Más de un tercio de campos uruguayos en manos argentinas
Se calcula que más de un tercio de los campos en Uruguay están manejados por empresas argentinas. Desde el vecino país se destaca la ausencia de retenciones a las exportaciones agropecuarias con el factor principal para explicar esta presencia.
El diario Clarín publica este sábado un informe en donde se destaca un fenómeno que se acentuó en las última década, y que se produce fundamentalmente en el mercado granelero y que se consolidó en dos momentos.
La primera oleada llegó en 2003, luego de una fuerte devaluación del peso uruguayo. Los argentinos llegaron en ese entonces con nuevas técnicas para el trigo y la siembra directa de soja, que permitía achicar los tiempos y agrandar la producción.
Una segunda oleada llegó en 2007, provocada fundamentalmente por la suba en las retenciones a las exportaciones aplicada por el gobierno de Cristina Fernández.
Los argentinos llegaron en su momento a dominar la mitad de las 800.000 hectáreas de soja sembradas, con actores como Gustavo Grobocopatel, Adeco y El Tejar.
Se destacaban por su agricultura de precisión y mucho desarrollo tecnológico, que los distanciaba claramente de los productores locales, quienes bajo su influjo se actualizaron y reprodujeron sus métodos.
La ganadería también tiene argentinos en el mercado uruguayo. El más importante es Pérez Companc, con Del Carmen ACISA, pero hasta el técnico de San Lorenzo, Edgardo Bauza, tiene negocios de cría de vacunos.
Otro nombre conocido es Miguel Vigano de Narváez, sobrino del empresario y diputado Francisco de Narváez, ex dueño de Casa Tía y propietario de la tiene la cadena local Ta-Ta. Gran parte de la producción del sobrino acaba en las góndolas familiares.