La cifra de 10 millones de dólares que la Intendencia de Montevideo habría recaudado en una semana, si tuviera resuelto como enviar las multas que detectan con las cámaras que forman parte del Centro de Gestión de Monitoreo, encendieron luces de alarma en la búsqueda de soluciones de fondo para que la comuna no haga caja, sino que prevenga accidentes.

El Edil nacionalista Diego Rodríguez, dijo al Espectador que el centro costó unos 18 millones de dólares y que en solo una semana la intendencia habría descontado más de la mitad.

Con esos datos, el curul afirma que  está más que demostrado que el fin que persigue la instalación de cámaras es un fin netamente de recaudación.

En ese sentido afirmó que hay que buscar soluciones de fondo y no pensar siempre en la sanción como primera medida.

Rodríguez dijo que la comuna tiene proyectado aumentar en un 50% la recaudación por multas en forma anual, una confesión que "habla a las claras de lo que se pensó hacer".

El curul dijo que de este tema se sale modernizando Montevideo y para ello propuso una gran mesa de diálogo.

Rodríguez dijo que los embotellamientos son consecuencia de no realizar inversiones y es un punto que debe ser modificado, sobre todo para los vehículos que circulan hacia Ciudad de la Costa, donde vive un número importante de gente.

También abogó por repensar la velocidad, dado que circular a45 o 60 kilómetros por hora parece de otra época.

El edil también dijo que los inspectores deben tener un afán de prevención y educación, pero no se los ve en los embotellamientos.

Rodríguez pidió que el inspector sea una figura que cumpla un rol que le permita no ser denostado por la población.