Tras intensas lluvias

Juan Canessa (IM): Reformas en Aguada para prevenir inundaciones costarían 50 millones de dólares

Juan Canessa (IM): Reformas en Aguada para prevenir inundaciones costarían 50 millones de dólares
Federico González Andreu

Intensas lluvias hicieron colapsar varias avenidas en Montevideo. En las redes sociales aparecieron numerosas fotos de las consecuencias del temporal. La más compartida fue la que se veía la estación de AFE de fondo y muchos autos flotando, en la zona de la Aguada. Con este suceso se abrió el debate sobre cuáles son las causas de que las calles se inunden tanto, si la basura o la infraestructura insuficiente. En diálogo con En Perspectiva, el director de Desarrollo Ambiental de la Intendencia, Juan Canessa, explicó que se vienen desarrollando obras al respecto, pero que específicamente en la zona de Aguada serían más complejas, y que demandarían una inversión de 50 millones de dólares. Con respecto al debate sobre la basura, Canessa aseguró: "podríamos vivir en una ciudad vacía, que es la única en la cual no se va a generar ningún tipo de suciedad más allá de la natural, y esto hubiera ocurrido igual".

(emitido a las 7.48 hs.)

EMILIANO COTELO:
Fue el tema de conversación el viernes. Las postales que vimos en las calles, en las redes y en la televisión, hablaban por sí mismas. Una hora de lluvia intensa bastó para que algunas zonas de Montevideo quedaran bajo agua.  

Claro, no fue una hora cualquiera. Hacía 50 años que no se daba un chaparrón de esas características que, como informó luego el Sistema Nacional de Emergencias, "provocó el colapso del sistema pluvial y generó inundaciones en varias vías de la capital".

Este nivel de precipitaciones inusual se llevó parte de la responsabilidad de lo ocurrido ese día, un fenómeno atmosférico infrecuente. Sin embargo, a medida que transcurrían las horas, también aparecieron otras explicaciones posibles y vino un debate a propósito de dónde están las causas. Desde Bomberos, por ejemplo, se dijo que parte del problema se debió a bolsas, botellas y otros elementos que se encontraban tirados en las calles y que una vez que fueron arrastrados por el agua taparon las bocas de tormenta.

¿Qué fue, en definitiva, lo que ocurrió el viernes? ¿Qué explicaciones da la Intendencia de Montevideo (IM)? Vamos a conversarlo con el director de Desarrollo Ambiental de la Intendencia, Juan Canessa, quien tiene a su cargo las divisiones de Saneamiento y Limpieza de la comuna.

ROMINA ANDRIOLI:
¿Cuál fue el motivo para la IM de que las lluvias que cayeron el viernes hayan provocado esta inundación en varias calles de Montevideo, por ejemplo, algunas de las que más llamaron la atención, en la zona de Avenida Libertador y La Paz?

JUAN CANESSA:
El lugar más visto fue Libertador y La Paz, pero no fue el único en el que se produjo una inundación. La causa está en que efectivamente tuvimos una lluvia que no teníamos registrada con esta intensidad con anterioridad. Es una lluvia que según los modelos tiene un período de retorno de 50 años, se produce en teoría cada 50 años, pueden ocurrir dos en el mismo año. Revisando hacia atrás desde el momento en el que existen datos de lluvias hora a hora, que es desde 1969 en adelante -todo un trabajo que ha hecho la división Saneamiento en los últimos tiempos, en el marco del nuevo plan director-, desde 1969 no existen registros de una lluvia con esa intensidad para la media hora y para la hora entre las 14.20 y las 14.54 y luego entre las 14.20 y las 15.30.

Esto provocó en varias zonas, no tantas para el tamaño de la ciudad, un colapso del sistema de drenaje, especialmente en lugares en los que es habitual que con lluvias fuertes, intensas y momentáneas se produzcan este tipo de situaciones porque tienen sistemas de drenaje que fueron construidos con algunas carencias de acuerdo a los modelos que había en ese momento, estamos hablando de los años 20, principios de los 30, cuando los conocimientos sobre el régimen de lluvias eran menores. La zona de La Paz y Agraciada, lo mismo que la zona de la terminal de Río Branco, son zonas donde habitualmente no se necesita una lluvia tan grande para que se produzcan este tipo de situaciones porque están muy por debajo, vendrían a ser un pozo desde el punto de vista hídrico. Nosotros estábamos conversando con el director interino de la división Saneamiento y me decía que en este momento nos informan que la bahía llegó a una cota tres, y ahí tenemos casi hasta cota dos, por lo tanto debemos tener unos 70 centímetros de agua, por lo menos, en algunas calles. Efectivamente no habíamos terminado de hablar de eso cuando nos vinieron a mostrar las fotos que ya estaban en las redes sociales y eso era lo que había sucedido.

Pero también pasa en otros lugares, en algunos lugares la inundación desgraciadamente como también es habitual llegó a las casas e incluyó inundación de viviendas, especialmente en la zona de Jacinto Vera y en algunas zonas de Goes.

EC – Entonces, para ir ordenando el tema, por un lado está claro que la intensidad de la lluvia no registraba antecedentes cercanos, pero como usted mismo mencionaba también hay algunas razones de tipo estructural. En esas zonas tan bajas que usted mencionaba recién, ¿hay obras que se estén encarando para que en el futuro estas situaciones no se repitan?

JC – Sí, claro, es así como tú dices. Por un lado está que la lluvia fue muy grande y seguramente habría calles que se hubieran anegado así como algunas azoteas, aún estando totalmente limpias, debido a la intensidad. Pero como esto ocurre con más frecuencia que una vez cada 50 años en algunas zonas, o sea, que el sistema no esté diseñado para eso, en este período se vienen desarrollando algunas obras en algunos de estos puntos de la ciudad. Para empezar, como es sabido, hace ya unos tres años se terminaron las obras en la zona de Malvín Nuevo, de Buceo, a través de una tecnología que es relativamente nueva en el mundo y absolutamente nueva e innovadora en nuestro país. Esto consisten en la construcción de ciertos elementos para contener el agua cuando la inundación y luego, cuando hay este tipo de lluvias fuertes, que en el largo tiempo duran un instante -no estamos hablando de lo que sucedió en enero y febrero, que llovió 15 días seguidos y que en realidad eso desbordó totalmente el cauce natural de los arroyos, además de la situación que tenemos de construcción en el entorno…-.

EC – ¿En qué consiste esa tecnología que se está empezando a aplicar en esa zona que usted mencionó?

JC – Es una tecnología constructiva que construye no en esta zona de Agraciada, que es más complejo, pero lo que se hizo en Buceo y se está trabajando ahora en la zona de Lezica y Peabody y en Barrio Kruger, en Jacinto Vera, y próximamente en una parte de Goes, es, además de la ampliación de los colectores parapluviales, que no son suficientes, la construcción de lo que llamamos tanques de retención. Hay en Buceo y como se está trabajando ahora en Jacinto Vera y Kruger: por debajo de la tierra se construyen tanques con capacidades de varios miles de metros cúbicos para que cuando llueve el sistema de boca tormenta y rejillas tome el agua y la vaya depositando ahí. Normalmente pasa por un canal que tiene como un rebase, una vez que el agua llega a determinado nivel eso rebasa, ocupa el tanque, y una vez que para la lluvia naturalmente vuelve al cauce tradicional de los colectores. Una de las zonas afectadas fue Jacinto Vera, sucede habitualmente, no solo con esta lluvia…

EC – ¿Ese tipo de tecnología se puede aplicar en estas zonas que estábamos hablando dentro de Montevideo, por ejemplo, las cercanas a la estación del ferrocarril de AFE?

JC – En Agraciada, en la zona de Libertador y La Paz, se está llevando adelante ahora una consultoría porque el problema ahí parece ser más complejo. Esa complejidad tiene que ver no solo con la insuficiencia del drenaje sino también con esta otra situación que se planteaba que es la de estar por debajo de los niveles de la bahía. Si uno se fija habitualmente nosotros medimos la altura de cualquier lugar de acuerdo al 0 de la bahía.

En 2011 se aprobó un crédito por el Banco Interamericano de Desarrollo que financia parcialmente estas obras que comentaba. Me olvidé de decir que en la zona de Lezica el tanque no es enterrado, sino que van a tener la forma de dos plazas inundables, que cuando llueva con esta intensidad se van a llenar de agua y el resto del tiempo van a ser plazas disponibles como espacio público.

Volviendo al tema, esta zona es de una complejidad mayor, se está en proceso de consultoría, cuando se hicieron los estudios para ese crédito que cubre parcialmente las obras se tomaron en cuenta dos elementos: el primero es el conocimiento que se tenía sobre el régimen de inundaciones en cada lugar y el segundo, que en definitiva es el que se consideró más válido, era la cantidad de afectaciones directas, es decir, viviendas  que se inundan directamente cada vez que hay una lluvia fuerte, de estas que ocurren una vez cada cinco o más años. En función de la cantidad de personas que son directamente beneficiarias se eligieron estas zonas de las que estaba hablando.

Los estudios que se han hecho hasta ahora indican que solucionar el problema en la zona de La Aguada puede tener un costo que ronde los 50 millones de dólares, y ahí hay una situación especial y es que en general lo que son afectados no son viviendas sino vehículos, que es lo que vimos el otro día con mucha fuerza, y el tránsito de peatones. Alguien que vino del exterior en estos días me decía que en algunos lugares ellos están acostumbrados a que exista una serie de señales luminosas que indican cuando se produce esto, inmediatamente, para que el tránsito intente desviarse y no ocurra lo que pasó el otro día. Más allá de que allí hay un estacionamiento, que en parte también cuando se construyó vino a complicar un poco más el problema, porque genera un poco más de impermeabilización, pero efectivamente es un hecho que es algo que podemos llegar a estudiar.

EC – O sea, hay una consultoría en curso para definir qué obras habría que realizar en la zona de La Aguada para enfrentar de manera definitiva estos inconvenientes pero, llegado el momento, habrá que evaluar si el costo que requiere es razonable teniendo en cuenta justamente el tipo de situaciones de las que estamos hablando.

JC – Efectivamente.

EC – Falta tiempo, entonces, para que eventualmente haya una solución.

JC – Sí, porque además es una obra que si se hiciera no llevaría menos de dos años, sin duda, y además esa zona en realidad tiene problemas desde 1907, cuando se inauguró el nuevo puerto de Montevideo, pero esos problemas además se han ido incrementando. La estación central está parcialmente sobre lo que antiguamente era una playa, ese es un dato de la realidad.

RA – Usted hasta ahora viene comentando y atribuyendo la situación a este sistema de drenaje antiguo, pero Bomberos atribuyó también la situación a la basura que se acumuló en las alcantarillas, y de hecho afirmaron que pasaron el viernes en buena medida trabajando para retirar la basura que estaba allí. ¿Qué dice usted a propósito de esos comentarios? Porque hay algunos mensajes de los oyentes que también van por ese lado.

JC – Primero que esa es la opinión del vocero de bomberos, por lo que yo leí en los diarios. Podríamos vivir en una ciudad vacía, que es la única en la cual no se va a generar ningún tipo de suciedad más allá de la natural, y esto hubiera ocurrido igual. Eso es lo primero a señalar. Además la limpieza de las bocas de tormenta no la hacen los bomberos, en el caso de esa zona la realizan organizaciones de la sociedad civil que trabajan para el Municipio B. La limpieza de las boca de tormenta está descentralizada a partir de la creación de los municipios y se les asignó una partida presupuestal para esta tarea, que en realidad cubre el doble de lo que se cubría hasta 2010.

RA – ¿Y con qué frecuencia se limpian?

JC – Yo no sabría decirle con qué frecuencia se limpian esas bocas de tormenta, pero de las 12.000 bocas de tormenta que tiene Montevideo la partida presupuestal prevé que se puedan limpiar todas por lo menos dos veces por año. En realidad ese es un promedio, hay lugares en los que se limpian casi semanalmente o un poquito más, cuando tienen o mucha afectación de mugre que esté en la calle o cuando son consideradas insuficientes, porque también hay bocas de tormenta que pueden ser insuficientes por su tamaño o su ubicación. Eso creo que en el Centro sobre todo es fácilmente visible, son muy chiquitas las bocas en algunas ocasiones para tomar toda el agua que cae.

Lo mismo que el barrido, que tiene una frecuencia de tres veces por semana en esa zona y en algunos casos, hacia el norte o el oeste tiene una frecuencia de tres veces por semana, en la zona de La Paz hacia 18 de Julio la frecuencia de barrido es un poco mayor porque es parte de la frecuencia que cubre la empresa CAP.

En todo caso, independientemente de esto, lo que marca que esta situación de limpieza ha mejorado mucho es que están ocurriendo mucho menos estos eventos en otras zonas de la ciudad donde no hay problemas de drenaje. Por algo hay que limpiarlas, y cuando se limpian se sacan de adentro botellas, bolsas, por supuesto que algunos elementos como pueden ser ramas y hojas y otras cosas.

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