El director nacional de Turismo, Benjamín Liberoff, visitó días atrás la República Popular China con un objetivo concreto: captar la llegada de turistas provenientes del gigante asiático.

Se trata de un mercado en plena explosión, ya que cada vez más personas originarias de ese país salen al exterior hacia destinos turísticos debido al crecimiento económico y el aumento del poder adquisitivo. De todas formas, esto implica un desafío, al ser un tipo de visitante con costumbres particulares y bastante diferentes al promedio general, que requiere en sus viajes detalles específicos.

Es por eso que en el Ministerio del Turismo se está tratando de desarrollar una estrategia para atender especialmente la llegada de estos visitantes; y en ese sentido, según señalaron a Espectador al Día fuentes de la cartera, se facilitará la capacitación de operadores.

El desafío más grande es el idioma: generalmente estos turistas no saben inglés, por lo que la comunicación debe hacerse en su propio idioma, el mandarín, aspecto en el que Uruguay exhibe un claro déficit. Se calcula que unos 4 millones de chinos salen cada año fuera de su país para hacer turismo.

Por otra parte, el Gobierno apuesta al desarrollo en el país del turismo náutico y fluvial, un producto inexplorado en Uruguay. El plan apunta a aprovechar la llegada de cruceros de pequeño porte no se limiten a atracar en la costa del Río de la Plata o el Atlántico, sino que puedan internarse en los ríos haciendo escalas en las localidades a su paso. En ese sentido uno de los puntos a desarrollar es la zona cercana al puerto de Colonia, y fundamentalmente el Río Uruguay.