Planta Puntas de Sayago

Ingeniero Diego Fulquet: Puede existir "una convivencia armónica" en zonas aledañas a planta regasificadora

Una delegación integrada por periodistas y miembros de organizaciones sociales fue hasta Brujas, Bélgica, para presenciar el funcionamiento de una planta regasificadora similar a la que se instalará en Uruguay. El motivo de esta visita es mostrar las virtudes de una planta del mismo tipo que se instalará en Puntas de Sayago. Por este motivo En Perspectiva dialogó con el ingeniero Diego Fulquet, gerente comercial y de asuntos regulatorios de Gas Natural Licuado del Sur, consorcio que tiene a cargo la construcción de la planta. Fulquet relató que las plantas regasificadoras en todo el mundo son construidas "siguiendo diseños muy exigentes", por lo que no ha habido mayores inconvenientes en materia de accidentes. También explicó que el gas natural licuado a 162 grados bajo cero "no es explosivo" por lo tanto "no hay peligro para la población costera". Según él, la convivencia entre los habitantes de dichas zonas y el entorno de las plantas regasificadoras es "armónica".

(emitido a las 8.44 hs.)

EMILIANO COTELO:
La planta regasificadora de Puntas de Sayago es uno de los "buques insignia" del gobierno del presidente José Mujica. Según el Poder Ejecutivo, pero también según todos los partidos políticos, la obra tiene ventajas claras para completar la reconversión de la matriz energética y dar certeza de abastecimiento de energía para el futuro a precios razonables y con bajo impacto ambiental.

Pero cuando los trabajos ya están en marcha todavía se mantienen focos de resistencia en la zona donde se emplazará la terminal. Organizaciones de vecinos y pescadores advierten sobre los impactos negativos que tiene ya mismo la construcción en lo económico, lo ambiental y lo social, y plantean varias preocupaciones sobre riesgos para el futuro, cuando la planta ya esté operando.

Gas Natural Licuado del Sur (GNLS), el consorcio que tiene a su cargo la construcción de la planta regasificadora, ha invitado a medios de comunicación y organizaciones sociales a viajar a Bélgica para observar in situ el funcionamiento de una planta similar a la que tendremos en Montevideo, ubicada en el puerto de Brujas.

Integrando esa delegación viajó Rosario Castellanos. Ahora que ya tuvo tiempo de hacer las consultas del caso, que ya pudo ver todo lo que había para ver, vamos a conversar con ella y con el ingeniero Diego Fulquet, gerente comercial y de asuntos regulatorios de GNLS, que también está allí en Bélgica.

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EC - Ingeniero Fulquet, ¿cuál es el objetivo con esta visita que organizaron a Bélgica?

DIEGO FULQUET:
El objetivo de esta visita es mostrar a los medios, grupos sociales, representantes políticos y algunos organismos e instituciones públicos vinculados al proyecto una planta de características similares que ya está operativa, insertada en la costa de Brujas, en el noroeste de Bélgica, próxima a Holanda. Esta planta, que está operativa desde hace más de 25 años, está integrada en un puerto en el que convive con viviendas, residencias familiares, balnearios y muchísimas actividades.

EC - Antes de seguir, voy a recordar brevemente qué es una planta regasificadora. Nuestro país hoy está recibiendo gas natural de un único origen, la República Argentina, a través del gasoducto Cruz del Sur. Eso ha implicado distintas alternativas, problemas de precios, problemas incluso de reducción del flujo en determinadas épocas del año. Ahora se busca tener otro origen para el gas natural.

El gas natural se extrae del subsuelo en distintos países del mundo. Tras un proceso de enfriamiento a 162 grados bajo cero, pasa del estado gaseoso al líquido, lo que reduce el volumen 600 veces y permite el transporte en buques especiales (los "metaneros"). Esos buques luego llegan a las terminales regasificadoras.

Una planta regasificadora es una instalación industrial, relativamente pequeña, en la que se realiza el proceso que vuelve a convertir el gas licuado que viene en el barco en gas natural, luego de lo cual éste se inyecta en un gasoducto que se interna en tierra firme y que se conecta con la red de cañerías para completar la distribución a los distintos consumidores.

¿Algo que agregar a esta definición?

DF - No, es perfecta, lo definiste de forma simple y muy gráfica. El gas se licua bajando la temperatura, eso permite una compresión que hace económico el transporte en barco por la reducción de 600 veces el volumen. Donde se recibe el barco con gas natural licuado se hace el proceso inverso para inyectarlo en gasoductos que lo llevan a las zonas de consumo.

EC - A nivel técnico, ¿qué similitudes y diferencias tiene la planta del puerto de la ciudad de Brujas con la que se proyecta en Montevideo, en Puntas de Sayago?

DF - El proceso aquí en Brujas y en toda planta regasificadora el proceso es similar. La diferencia es que en el caso de Uruguay el proceso de regasificación y de almacenamiento de gas natural licuado se va a dar a bordo de un buque, que va a estar amarrado a una escollera a 2,5 kilómetros de la costa, y aquí en Brujas la planta está en la costa. Por motivos de seguridad se la ha alejado de la costa, se la ha instalado en una zona que se le ha ganado al mar dentro del puerto a 1,5 kilómetros de la zona donde hay otras actividades, residencias y la costa original. Además aquí en Brujas el almacenamiento se da en tanques que están dentro de la planta. Todo lo que aquí vemos de forma más dispersa en el terreno en Uruguay va a estar a bordo de un buque, más condensado, pero básicamente el proceso es igual.

EC - ¿Entonces, las características de esa planta regasificadora del puerto de Brujas son "más riesgosas" desde el punto de vista de su interacción con el puerto, con la ciudad, en la medida que la instalación está en tierra firme?

DF - Sin duda. La planta aquí está en una zona que se le ganó al mar, está distanciada de la costa, pero vinculada a la costa. Y aquí hay un sinnúmero de actividades. Además de residencias, zonas balnearias adonde la gente viene a la playa en verano, es un puerto con una actividad muy intensa. Hay muchísimas actividades que conviven con esta planta desde hace más de 25 años. En ese sentido está mucho más próxima de lo que va a estar la planta en Uruguay.

EC - Rosario, contanos tus impresiones a propósito de esa planta regasificadora y su entorno.
    
ROSARIO CASTELLANOS:
En primer lugar voy a describir las características de este puerto de Brujas, porque es un puerto diferente en su aspecto del de Montevideo. Por lo pronto, es un puerto que abarca en sus 3.000 hectáreas un pueblo que convive con las actividades portuarias. No tiene un único frente al mar del Norte, sino que hay canales que rodean estas hectáreas, de manera que la operación se realiza envolviendo esta otra forma del pueblo en sí relacionado con el puerto, un pueblito en el cual viven unas 4.000 personas, muchas de ellas vinculadas laboralmente al puerto.

Este puerto es el segundo de Bélgica, y seguramente está entre los primeros 10 del mundo. Tiene muelles cargueros para celulosa, tiene tres terminales de contenedores, dos terminales de cruceros, una terminal pesquera que es la primera de Bélgica y una de las primeras de Europa, tiene un dique seco para reparaciones de buques menores, tiene playas para los automóviles que llegan en cargueros (llegan 2 millones de autos al año que son depositados en estas playas), tiene una base naval y tiene un puerto deportivo, frente al cual se desarrolla todo un conjunto de viviendas que crean una especie de rambla con vista privilegiada.

Todo eso convive con esta isla, porque de eso se trata. Esta tierra que luego se agrega, porque el puerto a su vez ya ganó tierra al mar, es un sector que está separado de la costa, agarrado como por un hilito por donde se accede a esa isla a kilómetro y medio. Allí también hay un muelle especialmente equipado con unos brazos que sacan el gas que viene en estado líquido y lo transportan por tuberías a los tanques, que en este caso están en tierra y son unos enormes cilindros de entre 60 y 90 metros de diámetro y más de 20 metros de altura, en gran parte hundidos.

Por tanto, tenemos por un lado una distribución en el terreno con relación al puerto que se confunde perfectamente con las tareas portuarias. Por ejemplo, los brazos son más bajos que las grúas pórtico que manejan los contenedores en los otros muelles. Pero además se da esa condición de que está totalmente separada de la costa; de producirse un accidente que tenga que ver con un incendio, por ejemplo –hasta ahora nunca ocurrió–, no se trasladaría a la población que vive dentro del propio recinto portuario. Esa es otra de las características.

Además, si miramos a un lado y otro tenemos los balnearios. Hay 14 balnearios en 60 kilómetros de costa, que es poquísimo, pero son balnearios con un nivel de turismo económicamente muy favorecedor para Bélgica. Esos balnearios también conviven con esta situación, están separados por unas zonas en las cuales se ha producido cierto relleno por el movimiento de tierra que se ha ganado al mar. Allí se han creado zonas de reserva que separan la zona de playa en sí que enfrentan los edificios en instalaciones turísticas. Y queda a la vista, pero a lo lejos, el puerto y esta actividad agregada que en el aspecto se mete y se mezcla mucho con el resto de las actividades portuarias.

EC - Ingeniero Fulquet, esta planta regasificadora lleva 27 años, tiene esa antigüedad. ¿Qué ha pasado en materia de accidentes o incidentes complicados en ese tiempo?

DF - Nada, la realidad es que aquí no ha habido ningún incidente. Esta planta, como todas las plantas regasificadoras en el mundo, fue construida siguiendo diseños muy exigentes. Hay estándares específicos, tanto americanos como europeos, para la industria de gas natural licuado que se siguen en todas las plantas del mundo, también en nuestra planta en Uruguay. Aquí no ha habido ningún incidente y hay una muy buena convivencia entre la planta y toda la comunidad y las actividades que hay en el entorno.

EC - De todos modos, la historia de las plantas regasificadoras en el mundo muestra algunos episodios de accidentes. ¿Qué tipo de situaciones complejas o eventualmente accidentes pueden darse, en teoría, en una planta regasificadora?

DF - Accidentes e incidentes se pueden dar, evidentemente. Uno está trabajando con un combustible, por eso este tipo de plantas se diseñan de una forma muy rigurosa, con este tipo de estándares, con estudios previos de seguridad que definen cómo deben ser diseñadas y construidas, cuáles deben ser las distancias de seguridad. Aquí en Brujas la planta a está a 1,5 kilómetros de la costa, y en Uruguay vamos a estar casi al doble de esa distancia. Pero uno no deja de estar manipulando un combustible.

El gas natural licuado, a su temperatura de 162 grados bajo cero, en estado líquido, no es combustible. Podría inflamarse en la medida en que se fuera vaporizando, en caso de pérdidas, pero no es explosivo. Primero, no es explosivo por el nivel de inflamabilidad que tiene el gas natural de por sí, pero segundo, porque no hay almacenamiento a presión, ni aquí en plantas con tanques en tierra, ni en el caso de buques regasificadores como el nuestro en Uruguay. El líquido se mantiene a presión ambiente, por lo tanto en caso de una catástrofe extrema tampoco habría ningún tipo de explosión.

Por otro lado, la planta se diseña y se construye con estándares de criterios muy exigentes. A su vez, durante la instalación y los equipamientos hay una serie de dispositivos que permiten identificar pequeños desvíos o emitir alertas tempranas en mínimas condiciones de gas o de calor o de C02, diferentes dispositivos que miden diferentes parámetros que permiten reaccionar y contener cualquier desvío antes de que se transforme en un evento más significativo. Por ello es que no hay mayores antecedentes de incidentes, en nuestro grupo no hemos tenido ninguno.

Sí ha habido algunos en el mundo, pero más vinculados a plantas de licuefacción a las que se llega con gasoductos de alta presión. Hubo algunos incidentes en Argelia hace unos años en una planta de licuefacción, pero entiendo que estuvieron vinculados al gasoducto de alta presión que alimenta esa planta. Porque en el área de gas natural licuado es muy difícil que haya eventos, porque no hay presión. Esa es la condición de base.

EC - ¿La explosión es directamente imposible? Se lo repregunto porque es el temor quizás más extendido cuando se piensa en gas y cuando se piensa en una regasificadora muy cerca de un puerto y de una ciudad. Uno tiende a imaginar el riesgo de una explosión de características fuertes y que por supuesto provocaría daños en el entorno.

DF - Ese riesgo no existe, categóricamente esa opción no existe.

EC - Sí puede existir alguna forma de incendio.

DF - Sí, si hubiera fallas en la contención, en los tanques contenedores o en el transporte del gas natural licuado. Es un combustible, en la medida en que hay contacto con el aire y si hay una fuente de ignición, puede haber una llama, un incendio. Pero, primero, es muy difícil que esto ocurra porque hay mecanismos que permiten alertar antes de que esto suceda. Y segundo, el gas natural licuado por su baja temperatura y por estar líquido no se prende fuego. Necesita vaporizarse, tiene que regasificarse con la temperatura ambiente, y solo esa parte que se va regasificando puede prenderse fuego. Eso implica que solo podría encenderse de forma gradual y paulatinamente. Por tanto el evento catastrófico, en caso de existir, sería un gran fuego que por irradiación afectaría por calor. Eso es lo que determina la distancia de seguridad, por eso estas plantas se ubican normalmente a más de un kilómetro de la costa.

Cabe aclarar que en el caso de una planta regasificadora flotante hay un elemento de seguridad adicional, que es que en caso de un evento extremo se retira el barco regasificador y se lleva a una zona de sacrificio, lo que lo alejaría más de la costa. Por lo tanto el peligro para la población costera es inexistente.

EC - De todos modos sí puede haber impacto en el entorno portuario, en otros barcos, por ejemplo.

DF - Normalmente no va a haber otros barcos. Son plantas que están aisladas, el tráfico se restringe cuando entra o sale un buque metanero, y tanto nuestra planta en Uruguay como las plantas que están en tierra en la costa están en zonas aisladas. Siempre se mantienen distancias de seguridad con otras actividades o embarcaciones.

EC - Y en cuanto a fugas de gas, sin que haya incendio y tampoco explosión, porque usted dijo que explosión no puede haber, ¿qué consecuencias puede tener una fuga?

DF - La consecuencia es mínima. La fuga hace que el gas natural licuado, en la medida en que tiene contacto con el aire, un medio ambiente más caluroso, se vaya regasificando, y ese gas natural en estado gaseoso se va rápidamente a la atmósfera porque es muy liviano. Visualmente no hay nada, el gas natural es totalmente inerte, inocuo, inodoro, no deja ningún rastro ni residuo. Su consecuencia es el efecto de liberar gas natural a la atmósfera, porque es un gas con efecto invernadero. Pero no hay ningún efecto en la zona donde se libera.

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EC - ¿Cómo funciona en el puerto de la ciudad de Brujas, en Bélgica, una planta regasificadora similar a la que se va a instalar en nuestro país en la zona de Puntas de Sayago? Estamos averiguando a propósito de esa realidad, para eso está Rosario Castellanos allá, y en otra línea telefónica estamos conversando con Diego Fulquet, gerente comercial y de asuntos regulatorios de la empresa Gas Natural Licuado del Sur.

Enseguida completamos el diálogo con otras preguntas.

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EC - La planta regasificadora que se instalará en Puntas de Sayago es una de las grandes apuestas del gobierno para completar la reconversión de la matriz energética y para asegurar, con vistas al futuro, que nuestro país cuente con los energéticos necesarios, a costos razonables y con el menor impacto ambiental.

¿Cómo será la planta regasificadora? Y sobre todo, ¿de qué manera será su interacción con el entorno, con el puerto de Montevideo, con la ciudad, con las playas cercanas? Ha habido muchas preguntas al respecto, que hoy estamos tratando de responder con un caso muy concreto y muy similar al que viene para acá.

Estamos en contacto con el puerto de la ciudad de Brujas, en Bélgica, donde ha viajado esta semana una delegación invitada por la empresa Gas Natural Licuado del Sur para conocer la planta regasificadora que opera en ese lugar y que está implantada desde el año 1987.

Rosario Castellanos está allí, y también el ingeniero Diego Fulquet, gerente comercial y de asuntos regulatorios de Gas Natural Licuado del Sur.

La planta que está allí comenzó a operar en el año 1987, y desde entonces ha recibido 1.350 barcos metaneros. La frecuencia entonces es de cuatro barcos por mes.

DF - La frecuencia actual es de unos cuatro a cinco barcos por mes.

EC - ¿A qué se destina el gas licuado que llega a ese puerto de la ciudad de Brujas?

DF - Aquí hay un complejo de recepción y transporte de gas. Está el terminal de gas natural licuado y a su vez llegan dos gasoductos, uno que viene del Reino Unido y uno que viene de Noruega. Los tres están en un área relativamente próxima y son operados por la misma empresa, que se llama Fluxys. Del gas que llega aquí, solamente un 10% se consume en Bélgica, el resto es exportado a los países vecinos.

EC - Por lo tanto ese en realidad es un nudo de distribución.

DF - Exactamente.

EC - En el caso uruguayo, ¿cuáles serían las ventajas de la existencia de una planta regasificadora?

DF - La ventaja más clara es la independencia energética que le da al país, porque no se depende de una conexión física fija, como el gasoducto Cruz del Sur, con la cual en la medida en que no hay gas disponible en Argentina no tenemos gas disponible en Uruguay. El gas natural licuado permite esa flexibilidad, porque uno pasa a comprar un producto que es prácticamente un commodity, que puede venir de cualquier parte del mundo, en barcos, lo compra a plazos, y tiene una independencia energética que es estratégica para un país. En el caso de Uruguay es parte de un proceso de definición a largo plazo de cómo consolidar y mejorar nuestra matriz energética para tener menos dependencia de Argentina y menor dependencia del petróleo.

EC - Rosario, a partir de lo que viste, ¿agregarías algo a propósito de las ventajas, las inquietudes, los temores o las especulaciones que hay a propósito de lo que puede pasar en materia de accidentes o incidentes en torno a una planta regasificadora, en especial por el lado de cuáles son las normas de seguridad?

RC - Es interesante lo que nos mostraron con relación al único riesgo que ellos tienen perfectamente calculado, que es el de incendio. En ese sentido, distribuidas en distintos puntos de la planta, en este caso en tierra, hay centrales de pequeños tanques que perfectamente pueden actuar con materia para sofocar un fuego incipiente, perfectamente identificables porque están pintados de rojo, cañerías que unen unos con otros, y además una especie de cuartelillo de bomberos con cuatro unidades, una de ellas ubicada en la puerta, con personal especializado que se entrena en el manejo de este tipo de fuego. Estas unidades serían las primeras en actuar ante el hecho incipiente, más allá de que después pudieran necesitar apoyo del resto del sistema de tierra.

Otra pregunta que planteamos se refería a lo que podía ser el choque entre las distintas operativas del puerto mismo. Un puerto que tiene un tráfico de carga de 50 millones de toneladas al año. Todos los distintos muelles de atraque en este momento están operando en forma paralela. Tanto es así que en la misma plataforma que se ha hecho para esta regasificadora se está construyendo un segundo muelle, un jetty, como lo llaman, para recibir barcos metaneros, de forma de poder atender simultáneamente a dos barcos metaneros. Es un puerto enorme, pero con un único canal de ingreso por el cual alternadamente y siguiendo ciertas normas de prioridad circulan todos los barcos que ingresan.

EC - Justamente, ingeniero Fulquet, la Coordinadora de Vecinos del Oeste de Montevideo emitió un comunicado, cuando informó que había decidido no aceptar la invitación para viajar a la ciudad de Brujas, en Bélgica, en el que, entre otras cosas, manifiesta su preocupación por los riesgos que implica para los vecinos de la zona y para todo el funcionamiento portuario "el tránsito de un gigantesco buque metanero y una planta regasificadora sin que se haya demostrado ningún tipo de capacidad ni recursos para controlar este tipo de movimiento".

Esto tiene que ver con lo último que mencionaba Rosario. ¿Qué responde a este tipo de inquietudes?

DF - La realidad es que en el mundo existen muchísimas plantas regasificadoras a las que entran y salen barcos metaneros. Son plantas que están en la costa, insertadas en puertos en grandes ciudades, aquí en Europa hay plantas regasificadoras por ejemplo en Barcelona, en Marsella, en Bilbao, esta planta que acabamos de visitar, en Boston tenemos una planta que está en la costa. Todas estas plantas están diseñadas con criterios muy exigentes de seguridad, y no existe ese nivel de riesgo, para nosotros ese no es un riesgo real. Son eventos extremos que se evalúan en la etapa de proyecto para tomar condiciones de diseño extremas que puedan contener este tipo de catástrofes si eventualmente suceden. Pero la historia muestra que normalmente no suceden.

EC - Además, en este comunicado la Coordinadora de Vecinos del Oeste protesta por "la destrucción ambiental sobre una rica zona de reproducción y vida marina y también el impacto en las playas, producido todo esto por el dragado necesario para la regasificadora".

¿Qué ocurre con este factor dragado en particular? ¿Qué dice la experiencia allí en el puerto de Brujas?

DF - Aquí se dragó un área enorme, porque se ganaron 35 hectáreas al mar. Eso hubo que dragarlo y crear dos escolleras mayores que las que se van a construir en Uruguay. Evidentemente toda gran obra de infraestructura, en este caso movimiento de tierra, de sedimentos fluviales importantes, tiene un efecto temporal, pero una vez terminada la construcción, en la operación, esos efectos desaparecen.

Hoy aquí se constata perfectamente que hay una convivencia totalmente armónica. Se han recuperado áreas naturales, la pesca es muy importante en la zona. No pescan dentro de la bahía, pero no hubo una afectación al sector pesquero en absoluto. De hecho en este puerto hay una planta de recepción pesquera de las mayores de Europa. Entonces no se ven impactos ambientales.

EC - Los vecinos sostienen en el comunicado que el dragado no termina con los trabajos preparatorios de la construcción de la planta, que después siempre hay dragados adicionales.

DF - Los dragados adicionales son los mismos que hace el puerto de Montevideo, porque necesita mantener la profundidad de los canales de acceso. En el caso de la regasificadora se está dragando un canal lateral del canal principal de acceso al puerto que va a derivar a la zona donde se va a construir la escollera y se va a instalar la planta regasificadora. El dragado es una condición innata del Río de la Plata, para mantener determinada profundidad de los canales necesariamente hay que dragar. Es una situación típica del río, no es producto del proyecto.

EC - Usted sostiene que el impacto en la pesca en todo caso es durante el momento de la obra y luego esa actividad se recupera.

DF - Exacto, el impacto en la pesca es temporal, porque hay una restricción en la zona de la obra, por un tema de seguridad hay una restricción de ingreso de barcos pesqueros, sobre todo de pequeñas embarcaciones. Temporalmente no pueden pescar en esa área, pero sí pueden pescar en otras áreas. Es un efecto temporal, una vez que la planta esté trabajando no habrá ningún efecto ambiental que afecte el recurso pesquero u otros recursos biológicos o ambientales.

EC - De todos modos, en el caso de Puntas de Sayago, ¿la zona donde va a estar instalada la planta regasificadora, que se usaba eventualmente para pesca, ahora ya no podrá usarse?

DF - En el futuro se va a poder usar, con excepción de una pequeña área de restricción en torno a la planta regasificadora, por razones de seguridad.

EC - ¿Y el otro punto sobre el cual habla este comunicado, el impacto de ese mismo dragado en las playas de la zona?

DF - Es cero, es totalmente inexistente. Aparte de eso, durante la construcción estamos siguiendo un programa de monitoreo de impacto para medir la evolución de la calidad de agua y las características de las playas. Se está monitoreando regularmente, con participación de las autoridades y de diferentes consultores, y ni se ha preidentificado ni se está observando ningún impacto.

EC - Rosario, ¿algún apunte adicional relacionado con estos debates en torno a la planta regasificadora, aparte de lo que hemos conversado?

RC - Uno de los elementos que hay que tener en cuenta es que no se modifica la calidad del agua. Para el calentamiento para producir la regasificación se utiliza el agua del río, que está a bastante más de 162 grados bajo cero. Esa agua luego se vuelca nuevamente al río con una temperatura apenas 7 grados inferior a la del resto del agua, en la que se diluye y compensa la temperatura que ha perdido con la temperatura del resto del agua. De cualquier modo está establecido que no puede llegar con esa temperatura inferior más allá de los 100 metros alrededor de la planta.

Así que también ese aspecto, que por un lado significa que no existe ningún contaminante al agua, y por otro que ni siquiera se va a modificar la temperatura, también debiera llevar cierta tranquilidad, porque, por lo visto, las condiciones del agua no van a sufrir alternaciones reales.

EC - Ingeniero Fulquet.

DF - Efectivamente, se utiliza el agua de mar para regasificar el gas, aprovechando la diferencia de temperatura. En el caso nuestro, en los estudios y modelos que se hicieron durante la fase de proyecto se identificó que el agua devuelta al mar tendría una temperatura 7 grados por debajo de la temperatura de entrada en el punto de descarga en el buque, pero esa diferencia se diluiría totalmente en unos 60 metros.

Por otro lado, la norma internacional que se aplica como referencia y que es obligatorio cumplir requiere que en 100 metros de radio del punto de descarga la temperatura del agua no varíe en más de 3 grados. Y se demostró que eso se cumple perfectamente.

EC - ¿Cuándo se supone que va a estar pronta la planta regasificadora de Puntas de Sayago?

DF - Está previsto que comience a operar en julio de 2015 con un primer barco puente, el barco Neptune, que pertenece al grupo. A fines del año 2016 vendrá el barco definitivo, el FSRU-Max, que se quedará por 20 años. Pero la operación comienza en julio de 2015.

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Transcripción: María Lila Ltaif