Niñas prostitutas, mujeres trabajadoras sexuales
Conversamos con Karina Núñez, educadora y trabajadora sexual, quien nos contó la realidad de ese oficio. Entre otras cosas, alertó que las niñas que se insertan en ese mundo generalmente "tienen entre nueve y once años".
"El trabajo sexual es la visibilizacion de la explotación sexual que (los niños) sufren, y pasados los 18 años pasan al trabajo sexual" explicó Núñez.
Karina explicó que la prostitución suele ser hereditaria, y se puso a ella misma como ejemplo de ello. "Mi bisabuela, abuela y madre fueron trabajadoras sexuales. Rompí la cadena con mis hijas" relató.
Para Karina este es un ciclo de tres partes que comienza en el círculo íntimo de la persona: la prostitución, el meretricio y, eventualmente, el trabajo sexual. "La prostitución comienza entre los nueve y los once años. La prostitución es una etapa de la persona que no está visibilazada por ella, debido a que se produce una mimetización y se invisibiliza la situación".
Luego se ingresa al meretricio: "es el empoderamiento de la vagina. Es una etapa donde se puede tener sexo con la persona, pero existen pautas, donde las partes del cuerpo de las personas, van a tener un precio", explicó la trabajadora sexual. "El proceso de darse cuenta de que tiene que haber otra relación con los clientes se produce naturalmente".
En cuanto al proxenetismo, Núñez explicó: "Una de las cosas que más dolor me dio confirmar es que el proxeneta más cruel que tiene la trabajadora sexual está en su círculo interno, y los rehenes más comunes son sus hijos".
Le preguntamos a Karina cómo son los hombres que participan de la prostitución infantil. ¿Cuál es el perfil de estos explotadores? "He visto todo tipo de hombres consumir comercio de menores, por lo general los que tienen menos angustia son los que tienen más dinero, 'el señor del pueblo'" afirmó.
Karina se encuentra en Montevideo en el marco de las Jornadas de Debate Feminista que se desarrollan en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la república. A veces choca con algunas feministas "intelectuales", entre ellas algunas que proponen la abolición de la prostitución en Uruguay.
"En la charla había una persona que era abolicionista. Si yo no tuviera que hacer este trabajo también lo sería" reflexionó Karina.