ASSE

¿Corrupción en ASSE? Antecedentes de la actuación judicial

Informe de En Perspectiva sobre coimas y sobrefacturas en la Administración de los Servicios de Salud del Estado.

(emitido a las 7:50 hs.)

Alfredo Silva, representante de los funcionarios en el Directorio de Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), sigue detenido junto a otras 19 personas investigadas en el expediente judicial sobre presuntas coimas y sobrefacturación en servicios de limpieza en hospitales públicos. El fallo se espera para este viernes. El juez de la causa, Néstor Valleti, tiene hasta las 5 de la tarde para resolver si procesa a los detenidos o los deja en libertad.


El origen

Vale la pena ubicar los antecedentes del caso.

Las primeras denuncias por sobrefacturación en servicios de limpieza en ASSE datan de 2010. En ese momento el foco estuvo en el Hospital Maciel y en la empresa Clanider SA.

En mayo de ese año fue procesado el director de esa empresa, Gabriel Leindekar, junto a la administradora del Maciel, Lucía Zagía. Según se comprobó, la sobrefacturación por horas trabajadas superaba los 100.000 dólares (en concreto la cifra fue ajustada en 3.100.000 pesos, que la empresa se comprometió a devolver en 24 cuotas).

Un aspecto que generó una polémica aparte fue que en Clanider trabaja Alejandra de Mello -esposa del ministro de Defensa Eleuterio Fernández Huidobro- que, según se comprobó en la investigación, recibía pagos por la realización de 32 horas extra por día.

Luego que cayera el contrato con Clanider surgió La Buena Estrella (LBE). La empresa fue conformada como "cooperativa" por los ex trabajadores de Clanider, "alentados" por la propia representación sindical en ASSE, es decir por Alfredo Silva.

Según denunció luego ante la Justicia Laura de los Santos –ex empleada de LBE– el propio Silva y su abogado y asistente Alvaro Ferrín dirigieron a los ex empleados en la formación de la empresa. Otra denunciante, Loreley Rodríguez –ex secretaria de Silva, quien le entregó información al senador Luis Alberto Heber– aseguró que los directivos de LBE se reunían día por medio con Silva en su despacho.

En junio de 2011, el Tribunal de Cuentas (TCR) objetó el contratato con LBE, que fue directo,  sin llamado a licitación y sin contar con el visto bueno del TCR. El Hospital Maciel se justificó argumentando la "urgencia" de la situación.

 

La Buena Estrella crece

En un inicio, LBE fue contratada por el Maciel para cumplir 18.000 horas de limpieza por $ 2.800.000 al mes. Tiempo después la "cooperativa" pasó a prestar servicios también en los hospitales de Rivera y Pando y en el Instituto Nacional del Cáncer. Por otro lado, en julio se le extendió el contrato original a través de una resolución firmada por el presidente de ASSE, Mario Córdoba, Silva y el representante de los usuarios, Wilfredo López.

En diciembre de 2011, ASSE detectó irregularidades. A raíz de esas actuaciones fue removida Luz Iguini, la administradora que había suplantado a la procesada Zagía. La auditoría que puso en marcha ASSE en el Maciel comprobaría sobreprecios por 2.500.000 de pesos. A mediados de 2012 se decide rescindir el contrato en el Maciel.

A pesar de ese antecedente, LBE obtuvo varias renovaciones en los demás centros, incluso hasta 2013. La empresa también incorporó luego servicios de vigilancia.

Hoy Silva es indagadado, entre otros motivos, por haber ejercido "presiones" como director de ASSE para extender los contratos de la empresa a otros centros de salud.

Estado Parlamentario

En noviembre de 2011 el senador Luis Alberto Heber interpeló al entonces ministro Jorge Venegas, junto a las autoridades de ASSE. Se basó en las denuncias que recibió, entre otros, de Loreley Rodríguez, la ex secretaria de Silva, y en los informes que le elevó el entonces representante nacionalista en ASSE, Alejandro Draper.

En esa ocasión Heber sostuvo que Silva había incurrido en "acomodo", arreglos y abuso de poder para que LBE obtuviera cuatro contratos. Destacó que lo comenzó siendo una cooperativa se transformó en  "superempresa" que prestaba servicios en varios establecimientos. En esa fecha, agregó, llevaba facturados más de 30 millones de pesos: cuatro veces más de lo que había cobrado por sus servicios en 2010.

Una de las explicaciones que el senador interpelante halló para este crecimiento de "LBE" fue el vínculo con Silva. Para Heber resultó suficiente el hecho de que "nadie desmintiera" la información durante la sesión.

En su intervención, el ministro Venegas advirtió que las acusaciones de Heber lesionaban también el honor de otros jerarcas de Salud Pública y le recordó que el Gobierno del Partido Nacional, entre 1990 y 1994, también contribuyó al deterioro del sistema sanitario al obligar al cierre de ocho mutualistas.

Las respuestas de Venegas fueron calificadas por la oposición como un "engaño al pueblo uruguayo". Sin embargo, los 16 legisladores del FA (en 30 presentes) declararon satisfactorias sus explicaciones.

El Partido Colorado intentó una moción de censura al ministro, lo que hubiese implicado el llamado a una sesión especial del Senado, que también fracasó.

El ministro Venegas se quejó del nivel de la interpelación y sentenció su participación con una metáfora médica: "a palabras infecciosas oídos penicilínicos".

Luego del fracaso de la instancia parlamentaria, Heber elevó  a la Justicia de Crimen Organizado los antecedentes que tenía en su poder.

Luego, a mediados de 2013, fue el colorado Alfredo Solari quien retomó el asunto. Solicitó la formación en el Senado de una Comisión Investigadora sobre todas las irregularidades en ASSE. En la Preinvestigadora, Ernesto Agazzi y Constanza Moreira rechazaron la formación, mientras que Ope Pasquet votó a favor.

Si bien en ese momento Solari planteó la investigación acerca del asunto de las "muertes evitables" que se habían dado por esa fecha en varios hospitales públicos, recogió lo planteado por Heber, asegurando haber recibido denuncias sobre abuso de funciones, acoso laboral y corrupción de altos jerarcas de ASSE.

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