En relación a las críticas que reciben los letristas, Álvaro expresó que "cuestionar lo que piensa el tipo que escribe el espectáculo es como cuestionar al columnista de un semanario, me parece que tiene derecho a ir por donde se le antoje, después estará en mi aplaudirlo o no";.

Juanchi y Sapo pusieron sobre la mesa el rol histórico que encarnan las murgas como críticos de la sociedad, en este sentido Carballo dijo que el carnaval "tiene un sello y un discurso de izquierda muy fuerte y muy marcado, que a mi forma de ver discrimina y menosprecia a un potencial público de derecha";.

Sin embargo, aunque "el carnaval hace espectáculos para criticar, para burlar y satirizar, después cuando alguien critica sus espectáculos, tienen un nivel de intolerancia muy fuerte"; y "no me parece sano, ni coincidente con lo que debe ser el espíritu de la fiesta del carnaval, que es una fiesta para que el de abajo se ría del de arriba";, reflexionó.