Lamentable

"Una UTU cuyo nombre no quiero recordar"

UTU Unión - eldiario.com.uy.
UTU Unión - eldiario.com.uy

Todos hablamos de educación; todos tenemos diagnósticos; todos tenemos sugerencias. Y muchos hablan de los muchachos despreciativamente calificándolos como ni-ni. Pero no todos saben que muchos centros educativos expulsan a los jóvenes estudiantes por las lamentables condiciones edilicias en que se encuentran.

El liceo 1 de San Carlos fue inspeccionado por un técnico previsionista que llegó a solicitud de funcionarios y docentes. Y corroboró el deplorable estado en que se encuentra el edificio del liceo más antiguo de la ciudad. Pero hoy a la mañana, recibimos una carta de un docente de UTU, cuyo nombre mantendremos en reserva, que relata lo que se vive en el local de la calle Larravide, barrio de la Unión.

La misiva nos exime de mayores comentarios:

"Hace unos días una amiga me enviaba el comentario de otra amiga suya y que sí trasmitía algunos rasgos de una UTU como tantas que poco animan y tanto dicen por su precariedad... ella decía: 'Triste y con bronca. Más que nada triste. Me tocó votar en la UTU de Larravide. Hace tiempo no veía mi barrio de la Unión tan, pero tan sucio. Mugre por todos lados. Contenedores, calle, veredas. No quiero poner fotos porque es conocido el panorama. Al entrar en la UTU... más tristeza. Oscuridad, dejadez, falta de mantenimiento y de amor. Horrible espacio para el aprendizaje y para la enseñanza. Y el olor que sale del baño. Pobre la gente que le tocó trabajar en la mesa hoy. Pobres los adolescentes que van todos los días y luchan contra un lugar que te empuja hacia afuera. Pobres los docentes que intentan dar lo mejor contra un sistema que se conforma con tenerlos adentro. Pobres los que piensan que lo importante son los resultados de las pruebas Pisa. Pobres todos nosotros. Tendremos que reconstruir nuestros espacios porque estos están ya muy sucios'.

Hasta ahí las palabras de alguien que tuvo alguna pertenencia a esa institución educativa, edificio que solo puede ser considerado de esa manera, edificio, ya que poca cosa más queda de un centro que otrora acunó tantos estudiantes y apostaba a otra forma de enseñanza. Hoy en día, sin embargo, sigue recibiendo miles de alumnos pero en condiciones anteriormente esbozadas a la cual le sumo algunos detalles que aparecen desde que uno entra.

Los tonos de gris desde la entrada ni anticipan lo que uno se encontrará allí adentro. Pisos levantados, paredes devastadas, salones y pasillos sucios, patios enormes desaprovechados llenos de escombros, pastos y arbustos algo más que frondosos, baños desprovistos de inodoros ya que cuenta solo con dos en el baño de Varones para toda la UTU, el baño de profesores te recibe con un balde, siendo este, la única manera de tirar la cisterna ya que se encuentra rota, cuando quizás es tu día de suerte y hay luz y todo en un baño de 1x1, sin ventilación ni luz natural. Eso que no mencione el tema del constante olor a baño que recorre las instalaciones en forma firme y constante.

La respuesta que se obtiene desde algún escritorio son circulares que envían en ella la obligación de que los alumnos permanezcan dentro de la institución hasta el final del turno a pesar de que no tengan profesor. Imagínese el panorama, haga el intento de ponerse en el lugar de alguno de los actores que allí se encuentran: alumnos, profes y educadores (que pueden sentirse algo "afortunados" porque no son parte de los miles de docentes que se quedaron afuera y sin trabajo por no tener horas para elegir) padres, funcionarios en general... Se me ocurren tantos ejemplos como sinónimos de tristeza para ponerle a una situación ya sin nombre. ¿Esta es la educación que queremos?".

La columna de Carlos Peláez