Esta mañana, a las 8:00, Riogas volvió a envasar garrafas de supergas, luego de haber estado siete días en conflicto debido a la clausura de la planta dispuesta por la Inspección de Trabajo del Ministerio de Trabajo, luego del incendio ocurrido el pasado 17 de junio en el local de avenida Lecoq y Millán.

Raúl Ferrando, el dirigente del Sindicato Único de Trabajadores del Supergas (SUTS), dijo a El País que "hoy a las 5:00 de la mañana tendría que haber empezado a cargar Riogas, pero comenzó a las 8:00 porque Bomberos no se presentó a su lugar de trabajo y la planta no puede activarse si no está un bombero."

Por otra parte, la Distribuidora Uruguaya de Combustibles S.A (Ducsa) detuvo sus tareas debido al despido de dos de sus trabajadores. Según informó Ferrando, los despidos se llevaron a cabo después de que los empleados se hicieran presentes en la reunión con la Inspección de Trabajo en el Ministerio de Trabajo por el tema de las medidas de seguridad en las plantas de supergas.

"Los compañeros después de haber tenido una reunión en el Ministerio de Trabajo, con el inspector general, regresaron a sus puestos de trabajo y cuando fueron a buscar los implementos de trabajo les dijeron que estaban despedidos porque no estaban autorizados a asistir a esa reunión. ¿Desde cuándo un delegado sindical tiene que pedir una autorización para salir a una reunión y más con un inspector de trabajo?", cuestionó el dirigente de la SUTS.

El pasado lunes, la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea) y representantes del Sindicato Único de Trabajadores del Supergas (SUTS) asistieron a inspeccionar la planta de Lecoq y Millán.

Según Ferrando, en el día de hoy los trabajadores del sector están reunidos en la Mesa Coordinadora y "la decisión es no cargar los camiones de Ducsa hasta que no se les devuelva los puestos de trabajo a los dos empleados despedidos".

Por parte de Ducsa, entienden que los despidos no fueron en la empresa sino en una subcontratada: Ducsa "contrata los servicios de Brayke para el trasporte del gas desde las plantas de Gasur a su red de agentes y este a la vez contrata personal para el frente de carga y otras actividades a la empresa Olimar, es en esta última empresa donde se encuentra el conflicto".