Basura: el ejemplo Maldonado
La recolección de residuos domiciliarios parece ser un asunto clave en la relación entre los ciudadanos y el gobierno departamental de Montevideo. Llama la atención que luego de la jornada de fin de semana otra vez aparecieran residuos fuera de los contenedores vacíos.
¿Es un problema cultural? ¿expresa la bronca ciudadana contra ADEOM? ¿revela la ineficiencia de la Intendencia? ¿tiene connotaciones políticas?. Tal vez sea una mezcla de todo, porque todas son situaciones verificables.
La siguiente pregunta es ¿como se resuelve? ¿el camino es la privatización del servicio? ¿eso asegura eficiencia? El departamento de Maldonado puede ser un ejemplo a atender. Hasta 1990 el servicio era municipal.
El entonces intendente nacionalista Domingo Burgueño decidió privatizarlo. El cambio fue caótico durante dos meses. La operadora fue un Consorcio cuyo accionista principal era la empresa cordobesa Benito Roggio, entonces vinculada a múltiples escándalos de corrupción menemista.
Para el siguiente período a cargo del nacionalista Enrique Antía, vino otra empresa argentina, que no pudo cumplir con el servicio y vendió a la constructora uruguaya Ramón C. Alvarez. Fueron los peores cuatro años. Cuando asumió el Frente Amplio mantuvo el servicio privatizado pero incluyó dos cambios importantes.
Primero, mantuvo a la ciudad de San Carlos bajo la órbita municipal, como lugar testigo. La idea era al final de la gestión comparar y evaluar para luego resolver si el servicio de mantenía en el ámbito privado o volvía al público. Algo que hasta ahora no se hizo. Y luego no se pagó por kilo recogido, que se había prestado para muchísimas irregularidades, sino que se estipuló un precio fijo. La licitación la ganó Ecotecno cuyo accionista principal es la familia del actual presidente argentino Mauricio Macri.
Actualmente el servicio en todo el departamento, menos San Carlos, cuesta unos 700.000 dólares al mes o sea 8.400.000 dólares al año, aproximadamente el 5% de los ingresos de la Intendencia. Pero las ciudades están limpias.
Extrapolando estos costos a Montevideo, aunque seguramente haya diferencias pero sirve a modo de indicador, y teniendo en cuenta que la población de Maldonado es el 10% de la que tiene la capital, surgen números para tener en cuenta en cualquier debate.
A Montevideo el servicio podría costarle entre 80 y 90 millones de dólares al año. Complejo para un presupuesto ya deficitario. Con la diferencia además que Maldonado no subió los impuestos para pagar el servicio, pero Montevideo que sí cuenta con "el impuesto de puerta"; podría verlos incrementados.
Entonces, para que mejore la recolección de residuos ¿los montevideanos estarían dispuestos a pagar más impuestos? ¿ADEOM estará dispuesta a mejorar su eficiencia para modificar el creciente reclamo de privatización?
La columna de Carlos Peláez