La idea de este libro, nació luego de que Olascuaga, junto a sus alumnos de historia del liceo N°2 de San Carlos, realizara un documental sobre el Molino Lavagna. "Allí surgió el interés por rescatar y revalorizar al Molino Lavagna, monumento histórico y parte muy importante de nuestro patrimonio";, dijo Olascuaga.

También agregó que la tarea de recolección de información no fue sencilla porque no había muchos datos sobre el monumento. Pero, dijo que fue una tarea muy apasionante.

Con respecto al molino es sí, Olascuaga dijo que fue un molino harinero emblemático que se fundó en 1884 y funcionó como tal hasta 1939, y que, luego de su reconstrucción producto de un incendio en 1928, fue considerado uno de los mejores de Sudamérica gracias a su maquinaria de última tecnología para la época, produciendo en gran cantidad.

Olascuaga manifestó que el libro sirve como excusa para contar la historia de la ciudad de San Carlos. "Estamos acostumbrados a estudiar la historia nacional o internacional, y nos olvidamos de lo local";, dijo.

El protagonista principal de la historia del Molino Lavagna es su fundador, Ignacio Lavagna. "Un inmigrante que, como tantos, llegó sin nada y se fue con mucho";.  Además, su condición de masón impulsó al crecimiento económico y social de la ciudad fernandina debido a que su generosidad lo hacía estar siempre presente en los eventos destacados de la época. Lavagna fue fundador de la primera logia de San Carlos.

En la historia del Molino Lavagna, hay un hecho que marcó un antes y un después. El 8 de abril de 1928, un incendio provocó la pérdida casi total de la maquinaria del molino. Eso implicó un reacondicionamiento que provocó un recambio de maquinaria hacia algo más tecnológico. Olascuaga contó que la prensa local de la época manifestó la sospecha de que el incendio fuera intencional para frenar ese emprendimiento exitoso que no estaba dejando triunfar a otros. En esos años, se instalaba en Uruguay una empresa multinacional que buscaba sacar del plano económico a todos los molinos harineros. La intencionalidad del incendio no su pudo comprobar y la sospecha aún se mantiene hasta hoy. "Si fue intencional, los autores no contaban con que el molino iba a reabrir en pocos meses y con mejor maquinaria";.

En 2005, el Molino Lavagna fue declarado Monumento Histórico Nacional, pero, como lo manifestó Olascuaga, no existen recursos para mantener la estructura del mismo y corre peligro de derrumbe.

El molino funcionó como tal hasta 1939. Luego, funcionaron allí otros emprendimientos industriales hasta que en 1998 la Intendencia de Maldonado expropió el terreno donde se encuentra el monumento.

A su vez, Olascuaga dijo que el edificio no se está utilizando para ninguna actividad desde hace un largo tiempo. La comisión del barrio está buscando que allí se instale un centro social y cultural, donde los vecinos tengan la posibilidad de recibir diversos cursos y taller, y que se manifiesten expresiones artísticas.