimos años sin decisiones o apostando a que Argentina nos iba a entregar electricidad o gas natural baratos llegamos a la situación que tenemos en la que había que mirar para arriba a ver si llovíamos para ver si teníamos que comprar velas en el supermercado. Eso es lo que no queremos más, hemos apostado a depender de vecinos más grandes que nosotros, ahora estamos apostando a la soberanía, no hay ninguna duda, esa es la lección más importante del pasado.

EC – Otro tema que aparecía en La Tertulia del viernes de algún modo ya tuvo alguna referencia de su parte en la primera parte de esta entrevista. En estos llamados que han realizado el Poder Ejecutivo y UTE ha habido una muy buena respuesta de inversores interesados, la demanda ha superado ampliamente lo que se estaba ofertando. La pregunta que surgía el viernes es: ¿cómo se entiende eso cuando en Europa la energía eólica está en un proceso de revisión?

RM – Hay dos o tres elementos para tratar de entender la situación diferente.

Primero: Uruguay lanzó un procedimiento completamente diferente al que se hacía en Europa. En Europa se fijó un precio al cual las empresas que distribuyen energía eléctrica compran la energía eólica y se puso con un subsidio para fomentar esa tecnología para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, para generar trabajo, por una cantidad de razones sociales y políticas. Nosotros seguimos un camino completamente diferente que es este de la competencia del mercado para tratar de reducir los costos. Es un camino que había esbozado Brasil, luego lo tomó Uruguay con más fuerza y para tener una noción de por qué es diferente: la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena, por sus siglas en inglés) el organismo de las Naciones Unidas que monitorea e impulsa las energías renovables, hizo un estudio mundial a fines del año pasado y mostró que lo que Uruguay había lanzado hacía seis o siete años hoy en día lo llevan adelante 45 países. Podemos decir con orgullo que llevamos adelante un camino diferente al que había llevado Europa hasta ese momento con precios fijos, cuando nosotros llevamos adelante la competencia del mercado. Esa forma de competencia hoy la están llevando adelante 45 países en el mundo.

EC – ¿Y por qué es viable? ¿Por qué nosotros pudimos ir por ese camino mientras Europa tuvo que intentar por el lado de los subsidios?

RM – Europa intentó en su momento por el lado de los subsidios, ahora lo abandonó. Hoy por hoy donde tienen condiciones de viento favorable están repitiendo esto mismo que estamos haciendo, lo que se llama internacionalmente las subastas, que son mecanismos en los cuales se subastan contratos a 20 años para que el mercado compita en ver cómo se consigue bajar los costos.

EC – Estaba repasando información a propósito de Europa. Los datos dicen que el año pasado varios países continuaron invirtiendo e instalando generación de energía eólica. Los países líderes en ese sentido fueron Alemania y Reino Unido.

RM – Sí, y Dinamarca, que es el país que sigue teniendo los índices mayores, tiene hoy en día poco más del 20% de su electricidad en promedio en base a la fuente eólica. Alemania no supera el 12%, Reino Unido tiene condiciones de viento diferentes. Y aquí vamos a ver cuáles son los tres elementos que hacen la diferencia de por qué nosotros estamos teniendo estos logros.

Primer elemento, el más importante de todos, tenemos condiciones de viento mucho mejores a las que tienen Inglaterra, Alemania y la mayoría de los países europeos. Nosotros tenemos puntos en los cuales tenemos 4.000 horas al año con viento, Europa está instalando donde hay solamente 2.000 horas al año con viento. Esa sobreabundancia del recurso natural que nosotros tenemos en relación a lo que tiene Europa es una diferencia fundamental. Estamos aprovechando mejor nuestro recursos, Europa intentó lo mejor que pudo con condiciones naturales peores que las nuestras.

Segunda diferencia: las energías renovables -y la eólica en particular- a la larga son un negocio financiero. ¿Cómo lo hemos planteado? Si tengo una empresa como UTE, que tiene 100 años de perfecto cumplimiento de contratos en un país que cumple sus contratos internacionalmente, que se compromete durante 20 años a comprarme una determinada cantidad de energía, es jugar y cobrar. Si yo como inversor hago bien las cuentas, tengo un préstamo razonable, y lo consigo a una tasa interesante, es casi un negocio financiero.

EC – El hecho de que Uruguay haya recuperado el "investment grade" jugó a favor.

RM – Bueno, ahora vamos a ver qué hicimos para lograr una menor percepción de riesgo, que eso es lo más importante de todo. Primero, tener una política energética a 20 años; segundo, que sea avalada por todos los partidos políticos; tercero, en un país creíble, que tiene condiciones más que razonables para la inversión. Y puedo hacer una larga lista de otras condiciones que generamos para que el inversor percibiera un riesgo bajo: que la asociación sea con una empresa como UTE, que tiene una percepción internacional muy buena de cumplimiento de contratos. Además en Uruguay creamos algo que no hay muchos países del mundo que lo tengan que es que así como el petróleo, como en la mayoría de los países, pertenece al Estado, el viento pertenece al Estado. Pusimos una ley en la Rendición de Cuentas de 2007 por la cual el viento es un bien público, es decir, si uno en su campo tiene un lugar donde hay mucho viento, ese viento le pertenece a todos los uruguayos, no al dueño del campo. Entonces el dueño del campo tiene la obligación de dejar que se pueda entrar a medir cuál es el viento, de permitir que se instale un parque eólico, de no modificar de forma importante su entorno para no perjudicar el funcionamiento de ese parque; por supuesto que tiene que recibir una compensación, como corresponde, por el hecho de que se está utilizando parcialmente su campo. Esa noción del viento como un bien público, como muchos otros ejemplos, son condiciones que se definieron en nuestro país para decir que el viento es un bien importante y que lo queremos utilizar para beneficio colectivo de los uruguayos.

Ese conjunto de elementos que fuimos construyendo a lo largo de los años generaron condiciones de inversión extremadamente seguras. Es muy diferente un negocio eólico en Europa basado en subsidios que a la larga se cortan, que un negocio genuino, sustentable en el largo plazo, que no depende de ningún tipo de acción sobre el mercado para donde no hay un negocio rentable generarlo, como tuvieron que hacer en Europa por la baja condición de vientos que tenían. El desarrollo que estamos generando es mucho más genuino y eso es lo que permite que vengan más de 20 empresas a competir cada vez que hay un llamado abierto, que peleen a la baja los precios de la energía y que se generen condiciones tan favorables que permitan reducir los costos. Esa es la diferencia.

***

EC – Quedan varias preguntas, incluso muchas de los oyentes, vamos a ver qué podemos hacer con los tres minutos que nos quedan.

***

EC – Usted decía que este parque eólico de Sierra de los Caracoles, el Parque Maldonado de la empresa R del Sur que se inauguró el miércoles es de los primeros de esta nueva generación de contratos que UTE ha lanzado. Porque son parques grandes, ¿no?

RM – Claro, 50 MW, solamente este parque cuando funciona a pleno da el 5% de toda la energía eléctrica que consume el país.

EC – Solamente este parque.

RM – Solamente.

EC – Ahora, en ese mismo acto se anunció la firma del acuerdo con la propia firma R del Sur para duplicar el parque eólico. "Lo que se va a hacer es una réplica de lo que ya existe" dijo el presidente de UTE, Gonzalo Casaravilla. ¿Cómo es eso? ¿Ya se da ese paso?

RM – Sí, este es un camino que sigue. El potencial eólico uruguayo es prácticamente infinito, si no instalamos más parques eólicos de los 20 que se van a instalar en los próximos 18 meses es por un tema técnico de la complementariedad con el agua y otras fuentes que hace que no podamos tener solamente energía eólica. Vamos a llevar siempre la energía eólica al límite técnicamente posible, que por ahora va a ser unos 1.300 megavatios, y la idea es que esto esté lo más rápidamente posible. Estas empresas que fueron exitosas, esta empresa de capitales mixtos españoles y uruguayos con financiación tanto de banca española como del propio Banco República, fue muy exitosa en tiempo record, en 14 meses construyó totalmente este parque, mostró ser exitosa y por lo tanto queremos que empresarios de este tipo se asocien con UTE para hacer lo más rápidamente posible esta transición para reducir los costos.

EC – Por lo que veía se cambian ligeramente las condiciones, se pacta un precio más bajo.

RM – Más bajo, por supuesto, esa es la ventaja, generamos condiciones de competencia.

EC – El precio baja 2,04 dólares: de 63,50 se pasa a 61,46.

RM – Exactamente. Acá lo que se busca es que aquellos que están mostrando que son serios, que hacen las cosas bien y que están dispuestos a seguir compitiendo decirles que hemos generado condiciones interesantes pero queremos que reduzcan sus costos, el precio al que venden la energía al Estado, para seguir aprovechando esa situación.

EC – Una pregunta más, ¿qué está pasando con uno de los objetivos que usted mismo mencionaba de la política energética que se está siguiendo, el desarrollo de especialización y mano de obra nacional en esta materia?

RM – Es sumamente interesante ese tema, porque estamos hablando de molinos que la mayoría de las empresas en el mundo que los fabrican tienen cerca de 2.000 proveedores. Un tornillo que vale dos pesos colocado en el lugar inadecuado o en forma inadecuada puede destruir algo que vale tres millones de dólares. Generar una cadena de proveedores razonable es un tema muy importante que hemos trabajado intensamente. Hoy está moviendo muchísimo de la economía, hoy el principal producto de importación en el país son molinos de viento, el 60% de las cargas especiales que circulan son parques eólicos desarmados.

EC – Ese es un dato muy revelador. Pero al mismo tiempo genera la pregunta: ¿acá no se está fabricando nada?

RM – Es exactamente lo contrario, hay un trabajo muy fuerte para tratar de generar una cadena de proveedores asociados a toda esta industria. Cerca de Paso de los Toros una empresa alemana con capitales nacionales está instalando un obrador para construir estas torres en hormigón, que son un elemento nacional a diferencia del acero que hay que importar y que tiene una cantidad de dificultades, en el que van a trabajar 200 personas solamente para construir un parque y la idea es que se replique en otros lugares. Otras empresas han llegado hasta el 40% de componente nacional agregando transformadores, cables, trozos de la estructura metálica que se fabrica y se arma en el país, toda la parte de infraestructura.

Pensemos que solamente los parques eólicos son 2.500 millones de dólares de inversión en un año y medio, una inversión mayor a la de Botnia, pero repartida en once departamentos del país, se derrama sobre la economía, genera puestos de trabajo en muchos lugares del territorio. Si estamos hablando de que hasta 40% de esa inversión es nacional estamos diciendo que cerca de 1.000 millones de dólares están quedando en industrias uruguayas, en talleres, en el almacenero de la vuelta donde la gente va a comprar lo que precise, en desarrollo de nuevas capacidades y de puestos de trabajo, por supuesto en mucha mayor mano de obra capacitada para nuestro país. Todo esto forma parte también de esta transformación.

***

EC – Doctor Ramón Méndez, director nacional de Energía, le agradezco que nos haya acompañado esta mañana. Vamos a tener que seguir conversando, porque las preguntas siguen llegando. Por ejemplo preguntan acerca de cómo viene la posibilidad de los molinos o aerogeneradores a nivel doméstico, ¿tiene un telegrama para responder sobre eso?

RM – Telegrama: desde hace cuatro años hay un decreto que dice que en mi casa yo puedo instalar un medidor bidireccional por el cual si instalo un pequeño molinito para mi propia satisfacción de necesidad energética cuando no hay viento tomo de la red eléctrica y cuando sobra viento le entrego a la red eléctrica y al final del mes vemos si la UTE me debe a mí o yo le debo a la UTE. Eso ya existe en una cantidad de casas en nuestro país.

***

Contenidos relacionados: Reporte 2013 de la Asociación de Energía Eólica Europea