Caso Yamila

Helena Suárez (Cotidiano Mujer): Los medios deben dejar de informar sucesos de violencia doméstica como casos aislados

El asesinato de la joven Yamila Rodríguez en Maldonado conmocionó a la sociedad uruguaya. Un grupo de feministas se concentraron en Plaza Independencia en reclamo de Justicia y para poner punto final a los feminicidios en Uruguay. En Perspectiva entrevistó a Helena Suárez, de Cotidiano Mujer, quien aseguró que las "coberturas sobre violencia de género tienen que dejar de mostrar casos aislados, como si fuese una sensación del momento". Asimismo agregó: "cuando decimos que al menos 27 mujeres murieron por violencia de género en el país durante el año pasado, ese es un problema de seguridad también, y ninguno de los candidatos lo ha mencionado".

(emitido a las 7.58 hs.)

EMILIANO COTELO:
Un grupo de distintas organizaciones feministas se manifestó ayer en la plaza Independencia en rechazo a la violencia contra la mujer.

Bajo el lema "Tocan a una, nos tocan a todas", estos colectivos reclamaron medidas concretas de seguridad para evitar asesinatos como el de Yamila Rodríguez, que ha dado tanto que hablar esta semana. Pidieron, además, que el próximo gobierno coloque el tema de la violencia de género en primer lugar en la agenda de seguridad pública.

Justamente, una de las participantes de esta movilización fue Helena Suárez, con ella estamos en contacto en este momento.

¿Por qué una manifestación como esta? Tuvo connotaciones particulares, no es lo mismo que las otras que estamos acostumbrados de ver, las organizadas por Mujeres de Negro, por ejemplo.

HELENA SUÁREZ:
Sí, nuestra idea fue la importancia de empezar a hacer ruido. Las manifestaciones de Mujeres de Negro son muy importantes para fijar la memoria sobre la violencia de género, pero también es importante que se escuchen nuestras voces y que se escuche nuestra indignación ante estos hechos.

EC – Ustedes por ejemplo no hicieron la manifestación en silencio, llevaron bombos, cornetas, megáfonos, otros instrumentos, y también cacerolas que fueron golpeadas con cucharas de madera, ¿por qué?

HS – Porque queríamos que se escuchara el reclamo, que se escuchen nuestras voces así como se escuchan las de los medios y de los políticos, y especialmente queríamos enfatizar la importancia de que estas noticias se manejen de manera responsable. Algunos de los medios no han sabido manejar la noticia de manera responsable y manteniendo la dignidad de Yamila y de otras mujeres que han sufrido violencia de género. Justamente, ayer hubo un pronunciamiento de la Asociación de la Prensa del Uruguay recordando a los medios, que no son todos, que no han cumplido con su propio Código de Ética. A nosotros nos parecía importante hacer esa demostración, que fuera visible y que se viera que muchas mujeres estamos unidas por este tema.

EC – Son dos niveles entonces, empecemos por algunas de las coberturas periodísticas, ¿qué es lo que ustedes objetan?

HS – Hay un Código de Ética Periodística y hay varios puntos de ese código que no se han cumplido. Por ejemplo, muchas de las notas se fijaron en aspectos íntimos de la vida de Yamila, que son completamente irrelevantes al asesinato en sí. Se hicieron entrevistas a familiares en momentos emocionales bastante fuertes, y no se han protegido sus datos privados. Además del Código de Ética Periodística también está el Código de la Niñez y la Adolescencia, ella era una adolescente, tenía 15 años, y es irresponsable estar propagando sus datos, sobre todo porque ella está muerta, no puede defenderse.

EC – Ustedes no solo critican algunos de los extremos que tuvo la cobertura periodística en determinados medios sino que también señalan lo que faltó, o lo que debería incluirse en estas coberturas, ¿de qué se trata en ese caso?

HS – Las coberturas sobre violencia de género tienen que dejar de mostrar casos aislados, como si fuese una sensación del momento. Tiene que empezar a ser una cobertura que muestre que hay un sistema, que no son casos aislados, que vivimos en un contexto en el que todavía se condonan estos hechos por el silencio de la sociedad. Ha habido muchísimos casos de violencia doméstica este año, y todos los años, y no se muestran como parte de un sistema de opresión y violencia hacia las mujeres. También es importante cuando se muestran estas noticias mostrar posibles herramientas que las mujeres puedan utilizar para defenderse, para acudir a alguien, para denunciar. Pensá que 45% de las mujeres que están o han estado en pareja en Uruguay han declarado haberse sentido víctimas de violencia de algún tipo por sus parejas o ex parejas, muchas mujeres que ven estos artículos se pueden sentir identificadas, pueden sentir que tienen una necesidad de acercarse a alguien, y es importante que los medios también colaboren desde ese lugar. Hay una línea de atención a violencia doméstica, que es el 0800 4141, hay lugares de denuncia. Es importante que cuando los medios cubren casos de violencia de género lo hagan desde un lugar más holístico, mostrando los mecanismos que ya hay en el país para empezar a combatir desde un lugar más amplio, no solamente de criminalidad.

EC – Por otro lado ustedes llamaron la atención a propósito del espacio, escaso o mínimo, que el tema de la violencia de género ha estado ocupando en los debates de la campaña electoral. ¿De qué manera entienden que los dirigentes políticos tienen que cambiar su actitud en torno a este asunto?

HS – Es un tema que hay que priorizar, sabemos que en los programas de gobierno ha habido iniciativas, pero no es un tema que haya sido hablado. Hubo una concentración muy grande en el tema de la seguridad durante toda la campaña, pero no se abordó la violencia de género como un problema de seguridad. Cuando decimos que al menos 27 mujeres murieron por violencia de género en el país durante el año pasado, ese es un problema de seguridad también y ninguno de los candidatos lo ha mencionado. Tiene que verse como una parte del todo, como un problema que afecta a muchísimas mujeres en Uruguay y por tanto a una gran parte de la sociedad, porque estas mujeres también son madres, hijas y hermanas, es un tema que nos afecta a todas las personas.

EC – Por ejemplo, en los casos en los que actúa la justicia y se dispone la medida de alejamiento del agresor con respecto a la víctima, ahora están disponibles las tobilleras con GPS y un sistema informático que sigue al agresor y justamente termina logrando que no se acerque, y por lo tanto que no haya un riesgo de nueva violencia y de muerte, como ha pasado en tantos casos. Está claro que es un avance, ¿qué otro tipo de medidas entienden ustedes que faltan?

HS – Ha habido avances y los aplaudimos, pero tiene que haber es más acción en ese aspecto, más empoderamiento de las mujeres, más campañas publicitarias, más capacitación de la prensa para que se pueda adherir a su propio Código de Ética, y más que nada más visibilidad como un problema de la sociedad. Este no es un problema que, como se quiso dar a entender en algunos medios, fue porque Yamila era una mujer pobre o porque ella hacía esto o aquello, este es un problema de la sociedad. La pregunta es qué tipo de sociedad queremos, qué tipo de sociedad vamos a construir juntos, para que no sucedan este tipo de cosas.

EC – Ustedes anuncian, además: "Vamos a estar en la calle, a las 18.30 del día siguiente al que anuncien un nuevo feminicidio o una nueva vejación a los derechos de las mujeres". Esto también es un cambio con respecto a las otras movilizaciones.

HS – Sí, como dije anteriormente queremos visibilidad, queremos mostrar que las mujeres no están solas, que nos importan. Por eso esta manifestación no fue convocada por una organización sola sino por muchas mujeres y muchas organizaciones y colectivos, queremos que se sumen todas las personas que se sientan tocadas por ese tema. No solamente a las feministas nos importa cuando mueren las mujeres, sabemos que hay muchas otras mujeres y muchos otros hombres a los cuales este tema les importa, y queremos que se vea más allá de esa preocupación pasajera sobre la tragedia en sí, una preocupación más continua sobre una sociedad que queremos cambiar.

EC – ¿Cuáles son las instituciones?

HS – Hay muchísimas, son instituciones y también mujeres sueltas, no somos todas parte de organizaciones. Nos encontramos en el primer encuentro de feminismo en Uruguay la semana pasada, que fue la primera vez que se convocó desde grupos de mujeres independientes y el encuentro reunió a más de 400 mujeres. Algunas de ellas trabajamos en colectivos feministas y otras no, algunas son académicas, algunas políticas, somos muchísimas mujeres y estamos presentadas como personas en esta convocatoria más allá de nuestras organizaciones.

EC – Y las convocatorias, cuando ocurran, ¿de qué manera se van a realizar?

HS – Nos estamos organizando en gran parte a través de las redes, también a través de llamadas telefónicas. Es una red que está organizada pero también se maneja de una forma muy espontánea con mucha solidaridad. Se está corriendo la voz, por ejemplo ayer también hubo manifestaciones en la Ruta 8 a la misma hora que estábamos en la Torre Ejecutiva, o sea que es un movimiento que va más allá de Montevideo también, va a seguir creciendo y juntando mujeres, vamos a seguir peleando para que haya justicia de género.

EC – ¿Es paralelo, es complementario al de Mujeres de Negro? ¿Cómo hay que entenderlo?

HS – Por supuesto, cuando surgió la convocatoria nos comunicamos con las Mujeres de Negro y ellas nos dieron para adelante, nos dijeron que todo suma. Nosotras también vamos a estar en las marchas de Mujeres de Negro.

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