Demasiados fracasos
No podemos desconocer que la criminalidad es creciente en el mundo entero y se sustenta en años de desigualdades e injusticias. Y que el problema no es nuevo en Uruguay. Pero coincidamos en que es creciente. Y también que no existe una solución mágica.
Hoy los datos públicos alarman. Pero son números que no visualizan la tragedia que hay detrás de esos números.
Ahora se adoptarán medidas como el uso de tarjetas en los taxis. Una medida exclusivamente montevideana. Insisto, muy raramente en el interior roben a un taxista. Ha ocurrido sí, pero muy esporádicamente y más vinculado al robo del coche que del dinero. El problema en el interior son los asaltos a pequeños comercios, el robo en domicilios o la rapiña a personas en la calle. Lo que proponen no es solución para la mitad de los uruguayos.
Pero no mejoraremos mucho si no se presta mayor atención a los problemas educativos.
Juan Pedro Mir, ex Director Nacional de Educación, decía en una entrevista de Montevideo Portal que a Secundaria ingresan 45.000 muchachos, pero egresan 15.000. Pero no es el único problema.
Las escuelas de primaria progresivamente se van transformando en guarderías pagadas por el estado. Los niños no van a aprender, los mandan para que los cuiden. Una maestra no puede atender a 30 o 35 niños como tienen las mayorías de las clases. Donde además, por una política inclusiva que no incluye a nadie, hay niños con discapacidades, algunas severas, y para lo que la maestras no están preparadas.
El Codicen no sabe cuantos alumnos salen de la UTU. Pero debe saber que cada año miles de pibes quedan fuera por falta de cupos. Son demasiados fracasos ya.
La columna de Carlos Peláez