Gazmuri explicó que el uso medicinal de la marihuana es más complejo de lo que algunos creen y la aplicación es diferente para distintas patologías, y que para algunas alcanza con un cultivo doméstico "pero otras necesitan más por su complejidad".

En algunos casos esto implica crear un jarabe medicinal, algo que sobrepasa las capacidades de muchos pacientes. Gazmuri explicó que en Uruguay "hay gente que busca jarabe medicinal y se le entrega un formulario para la importación de un aceite norteamericano".

"Hemos recibido muchos pacientes de Uruguay. A pesar de que tienen la regulación ideal hay poca respuesta real para los pacientes. Cuando estuvimos en la expo cannábica de su país nos dimos cuenta que el tema recreativo ha ido mucho más adelante que el medicinal", relató la presidenta de la Fundación Daya.

Actualmente en Chile, asesorados por esta fundación, hay 6.000 pacientes cultivando sus propias plantas para uso medicinal.