Violencia en liceo

Raquel Brusquera (Ademu): "Se ha generado un desprestigio desde las esferas políticas hacia la función docente"

Raquel Brusquera (Ademu): "Se ha generado un desprestigio desde las esferas políticas hacia la función docente"

Una situación de violencia en la escuela 115 de Belvedere llevó a que los maestros resolvieran parar cada vez que incidentes como éstos irrumpan en la vida educativa de docentes y estudiantes. Además, la Justicia decidió procesar sin prisión a la madre que acudió al centro de estudios y golpeó a la maestra de su hijo por una observación en conducta. En perspectiva consultó a la secretaria general de Ademu, Raquel Brusquera, al respecto. La dirigente señaló que "en estos últimos años se ha incrementado la violencia en las escuelas, particularmente hacia maestros, de parte de padres y madres" y que los canales para resolver estos diferendos es "a través del diálogo". En el proceso educativo es necesario el trabajo "mano a mano" entre familia y docentes, y una agresión de este tipo afecta a "no solo al maestro, sino también a la escuela pública", agregó Brusquera. En cuanto al origen de este tipo de sucesos, la maestra lo vincula a "un desprestigio que se ha ido generando desde las esferas políticas hacia la función docente" porque se culpabiliza los maestros "de muchas cuestiones de los males de la sociedad".

(emitido a las 7.48 hs.)

EMILIANO COTELO:
El sindicato de maestros de Montevideo, Ademu, decidió que convocará a un paro de actividades cada vez que se produzca un ataque contra un docente de Primaria.

En un comunicado Ademu pidió a sus afiliados llevar un lazo azul como símbolo ante las agresiones recibidas por una maestra y en apoyo a todos los docentes agredidos en el desempeño de la función.

Estas resoluciones de la asamblea de ayer se producen luego de los hechos de la semana pasada, cuando la madre de un alumno de la escuela 115, que fue luego procesada sin prisión por la Justicia, acudió al centro educativo para protestar porque a su hijo lo habían observado por mala conducta. Una vez en el centro tomó del pelo a una maestra, la que aparentemente había tenido la iniciativa frente al escolar, la tiró al suelo y la golpeó, incluso rompiéndole varios dientes, según la denuncia del gremio.

Estamos con Raquel Brusquera, secretaria general de Ademu.

En primer lugar, cómo viene este problema de la violencia en las escuelas, contra maestros o docentes, ¿qué antecedentes hay?

RAQUEL BRUSQUERA:
Primero quiero aclarar una cosa: a la maestra no se le salieron dientes, efectivamente fue muy golpeada en la cara y en la boca.

EC – Está buen la precisión porque ha habido versiones distintas sobre ese punto.

RB – Queríamos aclararlo para tampoco estar diciendo cosas que no son.

Más allá de eso lo que hemos visto es que en estos últimos años se ha incrementado la violencia en las escuelas, particularmente hacia maestros, de parte de padres y madres cuando tienen alguna discrepancia. Nosotros no decimos que no pueda haber discrepancias con lo que uno hace en la escuela, pero entendemos que hay caminos, sobre todo a través del diálogo. Un padre tiene la posibilidad de hablar con el maestro, el director o el inspector si está disconforme con algo, hay canales para resolver las diferencias a través del diálogo.

EC – Sí, eso es elemental, ¿por qué está pasando lo otro? O mejor dicho ¿desde cuándo y en qué lugares está pasando?

RB – Ha ido incrementándose, esta es la primera vez que sale a la luz pública, por eso tuvo tanta trascendencia.

EC – Usted mencionó ayer en la asamblea varios casos.

RB – Sí, tomamos algunos casos que recordamos del año pasado de escuelas que habían ido al sindicato con algún tipo de problemas de este tipo.

EC – Usted mencionó la 167, la 350, la 307, la 95, la 251, la 53 y la 131, entre otras, según dice la crónica del matutino la diaria.

RB – Sí, con distintos tipos de situaciones pero la mayoría de ellas con agresiones físicas.

EC – Y parece que los maestros que la escuchaban, sentados en sus lugares, iban en voz baja agregando otros ejemplos que también conocían.

RB – Sí, es posible, porque son más. Yo dije estas, entre otras, porque son las que recordé en el momento haciendo un recuento rápido.

En todas las escuelas se trabaja en un mano a mano con las familias y eso es fundamental para el proceso educativo. Planteamos que tiene que ser una escuela de puertas abiertas, eso significa que tenemos que tener un diálogo constante con los padres, eso es parte del proceso educativo.

Estos episodios ocurren con más frecuencia que antes, pueden ser en cualquier escuela, no estamos diciendo que es un barrio determinado.

EC – ¿Sí? ¿Aparecen en distintos contextos socioeconómicos?

RB – Sí, hay en distintos contextos, porque no solo hablamos de agresiones físicas, también hay verbales y amenazas, todo eso conforma agresiones al docente que realiza su tarea.

Nosotros lo vinculamos también a un desprestigio que se ha ido generando desde las esferas políticas hacia la función docente, intentando culpabilizar a los maestros de muchas cuestiones de los males de la sociedad. Como que la educación fuera la salvadora de muchas situaciones sociales, cuando en realidad no es así, la educación también es parte de lo que está sucediendo en la sociedad.

EC – ¿Entonces para ustedes todo esto es responsabilidad de dirigentes políticos?

RB – No todo, pero sí han abonado para que se habiliten este tipo de situaciones. Ellos han abonado a que está bien si voy y le digo cualquier cosa al maestro o incluso pegarle. Creo que se ha generado un descrédito desde ese punto de vista.

EC – ¿Pero no hay otras explicaciones?

RB – También tenemos una situación social que lleva a que haya más violencia en todos lados, en el fútbol, en la calle, en los espectáculos públicos, hay un incremento de violencia a nivel social.

EC – Es cierto que existe ese contexto.

RB – La escuela no escapa a esa realidad social.

EC – A propósito del origen o de quiénes podrían ser responsables de este desprestigio del docente hay oyentes que plantean la cosa desde otro ángulo. "Los docentes tienen que jerarquizar y respetar a sus profesión primero con sus actos y exigir ese respeto a los niños y los padres. Si los docentes, faltando a clases por ejemplo, no respetan a sus alumnos, entonces no serán respetados", dice Heber, de Ciudad del Plata.

RB – Bueno, para nosotros el tema del ausentismo no es tan así como dicen. Cuando un maestro falta es porque tiene una razón amparada en el estatuto del docente, las que puede tener normativamente por enfermedad, maternidad, duelo, son de la vida de cualquier persona, que en otros trabajos también tienen esas posibilidades de faltar.

Acá hay un problema que no se nos puede achacar a nosotros y es que muchas veces no se consiguen suplentes cuando un maestro falta. Pero ese es un problema del sistema, el año pasado lo dejamos claro, y muchas veces tiene que ver fundamentalmente con el tema salarial. Hay maestros trabajando en otros lados, surge una suplencia y podrían ir a cubrirla, lo que pasa es que salarialmente no le conviene.

EC – Preguntan otros oyentes, en términos más amplios: ¿no hay autocrítica de parte de los maestros?

RB – Bueno, habría que pensar en qué cosas, porque uno en global no puede decir.

EC – La pregunta apunta a saber si, aparte de esas razones que ustedes manejan y que quizás tengan una parte de la responsabilidad, no hay algo también en los propios maestros que pueda generar esas situaciones, por lo menos a nivel de comportamientos individuales de algunos docentes.

RB – A nivel de las escuelas y a nivel general nosotros hacemos autoevaluaciones de nuestro trabajo en las escuelas, fundamentalmente aquellas que tienen instancias de salas docentes, se conversa desde lo pedagógico y desde la convivencia. Estos temas son tratados y encarados por los maestros como colectivo en cada lugar. Siempre intentando mejorar desde el punto de vista de la enseñanza y la convivencia en las escuelas. No sé a qué se refieren esos oyentes, si ellos conocen la dinámica interna de las escuelas.

EC – Quizás los oyentes están diciendo que en el análisis que se está manejando las responsabilidades están todas por fuera de los propios docentes.

RB – En este caso en concreto sí, la responsabilidad está totalmente por fuera del colectivo de la escuela. Incluso los maestros de esa escuela plantean que ellos tienen muy buena relación con las familias. Este episodio los tomó muy desprevenidos porque nunca pensaron que fuera a suceder algo así.

EC – ¿En qué consiste la medida que toman de ahora en adelante?

RB – Cuando haya una agresión física a un maestro se realiza paro inmediato al día siguiente con asamblea.

EC – Todos los maestros de Montevideo van a parar si hay una agresión de estas.

RB – Sí, porque entendemos que un maestro agredido somos todos. Es una agresión no solo a ese maestro sino también a la escuela pública.

EC – Usted sabe que una medida como esa genera una polémica inmediata. La pregunta cantada -se la van a hacer muchos- es: ¿por qué pagan todos los alumnos de Montevideo una agresión sufrida por una maestra o un maestro?

RB – Entendemos que aquí también está en juego la solidaridad entre los trabajadores, porque hoy le tocó a esa maestra y mañana puede ser a mí o a otro.

EC – Pero, por ejemplo, en un caso como este en el que la justicia actúa e incluso termina procesando a la madre, ¿igual es necesaria una medida así?

RB – Nosotros valoramos que la justicia haya actuado, y con tanta rapidez, porque esto tomó estado público. Pero en todos los casos que nombramos del año pasado también hubo denuncias y se archivaron, quizás habiendo quedado los maestros en peor condición física que esta maestra.

ROMINA ANDRIOLI:
Además de decretar un paro cuando se den este tipo de episodios, ¿acordaron trabajar en algo más para solucionar este problema de fondo que están viendo respecto a la violencia por parte de los padres? Estoy pensando en mejorar el diálogo con las familias, hacer una campaña de valores, o incluso se ha manejado un protocolo para actuar en estas situaciones violentas.

RB – Todas las escuelas trabajan con los padres en forma mancomunada. Siempre lo hemos dicho: somos los padres y los maestros los que estamos sosteniendo la escuela pública en el día a día, necesitamos de los papás para que las escuelas funcionen más y mejor. Esa es una línea de trabajo permanente desde las escuelas.

En lo que sí se avanzó en la asamblea es respecto al Consejo de Educación Inicial y Primaria, ya se estuvo conversando la posibilidad de armar una especie de reglamento o protocolo de cómo proceder en estas instancias y que haya un apoyo expreso del sistema. Nosotros decimos: viene alguien de afuera y le pega a un trabajador y hay una respuesta de su lugar de trabajo, no es que pasó en la calle sino adentro de su lugar de trabajo.

RA – Y en este caso, ¿qué contendría ese protocolo de actuación?

RB – Primero qué pasos dar ante esa situación. Si por ejemplo es únicamente el maestro agredido el que tiene que hacer la denuncia o si tiene que ser la directora como institución, si se va a contar con un abogado de Primaria para respaldar a los compañeros en las gestiones. Qué pasa con ese maestro, por ejemplo, cuando tenemos licencia médica tenemos pérdida salarial porque se pierden algunos beneficios. En caso de ser una licencia a raíz de una agresión en el lugar de trabajo no se deberían perder esos beneficios salariales, tampoco los beneficios vinculados a la carrera funcional, porque las faltas también inciden en un puntaje que tenemos. Que después cuando ese maestro se va a reintegrar se le permita optar si quiere volver a esa escuela o prefiere ser reubicado. Distintas cuestiones que hacen a esa situación, apoyos que va a necesitar la escuela, porque una escuela en donde sucede algo así no es solo el maestro el que es agredido, también es agredido todo el colectivo docente de la escuela, la directora y los demás maestros.

RA – Y el niño también pasa por una situación…

RB – Exactamente, son agredidos los niños y las familias de todo ese entorno. Y el niño es una víctima, entendemos que el niño también tiene que ser atendido de alguna manera.

EC – Justamente hay una pregunta que llega desde la audiencia que tiene que ver con ese protocolo y con el niño: "¿en qué posición queda ese niño cuya madre fue la agresora? ¿Habrá riesgo de discriminación?, ¿el protocolo lo incluye?".

RB – Sí, entendemos que ese niño queda en una situación muy difícil, quizás lo más conveniente es que vaya a otra escuela y no a esa. Es una de las cosas que tenemos que discutir, porque el niño va a quedar muy estigmatizado en esa escuela.

EC – Yo le mencionaba recién algunas preguntas que venían con tono de discrepancia a raíz de su planteo, también hay preguntas o comentarios a favor. Dice por ejemplo uno de los oyentes: "Maestros, escuelas y clubes están mal interpretados por la sociedad, los usan para depositar a los hijos y luego cobrar a instituciones lo que deben hacer los padres en la casa: educarlos. Eso falta, educación en la familia, falla la familia y todo termina mal".

RA – Andrés plantea: "No comparto en general los paros pero me parece que alguna medida tienen que tomar. Vivo en el interior y la violencia hacia el docente es moneda corriente".

EC – ¿Cómo observa este tipo de comentarios?

RB – Creo que esas personas intentan apoyarnos. Nosotros creemos que hay como una falta de límites en general, eso también repercute en la escuela. Los niños llegan y por cualquier llamado de atención que uno le hace muchas veces se sienten molestos y la respuesta es: "le digo a mi padre", como si estuviera mal que uno le pusiera un límite. También trabajamos esas cosas en las reuniones de padres, hacemos comisiones de trabajo, porque es positivo para el niño aprender a tener límites.

EC – ¿Hay buena asistencia de los padres a esas reuniones?

RB – Depende, es irregular, nunca tenemos el 100%. Depende del vínculo real de la escuela con los padres. Es más fácil que vayan más si las reuniones se hacen por clase, por ejemplo, no si es una reunión colectiva de la escuela.

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