Inseguridad: ¿una sensación térmica?
Mauricio de Rosa, Ope Pasquet, Ana Lía Piñeyrúa, y Andrés Scagliola, analizaron el estado actual en materia de seguridad, la actuación del ministro Bonomi, y la cobertura de los delitos, por parte de los medios de comunicación. Asimismo, en la tertulia del martes 27 de octubre, discutieron sobre el resultado electoral en Argentina y de la situación de la educación.
"Lejos de cualquier teoría conspirativa, es claro que hay un esfuerzo deliberado de buena parte de la derecha, por poner el tema de la seguridad arriba de la mesa, ayudado por varios medios de comunicación";, sentenció de Rosa. Indicó que la inseguridad es un fenómeno "mundial"; y "complejo"; y que, a pesar de tener diferencias, "se están dando las respuestas que se pueden", "como se puede", y de una forma "relativamente razonable";. También reconoció que hay "un conjunto de líneas estratégicas y definiciones de políticas públicas, que son muy claras, explícitas, y que se están llevando adelante de forma escrupulosa";.
Para Pasquet a pesar de que hay "preocupación y esfuerzo"; por el tema, "los resultados no aparecen". Asimismo, señaló que hay que tener cuidado en no vincular linealmente la pobreza, la exclusión y el delito. Tampoco en "cargar todas las tintas" en la policía, ya que la inseguridad es un tema que involucra diferentes variables.
"Los resultados no se han visto";, dijo Piñeyrúa. Según ella, todos los días se observa una acentuación o una repetición de los delitos, con resultados graves, lo que hace que la gente sienta temor. "El tema de la seguridad no sigue primero por casualidad. Hay un sentimiento, en la gente, de que es un tema no resuelto";, advirtió.
Por último, Scagliola aseguró que los países más desiguales son los más peligrosos o aquellos que el delito "rankea más alto";. La razón, para él, es sencilla: "Hay un sistema que te propone unas pautas de consumo y unos estándares de vida, que después te niega";. Igualmente, destacó que la sensación de inseguridad es de las más alta de América Latina, a pesar de que no se corresponde con los índices de los delitos.