"Hay que modificar el artículo 45 de la ley 18.191, a los efectos de bajar a cero la cantidad de gramos por litro en sangre. Vamos a solicitar que ingrese por Diputados para darle un rápido trámite y, si bien no vamos a llegar al 15 (de mayo) como habíamos dicho pensando que era un decreto, seguramente días después va a estar aprobada esta ley", estimó este sábado Luis Gallo, diputado del Frente Amplio, a El Espectador. 

La iniciativa forma parte de un conjunto de estrategias del presidente Tabaré Vázquez contra el consumo abusivo del alcohol, anunciado como prioridad de su gestión desde que asumió el mandato el pasado 1 de marzo.

Tres semanas después, el mandatario inició una serie de reuniones con representantes de los partidos de la oposición y organizaciones vinculadas a la temática del alcohol para posibilitar un consenso en la elaboración de un proyecto de ley con vistas a regular el mercado de esta sustancia.

Tras el segundo encuentro del grupo formado a fines de abril, se decidió que el gobierno decretaría la "tolerancia cero" frente al consumo por parte de conductores, apoyado por representantes de la oposición y por organizaciones involucradas.

Entre ellas el Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas, Autoservicistas y Afines del Uruguay (Cambadu) y la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (Foeb).

"El proyecto de ley que viene es específicamente para la tolerancia cero en el alcohol. Después todos los acuerdos que se vayan generando van a ser consustanciados en una ley que abarque todos estos temas, pero eso va a ser en el correr del tiempo", explicó Gallo.

El proyecto de ley se basa en diversos estudios nacionales realizados desde 1998 que demuestran la relación entre el consumo de alcohol y los accidentes de tránsito.

De acuerdo con el documento, los datos más recientes de 2014 "muestran que existe una clara correlación entre el aumento de presencia de alcohol y la gravedad de los siniestros". 

"Mientras que en los siniestros leves el porcentaje de conductores con alcohol se ubicó en el 5,7 %, cuando fueron graves subió al 6,2 %, y en el caso de los siniestros fatales más de un 13 % de los conductores presentó alcohol en sangre", detalla el texto.

En sus argumentos, el proyecto también destaca el ejemplo de Brasil que logró resultados "casi inmediatos" tras seis meses de aplicación de una ley parecida aprobada en 2008.

"Una reducción en las consultas hospitalarias del 36 %, del 14,5 % de las muertes en rutas, y del 67 % de las necropsias de fallecidos en siniestros de tránsito asociados a la ingesta de alcohol", señala el documento sobre la experiencia brasileña.

El texto concluye con indicadores de que existe una "aceptación pública" respecto al "descenso de la tasa" de ingesta de alcohol permitida a los conductores y "el aumento de los controles", identificando una asociación de la población con el "binomio alcohol-conducción como un serio riesgo para la seguridad vial".