(Emitido a las 8.50)

EMILIANO COTELO:
¿Cómo puede aumentarse la seguridad en el transporte público de pasajeros? ¿Por qué sigue postergándose la informatización de las unidades? ¿Sería este el modo de dar una protección total a los trabajadores? ¿Estamos viviendo una época  especialmente insegura?

Esas son algunas de las preguntas que nos hicimos EN PERSPECTIVA, a propósito del asesinato el miércoles de Edward Cal, el chofer de la empresa Raincop.

Primero, la IMM

Joel, ¿qué pudieron averiguar?

JOEL ROSENBERG:
Para comenzar llamamos a la Intendencia de Montevideo, que es la que otorga los permisos para operar a las empresas y también controla que se cumplan los servicios. Allí, jerarcas municipales, nos explicaron varias aristas del tema.

EC - ¿Qué les dijeron específicamente?

JR - Lo primero que preguntamos es qué implica el proyecto de informatizar las unidades. Nos recordaron que implica sustituir los boletos por tarjetas inteligentes, de pre-pago,  para disminuir la utilización del dinero, pero también controlar el combustible y la velocidad.

EC - ¿Y  quienes están de acuerdo con esta idea?

JR: En la Intendencia nos señalaron que este proyecto está respaldado por el Municipio, las empresas y los trabajadores. Incluso nos informaron que los funcionarios lo manifestaron por escrito, en un convenio colectivo firmado en el Ministerio de Trabajo. Ese acuerdo, también implica que con la reestructura no se pueden perder fuentes de trabajo.

EC - Entonces, ¿por qué no se aplica?

JR - En la Intendencia, el argumento central que esgrimen es el monto de que la inversión inicial les exige a las empresas, que, según estas fuentes,  sería de cuatro a cinco millones de dólares. También nos dijeron que hasta que asuma el nuevo gobierno nadie va a tomar acciones relacionadas con este tema.

EC - ¿Pero manejan alguna alternativa para conseguir la financiación?

JR - La idea de las autoridades municipales, al menos de las que están hoy, es incluir este asunto en un fideicomiso que las empresas y la Intendencia pretenden instrumentar. Pero, según nos dijeron, esto está aún "muy en veremos".

EC - Ahora, ¿la Intendencia entiende que esta tecnología solucionaría el tema de la seguridad en el transporte?

JR - Definitivamente no. Nos comentaban que en los países donde está instaurado el sistema informatizado desde hace mucho tiempo, de todos modos el 50% de los usuarios se resiste a él y sigue utilizando dinero.
En definitiva, el gobierno de Montevideo cree que la forma de solucionar el problema es atacar las cuestiones de fondo; o sea los problemas sociales y económicos, que derivan en las rapiñas.

Las empresas

EC -  Y las empresas, ¿cómo ven este asunto?

JR - Nuestros compañeros de Indice 810 hablaron ayer de tarde con jerarcas de las empresas CUTCSA y UCOT.

EC - ¿Qué les dijeron?

JR - El  presidente de CUTCSA, Juan Salgado, decía que el proceso de incorporación de tecnología quedó congelado a raíz de la crisis financiera del año 2002, pero que ahora están en condiciones de encararlo. De todos modos, enfatizaba que para ello tiene que haber voluntad de todas las partes y de todas las empresas.
Además, dio un dato interesante: que las empresas podrían recuperar la inversión en sólo dos años.

EC - De esto había hablado en su momento Salgado en una entrevista que le hicimos En Perspectiva. Al reseñar todas las ventajas que tiene este sistema informático, decía que se puede ofrecer distintas variantes de boleto - barriales, zonales - que permitiría mejorar la facturación porque aparecerían boletos más baratos según las necesidades de los usuarios.

¿Y desde otras empresas, qué se comentó?

JR - El presidente de UCOT, Juan Cami, dijo que no se niegan a los cambios, pero advirtió que considera importante que las modificaciones no afecten futuros puestos de trabajo que puedan crearse en el sector.

Las estadísticas

EC - Pasemos ahora a las rapiñas en sí.  Existe, al menos en algunos ámbitos, la percepción de que han aumentado. ¿Es así?

JR - No. Según las estadísticas oficiales de la Jefatura de Policía de Montevideo este año sería el de menos rapiñas en el transporte público desde el 2001.

EC - ¿Cuáles son exactamente los datos?

JR - Te cuento: en el 2001 hubo 1.021 rapiñas a ómnibus y taxis, en el 2002 subieron abruptamente a 1.832 y el año pasado volvieron a rondar en las 1.000. Exactamente en el año 2003 hubo 1.060 de estas rapiñas en el transporte.

EC - ¿Y qué está ocurriendo este año?

JR - Según los datos de Jefatura, hasta el primero de diciembre de este año hubo 776 rapiñas. De ellas, 406 fueron a ómnibus y 370 a taxis. O sea que, con estos datos, la cantidad de estas rapiñas este año se perfila  sensiblemente menor que en los últimos años.

EC - ¿Y cuánto representan las rapiñas a ómnibus y taxis en el total de rapiñas que se cometen en la capital?

JR - Eso se mantiene estable desde el 2001. Son entre un 12% y un 15% de las rapiñas.