En 1953 y 1954, tres aviones Comet se averiaron poco tiempo después de despegar y todos los que iban a bordo murieron, según informa la BBC.

Los vuelos del Comet fueron suspendidos y se detuvo la producción del jet británico.

Tiempo después se supo dónde se encontraba el problema: en la fatiga de los materiales por un pequeño detalle del fuselaje debido a las esquinas cuadradas de la ventanas de los aviones.

Un equipo de ingenieros y científicos reconstruyó los restos del desastre y descubrieron que había grietas en los fuselajes de los Comet alrededor de las puertas y ventanas porque los aviones estaban sujetos a ciclos repetidos de presurización.

La instalación de ventanas redondeadas en lugar de las cuadradas (que también provocaban grietas) y otras mejoras hicieron que los Comet posteriores fueran más seguros, agrega la BBC.

La decisión de poner ventanas cuadradas en el Comet fue una cuestión puramente estética. Sin embargo, en la investigación se observó claramente hasta qué punto estos detalles habían deteriorado el fuselaje.

En resumen, las esquinas de las ventanas son concentradores de tensiones, lo que provoca que surjan pequeñas fisuras, a veces invisibles.

Con información de Hipertextual y BBC.