Sanguinetti cree que Vázquez "se jugó con una carta fuerte. Ahora, después que se saca el arma no se puede desgastar porque es un instrumento jurídico legal muy importante. Se desgasta, se desvaloriza. Porque ahora (el decreto de esencialidad) está desacatado. ¿Se desacata y no pasa nada? ¿Es lo mismo? Pierde el Gobierno, pero pierde la autoridad institucional", sentenció.

El vicepresidente del Tribunal de Cuentas, Ruperto Long, el ex ministro de Educación y Cultura, Leonardo Guzmán y los expresidentes Luis Alberto Lacalle y Julio María Sanguinetti, estuvieron en la tertulia de viernes de La Mañana de El Espectador, en el marco de la conmemoración de la importancia que tuvo la Carta Magna en la historia universal. 

Además de hablar de la historia e importancia de los principios de este documento que viajaron por el mundo, propiciando la independencia de la mayoría de los países americanos, se refirieron al conflicto de la educación que está enfrentando el país.

Sanguinetti sostuvo que "si el gobierno decreta esencialidad debe ser acatado, y si un funcionario cree que es ilegal, tiene la Justicia para que declare dicha ilegalidad".

El expresidente cuestionó si el gobierno estuvo en lo correcto al tomar esa decisión o no. Afirmó que "es un tema de debate muy opinable, porque la esencialidad no es un concepto absoluto. Nada es todo esencial, ni viceversa. Son pocas las cosas que la OIT considera esenciales siempre. La salud no es esencial, el CTI sí", por lo que "el decreto del ejecutivo pecó de generalidad y le falto precisión".

Guzmán sostuvo que "estamos en un momento en el que es necesario restablecer el sentimiento de que la norma es general y que a los gobiernos legítimos se les discuta, se les repruebe, se vocee en su contra, pero se les acate, sino perdemos un escalón más en la imperatividad del derecho".

Por su parte, Long se mostró preocupado por la tendencia de muchos países de América Latina a "tratar de escapar de los controles".