Primer registro

Con la nueva regulación del mercado de marihuana, Uruguay tendrá el primer club cannábico

Los clubes de cultivadores y consumidores de cannabis son una de las tres vías de acceso a la marihuana permitidas por la ley que entró en vigor hace poco, por eso días atrás se presentó la solicitud para registrar el primer club cannábico del país. ¿Qué es y cómo funciona un club de estas características? Para conocer cómo se enmarca un club de este tipo en el nuevo marco normativo, En Perspectiva entrevistó a Osvaldo Rodríguez, integrante de la Asociación de Estudios del Cannabis del Uruguay (AECU) y presidente del club cannábico "El Piso". Rodriguez remarcó la intención de "escapar al mercado negro" y para ello dar un producto de calidad a los consumidores. También destacó las características terapéuticas de el procedimiento de cuidar una planta, "el hecho artesanal de cultivar" según él. Asimismo aclaró: "Estamos de acuerdo con el registro, creo que nos legitima" porque "siempre quisimos estar en lo legal, no escondernos, porque no estamos haciendo nada incorrecto".

(emitido a las 8.51 hs.)

EMILIANO COTELO:
Hace pocos días, un grupo de personas se presentó en el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) para registrar formalmente una asociación civil. Año a año se realizan decenas o incluso centenares de trámites de este tipo. Lo particular de este caso es que el objetivo es constituir el primer club cannábico habilitado en el país.

Clubes como este tendrán permitido el ingreso de entre 15 y 45 socios, que deberán pagar, como ocurre en cualquier asociación, una matrícula y una cuota mensual. Podrán cultivar en conjunto hasta un máximo de 99 plantas de marihuana.

Esta es una de las tres vías de acceso al cannabis que están previstas en la ley que entró en vigor a comienzos de este año y cuya implementación recién está dando los primeros pasos.

Es una realidad que se viene. Por eso hoy les proponemos conocer más sobre este tipo de clubes, cómo funcionarán, por qué sus integrantes optan por este camino y no, por ejemplo, por comprar la marihuana en las farmacias.

La entrevista será con Osvaldo Rodríguez, integrante de la Asociación de Estudios del Cannabis del Uruguay (AECU) y presidente del club cannábico El Piso, que será el primero en su tipo habilitado en el país.

Para empezar, ¿qué es la AECU?

OSVALDO RODRIGUEZ:
La AECU es una asociación civil, como ahora somos nosotros, que se constituyó en el año 2013. Su tarea es asesorar a autocultivadores y ahora a la gente que quiere formar un club, para darle movida a esta vía que es nueva y mucha gente se ha acercado a preguntarnos en qué consiste.

EC - Según la ley de regulación del mercado de la marihuana, hay tres formas en las que el consumidor podrá acceder a este producto: comprar en farmacias, plantar sus propias plantas de cannabis o formar parte de un club de membresía. ¿Cuál es la ventaja de esta última vía, el club cannábico, que es la que ustedes están recorriendo?

OR - Elegimos esta vía por lo mismo que elegimos el autocultivo. Porque queríamos escapar al mercado negro, dejar de obtener el producto en forma ilícita.

EC - Cuando decís que optan por el club de membresía y que eso es por el mismo motivo por el cual optaron por el autocultivo, estás diciendo que ustedes individualmente ya plantaban.

OR - Sí, individualmente sí. No todos, pero sí, tenemos experiencia en autocultivo.

EC - Y lo hacían para escapar al material, a la marihuana procedente del narcotráfico.

OR - Sí, yo lo llamaría precisamente así, "material", más que marihuana.

EC - ¿Qué pasaba con esa marihuana?

OR - De muy poca calidad… Pasaba y pasa, porque está todavía circulando. Si bien ahora el mercado negro presenta también flores, cogollos, pero en un estado calamitoso, no tienen nada de lo artesanal y de todo el proceso tan lindo que es cultivar uno y escapar a eso.

EC - ¿Qué tenía la marihuana que venía por ejemplo de Paraguay?

OR - De todo. Es un prensado con la planta en verde, entonces cuando se prensa y se embolsa, la descomposición genera productos como amoníaco, yo he llegado a sacar un montón de cosas… (Se ríe) desde bichos del prensado. No es nada agradable para ninguna persona, y mucho menos cuando probás las flores, ahí te das cuenta de que es otro mundo, es otra cosa.

EC - En cambio cuando se consume la marihuana que uno mismo plantó o la que surge de un club de plantadores y consumidores, se tiene la tranquilidad de que eso es marihuana pura. Es la flor, el cogollo… ¿Qué quieren decir esos términos?

OR - (Se ríe.) En la ley dice las "sumidades floridas". Sería la parte psicoactiva de la planta, que son las flores, que se cortan, tienen un proceso de secado, porque recién cortadas los cannabinoides, sobre todo el THC (tetrahidrocannabinol), que es el principal cannabinoide psicoactivo de la planta, no es psicoactivo. Entonces hay que hacer un proceso de secado y luego un proceso de curado. Tiene una naturaleza mucho más artesanal y también –algo que muchas veces dejamos de lado– un valor terapéutico por sí. El cultivar, el cuidar una planta, muchas personas le encuentran un valor terapéutico al hecho artesanal de cultivar.

EC - ¿Pero por qué ahora que el marco legal va a permitir tres formas de acceso ustedes optan por el club de plantadores y consumidores? ¿Por qué no esperar y comprarla en una farmacia? Se supone que la que se va a vender en las farmacias, que va a estar controlada por el Estado, va a ser también de buena calidad.

OR - En principio, hoy no puedo ir a ninguna farmacia y conseguir eso. Quizás para usuarios recreativos se entiende menos, pero en el club tenemos usuarios medicinales, que necesitan el cannabis ya. Entonces también es una forma, ya que tenemos estas tres vías, y estas asociaciones civiles son tan particulares, con una limitación en la cantidad de socios y –como establece la reglamentación– una especie de forma cerrada, todas las actividades deben ser entre los socios. Lo que queremos es que la gente se aproxime a AECU –nosotros somos un subgrupo de socios de AECU–, que somos los que tenemos la experiencia, para poder nuclearse y optar por esta vía que es tan lícita como las otras dos.

EC - Por ahora no está la posibilidad real de ir a comprar la marihuana a una farmacia. Pero cuando esté, ¿va a haber diferencias entre el tipo de marihuana que se venda en una farmacia y el que ustedes obtengan plantando en el club, por ejemplo?

OR - Se ha dicho que el Estado va a plantar unas variedades, que no sabemos cuáles son. Acá hay gente que hace 20 años que viene cultivando, entonces la idea es no hacer borrón y cuenta nueva, no dejar de lado toda esa experiencia, toda esa genética que se viene adaptando al medio. ¿Por qué tenemos que ir a adquirir una de esas seis variedades, que no sabemos cuáles son, cuando ya hay cultivadores que vienen plantando variedades muy buenas?

EC - ¿La reglamentación va a permitir que el club elija qué tipo de marihuana planta?

OR - La reglamentación habla de registrarse como semillerista en Inase (Instituto Nacional de Semillas) para así poder conservar la genética. Que es lo que queremos, y es lo que le da el plus y la exclusividad al club. No queremos dejar que esa genética se pierda. Y si se quiere también es conservar la biodiversidad, conservar eso que ya está, que es un tesoro. También hay gente que se arriesgó mucho y conserva esas genéticas muy buenas. Yo no sé qué es lo que va a plantar el Estado, pero sé qué es lo que tenemos nosotros.

EC - Cuanto tú decís que algunas de las personas que han desarrollado esta genética en Uruguay "se arriesgaron mucho", ¿estás hablando de gente que fue presa, por ejemplo?

OR - Sí, de gente que ha tenido un sinfín de problemas legales desde traer semillas, hasta por tener algunas plantitas en la casa. Ya desde el año 74, con el decreto ley 14294 los uruguayos podemos consumir cannabis libremente y tener una cantidad mínima para nuestro uso. Queremos hacer usufructo de eso.

EC - Hasta que se aprobó esta norma en teoría se podía consumir y se podía tener una cantidad de marihuana que fuera la adecuada para el consumo personal. Después aparecía la discusión de cuál era la cantidad y si la cantidad de plantas que alguien tenía en su casa eran para consumo personal o eran a su vez para comercializar. Ahí venía el problema y ahí venían los riesgos.

OR - Sí, según la ley que teníamos antes, la 17016, del año 98, quedaba a discreción del juez. Y para poder tomar una buena decisión hay que tener conocimiento, y no se tenía ese conocimiento sobre el cannabis. Entonces, ¿qué es una cantidad razonable? ¿Seis plantas, doce? ¿Por qué? Cuando hicimos el contrato del cultivo colectivo lo hicimos adaptándonos a esa ley, dijimos: ¿qué es una mínima cantidad razonable? Una planta, porque menos de una planta no se puede tener. Entonces firmamos un contrato de cultivo colectivo apadrinando una planta cada uno de los socios. Siempre fuimos adaptándonos a los devenires de la ley y de la reglamentación.

EC - Tú estás hablando de la historia de este club.

OR - No, de la prehistoria de este club, la historia no oficial. El 15 de mayo hicimos el acto fundacional y ahora empezamos a vivir una nueva vida como una institución, una asociación civil aparte de AECU.

EC - Este club que ustedes ahora inscriben en el MEC como asociación civil en realidad ya existía.

OR - No existía como asociación civil, pero teníamos un cultivo colectivo, y ahora estamos en el proceso de formalizarnos.

EC - ¿Cómo fue la respuesta en el MEC cuando iniciaron el trámite?

OR - (Se ríe.) Fue muy raro ir ahí y escuchar tantas veces la palabra "cannabis". Nos hicieron esperar una semana, 10 días, porque no tenían el registro pronto.

EC - La estructura burocrática del MEC todavía no estaba pronta para lo que la ley habilitó.

OR - Exactamente. Nos recibieron los estatutos, los libros, ahora estamos esperando que salga el registro para obtener la personería jurídica y así luego dar el siguiente paso en el Ircca (Instituto de Regulación y Control del Cannabis) y todo lo que establece la reglamentación. Pero necesitamos la personería jurídica para poder, por ejemplo, tener el alquiler a nombre de la asociación. Ya tenemos una sede, siempre estuvimos haciendo cosas. Yo sé que los tiempos burocráticos a veces son difíciles, pero queremos acompasarlos a nuestra realidad.

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EC - Los clubes de cultivadores y consumidores de cannabis son una de las tres vías de acceso a la marihuana permitidas por la ley que entró en vigor a comienzos de este año. Dentro de muy poco tiempo ya será una realidad que formará parte del funcionamiento de la sociedad uruguaya. Por eso hoy en nuestra entrevista central estamos planteando una cantidad de preguntas a Osvaldo Rodríguez, integrante de la Asociación de Estudios del Cannabis del Uruguay y presidente del club cannábico El Piso, el primero que se ha inscrito en el Ministerio de Educación y Cultura.

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EC - Osvaldo Rodríguez tiene 31 años, es profesor de Química en enseñanza secundaria, y supongo que dedica unas cuantas horas por día a esta actividad en la AECU.

OR - Sí, sí. Lo hago con gusto. Lleva dedicación, pero estoy contento porque estoy en un lugar único en el mundo para poder hacer lo que me gusta, que es todo esto relacionado con el cannabis.

EC - Quizás este sea un buen momento para preguntar por qué tú consumís marihuana.

OR - (Se ríe.) Bueno…

EC - Lo plantean algunos oyentes.

OR - (Se ríe.) Me imaginé que esa pregunta iba a llegar. No sé si tendría una respuesta fácil, pero empecé a consumir marihuana cuando tenía 15 años, con un amigo. Escuchábamos discos de vinilo y nos quedábamos en invierno con la estufa prendida mirando el fuego (se ríe), y lo pasábamos bastante bien. Entonces mis inicios fueron recreativos.

Luego me di cuenta de que también tenía un efecto broncodilatador, sobre todo cuando se vaporiza la marihuana. Porque siempre se habla de fumar marihuana, pero hay otras vías de administración. Entonces por ejemplo por vaporización el THC tiene efectos broncodilatadores y en mi caso me hace tan bien como el salbutamol.

EC - Hay entonces una combinación de motivos en tu caso concreto.

OR - Exacto.

EC - ¿Cuántos integrantes habrá en este club que están formando?

OR - El tope que establece la reglamentación son 45 miembros.

EC - ¿Y lo prevén así, de 45?

OR - De 45, sí. Más que nada por un tema operativo. Cuando hacés números y ves los gastos en los cuales hay que incurrir, te ponés a pensar cómo hará un club con 15 miembros. Porque ¡hay que mantener una asociación civil con 15 miembros!

EC - ¿Qué tipo de socios va a tener este club? ¿Todos consumen marihuana por motivos recreativos?

OR - No, también hay usuarios medicinales. Abarca una franja etaria importante, hay socios de todas las edades y algunos con dolencias. Hablaba del asma, pero también hay dolores crónicos, hace ya 4.700 años en la farmacopea china había diferentes dolencias (gota, reumatismo, dolores menstruales) que se trataban con cannabis.

EC - En tu caso concreto el consumo de marihuana te ha servido como un broncodilatador que te permitió enfrentar algún problema de salud que tú en particular tenés. Pero más en general, ¿hay ya suficiente especialización en Uruguay para utilizar la marihuana con efectos medicinales?

OR - No, no hay suficiente especialización. Esperamos que con todo este movimiento se encarguen de la parte medicinal las personas que se tienen que encargar de eso, que son los médicos.

EC - En el caso concreto del club que tú presidís, tú decías que algunos de los miembros precisan la marihuana por motivos de salud. ¿Quién se la recetó? ¿Por qué optan por la marihuana como alternativa terapéutica?

OR - Ya hace años que informalmente los médicos han acercado gente a AECU para que le diéramos –en una informalidad total– cannabis. Esa gente se ha ido arrimando, encontró por la praxis que el cannabis le servía.

EC - ¿Para qué tipo de dolencias, por ejemplo?

OR - Puede ser utilizado como analgésico, hay infinidad de dolencias que se tratan. En nuestro club son más que nada efectos analgésicos.

EC - ¿Para qué casos?

OR - Dolores crónicos. Por ejemplo, tenemos un muchacho que tuvo un accidente importante, una señora que se trataba con morfina, cosa que le desagradaba bastante. Ellos encontraron un alivio en el cannabis que no habían encontrado en otra sustancia.

EC - El club va a tener 45 miembros, ustedes van a optar por que tenga la cantidad máxima autorizada. Y lo vinculabas con una cuestión de costos. ¿Cuáles son los costos de un club de consumidores y cultivadores?

OR - La reglamentación establece que puede haber un máximo de 99 plantas en floración. Partimos de ahí para hacer un presupuesto para ver cuánto saldría un cultivo, con las luces, con toda la parte instrumental. Calculamos que necesitaríamos más o menos un metro cuadrado por planta, o sea que serían 100 metros cuadrados solamente para la parte de cultivo en floración. Eso ya es un gasto concreto.

EC - Un metro cuadrado por planta, son 99 planas, 100 metros cuadrados dedicados exclusivamente a la floración.

OR - Exacto. Luego, como la reglamentación establece que todas las actividades del club deben ser realizadas en su sede, también tiene que haber una parte social, y tiene que haber una parte para el crecimiento de las madres, de las cuales se sacan los esquejes o gajos, para poner las plantas en floración. Entonces son unos gastos que no son nada fáciles bancar entre 45 personas. En sí los precios son 5.000 pesos de matrícula para comprar todos los insumos y el alquiler de la sede y todo eso, y luego una cuota de unos 1.500 pesos por mes. Si uno compara con el precio del cogollo en el mercado negro, es barato.

EC - Porque perteneciendo a un club de membresía la ley permite que la persona acceda a 40 gramos de marihuana por mes. ¿Y cuánto costaba hasta ahora comprar 40 gramos de marihuana en el mercado negro?

OR - Lo que se llama "el 25", que son 25 gramos –que nunca son 25 gramos– de prensado, está saliendo unos 700, 800 pesos y la calidad es muy mala. El gobierno ha hecho hincapié en ser competitivo con el mercado negro y mantener los precios, pero es como comparar vino suelto con un tannat de reserva. Son cosas incomparables, no hay parangón.

EC - Por lo tanto parece que 1.500 pesos de cuota por mes para tener acceso a 40 gramos de marihuana de calidad es una buena ecuación para el consumidor.

OR - Sí, y sobre todo para aquellos que conocen únicamente el prensado. Mucha gente no tiene idea de lo que son las flores, y ni hablar de que el efecto es muy otro. Entonces te va a durar mucho más y vas a tener un conocimiento y una seguridad de que eso no viene "de la oscuridad".

EC - Decías que se necesitan 100 metros cuadrados nada más que para la plantación en floración. Estamos hablando entonces de un espacio importante para el club, porque aparte de eso se necesitan otros espacios.

Creo que el imaginario ubica un club de estos en una casa con un jardín grande. No es el caso, ustedes están hablando de clubes que van a estar instalados en locales cerrados.

OR - Es un espacio cerrado, sí. El tipo de cultivo que venimos manejando es el cultivo de interior. Tiene sus pros y sus contras. Por ejemplo una de las cosas a favor sería la seguridad, el control, es un sistema más controlable que cultivar al aire libre. Es la opción que elegimos. Y sí, es un espacio grande, entonces tiene un costo importante.

EC - O sea que terminan alquilando un local que ¿qué es?, ¿un apartamento, un local comercial?

OR - Un local comercial con varios ambientes.

EC - Ubicado ¿dónde? ¿En la zona céntrica, por ejemplo?

OR - En la zona céntrica, sí. Y no voy a decir más nada. (Se ríe.)

EC - ¿Hay un problema con la identificación del domicilio de estos clubes de membresía?

OR - Es todo un tema. Nosotros somos una asociación civil, una organización que intrínsecamente ya es pública, pero tenemos esto particular de que la reglamentación nos ha atado a hacer todo en un mismo lugar. Entonces queremos mantener discreción y ver cómo reacciona la sociedad civil.

EC - ¿Por qué quieren mantener discreción?

OR - Por un tema de seguridad.

EC - ¿Qué quiere decir "seguridad" en este caso?

OR - Vamos a ver. No sé, seguridad quiere decir, por ejemplo, que hay 99 plantas en floración en el lugar, da un poco de cosa hacerlo ahí.

EC - ¿Temen que existan robos, concretamente?

OR - Y sí. Cuando tuvimos el cultivo colectivo dos personas sabían dónde estaba. Entonces si en la reglamentación se estableció que todo se haga en un mismo lugar por un tema de seguridad, en principio se erró. Pero no vamos a llamar fantasmas.

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EC - ¿Qué es y cómo funciona un club de cultivadores y consumidores de cannabis? Estamos planteándole todas las preguntas, muchas provenientes de la audiencia, a Osvaldo Rodríguez, integrante de la Asociación de Estudios del Cannabis del Uruguay y presidente del club cannábico El Piso, el primero que ha hecho el trámite de inscripción como asociación civil en el Ministerio de Educación y Cultura.

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EC - La AECU planteó en su momento una serie de críticas a esta ley que se aprobó. Contrariamente a lo que muchos pueden pensar, no estaban de acuerdo con esta norma, veían algunos aspectos positivos y otros negativos. ¿Cuáles son las discrepancias?

OR - Son de muy diversa índole. De entrada creo que no es muy acertado limitar la cantidad de miembros de un club a entre 15 y 45 de una forma arbitraria y sin pensar en los costos operativos. Vamos a ser como tope 45 personas, y como la reglamentación dice que todas las actividades deben ser entre esos 45 miembros, todo lo tenemos que bancar nosotros y nos perdemos la posibilidad de una apertura social que esperemos que con el tiempo se vaya dando, cuando se asiente más la institución.

EC - ¿Qué otras discrepancias?

OR - Después, que las reuniones y todo lo demás sea en el mismo lugar que el cultivo. Eso trae aparejado un problema de seguridad.

EC - ¿Cómo toman el hecho de que individualmente cada uno de los miembros del club deba inscribirse y formar parte de un registro que va a llevar el Ircca?

OR - No, según la regulación los datos de los miembros del club son sensibles. Estamos de acuerdo, siempre estuvimos de acuerdo con el registro, creo que nos legitima.

EC - Hay quienes han dicho que no, que los estigmatiza.

OR - No creo que el registro per se estigmatice. Creo que, al contrario, nos legitima, siempre quisimos estar en lo legal, no escondernos, porque no estamos haciendo nada incorrecto.

EC - ¿Cómo ven el hecho de que la marihuana se venda en farmacias?

OR - No es algo que nos preocupe. Nosotros seguimos esta vía y lo que vendan las farmacias en principio no nos interesa. Así que como club no tenemos una opinión formada sobre la venta en farmacias. Pero eso todavía no está habilitado, hay que ver qué ofrecen y de qué forma.

EC - Tú señalabas al principio que una de las razones por las cuales optaron por crear un club cannábico es que por esta vía se puede acceder a la marihuana ya, a muy corto plazo. ¿Cómo son los tiempos? ¿Cómo es el proceso de plantación, crecimiento, cosecha de la marihuana?

OR - Para poder llegar a esos 40 gramos mensuales por socio que nos permite tener la ley, planteamos tener unas "madres" en estado vegetativo, no en floración, y luego tener esas 99 plantas que nos darían unos 80 gramos cada dos meses. Cosecharíamos cada dos meses para poder tener los 40 gramos mensuales.

EC - Pero a su vez, ¿ese plazo de dos meses tiene alguna época del año?

OR - No, esa es otra de las ventajas del cultivo indoor, al ser un microclima te permite tener más de una cosecha al año. En exterior se puede tener una o a lo sumo dos, pero no más, hacés toda la apuesta a esas cosechas. El cultivo indoor te permite tener más continuidad.

EC - ¿Qué otras actividades piensan desarrollar en el club de membresía, aparte del cultivo y el expendio a los socios?

OR - En nuestro caso, somos socios de AECU de antes, nos conocemos, muchos hemos entablado una relación de amistad muy linda. Ya hay idea de poner una mesa de pimpón, a mí me gusta mucho el ajedrez… cosas también recreativas, que sea un lugar de reunión donde podamos compartir otras experiencias, no solamente lo ligado al consumo de cannabis. Incluso los llamamos "clubes sociales de cannabis", pero parece que eso de "social" desapareció de la reglamentación, porque solamente habla de "clubes cannábicos".

EC - ¿Cuántos clubes, te parece, va a terminar habiendo en Uruguay?

OR - (Suspira.) La verdad, no sé…

EC - ¿Hoy la AECU cuántos socios tiene?

OR - Tiene más de 500 socios.

EC - Si todos terminaran agrupándose en clubes, ahí nomás ya habría 10, 11 clubes.

OR - Sí. No creo que sea el caso de todos los socios, hay gente que opta por el autocultivo. Pero hay gente que no puede autocultivar y que no tiene la experiencia todavía. Ese es otro tema, no es pongo una semillita así nomás.

Nosotros apostamos a que haya muchos clubes, queremos que haya muchos clubes. Pese a todas estas limitantes, desde AECU –porque no lo podemos hacer desde el club, por esa cosa cerrada que te decía– estamos tratando de nuclear a la gente, que se arrime, para ir haciendo grupos y asesorarla, ya que tenemos el camino un poco hecho.

EC - Desde que surgió la iniciativa del gobierno en torno a una ley de regulación de producción y comercialización de la marihuana, han surgido muchas voces, tanto de especialistas como de dirigentes políticos, como de docentes, que advierten sobre los riesgos que representa la marihuana para la salud, para la seguridad, para los jóvenes. Advierten incluso que puede llegar a ser la puerta de entrada a otras drogas en el caso de los menores. ¿Cómo se plantan ustedes frente a esa discusión?

OR - El temor nunca fue muy amigo de la ciencia, sino del prejuicio. Como otras drogas, tiene sus pros y sus contras. En mi experiencia personal, cuando no consumía tenía una idea y luego con el tiempo me fui dando cuenta de que no era el cuco que decían.

El cannabis es algo muy particular. Se ha demostrado científicamente que existe un sistema endocannabinoide que produce el propio cuerpo, entonces ya tiene por sí propiedades etiológicas curativas. Es una droga muy particular. Sus efectos cambian también de persona a persona. Nosotros no hacemos apología de la droga, pero hay que vivir la experiencia personal, hay que animarse a tener la experiencia para poder hablar.

EC - Justamente, ¿una ley como esta no puede propiciar un aumento del consumo? Tú recién decías "hay que animarse a probar". ¿Entonces?

OR - El consumo siempre existió, y ahora por suerte no va a ser proveído, al menos no en la magnitud de antes, por el mercado negro. No sé si la legalización va a aumentar el consumo; en los años 30 con la ley seca en Estados Unidos se decía que la prohibición iba a parar el consumo pero se vio que era todo lo contrario, en realidad se consumía más. El prohibicionismo ha demostrado no ser la salida.

La gente interesada en saber más puede arrimarse a la sede de la AECU, en Mario Cassinoni esquina Maldonado, que tiene una fachada muy llamativa, llena de flores. Ahí los vamos a asesorar y vamos a tratar de que esta opción que es el club, que es la que nosotros hemos elegido, se dinamice y que la gente pueda utilizar este recurso que plantea la ley.

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Transcripción: María Lila Ltaif