Exceso policial provocó un muerto, seis heridos y una asonada en Malvín Norte
El festejo de un cumpleaños en el complejo Euskal Erría terminó con dos adolescentes muertos y cinco heridos, una asonada, robos y saqueos. El origen fue la reacción desmedida de un policía que, molesto por la fiesta, no dudó en disparar sobre los jóvenes. "El factor detonante fue la intervención para mí totalmente negativa de este policía que ocasionó la reacción de vecinos, si se quiere muy lógica", afirmó el jefe de Policía, Nelson Rodríguez Rienzo.
(Emitido a las 7.35)
EMILIANO COTELO:
Vamos a ocuparnos de los episodios de la crónica policial que acaparan la atención de buena parte de los matutinos porque ayer generaron una conmoción brutal en la zona del Euskal Erría.
El título del diario El Observador habla de "Matanza en el Euskal Erría", el de La República dice "Furia y terror en Malvín Norte", El País lo plantea en estos términos: "Violencia, un muerto y tres heridos en Euskal Erría 70" y Últimas Noticias habla de "Pánico en Euskal Erría 70: un muerto, tres heridos y saqueos durante asonada".
Un vecino de la zona, Marcelo, aportaba este testimonio hablando con En Perspectiva.
(Audio.)
"Quería contar lo que pasó anoche, que fue una cosa de locos. Estamos todos los vecinos indignados por lo que sucedió. Había unos chicos festejando un cumpleaños, aparentemente; supuestamente empezaron a insultar porque tenían un tambor y estaban tomando vino y... lo que pasa hoy con los jóvenes. Y un policía descontrolado se ve que le tomaron el pelo, le habrán hecho algo sacó un revólver y bueno, mató a uno ahí en el momento, en el cumpleaños es un pibe de acá, del complejo mismo, hirió a cuatro o cinco más... Salían corriendo y les tiraba tiros. Estaba lleno de gente, es una cosa que nunca se vio. Y bueno, después lo que pasó fue que la policía se los llevó, dejó solo todo el complejo, nosotros llamamos a 911 para que viniera gente, no tuvimos eco ninguno. Y bueno, prendieron fuego todas las garitas, rompieron coches, o sea bajó toda una banda que era como de 20 o 30, tuvimos que bajar los vecinos más o menos como podíamos a ver cómo frenábamos esto. Rompieron todo el complejo comercial, el video, todo lo que estaba en la parte del complejo comercial, los salones comunales, robaron todas las motos que estaban, las bicicletas. Nosotros desesperados llamando, llamamos a los bomberos cuando prendieron fuego a todas las garitas, y los bomberos dicen que no pudieron entrar. Y bueno, nos dejaron realmente solos. Como a las dos horas y media, tres horas aparecieron celulares de granaderos. Pero las dos horas y media, tres horas éramos nosotros solos, o sea los vecinos que bajamos la mayoría no quería bajar sacamos todos los coches, porque habían roto algunos autos también. Tenían que ver ayer, era prácticamente poniendo en el estacionamiento de Tres Cruces, dejando en avenida Italia, en las estaciones de servicio, más de 200, 300 autos. Y bueno, realmente estamos indignados porque realmente era una guerra entre vecinos, porque más allá de que sean del cantegril son nuestros vecinos. Y queríamos realmente denunciar esto, creemos que hay que expulsar a (el ministro del Interior, Daniel) Borrelli, que no apareció, pensamos que tenía que haber aparecido acá. Cuando llamábamos al 911 nos decían "estamos trabajando, estamos trabajando" y acá no había un policía, no sentíamos sirenas, no apareció ningún patrullero, nada. Entonces, bueno, si ustedes podían averiguar en qué quedó todo esto. Pensamos que ahora Euskal Erría 70, a partir de hoy, es otra cosa".
(Fin audio.)
***
EC - Joel Rosenberg está a esta hora en el Euskal Erría 70. ¿Nos escuchas bien?
JOEL ROSENBERG:
Sí, perfecto. Estoy sentado en estos momentos en el murito donde estaba cantando esa banda de chicos. El testimonio de la persona que llamó a El Espectador es similar a los que estuve recogiendo con las 10 o 15 personas con las que estuve recogiendo esta mañana en el complejo.
EC - O sea, tú estás en la plazoleta donde se iniciaron los incidentes.
JR - Sí, es un murito que da al asentamiento, en esta rambla Euskal Erría, que tiene dos salidas por Hipólito Irigoyen. Veo a mi derecha una de las garitas policiales quemadas, a mi izquierda la otra se quemaron cinco en total, hay dos camiones de granaderos. Hay vecinos, hace 10 o 15 minutos estaba todo muy tranquilo, pero con la llegada de algunos periodistas han empezado a salir, indignados por algunas versiones y tratando de contar lo que pasó. Pero básicamente lo que describió el vecino fue lo que sucedió. Todo comenzó aquí, en este murito de la rambla de Euskal Erría, donde estaban festejando un cumpleaños, según cuentan los vecinos.
EC - ¿Qué ambiente encontraste entonces entre la gente esta mañana?
JR - Recién ahora han comenzado los gritos de explicación e indignación de algunos vecinos, hasta hace cinco minutos no había nadie. La Policía tiene una presencia muy pasiva y lejana, los dos "guanacos" de granaderos están del otro lado de la rambla, o sea en ese puentecito de Irigoyen donde se cortó el tránsito. Se ven también algunos otros objetos quemados, como un tronco y algunas gomas, que fue con lo que cortaron el tránsito.
Dentro mismo del complejo, que fue donde se produjeron los mayores incidentes y hasta donde voy a ir en estos momentos, hay mucha más tranquilidad. O sea, si a uno no le contaban todo lo que sucedió ayer de noche, si uno venía desprevenido hacia aquí, no se hubiera enterado de nada, a no ser por otra casilla humeante que está justo al lado del centro comercial, que sí llama la atención, obviamente. Pero si no te explican qué es tampoco sabés que es una casilla policial porque quedaron hechas nada, quedó apenas un pedacito de cada una de ellas. Pero allí fue que se trasladaron todos los incidentes.
El tema del cumpleaños es bastante claro entre todos los vecinos, tanto entre los del asentamiento como los de aquí del complejo. Los muchachos estaban festejando. Hubo algún canto alusivo a la Policía como siempre en las canciones identificadas con las barras del fútbol, según nos contaron los vecinos. Este policía había pasado ya un par de veces y no hay razones aparentes para que haya comenzado a disparar y no hay versiones de testigos respecto a que se le haya intentado sacar el arma. Aquí los testigos coinciden con lo que señala la crónica de El Observador, citando una fuente del jefe de Policía de Montevideo: sí hubo cantos alusivos a la Policía, pero no se le intentó sacar el arma. Según los testimonios, el agente venía con su arma de reglamento ya en la mano una de las veces que pasó y provocó la desbandada de los chicos que salieron corriendo. Incluso si uno camina hacia dentro del complejo puede seguir claramente la ruta del chico que cayó muerto, obviamente por los rastros de sangre. El joven cayó en el pasto sobre el edificio 35 del complejo Euskal Erría. Estoy viendo en el pasto en estos momentos todo el material esterilizado que utilizó la emergencia móvil que trató de reanimarlo.
Pero ésta es la primera parte de los hechos, o sea el festejo, los cantos, la situación con el policía. También lo más grave: los disparos, el chico fallecido y los otros heridos graves. Todo lo otro se fue suscitando a raíz de ese suceso, que fue quemar todas las garitas policiales...
EC - Sí, porque por lo visto los cinco policías asignados al Euskal Erría concurrieron al lugar de los hechos, fueron sitiados por los vecinos indignados, una camioneta de coraceros los rescató mientras las ambulancias se llevaban a los heridos y por lo visto terminó generándose una situación de vacío de autoridad. Desapareció la vigilancia y fue entonces cuando habitantes del cantegril cercano se hicieron de la zona, la coparon y comenzaron lo que podemos llamar saqueos y robos.
JR - Sí, en esta garita que está quemada, aquí delante de mí llegué caminando por dentro del complejo, está solamente a 30 metros, al lado del centro comercial. Aquí fue donde se reunieron los cinco policías que custodiaban la zona, a medida que iba creciendo la indignación de la gente que los había cercado cada uno en su garita, incluso incendiado las mismas. De aquí los sacó granaderos, según cuentan los vecinos, en un operativo un tanto riesgoso porque habían rodeado al camión de granaderos, y a partir de allí si me das dos minutos para llegar hasta los vecinos que están reunidos empezamos a contar lo que fueron las tres horas de las que ellos dicen que todo fue tierra de nadie, en las que hubo saqueos y momentos en los que sintieron absolutamente desprotegidos.
***
EC - Seguimos escuchándote.
JR - Estamos en el centro comercial del Euskal Erría 70. La gente que sale a llevar los chicos a la escuela o que va a trabajar mira con el mismo asombro que nosotros la casilla quemada de la Policía que, como les decía, sigue humeante.
Estamos con uno de los vecinos, Alejandro, que estuvo presenciando lo que pasó entre las 8.30 a 11.30. Después de que estos policías fueron retirados por coraceros, el complejo se quedó sin custodia policial. La zona obviamente estaba agitada, ya se había cortado Hipólito Irigoyen por parte de la gente del asentamiento que está enfrente a donde sucedieron los primeros incidentes, la balacera. Entonces comenzaron a llegar desde ese cantegril y también desde otro, según cuenta... Incluso vecinos de ambas zonas con los que estuvimos hablando se acusan mutuamente pero eso evidentemente es imposible de comprobar.
Alejandro, tú vivís por acá, ¿no?
ALEJANDRO:
Sí, en la torre 14.
JR - ¿Qué fue lo que viste anoche?
A - A las 8.30 empezó todo el desbande de gente que avisaba por los edificios que habían matado a dos muchachos y salimos todos a la calle. Cuando yo salí, a las 9 de la noche, que fue cuando me enteré, vi un camión de granaderos acá parado frente a la garita que después terminó incendiada, al lado del centro comercial, retirando a todos los efectivos del 222 de la Policía que estaban montando guardia en las garitas.
JR - ¿De dónde era la gente que estaba acosando a los policías? ¿Cuántas personas eran? ¿Cómo era la situación?
A - Había mucha gente de acá del complejo que estaba indignada mirando lo que pasaba y mucha gente que venía del asentamiento del arroyo Euskal Erría y del asentamiento de Malvín Alto.
JR - ¿Cómo era la situación en ese momento? ¿Cómo se generaron los robos? ¿En qué momento fue que se comenzó a atacar los locales? En estos momentos, la propia gente del asentamiento está comenzando a limpiar.
A - La gente del asentamiento cuando se enteró de que supuestamente habían matado a dos muchachos fue lo que informó la prensa, uno de 17 años, que era el que cumplía años, se ve que pasaron el aviso a toda la gente de ese asentamiento y del otro y se vinieron en bandada a copar el centro comercial y la garita del 222. Había dos policías dentro que fueron acosados y rodeados por el tumulto de gente. En ese momento cayó el camión de granaderos, pudieron retiraron a los policías y se los llevaron.
JR - Y ahí comenzó lo que ustedes llamen "tierra de nadie".
A - Ahí comenzaron a caer las bandadas de gente del arroyo y del otro asentamiento, empezaron a romper primero la garita, después trajeron gasolina y la prendieron fuego.
JR - Yo veo cadenas arrancadas allí, algunos vidrios; me decían que se robaron las bicicletas.
A - Sí, con unas bases de cemento que hay ahí para poner unos postes y con piedras y fierros rompieron las cadenas con las que estaban atadas las bicicletas y las motos y se las llevaban a cuestas.
JR - Se llevaban las motos al hombro.
A - Las motos y las bicicletas al hombro.
JR - ¿Cuál era la sensación de ustedes en ese momento?
A - Nosotros en ese momento teníamos indignación, yo subí dos veces a mi casa a llamar al 911, a avisar lo que estaba pasando y nos dijeron que ya estaban enterados del tema, que habían mandado gente para acá. Pero acá no venía nadie, durante tres horas no apareció ningún policía. Y vimos entrar taxímetros, o sea que los accesos no estaban todos cortados, por Mataojo se podía entrar perfectamente; lo que estaba cortado eran los accesos de Hipólito Irigoyen y de Erevan, otro de los puentes que dan al arroyo. Pero por Mataojo y por camino Carrasco se podía ingresar perfectamente.
JR - ¿Tuvieron miedo en ese momento por sus familias?
A - Sí, por supuesto, porque nos amenazaban, la gente que rompía la garita y los comercios amenazó a muchos vecinos con que no nos iban a dejar tranquilos en toda la noche, que nos iban a robar.
JR - ¿Cuál era la situación hasta el momento en que llegó la Policía?
A - No, no, la sensación era de pánico, todo el mundo corría para todos lados, la gente no sabía qué hacer. Y cuando llegaron los granaderos que pudieron acceder por Hipólito Irigoyen esta gente ya había salido corriendo diciendo que venía la Policía, que estaba cercando todas las calles, se fueron todos corriendo.
JR - O sea que nunca se enfrentaron, por lo que entiendo.
A - No, nunca llegaron a enfrentarse con los granaderos. Cuando los granaderos llegaron al lugar de los incidentes la gente ya se había dispersado.
JR - ¿Eso a qué hora fue, más o menos?
A - Serían las 10, 10.30 de la noche.
JR - Al menos dos horas...
A - No, perdón, 11, 11.30 de la noche.
JR - Ah, más. Hubo como tres horas entonces durante las cuales no hubo presencia policial aquí.
A - Exactamente, los granaderos llegaron a las 11.30 de la noche cuando fue avisado el jefe de granaderos a la casa de los disturbios que se estaban ocasionando acá y 11.37 o 11.40 llegó al complejo el camión con los efectivos. Unos minutos antes la gente ya se había retirado corriendo.
***
EMILIANO COTELO:
A partir de este momento vamos a dialogar con el jefe de Policía de Montevideo, Nelson Rodríguez Rienzo.
Rodríguez Rienzo, usted estuvo al frente de una parte de los operativos anoche...
NELSON RODRÍGUEZ RIENZO:
Sí, sí.
EC - Bien, vamos por partes. ¿Cuál es la información que ustedes han logrado confirmar a propósito de cómo se desencadenan todos estos hechos del Euskal Erría? ¿Qué actitud adoptó el policía que estaba en Servicio 222 ante esos jóvenes que estaban festejando un cumpleaños de manera ruidosa y eventualmente con insultos hacia el funcionario?
NRR - Yo creo que el factor desencadenante, de acuerdo a las versiones... tengo las versiones del policía actuante, de los compañeros del 222 que no estaban en el lugar pero estaban muy cercanos, y de vecinos con los cuales me preocupe por hablar durante mucho rato de la noche a fin de tener una idea clara de qué era lo que había pasado, de tranquilizar un poco los ánimos y de brindarles seguridad durante toda la noche en el complejo.
Para mí, de acuerdo a esto, hubo una reacción totalmente fuera de lugar del policía que cumplía servicios de 222 allí, que ante el problema con los jóvenes que estaban festejando y cantando extrajo su arma de reglamento y aparentemente en forma totalmente injustificada comenzó a efectuar disparos contra los jóvenes.
EC - Algunas versiones indican que algunos integrantes de ese grupo intentaron quitarle el arma al policía y que eso habría propiciado la reacción. ¿Usted no logró confirmar ese extremo?
NRR - No, no, ésa es la versión que dio en forma primaria el policía. Pero luego tengo la versión de una testigo ocular del hecho que dice que el policía rápidamente extrajo su arma y comenzó a disparar contra los jóvenes. Ninguno de ellos tenía armas.
EC - Uno de ellos cayó muerto prácticamente en ese momento.
NRR - Exactamente, un joven de 18 años lamentablemente falleció.
EC - ¿Es correcto que fue un disparo en la nuca?
NRR - No tengo todavía esas versiones, eso va a ser el informe forense. Después hay tres más internados en estado reservado, y un joven que tiene una herida leve en un brazo. Ése es el panorama.
Pero concomitantemente hubo una reacción por parte de algunos vecinos del complejo que prendieron fuego a una de las garitas y, aprovechando este momento de confusión, cuando los móviles... porque los móviles policiales llegaron al lugar rápidamente una vez que el policía dio el alerta por radio, pero fueron recibidos a pedradas tanto los móviles, como la ambulancia, como el equipo de bomberos que había concurrido porque habían prendido fuego a las tres garitas policiales de plástico que había allí.
EC - ¿En esas circunstancias, entonces, los efectivos policiales se retiran?
NRR - Exactamente, ante la reacción de los vecinos. Pero esta reacción es aprovechada por gente que vive en la zona marginal para irrumpir en el complejo y robar algunas bicicletas, algún ciclomotor y a su vez robaron en una ferretería y en un pequeño quiosco que hay allí cercano, rompieron los vidrios y robaron.
EC - Como usted sabe lo estábamos escuchando recién a partir de varias expresiones de vecinos del lugar, hay una disconformidad grande con la actuación policial, no sólo por como se originaron los hechos, por como se comportó ese funcionario del servicio 222, sino por lo que pasó después cuando el Euskal Erría, o esa zona del Euskal Erría, quedó convertida en tierra de nadie.
NRR - Exactamente.
EC - Durante dos horas o más dos horas, dos horas y media, dicen algunos vecinos llamaban insistentemente a la Policía explicando lo que estaba pasando, que se habían desatado los saqueos, los robos, la violencia por parte de gente que había venido del asentamiento cercano, y no obtenían respuesta, no obtenían una repuesta efectiva. Les decían que sí, que se estaba actuando, que habían dispuesto ya el envío de unidades, y sin embargo no las veían, no había policías a la vista.
NRR - Sí, sí. Pero el propio director de Seguridad estaba en el lugar del hecho prácticamente a las 9 de la noche, cuando se enteró de lo ocurrido. Lo que pasó fue que también hubo que atender un pequeño incendio, una quema de cubiertas y elementos en Hipólito Irigoyen y el puente por parte de las zonas marginales.
EC - Sí, habían colocado una especie de barricada.
NRR - Colocaron una especie de barricada y allí a cada persona que pasaba la robaban, estaban haciendo arrebatos y golpeando. Entonces la primera intervención que tuvo el equipo fue allí, realmente tuvo que pedir refuerzos para poder después ingresar al complejo.
EC - Sí, pero por lo visto se demoró demasiado en volver a entrar al complejo.
NRR - Sí, sí. De todas maneras nosotros estamos haciendo una investigación administrativa interna para ver cuáles fueron los equipos que llegaron, que fueron enviados, porque la llamada al 911 fue recepcionada y fueron enviados equipos, vale decir que hasta ahí funcionó todo bien. Ahora, qué pasó al llegar al lugar del hecho, en eso estamos trabajando también.
EC - Los vecinos admiten que, efectivamente, el tránsito por Hipólito Irigoyen y el arroyo Malvín en la zona del puente estaba bloqueado, que por ahí había inconvenientes...
NRR - Exactamente, pero bloquearon tres o cuatro entradas por allí.
EC - Sí, pero no, por ejemplo, por camino Carrasco, por allí se podía entrar.
NRR - Fue por donde se pudo entrar en primera instancia. Hubo alguna demora en la llegada de los equipos, sobre todo los equipos del regimiento Guardia Republicana que, bueno, son más lentos en sus desplazamientos por ser vehículos blindados y salen de sus respectivas bases, vale decir de Granaderos y Coraceros; hasta ahí tienen por lo menos unos 20 minutos.
EC - O sea que usted reconoce que la respuesta policial, sobre todo una vez que se comenzaron a producir los saqueos, no estuvo a la altura de la urgencia de la situación.
NRR - No, no. Hay que tener en cuenta también que los saqueos fueron algo muy rápido, fue una incursión rápida con ingreso después corriendo otra vez hacia la zona marginal.
EC - Pero los vecinos hablan de más de dos horas de demora, dos o tres horas.
NRR - No, tanto no. Yo estuve en el lugar prácticamente a las 10 y algo de la noche, y ya la calma estaba un poco restablecida, los individuos que habían ingresado ya se habían ido hacía rato. El hecho empezó a las 8.30.
EC - ¿Cómo describe usted los antecedentes en esa zona últimamente? ¿Podía aguardarse que se desataran hechos como éstos?
NRR - No, no. El factor detonante fue la intervención para mí totalmente negativa de este policía que ocasionó la reacción de vecinos, si se quiere muy lógica, y el aprovechamiento de la confusión por parte de gente de la zona marginal que siempre está allí alerta a lo que pueda pasar y a lo que pueda aprovechar.
EC - Pero justamente, ese comportamiento de esa gente, la del asentamiento, ¿tiene antecedentes en el pasado reciente? ¿Cuál es la relación entre ellos y los habitantes del complejo?
NRR - Es una relación tirante, no buena, porque permanentemente están haciendo pequeñas incursiones tanto a menores como a algunos mayores y cometiendo hurtos. Aprovechan que es un complejo muy grande por el cual transita muchísima gente. Es una situación potencialmente de peligro.
EC - Un vecino que hablaba más temprano decía que lo que se vivió en determinado momento fue una "guerra de vecinos contra vecinos", y opinaba que las cosas no van a ser del mismo modo de ahora en adelante en esa zona.
NRR - Sí, sí, sin duda que fue un momento difícil, una situación de mucha tirantez. Desde ayer el orden está totalmente restaurando, tenemos personal del regimiento patrullando permanentemente, que va a continuar allí, y después vamos a intentar, con los integrantes de las comisiones que nuclean a los vecinos, organizar algún servicio de seguridad adecuado para que tengan una respuesta acorde al problema.
EC - ¿Cuál es la situación actual del policía que dio pie a todos los incidentes con su exceso?
NRR - Está detenido incomunicado dentro de una unidad del regimiento Guardia Republicana a la espera de que el doctor Hackenbruch, que es el juez que intervino en el caso, le tome declaraciones.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe