La "huella" de Wilson Ferreira en la lucha contra la dictadura
En el puerto de Montevideo donde fue detenido hace 30 años, autoridades nacionales reconocieron la "huella" del político Wilson Ferreira (1919-1988) en la lucha contra la dictadura uruguaya (1975-1983) con una placa conmemorativa que homenajea al "último gran caudillo" del Partido Nacional (PN).
(Actualizado a las 07.00 hs)
Wilson Ferreira regresó a Montevideo en barco desde Buenos Aires después de varios años en el exilio, con la intención de concurrir a las elecciones presidenciales del 25 de noviembre de 1984, cuando nada más entrar en aguas uruguayas fue detenido por los militares.
Algunos meses antes de emprender el viaje "ya tenía la certeza de que podría acabar preso", pero "a veces uno no es dueño de sus actos", señaló a Efe el diputado del PN, Pablo Iturralde, quien le acompañó en su travesía como joven secretario de la FEU (Federación de Estudiantes Universitarios) junto con otros dirigentes blancos.
En el acto participaron distintos dirigentes del Partido Nacional, algunos de los cuales llegaron con él desde Buenos Aires en aquel Vapor de la Carrera en el 84: por ejemplo, Matilde Rodríguez Larreta –viuda de Héctor Gutiérrez Ruiz; y el actual diputado Gustavo Borsari. También acompañaron el vicepresidente Danilo Astori, la intendenta Ana Olivera, el exlegislador nacionalista Óscar López Balestra, el presidente del Directorio del PN, Luis Alberto Heber, y representantes blancos como Javier García, Pablo Abdala y Pablo Iturralde. También acompañaron las juventudes nacionalistas, encabezadas por su presidente, el tertuliano Gonzalo Baroni.
Iturralde recordó la alegría vivida aquel "histórico" 16 de junio a bordo del navío, donde "reían y cantaban" en cubierta, una "sonrisa" que Ferreira mantuvo cuando le llevaron preso al llegar al puerto, destacó.
El diputado blanco aseguró que el "buen humor" era el rasgo característico de Wilson, que fue excarcelado cinco días después de que se celebraran los comicios por lo que no pudo llegar a presentarse.
Ferreira aprovechó sus años de exilio en diversos países, entre los que figuran Argentina, Gran Bretaña, España y Estados Unidos, para denunciar internacionalmente las atrocidades de la dictadura.
Su huella en el puerto formará parte del "Recorrido de la Memoria", un itinerario de placas conmemorativas que marca lugares de Montevideo donde se desarrollaron actos de resistencia a la dictadura cívico-militar y que recuerda a las personas que los protagonizaron.