Entrevistas

Río Negro tiene la primera jefa de Policía del país

Después de 175 años, por primer vez la Policía Nacional tiene una mujer al frente de una Jefatura Departamental. Se llama María Cristina Domínguez y desde anoche comanda la seguridad de Río Negro. Dijo que llegó a ese cargo gracias a "una familia fantástica" y la formación permanente. Respecto al mando aseguró que "el tema de género no tiene que estar involucrado".

(Emitido a las 8.54)

EMILIANO COTELO:
El ministro del Interior, Alejo Fernández Chaves, destituyó anoche al jefe de Policía de Río Negro, inspector general retirado Roberto Cáceres, y designó a la inspectora mayor María Cristina Domínguez, que cumplía funciones como subjefa en la repartición estatal. En los hechos, destaca el diario El País, la inspectora Domínguez se convertirá en la primera mujer en acceder a una Jefatura de Policía. Los datos fueron confirmados por el propio ministro del Interior que anoche a las 23 aún estaba ordenando la nueva situación. La resolución lleva la firma del presidente Jorge Batlle. La inspectora Domínguez asumirá su cargo el próximo lunes a las 11 de la mañana, según indicó el secretario de Estado.

Claro, si estamos ante un hecho histórico parece que conviene conversar esta mañana con la inspectora María Cristina Domínguez.

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Inspectora Domínguez, ¿dónde está usted exactamente?

MARÍA CRISTINA DOMÍNGUEZ:
Estoy trabajando en mi despacho en la Jefatura.

EC - Antes que nada una aclaración. ¿El trato hacia usted debe ser de "inspectora mayor"?

MCD - Sí, acepta el femenino. Si bien el grado es inspector mayor, pienso que se puede mencionar también como inspectora.

EC - ¿Cuántos años tiene?

MCD - Tengo 32 años de servicio en la Policía Nacional.

EC - ¿Y edad?

MCD - 51.

EC - ¿Nació en Río Negro?

MCD - No, soy oriunda del departamento de Florida, del altar de la patria.

EC - ¿Y dónde ha desarrollado su carrera?

MCD - Si bien ingresé en el último grado del escalafón como agente de segunda clase, al año me fui a Montevideo a la Escuela Nacional de Policía, de donde egresé en 1975 como oficial subayudante. Desarrollé prácticamente toda mi carrera en la Jefatura de Policía de Montevideo y desde hace aproximadamente un año y medio estoy desempeñándome como subjefe de Policía de Río Negro.

EC - Es interesante, usted decía que ingresó como agente de segunda clase. No siempre se ingresa así y después se hace la Escuela Nacional de Policía.

MCD - No siempre, pero existen casos. Soy la octava oficial de carrera de la Policía Nacional, en este momento dentro de lo que es el personal femenino soy la de mayor antigüedad y la única que ha llegado en actividad al grado de inspectora mayor.

EC - ¿Qué familia tiene usted?

MCD - Yo soy casada en únicas nupcias y tengo dos hijos mayores, uno de ellos es constructor y la otra es profesora de Literatura.

EC - ¿Le ha tocado enfrentar situaciones de riesgo, desarrollar operativos policiales...?

MCD - Sí, sí.

EC - ¿Qué tipo de tareas ha desempeñado?

MCD - Por supuesto, el haber egresado de la Escuela Nacional de Policía nos habilita a todos los oficiales de Policía a comandar, nos prepara. Estando en servicio fui jefa durante diez años de la Comisaría de la Mujer y la Familia ahí en Montevideo. Fui segunda jefa de la Inspección primera zona de la Dirección de Seguridad y ahí me tocó comandar servicios coordinados con varias unidades.

EC - ¿Cómo ha visto su familia, cómo han visto sus hijos el hecho de que usted tenga una profesión que implica enfrentarse eventualmente y cada tanto con el riesgo de vida?

MCD - Diría que lo han visto con normalidad porque desde que nacieron saben que su mamá es policía. Eso también llevó a que muchas veces en lo normal de toda madre de acompañar a sus hijos en su diario crecimiento y vivir, de repente lamentablemente, tuvieran algunas ausencias por razones de servicio. Ellos lo han compatibilizado y me han acompañado, al igual que mi esposo. He podido desarrollarme particularmente porque tengo una familia fantástica, un compañero que está ahí en Montevideo, yo estoy aquí sola, mi familia sigue su vida porque no podemos cambiar de un día para el otro.

EC - ¿Cuánto tiempo hace que está en Río Negro?

MCD - Desde agosto del año pasado.

EC - ¿Y su familia cómo tomó la noticia de que la designaban jefa de Policía?

MCD - Pienso que bien, si bien todavía se están despertando con esta noticia porque fue ayer que tomamos conocimiento de ella. Va a llevar un tiempo procesarla.

EC - Claro, en la medida que era subjefa tenía la posibilidad en el horizonte.

MCD - Sí.

EC - ¿Esperaba realmente llegar a jefa?

MCD - Le diría que la aspiración máxima de todos los oficiales de Policía, hombres y mujeres, es por un lado llegar al cargo de subjefe de Policía que es el más alto dentro de la carrera policial...

EC - Claro, porque el de jefe ya es un cargo de designación política.

MCD - Es un cargo de particular confianza del Poder Ejecutivo. Si bien hasta ahora en los 175 años de historia de la Policía Nacional no había sido nombrada una mujer al mando de una jefatura, en mi corazoncito siempre estuvo la esperanza, como en el de todo oficial de Policía. La veía lejos, como hasta ahora no se había dado era bastante difícil que sucediera, pero cada vez que hacemos cursos, que nos formamos –es una formación constante– aspiramos a eso, la visión está en eso, en poder llegar algún día a este cargo.

EC - Usted ya ha ocupado posiciones de mando, como nos contaba antes. ¿Le parece sencillo que el cuerpo de policías del departamento de Río Negro asimile que va a tener una mujer como jefa?

MCD - Ah, pienso que sí, el tema de género no tiene que estar involucrado en esto.

EC - Pero uno imagina, uno tiene –creo que buena parte de nuestros oyentes también– la impresión de que si hay que buscar instituciones machistas... la Policía está en la lista. Es obvio lo que estoy diciendo, ¿no?

MCD - Sí, totalmente.

EC - ¿Entonces cómo les resulta a los efectivos policiales, que además son mayoritariamente hombres, recibir órdenes de una mujer?

MCD - Habría que preguntárselo a ellos, pero desde mi punto de vista es natural, además nuestra formación nos lleva a prepararnos para el mando. El país ha cambiado, la idiosincrasia, y por más que exista lo que usted dice, es una profesión profundamente masculina diría yo, además de machista, porque no sé cuántas somos las mujeres dentro de la Policía Nacional, tal vez un 10, un 15 por ciento. Pero a la hora de comandar la unidad ejecutora lo pueden hacer tanto un hombre como una mujer porque tenemos la formación para eso.

EC - En dos palabras, ¿desafíos que tiene por delante al asumir como jefa en Río Negro?

MCD - El desafío es muy grande. Como decíamos, estamos incursionando en un cargo que hasta ahora a las mujeres no se nos había dado, por lo tanto en lo personal siento que es un doble desafío, por un lado desde lo profesional personal seguir trabajando como lo he hecho hasta ahora y por otro lado estar haciendo camino al andar para otras oficiales de la Policía Nacional que también aspirarán –de hecho así debe ser– a un cargo similar, y un reconocimiento a aquellas que ya no están en la Policía, que fueron muy buenas oficiales, que fueron mis superiores y de las cuales aprendí mucho. Quizás el momento histórico no se había dado pero reconozco que tenían toda la capacidad para ejercer este cargo.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe