Sergio Sommaruga, dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza Privada (Sintep), dijo a El Espectador que tras la reunión "hay posibilidad" de que el Colegio no cierre sus puertas.

"Al día de hoy tenemos un escenario de posibilidad que días atrás no teníamos. Hay que ser cauteloso porque hay un tema muy delicado desde el punto de vista de los trabajadores, chiquilines y padres", aseguró.

La nueva posibilidad surgió a través de un grupo de padres de los alumnos del colegio que estudiarán hasta el martes un proyecto para reestructurar el centro y continuar funcionando.

El trabajo de los padres será "analizar el estado de situación y elaborar un proyecto. Este pasaría por la asamblea de los socios de la Sociedad Uruguaya de la Enseñanza, que es la que tiene bajo su propiedad y administración del colegio, a los efectos que apruebe o no la continuidad del colegio. Eso va a ser el martes", dijo Sommaruga. 

Según el dirigente sindical, lo que ahora se necesita "es tener el análisis de las decisiones y acciones que llevaron a la crisis estructural del colegio. Hay un componente que tiene que ver con altos salarios de la estructura de mando técnica, del alto aparato administrativo del colegio. Ahí hay un componente muy importante porque es un gasto permanente. Se hicieron gastos que fueron poco planificados desde el punto de vista de la amortización", sentenció.

El próximo martes, el resultado del análisis de la situación del colegio realizada por los padres se pondrá a consideración. De no prosperar, el colegio ingresará en concurso de acreedores.