Joel:

Quiero darles otra visión del tema de los accidentes de tránsito y las responsabilidades civiles.

Hace algunos años mi suegro falleció en un accidente.

Fue atropellado frente a la UCM en Br. Artigas una noche de mucha lluvia y, como pudimos comprobar sin ninguna duda, todo fue producto de una imprudencia de mi suegro al cruzar la calle apurado.

La persona que lo atropelló no sé fue y fue asistido inmediatamente por la UCM, pero todo fue inútil y falleció en el acto.

El mismo día del entierro mi suegra recibió la llamada de dos estudios de abogados ofreciéndole sus servicios.

Como ella estaba muy abrumada por toda la situación yo los recibí a los pocos días simplemente para saber de que se trataba, ya que estábamos seguros que el conductor no tenía culpa ninguna.

En estas entrevistas pude comprobar hasta donde puede llegar la ambición, la miseria humana o no sé como calificarlo.

No te imaginas lo que tuve que argumentar para que esta "gente" entendiera que no teníamos la menor intención de usar esta situación para lucrar. Ellos no podían entender como teniendo la "oportunidad" de hacernos de unos pesos de garrón no lo hacíamos. Parece que fuimos unos giles inmerecedores de ser uruguayos (vivos criollos).

Unos días después el conductor se preocupó de ubicar mi teléfono y ofrecerse a hacer todo lo que fuere necesario para compensar en algo esta muerte ya que no podía dormir y estaba en tratamiento siquiátrico como consecuencia del accidente.

Se imaginan lo que hubiéramos podido hacer con este hombre si lo poníamos en las garras de los "doctores"? El pobre estaba totalmente entregado .

Por supuesto que pienso que a los anormales del tipo del contratista de fútbol y muchos más hay que sacarlos de circulación de alguna forma, pero ojo con los buitres que se mueven en ese medio.

Saludos
Luis M. Canto