Historias

Bonus track: Historia de un libro de historia detenido en el Cilindro Municipal

Bonus track: Historia de un libro de historia detenido en el Cilindro Municipal

Bonus Track: historia escrita por Rosario Castellanos.

Para celebrar el 19 de junio de 1974, natalicio del Prócer, mi padre, Alfredo Castellanos y el profesor Germán D´Elía habían sido invitados por los directivos de AEBU, a dictar una conferencia en su sede de la calle Camacuá.

Estaba fijada para la última hora de la tarde del día 18. Cuando ambos profesores esperaban el comienzo del acto en la cafetería de la institución, se presentó un grupo de policías con la orden de suspender el acto y aprehender a organizadores y disertantes.

Y así como era común en aquellos tristes momentos, marcharon a dependencias de Investigaciones en la calle Maldonado y Rio Branco, dirigentes bancarios , mi padre y D´Elía.

Al poco rato, compañeros bancarios nos avisaron por teléfono de lo ocurrido y a dónde los habían llevado. Y fue así que sin mediar explicación pasaron todos, aquella  noche helada, durmiendo sentados en el piso de una habitación de la mencionada dependencia.

Al día siguiente fueron trasladados al Cilindro Municipal, por entonces convertido en Centro de Reclusión de militantes y "subversivos";. Y allí fuimos con colchón , abrigo, incertidumbres y temores, que eran moneda corriente en aquellos tiempos.

El mismo día 19 en horas de la tarde, pudimos visitar a los detenidos tratando de contener a mi madre ya iniciada en esas lides con la destitución de mi padre y allanamientos a nuestra casa en búsqueda de no sabemos qué elementos incriminatorios. Para nadie eran desconocidas las condiciones de los detenidos y el destino siempre incierto de las personas que se llevaban de los centros de reclusión. Pero recuerdo cual fue nuestra sorpresa al descubrir que mi padre, enfundado en su poncho gaucho, estaba totalmente distendido y en calma. Después de liberado entendimos porqué aquella inédita situación resultó a la postre para él,  una experiencia inolvidable.

La estadía en el Cilindro, significó la convivencia con muchos obreros  que tuvieron para los "ilustres ciudadanos"; un trato de especial consideración. Allí reinaba un ambiente de solidaridad y camaradería que para mi padre resultó conmovedor y admirable. Apenas llegaban nuevos integrantes a aquella extraña comunidad, se les asignaban tareas de responsabilidad. A mi padre le encargaron la charla sobre historia nacional durante el fogón de sobremesa de la noche .

Al tercer día, recibo una llamada suya anunciándome que había sido liberado y cual fue mi sorpresa cuando ante mi natural impaciencia expresó "vení a buscarme después del mediodía, así almuerzo con los muchachos";, iniciativa que fue truncada por algún incomprensivo y rudo celador de turno.

A los pocos días, durante una visita autorizada al Cilindro, mi padre concurrió para dejarles a quienes continuaban detenidos, un ejemplar de su libro "Vida de Artigas";.

Y esta historia debía terminar aquí. Sin embargo, algo ocurrió una tarde, de no recuerdo qué mes del año 1985, cuando ya el país había recuperado su sistema democrático.

Aquella tarde se presentó en nuestra casa una persona con un pequeño paquete "para el profesor"; e inmediatamente se retiró.

Cuando mi padre abrió el sobre  en el que venía la entrega, se encontró con su libro, el  mismo que 11 años antes había dejado en el Cilindro Municipal.

Pero además tenía incorporado en sus primeras páginas un breve relato de las circunstancias en las que el libro había sido recibido, un comentario, dieciséis firmas de quienes lo habían leído y una última inscripción que decía: "se ruega que este libro sea devuelto a su autor al cierre de la cárcel Cilindro de Montevideo capital R:O:U:";

Emocionado y conmovido por los conceptos escritos en estilo espontáneo, sencillo y con  prolija caligrafía , mi padre guardó el libro en el mismo sobre y con esa disciplina de investigador que lo caracterizaba, escribió : "Libro c/dedicatoria presos en el Cilindro Municipal por la dictadura militar (junio/974), compañeros allí por breves e inolvidables días…";

Rosario Castellanos